Pérdida de ser querido: Reflexión, proceso y consuelo

perdida de ser querido
Pérdida de ser querido

La pérdida de ser querido constituye una de las experiencias más dolorosas y universales en la vida humana. El duelo que se desprende de este hecho es un proceso complejo que involucra dimensiones emocionales, cognitivas, conductuales y espirituales.

Aunque cada persona afronta la pérdida de manera diferente, comprender los mecanismos psicológicos del duelo permite encontrar consuelo y elaborar estrategias que faciliten la adaptación.

El proceso de duelo

El duelo no es una etapa única ni lineal, sino un camino que se experimenta de manera individual. Elisabeth Kübler-Ross (1969) propuso el conocido modelo de las cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Si bien este esquema no se aplica a todos por igual, sirve como guía para entender la oscilación emocional que atraviesan quienes sufren la pérdida de ser querido.

Más recientemente, Stroebe y Schut (1999) desarrollaron el Modelo de Procesos Dual, que plantea que las personas transitan entre la orientación hacia la pérdida (expresar emociones, llorar, recordar) y la orientación hacia la restauración (adaptarse a nuevos roles, retomar actividades cotidianas). Este enfoque refleja la alternancia natural entre el dolor y la reconstrucción.

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Síntomas comunes ante la pérdida de un ser querido

Perder a un ser querido puede generar una amplia gama de reacciones:

  • Emocionales: Tristeza profunda, ira, culpa, ansiedad o incluso alivio en ciertos casos.
  • Cognitivas: Dificultad para concentrarse, pensamientos recurrentes sobre el fallecido, sensación de irrealidad.
  • Físicas: Fatiga, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o dolores somáticos.
  • Conductuales: Aislamiento social, búsqueda de objetos del difunto, rituales de despedida.

Estas manifestaciones son parte de un duelo normal, sin embargo, cuando se prolongan excesivamente y dificultan la vida diaria, puede hablarse de un proceso de duelo complejo.

Reflexiones por la pérdida de ser querido

La muerte siempre ha sido vista con ojos negativos y temerosos, como el final de una etapa, como lo “frío y oscuro”, etc. Es cierto que la muerte confronta a las personas con la finitud de la vida en carne y con preguntas existenciales, sin embargo, en otras culturas se la ve de distinta manera.

En muchas tradiciones, la muerte no se interpreta como un final absoluto, sino como una transición hacia otra forma de existencia. Desde lo espiritual, la muerte puede significar liberación, pues el alma se desprende del cuerpo físico para continuar su camino de aprendizaje y evolución, sin carga ni sufrimiento, sólo con pasos que llevan a la iluminación.

Asimismo, desde una mirada esotérica, pasaje de transformación energética. El cuerpo muere, pero la conciencia permanece en otra dimensión. Bajo esta mirada, la muerte enseña a trascender el apego a lo material y a comprender que lo esencial del ser humano no se pierde, sino que se transforma.

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Resignificar la pérdida

Al recordar que la existencia terrenal es finita, se refuerza la importancia de valorar los vínculos, de cultivar la espiritualidad y de dar sentido a la vida cotidiana, lo que implica un nuevo inicio y una adaptación a una nueva forma de sentir al ser querido, desde una oportunidad de gratitud por lo positivo.

De igual manera, las reflexiones por pérdida de ser querido, no implica olvidar, sino resignificar. Encontrar sentido en la experiencia a través de la espiritualidad, la escritura, el arte o las conversaciones puede ayudar a transformar el dolor en un legado emocional.

Como señala Viktor Frankl (1984), el ser humano tiene la capacidad de hallar significado incluso en el sufrimiento, lo que permite reconstruir la vida tras la pérdida.

Consuelo para la pérdida de ser querido

El consuelo para la pérdida de ser querido puede provenir tanto del entorno social como de recursos internos. Compartir recuerdos, mantener vivos los vínculos a través de rituales, mirar la partida no como “pérdida”, sino como “transición”, y recibir apoyo de familiares y amigos son factores protectores.

La terapia psicológica, en particular la terapia de duelo y enfoques como la terapia narrativa o EMDR, ha demostrado eficacia en el procesamiento del dolor emocional (Boelen et al., 2015).

Frases para pérdida de un ser querido

Las frases de consuelo pueden brindar un alivio simbólico siempre que respeten y validen el dolor de la persona en duelo. Expresiones como “Tu dolor es válido, estoy contigo en este momento” o “El amor que compartiste permanece en ti” resultan mucho más reconfortantes que clichés vacíos como “el tiempo lo cura todo”. En estos momentos, el acompañamiento empático y auténtico tiene un valor mucho mayor que las palabras repetidas.

Asimismo, cabe recalcar que tras un proceso de duelo, no se deja de amar. El amor persiste, se transforma, nutre y multiplica. Esto implica que no deja existir y que puede trascender en infinitas direcciones, proyectándose en miles de formas de recordar, honrar y seguir vinculados con quien ya no está. Esto no desde una forma de negación, sino de sentir el dolor, hacerlo propio, atravesarlo y seguir adelante con gratitud y con amor multiplicado.

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Libros para afrontar la pérdida de ser querido

La biblioterapia constituye un recurso eficaz para reflexionar y elaborar el duelo. Algunos títulos recomendados son:

  • “Sobre la muerte y los moribundos” de Elisabeth Kübler-Ross.
  • “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl.
  • “La muerte: un amanecer” de Elisabeth Kübler-Ross.
  • “Option B” de Sheryl Sandberg y Adam Grant.

Estos libros ofrecen perspectivas psicológicas, filosóficas y espirituales que ayudan a comprender el proceso de despedida.

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Conclusiones

La pérdida de un ser querido es un acontecimiento vital inevitable que enfrenta a la persona con un dolor profundo y transformador, el cual moviliza todas las dimensiones del ser: la mente, el cuerpo, las emociones y la espiritualidad. El duelo debe entenderse como un proceso natural de adaptación y resignificación. Aunque el dolor es inevitable, es posible transformarlo en un camino de amor y aprendizaje.

Tanto la psicología como la espiritualidad y la filosofía brindan perspectivas para entender e integrar la muerte como parte del ciclo vital. Recordar, honrar y resignificar al ser amado permite que el vínculo persista de nuevas formas, convirtiéndose en un legado que nutre la vida.

Así, más que un final absoluto, la muerte puede ser comprendida como un tránsito: una invitación a valorar el presente, cultivar la gratitud y continuar viviendo con sentido.

Referencias

¿Qué es agorafobia? Comprendiendo el miedo a lugares abiertos 

que es agorafobia

Preguntarse “¿qué es agorafobia?” implica entender que es un tipo de trastorno de ansiedad por el hecho de estar en lugares o situaciones abiertas, donde puede resultar difícil escapar o en los que puede que no se disponga de ayuda si aparece una angustia intensa. Estas situaciones o lugares a menudo se evitan o bien se toleran con mucha angustia. 

Significado  de agorafobia

¿Qué es agorafobia? El término agorafobia proviene del griego “ágora” (plaza pública) y “fobia” (miedo). Pese a que muchas personas asocian qué es agorafobia solo con el miedo a salir de casa, su significado es más amplio. Incluye el temor a encontrarse en cualquier entorno donde la persona sienta que no puede escapar o recibir ayuda en caso de una crisis, como centros comerciales, transportes públicos, cines, teatros, salir de casa, o filas en supermercados.

El desarrollo de lo que es agorafobia, suele iniciar principalmente en adolescencia y en la edad adulta, sin embargo, también puede desarrollarse entre los adultos mayores. 

En casos graves, los agorafóbicos pueden quedar completamente confinados en sus hogares, tendiendo a una vida limitada y aislada.

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Síntomas y diagnóstico

Para comprender qué es agorafobia, es importante conocer sus síntomas. El diagnóstico de agorafobia se establece cuando el miedo, la ansiedad o la evitación duran 6 meses o más, y competen al menos 2 de las siguientes situaciones:

  • Evitación persistente de ciertas situaciones (ej. viajar en autobús, transportes públicos o estar en multitudes).
  • Miedo o ansiedad desproporcionada al estar en lugares públicos, como un aparcamiento al aire libre o un mercado.
  • Permanecer en un espacio cerrado, como una tienda o un teatro.
  • Hacer cola o formar parte de una multitud.
  • Dependencia de otras personas para salir. 
  • Aislamiento social progresivo.
  • Sensación de pánico o síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, mareos o dificultad para respirar.

Los temores se vinculan con la posibilidad de que escapar resulte difícil o que no se disponga de ayuda si la persona experimenta una crisis de angustia o se ve incapacitada. Asimismo, los síntomas son desproporcionados respecto al peligro real y provocan un malestar significativo a la persona afectada, perjudicando notablemente su funcionamiento. 

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), la agorafobia puede diagnosticarse de forma independiente o en combinación con el trastorno de pánico (American Psychiatric Association, 2013).

¿Por qué surge el miedo a salir de casa?

El miedo a salir de casa, es una de las manifestaciones de lo que es agorafobia. Puede estar vinculado a experiencias traumáticas, crisis de pánico previas o a un entorno emocionalmente inseguro. Muchas veces, la agorafobia se desarrolla tras haber experimentado ataques de pánico en lugares públicos, lo que genera un condicionamiento negativo: la persona asocia ciertos entornos con peligro, aunque no exista una amenaza real.

También influyen factores genéticos, alteraciones neurobiológicas (como desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina) y rasgos de personalidad como el neuroticismo.

Tratamientos para la agorafobia

La agorafobia tiene tratamiento y un pronóstico favorable cuando se aborda adecuadamente. Las intervenciones suelen incluir:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Que incluye la reestructuración de pensamientos distorsionados y exposición progresiva a las situaciones temidas, permitiendo que el paciente recupere su autonomía.
    (Hofmann et al., 2012)
  • Terapia de trauma (EMDR): Se enfoca en abordar las experiencias traumáticas, recuerdos angustiantes o ataques de pánico previos, que están en la raíz del trastorno. 
  • Tratamiento farmacológico: En algunos casos, se utilizan antidepresivos (ISRS) o ansiolíticos bajo prescripción médica, especialmente cuando existen ataques de pánico recurrentes.
  • Técnicas de respiración y relajación: El entrenamiento en manejo de la ansiedad, como la respiración diafragmática o mindfulness, ayuda a disminuir los síntomas físicos del pánico.
  • Apoyo social y psicoeducación: Contar con una red de apoyo cercana y comprender el trastorno ayuda a reducir el estigma y promueve la recuperación.

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¿Cómo ayudar a una persona con agorafobia?

Es fundamental evitar minimizar el problema. Frases como “sal sin pensar” o “no es para tanto” pueden aumentar la ansiedad, debido a la carencia de validación emocional que altera los niveles de alerta en la regulación emocional ya presente en este trastorno. 

Ofrecer acompañamiento gradual, mostrar comprensión y animar a buscar ayuda profesional es de suma importancia. La empatía, junto con una guía terapéutica adecuada, puede marcar la diferencia para una evolución favorable.

Conclusiones

Para comprender qué es agorafobia, cabe aceptar que es un trastorno de ansiedad complejo que va más allá del miedo a salir de casa. Afecta profundamente la calidad de vida de quienes lo padecen, limitando su libertad, sus relaciones y su bienestar emocional. 

Entender qué es agorafobia, identificar sus síntomas y reconocer su origen son pasos fundamentales para ofrecer una respuesta empática y eficaz. Los tratamientos psicológicos y médicos permiten a las personas agorafóbicas recuperar su autonomía y vivir con mayor tranquilidad. Con acompañamiento profesional, apoyo social y una adecuada psicoeducación, es posible superar este miedo y reconstruir una vida plena y funcional.

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Referencias 

American Psychiatric Association. (2013). DSM-5: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders.

Merck & Co., Inc. (Año). Agorafobia: Diagnóstico. En Manual MSD (edición para pacientes).

Pitti, Carmen T., Peñate, Wenceslao, & Bethencourt, Juan M.. (2006). Agorafobia (con o sin pánico) y conductas de afrontamiento desadaptativas. Estudio empírico. Segunda parte. Salud mental29(3), 24-33.

Vargas Ordiñola, JH, (2003). Reseña de “Agorafobia y ataques de pánico” de Bados López, A.. Persona ,  (6), 231-236.

Cómo aumentar la autoestima: 14 Estrategias para reforzarla

cómo aumentar la autoestima
Cómo aumentar la autoestima

La autoestima es el valor que cada persona se asigna a sí misma, una percepción interna que influye directamente en cómo pensamos, sentimos y actuamos en nuestra vida cotidiana. Una autoestima saludable es clave para el bienestar psicológico, la toma de decisiones asertivas, las relaciones saludables y la capacidad para enfrentar los desafíos de la vida. Sin embargo, muchas personas luchan con una autoestima baja, lo que puede derivar en síntomas de ansiedad, depresión y dependencia emocional. Por eso, aprender cómo aumentar la autoestima se ha convertido en una necesidad emocional y psicológica en la actualidad.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es la percepción y valoración que una persona tiene de sí misma. Se construye a partir de creencias, pensamientos, emociones y experiencias acumuladas a lo largo del tiempo. Refleja cómo uno se ve y se siente con quien es, y el valor en función de las vivencias.

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¿Por qué es importante la autoestima?

La autoestima es fundamental porque influye directamente en la forma en que una persona piensa, siente y actúa. Una autoestima equilibrada favorece la salud mental y emocional, las relaciones sanas, los límites saludables, potencia la motivación y el rendimiento y fomenta la autenticidad y el bienestar.

Según el psicólogo Nathaniel Branden (1994), la autoestima se compone de dos elementos fundamentales: el sentimiento de competencia personal y el sentimiento de valía personal. Es decir, implica tanto la confianza en la capacidad para afrontar la vida como el derecho a ser felices. Cuando una persona tiene una autoestima sólida, se siente merecedora del respeto y del amor de los demás, y no necesita la aprobación constante para sentirse válida.
Comprender cómo aumentar la autoestima desde sus fundamentos es clave para iniciar un cambio profundo y sostenido.

Aspectos básicos: Cómo aumentar la autoestima

Marian Rojas afirma que lejos de buscar una perfección inalcanzable, uno debe centrarse en tres aspectos esenciales:

  • Entrenar la mente: Tomar consciencia para mantener un buen diálogo interno, identificando pensamientos destructivos y reemplazándolos por otros más equilibrados y realistas.
  • Aceptar las limitaciones y las fortalezas: Entender en qué se es bueno y reconocer con naturalidad las propias limitaciones, para avanzar sin la presión de alcanzar la perfección, desarrollando una confianza auténtica en las propias habilidades.
  • Autocuidado: Implica el cuidado físico y emocional hasta el establecimiento de límites claros.

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Estrategias puntuales para mejorar la autoestima

“¿Cómo aumentar la autoestima?” es una pregunta que siempre se ha cuestionado. A continuación, brindamos algunas opciones:

  1. Autoconocimiento y aceptación: Implica identificar fortalezas, debilidades, emociones y valores. Practicar la autoaceptación, no por resignación, sino por dejar de luchar contra uno mismo.
  2. Diálogo interno positivo: Identificar pensamientos automáticos negativos y reemplazarlos por otros más realistas y amables. Por ejemplo, en lugar de pensar “nunca hago nada bien”, intenta con “cometo errores, pero también tengo logros”.
  3. Establecer límites sanos: La capacidad de decir “no” sin culpa; desde el respeto propio, iniciando con los límites con uno mismo; esto también implica poner un alto a la autocrítica.
  4. Evitar la queja: Quejarse constantemente estanca, por el refuerzo cerebral de negatividad y profecía autocumplidora. Reconocer los momentos complejos, puede ser motor para mejorar y salir del bucle.
    Puede interesarte: ¿Existen las personas negativas?
  5. Cuidar el cuerpo y el entorno: La autoestima también se alimenta de acciones concretas: alimentación saludable, ejercicio físico, descanso, higiene y orden. Como lo indica la teoría de la activación conductual (Martell et al., 2001), pequeñas acciones positivas pueden tener un impacto acumulativo en el estado de ánimo y la autopercepción.
  6. Evitar las comparaciones: Centrarse en uno mismo evita idealizar y envidiar al resto. Siempre tenemos algo que aportar.
  7. Tratarse con respeto y dedicación: Regalarse un poco de tiempo y espacio para actividades nutritivas y agradables, es reencontrarse a uno mismo. Tratarse con cariño, empatía propia y tolerancia, parte desde el respeto con uno mismo.
  8. Autocompasión: Tratarse con amabilidad, comprensión y sin juicio cuando se falla o se sufre.
  9. Metas realistas: Paso a paso, las aspiraciones pueden complementarse. Realizar un listado de metas desde lo más fácil de realizar a lo más complejo, permite reconocer el esfuerzo y aprender de los errores.
  10. Lista de gratitud: Cada día, antes de acostarse, encontrar tres situaciones, por las cuales agradecer o que han sido buenas en el día
  11. Personas vitamina: Rodearse de relaciones sanas con personas que aportan bienestar y multipliquen energía. Está bien alejarse de gente que juzga, minimiza y genera inseguridades.
  12. Lenguaje corporal: Adoptar una postura erguida, utilizar ropa nueva, caminar con firmeza, y mantener una expresión de ligera sonrisa, fortalece las señales de confianza y seguridad.
  13. Contacto propio: Aprender a acariciarse, ya sea al untar cremas corporales, al acomodarse la ropa, al sentir frío, al arreglarse el cabello, permite mayor presencia en el simple hecho de estar con uno mismo.
  14. Constancia: La constancia, la práctica diaria y el acompañamiento profesional pueden acelerar tanto los logros, como aumentar la autoestima.

Cada una de estas herramientas forma parte de un proceso en el que aprender cómo aumentar la autoestima, se convierte en un camino que se construye con dedicación, paciencia y tiempo.

Lee también: Autocuidado: aprendiendo a cuidarte.

Conclusiones

Preguntarse cómo aumentar la autoestima, no implica solamente de llegar a un objetivo inmediato, sino ser conscientes de que se trata de un proceso continuo de autoconocimiento, aceptación y cuidado personal.

Al aplicar estrategias como el diálogo interno positivo, el establecimiento de límites, el autocuidado y la autocompasión, se puede fortalecer progresivamente la percepción que tenemos de nosotros mismos. El cómo aumentar la autoestima, permite tomar decisiones más conscientes, construir relaciones más sanas y enfrentar la vida con mayor seguridad y bienestar. Cada pequeño paso cuenta y el trato con respeto y amabilidad propia es el punto de partida para una vida más plena y auténtica.

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Referencias

Branden, N. (1994). Los seis pilares de la autoestima. Ediciones Paidós.

Farrés, H. (2024, 3 de noviembre). Marian Rojas Estapé explica los tres aspectos fundamentales para aumentar la autoestima. La Vanguardia, Cribeo.

Pérez Olivera, Gary Hoskin, & Pérez Azahuanche, Manuel Angel. (2024). Fortalecimiento de la autoestima para alcanzar el éxito lector y mejorar el rendimiento académico. Revista Tribunal4(9), 229-248.

Rojas Estapé, M. (2021). Encuentra tu persona vitamina. Espasa.

Pensamientos negativos: ¿Qué son y cómo gestionarlos?

Pensamientos negativos
Pensamientos negativos
Pensamientos negativos

Los pensamientos negativos son patrones cognitivos automáticos y recurrentes que tienden a ser pesimistas, autocríticos y suelen enfocarse en el fracaso, el peligro, la insuficiencia o la catástrofe.

Estos pensamientos afectan el estado emocional, la conducta y percepción de una persona, los cuales pueden desencadenar en depresión, ansiedad y estrés.

¿Qué son los pensamientos negativos?

Los pensamientos negativos son contenidos mentales con carga emocional negativa, que pueden ser interpretaciones erróneas o poco realistas de la realidad, llevadas a un extremo pesimista.

Estos pensamientos suelen ser automáticos, rápidos y difíciles de controlar, puesto que surgen en estados de ánimo bajos como tristeza o ansiedad.

Asimismo, cabe recalcar que existe cierta diferencia con las distorsiones cognitivas, pues los pensamientos negativos son más generalizables. Es decir que, las distorsiones cognitivas son pensamientos negativos, pero no todos los pensamientos negativos son distorsiones cognitivas.

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Distorsión cognitiva como pensamiento negativo

Una distorsión cognitiva implica un pensamiento negativo, pero como error en el pensamiento que distorsiona la realidad. Esa se convierte en un patrón de pensamiento que contribuye a mantener estados emocionales negativos.  

Ejemplo:
Pensamiento negativo: Hoy fue un mal día.
Distorsión cognitiva: Siempre me equivoco, nunca lograré nada.

Aunque no necesariamente sean ciertos, el cerebro los interpreta como hechos reales, activando una respuesta emocional intensa.

Tipos de pensamientos negativos

Los pensamientos negativos pueden variar según el contexto y la persona.

  • Pensamientos automáticos negativos: Surgen de forma rápida, espontánea y sin análisis, ante determinadas situaciones.
    Ejemplo: “No voy a poder con esto”, “Seguro se van a reír de mí”.
  • Rumiaciones: Son pensamientos repetitivos y persistentes sobre situaciones pasadas, generalmente negativas.
    Ejemplo: “¿Por qué dije eso?”, “Todo habría sido diferente si…”.
  • Preocupaciones excesivas: Pensamientos centrados en el futuro, cargados de ansiedad e incertidumbre.
    Ejemplo: “¿Y si me despiden?”, “¿Y si enfermo gravemente?”.
  • Autocríticas: Pensamientos dirigidos contra uno mismo de manera dura y descalificadora.
    Ejemplo: “Soy un fracaso”, “Nunca hago nada bien”.
  • Pensamientos catastrofistas: Se anticipa a lo peor, sin evidencia suficiente.
    Ejemplo: “Voy a arruinar la presentación”, “Seguro no ganaremos nada”
  • Pesimismo generalizado: Tendencia a ver todo con una expectativa negativa, sin importar la situación.
    Ejemplo: “Nada va a salir bien”, “¿Para qué intentarlo si siempre sale mal?”.
  • Comparaciones destructivas: Pensamientos donde uno siempre sale perdiendo en la comparación con los demás.
    Ejemplo: “Son mejores que yo”, “Nunca voy a ser tan exitoso como él”.
  •  Culpabilización excesiva: Asumir responsabilidad por cosas fuera de nuestro control.
    Ejemplo: “Todo es mi culpa”, “Si algo sale mal, seguro fue por mí”.
  • Pensamiento parcializado: Pensamientos extremos de “todo o nada”.
  • Descalificación de lo positivo: Encontrar algo malo en lo bueno.
    Ejemplo: “Me fue bien, pero fue pura suerte.”

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¿Cómo manejar los pensamientos negativos?

Manejar los pensamientos negativos no significa reprimirlos o fingir que todo está bien. Se trata de reconocerlos, analizarlos y reformularlos de una manera más realista y funcional. Algunas estrategias útiles son:

  1. Identificación de pensamientos negativos: Se trata de tomar consciencia en el momento que aparece. Podría ser útil llevar un registro.
  2. Cambiar de perspectiva: Nota si uno llega a la exageración, si se anticipa a lo peor irracional o existe una sobre generalización incoherente.
  3. Cuestionamiento socrático: Preguntarse: ¿Qué evidencia tengo de que esto es cierto? ¿Estoy viendo solo lo negativo? ¿Qué diría a un amigo en esta situación? Esta técnica permite evaluar la validez de los pensamientos.
  4. Reestructuración cognitiva: Consiste en reemplazar pensamientos distorsionados por otros más objetivos, aunque no sean necesariamente positivos, pero sí más equilibrados. Por ejemplo, cambiar “Voy a fracasar” por “Puedo cometer errores, pero también tengo habilidades que me pueden ayudar.”
  5. Autocompasión: No es necesario castigarse por pensar negativamente. Uno puede seguir aprendiendo, y las mejores formas son identificando los errores para mejorar.
  1. Atención plena (mindfulness): El mindfulness ayuda a observar los pensamientos sin juzgarlos ni dejarse arrastrar por ellos. Esto reduce la rumiación y mejora la regulación emocional.
  2. Terapia psicológica: Cuando los pensamientos negativos son intensos o incapacitantes, la intervención profesional es fundamental.

Conclusión

Los pensamientos negativos son parte del funcionamiento mental humano, sin embargo, cuando se vuelven persistentes pueden afectar gravemente la calidad de vida.

Existen varios tipos de pensamientos negativos, por lo que, reconocerlos, comprender su origen y aplicar estrategias para reformularlos permite mantener un equilibrio apropiado y mejorar la salud mental.

Con ayuda de herramientas psicológicas y, en muchos casos, con psicoterapia, es posible transformar la mente en un espacio más seguro, realista y compasivo.

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Referencias

González, Manuel, Ibáñez, Ignacio y Barrera, Andrea. (2017). Rumiación, preocupación y orientación negativa al problema: procesos transdiagnósticos de los trastornos de ansiedad, de la conducta alimentaria y del estado de ánimo. Acta Colombiana de Psicología , 20 (2), 42-52. 

Moretti, Luciana Sofía, Domínguez-Lara, Sergio, Muñoz-Navarro, Roger, Cano-García, F. Javier, & Medrano, Leonardo Adrian. (2020). Validación del inventario de pensamientos negativos en respuesta al dolor en población argentina con cefaleas primarias. Terapia psicológica38(3), 283-301.

Sandoval-Valerio, Ana Karen, Pérez-Vielma, Nadia Mabel, Miliar-García, Ángel, Gómez-López, Modesto, García-García, Conrado, & Aguilera-Sosa, Víctor Ricardo. (2020). Pensamientos Negativos y Estrés asociados al Receptor de Serotonina 5HT1a en Mujeres con Fibromialgia. Acta de investigación psicológica10(3), 93-101. Epub 25 de octubre de 2021.

Ansiedad nocturna: Cuando la mente no descansa

Ansiedad nocturna
Ansiedad nocturna
Ansiedad nocturna

La ansiedad nocturna es una experiencia angustiante que se caracteriza por la aparición de síntomas ansiosos durante la noche. Esta dificulta el descanso y genera insomnio y malestar emocional.

Si bien, la ansiedad es una emoción natural caracterizada por sentir nerviosismo y preocupación, la ansiedad nocturna se presenta en trastornos de ansiedad diagnosticados o en casos de altos niveles de estrés o preocupación.

¿Qué es la ansiedad nocturna?

La ansiedad nocturna es un estado de activación física y mental que aparece al final del día o durante la noche. Puede incluir pensamientos repetitivos, miedo anticipatorio, tensión corporal o ataques de pánico nocturnos.

Esto implica que el sistema nervioso está hiperactivado incluso en momentos del descanso.

Síntomas de ansiedad nocturna

Los síntomas suelen incluir:

  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Despertar en medio de la noche con sensación de alarma o pensamientos negativos
  • Palpitaciones, sudoración, sensación de falta de aire
  • Opresión en el pecho
  • Pensamientos catastróficos.
  • Sensación de amenaza inminente o de “no poder apagar la mente”

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Causas de la ansiedad nocturna

Uno de los factores más relevantes para la ansiedad nocturna es el estado de hiperactivación del sistema nervioso simpático, que se mantiene activo incluso cuando el cuerpo intenta descansar. Asimismo, debido a que los estímulos externos disminuyen, las preocupaciones pueden activarse por la facilidad de concentración.

  • Estrés y ansiedad crónicos.
  • Problemas no resueltos.
  • Uso excesivo de pantallas antes de dormir.
  • Trastornos de ansiedad o traumas previos.
  • Malos hábitos de sueño (uso excesivo de pantallas, cafeína, falta de rutina)
  • Preocupaciones excesivas sobre el futuro.
  • Consumo de sustancias estimulantes o alcohol.

¿Quiénes padecen de ataques de ansiedad por la noche?

Un ataque de ansiedad por la noche puede surgir de forma súbita, incluso en personas que han tenido un día tranquilo, sin embargo, es común en personas con trastornos de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, estrés postraumático, o en quienes viven situaciones de presión crónica, aunque también puede surgir sin un diagnóstico específico.

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Efectos por no dormir

La falta de descanso por ansiedad nocturna afecta negativamente el estado emocional, la concentración y el rendimiento diario. La falta de sueño incrementa la reactividad emocional, disminuye la tolerancia a la frustración y aumenta la sensibilidad al estrés, puesto que el sueño es una necesidad biológica fundamental para la regulación emocional y el equilibrio del sistema nervioso.

En muchos casos, se genera un bucle obsesivo, en el cual, debido a la repetición de ansiedad nocturna, la persona anticipa que no dormirá bien, lo que aumenta la ansiedad, y esa misma ansiedad impide el descanso.

Estrategias para manejar la ansiedad nocturna

Superar la ansiedad nocturna requiere una intervención integral. Algunas estrategias efectivas incluyen:

  • Técnicas de relajación: Respiración diafragmática, meditación guiada, mindfulness, relajación progresiva.
  • Higiene del sueño: Manejar un horario frecuente, evitar pantallas, ambiente apropiado, etc.
  • Evitar estimulantes: La cafeína, el alcohol y el ejercicio intenso justo antes de acostarte pueden aumentar la activación.
  • Terapia psicológica: Para encontrar el origen de la ansiedad, identificar y modificar pensamientos distorsionados y aplicar técnicas efectivas que faciliten un buen descanso.

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Conclusiones

La ansiedad nocturna es un estado de hiperactivación del sistema nervioso que impacta significativamente la salud mental y física.

Comprender que la ansiedad surge como respuesta a experiencias emocionales, estrés acumulado y preocupaciones, es el primer paso para abordarla de forma eficaz.

Estrategias como la regulación emocional, una adecuada higiene del sueño y el apoyo terapéutico, pueden ayudar a calmar la ansiedad nocturna y manejarla de manera efectiva. Por ello, con un acompañamiento adecuado, es posible recuperar el descanso reparador y mejorar la calidad de vida.

Referencias

Hidalgo, F. (2025). Ansiedad nocturna: qué es, causas y cómo superarla. Avannza Psicólogos.

Lockett, E. (2021). Cómo calmar la ansiedad durante la noche. Healthline.

Navarro, J. & Dávila, G. (1998). Psicopatología y sueño. II. Trastornos por ansiedad. Psicología Conductual. 6(1):103-114.

Staner, L. (2003). Trastornos del sueño y la ansiedad. PubMed. 5(3): 249-258.

Ansiedad crónica: Cuando la preocupación se vuelve parte de la vida diaria

Ansiedad crónica
Ansiedad crónica
Ansiedad crónica

La ansiedad crónica hace referencia a un estado de preocupación o nerviosismo persistente y prolongado en el tiempo. Suele ser excesiva e incontrolable que. A diferencia de la ansiedad ocasional (una respuesta normal ante situaciones estresantes), la ansiedad crónica no desaparece fácilmente, pese a que no exista un peligro aparente, y puede interferir con el funcionamiento diario, repercutiendo física, emocional y cognitivamente.

A continuación, se abordará qué es la ansiedad crónica, sus señales, consecuencias y tratamientos para sobrellevarla.

¿Qué es la ansiedad crónica?

Según la American Psychological Association (APA) la ansiedad crónica se refiere a la experiencia persistente de ansiedad, que puede manifestarse como preocupación excesiva, miedo o inquietud.

Suele hacer referencia a un síntoma de un trastorno de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, o puede ser una respuesta ante situaciones estresantes crónicas. De modo que esta condición psicológica puede llegar a interferir significativamente con la vida diaria, la función social y laboral. 

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Señales de ansiedad crónica

La persona manifiesta una serie de síntomas físicos, cognitivos y emocionales que se prolongan durante meses, y en casos graves, se vuelven incapacitantes.

Cabe recalcar que en cuanto a los síntomas físicos, las personas con ansiedad crónica suelen experimentar cierto temor por la susceptibilidad de confundirla con enfermedades.

Entre los síntomas físicos más frecuentes se encuentran:

  • Palpitaciones o taquicardia.
  • Sensación de falta de aire o hiperventilación.
  • Tensión muscular.
  • Dolor en el pecho y la cabeza.
  • Mareos o sensación de inestabilidad.
  • Trastornos gastrointestinales (náuseas, diarrea, colon irritable).
  • Sudoración excesiva.
  • Hormigueos o sensación de entumecimiento.

Entre los síntomas cognitivos de la ansiedad crónica:

  • Pensamientos negativos y repetitivos.
  • Preocupación constante y excesiva.
  • Expectativas catastróficas.
  • Problemas de concentración.
  • Problemas de sueño.
  • Constante estado de alerta.

Entre los síntomas emocionales de la ansiedad crónica:

  • Irritabilidad.
  • Cambios en el estado de ánimo.
  • Sentimientos de miedo o pánico sin razón aparente.
  • Dificultad para relajarse o calmarse.
  • Sensación de descontrol y estar al límite.
  • Evitación de situaciones que desencadenen ansiedad.

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Consecuencias de la ansiedad prolongada

Estudios han demostrado que existe una asociación entre la ansiedad crónica, estrés y enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos, alteraciones inmunológicas e incluso deterioro cognitivo. (Mariotti, 2015).

Además, puede generar comportamientos evitativos, aislamiento social, depresión y uso problemático de sustancias como el alcohol o medicamentos ansiolíticos. Asimismo, el desempeño en áreas laborales y académicas se ve afectado.

Trastornos que suelen presentar ansiedad crónica

La ansiedad crónica suele estar presente en los siguientes trastornos:  

  • Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Preocupación y ansiedad excesiva e incontrolable sobre múltiples áreas de la vida (salud, trabajo, relaciones).
  • Trastorno de pánico: Presencia recurrente de ataques de pánico inesperados, seguidos de preocupación persistente por su recurrencia o consecuencias.
  • Trastorno de ansiedad social: Preocupación duradera por el juicio ajeno, con evitación constante de situaciones sociales.
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Ansiedad crónica relacionada con hipervigilancia, recuerdos intrusivos o evitación después de experimentar o presenciar un evento traumático.
  • Trastorno evitativo de la personalidad: Ansiedad crónica relacionada con el rechazo y la desaprobación, donde las personas evitan relaciones sociales por hipersensibilidad al juicio.
  • Trastorno esquizotípico de la personalidad: Presenta ansiedad social intensa, incluso con personas conocidas y suele coexistir con creencias extrañas o pensamiento mágico.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): La ansiedad crónica es provocada por obsesiones recurrentes. Aunque los rituales alivian momentáneamente el malestar, la ansiedad suele ser persistente.

Tratamiento para la ansiedad persistente

La ansiedad crónica debe ser evaluada por un profesional de la salud mental, que descarte otras condiciones médicas y evalúe su intensidad, duración e impacto funcional.

Algunas intervenciones incluyen:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Permite identificar y modificar los patrones de pensamiento negativo, y desarrollar estrategias de afrontamiento.
  • Técnicas de relajación y mindfulness: Reducen la activación fisiológica y mejoran la conciencia corporal. Técnicas como la respiración profunda, la meditación y yoga resultan útiles.
  • Estilo de vida saludable: Mantener una dieta equilibrada, ejercicio regular y hábitos de sueño apropiados, ayuda a bajar los niveles de ansiedad.
  • Redes de apoyo: El apoyo social siempre es esencial para facilitar la expresión y el hecho de compartir lo que se experimenta con la ansiedad crónica.
  • Medicamentos ansiolíticos o antidepresivos: En ciertos casos, resulta necesario el tratamiento combinado.
  • Psicoeducación: Comprender los efectos de la ansiedad normal y la ansiedad crónica, permite mayor aceptación y disminuye el miedo a los síntomas físicos.

Asimismo, Pedro Moreno propone centrarse en explorar las “trampas mentales” que perpetúan la ansiedad crónica, observando las reacciones ante los propios pensamientos y cómo estas reacciones pueden intensificar el malestar emocional.

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Conclusiones

La ansiedad crónica es un estado de preocupación y nerviosismo persistente y prolongado, que pese a generar efectos negativos en la salud, es algo absolutamente tratable.

Los síntomas físicos de la ansiedad no siempre son signos de una enfermedad orgánica, sin embargo, es importante reconocerlos desde su origen de ansiedad crónica, para salir del círculo de preocupación constante.

La intervención es crucial para reducir el malestar y dejar de “normalizarlo” como algo intrascendente. La ansiedad puede ser una respuesta normal, sin embargo, cuando es crónica, no debe pasar desapercibida. Tratarla es importante y da lugar a una mejor calidad de vida.

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Preguntas frecuentes

  • ¿Qué es la ansiedad crónica?
    Es un estado de ansiedad persistente y generalizada que se mantiene durante un tiempo prolongado. Suele ir acompañada de síntomas físicos, pensamientos negativos repetitivos y dificultad para relajarse.
  • ¿La ansiedad crónica puede afectar mi salud física?
    Sí. Aunque la ansiedad no causa daño físico directo, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos, fatiga crónica y afectar el sistema inmunológico si no se trata a tiempo.
  • ¿Cómo saber si tengo ansiedad crónica o solo estoy estresado?
    El estrés suele ser una respuesta temporal ante una situación concreta, mientras que la ansiedad crónica persiste incluso sin un motivo claro, interfiriendo con tu vida diaria.

Referencias

BBC Mundo. (2014, 24 de abril). ¿Cómo funciona la ansiedad crónica? BBC News Mundo. Recuperado el 22 de abril de 2025.

Mariotti, A. (2015). Los efectos del estrés crónico en la salud: nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares de la comunicación cerebro-cuerpo. Futuro Sci OA. 1(3):FSO23. doi: 10.4155/fso.15.21. PMID: 28031896; PMCID: PMC5137920.

Moreno, P. (2020). Ansiedad crónica. Una guía para pacientes e impacientes. Editorial Desclée de Brouwer, S.A.

¿Cómo superar la ansiedad? Estrategias para recuperar el bienestar

¿Cómo superar la ansiedad?
¿Cómo superar la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta anticipatoria natural ante situaciones estresantes, amenazante o situaciones percibidas como peligrosas. Pese a que en ocasiones se vuelva excesiva y parezca difícil de sobrellevarla, superar la ansiedad es un proceso totalmente posible.

Cada persona puede necesitar un enfoque distinto según su situación, sin embargo, a continuación, presentamos una guía con estrategias efectivas para manejarla.

¿Cómo se siente la ansiedad?

Cuando una persona siente ansiedad, un conjunto de síntomas mentales y físicos se presentan con pensamientos que fijan la atención en la amenaza, la incertidumbre y la negatividad. Esto genera preocupación, temor, soledad, agobio, sensación de desamparado, depresión, frustración, enojo, estrés y angustia entre otros.

“¿Cómo superar la ansiedad?” es una pregunta frecuente que puede responderse entendiendo lo siguiente:

  1. Es posible
  2. Existen estrategias eficaces
  3. El apoyo especializado puede resultar esencial.

No estás solo. Superar la ansiedad es posible y en Mente Sana te ayudamos.

Diferencia entre ansiedad situacional y un trastorno de ansiedad

Es necesario diferenciar ambos conceptos para un mejor entendimiento:

  • Ansiedad situacional
    • Reacción temporal ante un evento estresante, desafiante o nuevo (generalmente futuro) que provoca alerta y sensación de amenaza.
    • Tiene un desencadenante claro.
    • Es de corta duración.
    • Se resuelve cuando el problema pasa.
      Ejemplo: Sentir nervios antes de hablar en público y luego calmarse una vez que termina.
  • Trastorno de ansiedad
    • Condición clínica con ansiedad persistente, intensa y desproporcionada.
    • Puede aparecer sin motivo aparente.
    • Persiste en el tiempo.
    • Afecta el funcionamiento diario.
      Ejemplo: Sentir ansiedad todos los días, sin razón clara, y evitar muchas situaciones por miedo a sentirte mal.

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Guía práctica para superar la ansiedad

  1. Reconocer la ansiedad: Lo primero, es saber reconocerla, sin juicios, como una respuesta natural ante el estrés o el peligro percibido.
    “Estás en modo alerta y tu cuerpo trata de protegerte”.
  2. Reconocer tu malestar: Identificar los pensamientos y el cambio corporal es fundamental para lograr manejarla.
  3. Respiración consciente: Como la respiración diafragmática o la de 4×3. Activan el sistema nervioso parasimpático y reducen la respuesta fisiológica al estrés.
  4. Cuestionar los pensamientos automáticos: Cuestionarlos y sustituirlos con pensamientos más realistas, lógicos y menos catastróficos, permite una mejor gestión. Escribe los pensamientos que generan ansiedad y pregúntate: “¿Esto es 100% cierto?, ¿Qué opciones pueden ser mejores?”
  5. Técnica de los 5 sentidos: Ánclate con los 5 sentidos (toma en cuenta tres objetos que puedas ver, escuchar, oler, saborear, palpar).
  6. Mindfulness: Presta atención plena al momento presente, sin juicio. Esto disminuye la rumiación mental y mejorar la autorregulación emocional.
  7. Relajación progresiva: Tensionar el cuerpo y relajarlo, iniciando con los pies hasta la cabeza.
  8. Entrenamiento Autógeno de Schultz: Centrado en inducir una sensación de calma física y mental mediante frases repetitivas y visualizaciones corporales.
  9. Apoyo psicológico y psiquiátrico: La intervención psicológica y farmacológica, muchas veces puede ser necesaria y útil.

Estilo de vida como clave para superar la ansiedad

Mantener hábitos saludables de manera general, permite superar la ansiedad. Esto con lo siguiente:

  • Ejercicio regular y conexión corporal (siente, escucha y suelta).
  • Meditación, yoga, tai chi, pilates, técnicas de grounding (atención en el presente).
  • Higiene del sueño.
  • Evitar el consumo excesivo de cafeína, alcohol y azúcar.
  • Alimentación rica en nutrientes.
  • Horarios y rutina regulares.
  • Compartir lo que sientes con las redes de apoyo.
  • Evitar el control excesivo de situaciones fuera del alcance.
  • Amabilidad y tolerancia propia.

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Conclusiones

Cuestionarse cómo superar la ansiedad puede desatar bastantes dudas, sin embargo, se llega a la misma respuesta de que puede ser tratada de forma eficaz.

Con ayuda profesional, estrategias adecuadas y cambios en el estilo de vida, es posible transformar la forma de sentir la ansiedad, sin estar peleados con ella.

Dado que todos sentimos ansiedad en ciertos momentos, el objetivo no es eliminarla por completo, sino aprender a vivir con ella sin que domine la vida cotidiana.

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Referencias

Fernández, O., Jiménez, B., Alfonso, R., Sabina, D & Cruz, J. (2012). Manual para diagnóstico y tratamiento de trastornos ansiosos. MediSur10(5), 466-479. Recuperado en 15 de abril de 2025, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-897X2012000500019&lng=es&tlng=es.

Franco, X., Sánchez P. & Torres R. (2021). Claves para el tratamiento de la ansiedad, en tiempos de covid-19. Revista Universidad y Sociedad13(3), 271-279. Epub 02 de junio de 2021. Recuperado en 15 de abril de 2025, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2218-36202021000300271&lng=es&tlng=es.

Sepúlveda, A., Romero A. & Jaramillo, L. (2012). Estrategias de afrontamiento y su relación con depresión y ansiedad en residentes de pediatría en un hospital de tercer nivel. Boletín médico del Hospital Infantil de México69(5), 347-354. Recuperado en 15 de abril de 2025, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462012000500005&lng=es&tlng=es.

¿Existen tipos de Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)?

Tipos de trastorno Límite de la Personalidad
Tipos de trastorno Límite de la Personalidad

Según el Manual Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM-5) en ninguna de sus versiones, reconoce la división de los tipos de Trastorno Límite de la Personalidad. Sin embargo, el CIE 10 y CIE 11, lo enmarca según la gravedad y los rasgos prominentes.

Pese a esto, surgieron teorías clínicas complementarias. Debido a que las personas con este diagnóstico experimentan los síntomas y las vivencias de otra manera, algunos especialistas y corrientes terapéuticas sí reconocen distintas manifestaciones del TLP.

¿Qué es el Trastorno Límite de la Personalidad o TLP?

El trastorno límite de la personalidad (TLP) se caracteriza por la inestabilidad emocional, interpersonal, afectiva, cognitiva y de identidad; miedo al abandono, sentimiento de vacío, y conductas impulsivas y autolesivas.

Este generalmente, afecta a las relaciones interpersonales y a la autoestima de la persona. Si bien se trata de un difícil diagnóstico, identificar los tipos de Trastorno Límite de la Personalidad, favorece para un mejor entendimiento y abordaje del trastorno,

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Características del TLP

Las personas con TLP pueden experimentar:

  • Emociones intensas: Sentimientos de felicidad, tristeza o ira muy marcados.
  • Relaciones inestables: Vínculos que oscilan entre la idealización y la devaluación.
  • Autoimagen fluctuante: Sentimientos de vacío y dudas sobre su identidad.
  • Impulsividad: Conductas de riesgo, como gastos excesivos o abuso de sustancias.
  • Miedo al abandono: Esfuerzos intensos para evitar la separación de seres queridos.

Tipos de Trastorno Límite de la Personalidad

El primero en lanzar una hipótesis sobre la organización límite de la personalidad, fue Otto Kernberg en 1975. Sosteniendo un enfoque psicoanalítico, propuso los niveles estructurales, desde el neurótico, límite y psicótico. Proponiendo perfiles clínicos citando rasgos narcisistas, masoquistas y antisociales.

Posteriormente, uno de los principales autores en proponer los tipos de Trastorno Límite de la Personalidad, fue Theodore Millon, quien formalizó 4 subtipos de TLP:

  1. Tipo Impulsivo: Se caracteriza por la búsqueda de estimulación constante, sensaciones intensas y la adopción de conductas de riesgo, agresividad y dificultad para controlar los impulsos.
    Suelen ser carismáticos, pero inestables.
  1. Tipo Petulante: Presenta cambios entre la ira contenida y la dependencia emocional, con frecuentes sentimientos de vacío, celos intensos, manipulación inconsciente, y miedo al rechazo.
    Asimismo, sienten frustración fácilmente al sentirse invalidados y no amados.
  2. Tipo Autodestructivo: Incluye autosabotaje, conductas autolesivas y pensamientos suicidas, acompañados de sentimientos de culpa, vergüenza e inutilidad.
  3. Tipo Vacilante: O silencioso. Presenta mayormente baja autoestima, retraimiento social, sentido de no merecimiento y temor al rechazo.

Cabe recalcar que estos subtipos, aunque útiles en contextos clínicos, no están reconocidos oficialmente en el DSM-5.

Asimismo, desde el CIE 10 menciona dos tipos de Trastorno Límite de la Personalidad:

  • Tipo limítrofe: Implica conductas autolesivas, relaciones y sentimientos de vacío.
  • Tipo impulsivo: Incluye problemas de comportamientos impulsivos y sentimientos de ira.

Y por último, en una investigación (Antoine et al., 2023) se encontraron tres subgrupos:

  1. No lábil: Estabilidad afectiva y bajos niveles de síntomas disociativos
  2. Disociativo/paranoide: Altos niveles de síntomas disociativos y paranoides, pero bajos niveles de miedo al abandono y alteración de la identidad
  3. Interpersonalmente inestable: Alto esfuerzo por evitar el abandono y la agresión interpersonal

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Tratamiento para el TLP

El tratamiento para el TLP suele ser combinado entre psicoterapia y tratamiento farmacológico con psiquiatría.

Desde el abordaje psiquiátrico, no existen medicamentos específicos para el TLP, sin embargo, se pueden incluir antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del estado de ánimo. Desde los enfoques terapéuticos mencionados desde la Institución Nacional de Salud Mental NIH, encontramos:

Terapia dialéctica-conductual: Centrada en reconocer y estar consciente de la situación y el estado emocional.

Terapia cognitivo-conductual: Identifica y cambia creencias disfuncionales y comportamientos subyacentes.

Terapia basada en la mentalización. Para advertir los pensamientos y sentimientos, enfatizando el hecho de pensar antes de reaccionar.

Conclusiones

El TLP es un trastorno complejo que se caracteriza por la inestabilidad emocional, impulsividad, falta de identidad y conductas autolíticas, entre otros síntomas.

El DSM-5-TR no reconoce ningún subgrupo o tipos de Trastorno Límite de la Personalidad. Sin embargo, expertos han encontrado posibles divisiones para un mejor abordaje. Entre ellos, Millon, con los cuatro tipos: Impulsivo, Petilante, Autodestructivo y Vacilante. Asimismo, existen diferentes divisiones y tipos para categorizar el TLP.

Este trastorno debe tratarse con un abordaje integral entre psicoterapia especializada y psiquiatría, para mejorar la calidad de vida.

¿Sospechas tener alguno de los tipos de Trastorno Límite de la Personalidad?
Nosotros te ayudamos.

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Referencias

Antoine, S., Fredborg, B., Streiner, D., Guimond, T. Dixon-Gordon, K., Chapman, A., Kuo, J., Links, P., McMain, S. (2023). Subgrupos del trastorno límite de la personalidad: un análisis de clases latentes. Investigación en psiquiatría. vol. 323

Francés, M. (2024). Explicación de los tipos de TLP. Medical News Today. http://medicalnewstoday.com/articles/types-of-bpd

National Institute of Mental Health (NIMH). (2023). Trastorno límite de la personalidad. https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastorno-limite-de-la-personalidad

Ataques de ansiedad repentinos: Síntomas, causas y manejo de las crisis

Ataques de Ansiedad Repentino

Durante los ataques de ansiedad repentinos o conocidos también como crisis de pánico o ansiedad, el cuerpo entra en un estado de alerta máxima, que ocurre de manera inesperada y genera mucha angustia en quien lo experimenta, debido a la intensa sintomatología.

Es esperable que quienes lo sufren, sienten que se trata de una emergencia médica, lo que lleva a buscar atención en ámbitos de urgencias.

En este artículo, veremos las causas subyacentes y el manejo de los ataques repentinos de ansiedad.

¿Qué es un ataque de ansiedad repentino?

El ataque de ansiedad repentino se caracteriza por una aparición abrupta de miedo, malestar o incomodidad intensa, que aparece de forma súbita y dura poco tiempo; es considerado un típico síntoma del trastorno de pánico. La ansiedad y el estrés prolongados pueden llevar a desatar ataques de ansiedad repentinos, que pueden ser debilitantes al generar palpitaciones, dificultad para respirar y pensamientos intrusivos.

Según describe el DSM IV – TR, esta crisis alcanza su máxima expresión a los diez minutos y dura entre cinco y veinte minutos, sin embargo, no necesariamente configuran un diagnóstico de trastorno de pánico primario.

El ataque de ansiedad repentino posee una tasa de prevalencia del 3 a 5.6% y generalmente está asociado al trastorno depresivo mayor, otros trastornos de ansiedad, hipocondría, trastornos de la personalidad y trastorno por consumo de sustancias. Asimismo, los neurotransmisores de noradrenalina, serotonina y GABA, participan en la desregulación del hipocampo y la amígdala.(Torres, M. et. al., 2011).

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Síntomas de un ataque de ansiedad repentino

  • Palpitaciones, aumento de la frecuencia cardiaca y latidos fuertes
  • Sudoración (principalmente manos y rostro)
  • Temblor y escalofríos
  • Sensación de sofocación, ahogo y dificultad para respirar
  • Malestar o dolor torácico
  • Náuseas o malestar abdominal
  • Mareo, inestabilidad, “vacío en la cabeza” o desmayo
  • Sensación de irrealidad o despersonalización
  • Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
  • Temor a morir y perder el control

Por estos síntomas, las personas suelen acudir a urgencias médicas, debido a que suele confundirse con una afección médica grave como un ataque al corazón.

Causas psicológicas del ataque de ansiedad

Estas crisis están vinculadas a varias respuestas cognitivas y emocionales frente al estrés, en respuesta a interpretaciones erróneas de las mismas, que involucran sensaciones corporales.

De igual manera, se debe tomar en cuenta la comorbilidad con el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de pánico, donde la persona experimenta con frecuencia ansiedad excesiva e intensa.
Y de la misma forma, algo que no se debe desestimar, es el factor genético y las situaciones ambientales.

También puede interesarte el siguiente artículo: Cambiemos la forma en cómo interpretamos los ataques de ansiedad.

¿Cómo ocurre?

En los ataques de ansiedad repentinos, la persona siente miedo intenso que inicia con sensaciones físicas incómodas o emociones desreguladas, por lo que, cognitivamente, se percibe de manera catastrófica, y se suman pensamientos irracionales como “Voy a morir”. Este pensamiento genera un ciclo que, per sé, aumenta los síntomas físicos y se produce el mismo bucle.

Manejo y pautas para los ataques de ansiedad repentinos

Lo que se busca es aliviar la angustia y prevenir la recurrencia de los episodios. Para esto, es necesario hacer un diagnóstico diferencial por causas médicas y posteriormente, tomar medidas psicológicas como las siguientes:

  1. Psicoeducación
    La persona debe saber de qué se trata, puesto que puede ser el resultado de ansiedad y estrés acumulado, el cual no implica un riesgo evidente sobre afecciones médicas.
    Esto es una respuesta normal, cuando la ventana de tolerancia ha sido sobrepasada.
  2. Enraizamiento
    Uno debe estar consciente de estar en el presente y deshacerse de la creencia de “estar muriendo”, pues estas crisis son temporales. Si bien, por el miedo se activa la respuesta natural de supervivencia, se intenta enraizarse a través de los 5 sentidos, a través de la consciencia plena.
  3. Respiración y relajación
    Para disminuir la intensidad de las crisis, es importante “anclar en el presente” a quien lo padece, con ejercicios de respiración, los cuales pueden dividirse en:
    1. 4×3 (inhalar en 4 tiempos, sostener 4 y exhalar 4.)
    2. Respiraciones cortitas y rápidas voluntarias (como después de haber corrido) hasta 20 segundos.
    3. 4×3 (inhalar en 4 tiempos, sostener 4 y exhalar 4.)
    Para posteriormente, relajar progresivamente la tensión de los músculos.
  4. Tratamiento farmacológico e intervención psicológica
    En ocasiones, cuando estos ataques de ansiedad repentinos son frecuentes y/o graves, se puede considerar la administración de medicamentos, los cuales deben ser complementarios con intervención psicológica.

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Conclusiones

Los ataques de ansiedad repentinos parten de una desregulación por una activación de alerta extrema, que provoca angustia y respuestas corporales involuntarias.
Las causas son variadas, pero se originan principalmente por un cúmulo de ansiedad. Sin embargo, con un adecuada intervención, es posible gestionarlo de manera apropiada.

La intervención en urgencias, se centra en aliviar la angustia y confirmar que no existan afecciones médicas graves subyacentes, para luego tratar con terapia psicológica, desde un abordaje integrador de las causas y facilitar la psicoeducación necesaria y estrategias favorables para el manejo. Esto, iniciando con la respiración, técnicas de mindfulness y meditación.

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Preguntas frecuentes

¿Los ataques de ansiedad repentinos son peligrosos?
Aunque los ataques de ansiedad repentinos son altamente incómodos, no son peligrosos en sí mismos y no suelen causar daño físico. Sin embargo, si la persona tiene antecedentes de problemas de salud cardíaca o respiratoria, es importante que busque atención médica para descartar otras condiciones.

¿Qué causa un ataque de ansiedad repentino?
Los ataques de ansiedad pueden ser provocados por diversos factores, tales como:

  • Estrés o preocupaciones intensas
  • Experiencias traumáticas o recuerdos dolorosos
  • Cambios hormonales o problemas de salud subyacentes
  • Factores genéticos o predisposición a trastornos de ansiedad
  • Estímulos externos como multitudes, espacios cerrados o situaciones de gran presión

¿Pueden los ataques de ansiedad repetirse con frecuencia?
Sí, los ataques de ansiedad pueden volverse recurrentes, especialmente si no se abordan adecuadamente. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas pueden aprender a manejarlos mejor y disminuir su frecuencia.

¿Cómo puedo manejar un ataque de ansiedad repentino?
Existen algunas técnicas que pueden ayudarte a reducir la intensidad de la crisis:

  • Respiración profunda
  • Concentrarse en el presente
  • Relajación muscular (de los pies hacia la cabeza)

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Referencias

Berger, Andrea, Karpel, Patricia, Lejbowicz, Jacqueline, & Racki, Gabriel. (2015). Efectos del pánico en la época actual. Anuario de investigaciones22(2), 47-53. Recuperado en 10 de marzo de 2025, de https://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-16862015000200005&lng=es&tlng=es.

Ostos, R. (2024). Cómo controlar la ansiedad. Centro Médico ABC.

Torres Z, Martin, Perea C, Esther V, Caro C, Irma, & Polo V, Luis. (2011). Crisis de pánico, un reto diagnóstico. Acta Neurológica Colombiana27(1), 55-62. Retrieved March 10, 2025, from http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-87482011000100008&lng=en&tlng=es.

Sin despedida: El duelo por muerte inesperada

duelo por muerte inesperada
duelo por muerte inesperada
Duelo por muerte inesperada

La muerte repentina es uno de los hechos más dolorosos y difíciles de llevar para quienes atraviesan el proceso de duelo, donde todas las dimensiones (física, emocional, cognitiva, conductual, social y espiritual) se ven afectadas.

Estos duelos generan una serie de emociones intensas desde el shock hasta una sensación profunda de abandono y soledad, por la interrupción abrupta de un vínculo emocional significativo.

En este artículo, abordaremos todo lo referente al duelo por muerte inesperada.

¿Qué engloba el duelo?

El término duelo, tiene su origen en dos raíces latinas dolus (dolor) y duellum (desafío). Por lo que une el dolor psíquico y el desafío de adaptación a una nueva estructura de realidad, previamente establecida. (Parada, L. 2007).

Si bien, hablaremos de una pérdida por fallecimiento, cabe recalcar que el duelo por muerte inesperada es uno de los tipos de duelo, puesto que el duelo es un proceso producido por cualquier tipo de pérdida, que surge cuando existe una pérdida significativa, de valor real o simbólico, consciente o no para quien lo pierde.(Cabodecilla, I. 2007). Según Elizabeth Kübler-Ross, el duelo conlleva cinco etapas: Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación, las cuales no deben ser estrictamente lineales, pero marcan el proceso de adaptación.

Puedes encontrar la información complementaria en el siguiente artículo: El duelo: sus etapas, como identificar y transcurrir el proceso.

🟣Enfrentar la pérdida es un camino desafiante, pero no tienes que recorrerlo solo. Contáctanos y recibe el apoyo y el acompañamiento que necesitas.

El duelo como proceso complejo

El duelo por muerte inesperada, por lo general, resulta mucho más confuso, puesto que no existe una “preparación emocional previa”; lo cual agudiza el dolor, debido a la vivencia de crisis.

Los síntomas parten de la depresión severa, sentimientos de culpa, desarrollo de hábitos insanos, ataques de pánico, conductas agresivas y en ocasiones suicidio.

La persona se ve confrontada con lo real y percibe un “choque” de realidad por la muerte abrupta, que genera un dolor traumático, el cual no permite el espacio para cerrar historias, limar rencores y disfrutar de los minutos restantes.

A raíz del apego, las pérdidas (por vinculación y relación), generan una sensación de vacío y desorientación, las cuales se acentúan aún más tras un fallecimiento súbito, que encamina a la complejidad de atravesar un duelo por muerte inesperada.

Duelo y sentimiento de abandono

Según Bowlby, el apego es la tendencia comportamental a establecer un vínculo afectivo, el cual es esencial para la seguridad. Ante una muerte inesperada, esta vinculación se ve severamente afectada, debido no sólo a la sensación de pérdida, sino, a la alteración de la estructura de seguridad por la persona que lo representa, generando de este modo, un sentimiento profundo de abandono, soledad e incluso desprotección.

Esto direcciona a una sensación de desorientación y desorganización, donde es común negar lo sucedido y manejarse con respuestas desmedidas de ira y culpa, o bien, con un desempeño raramente “favorable” como si nada hubiese ocurrido. Es entonces que, surge la experiencia de negación, adormecimiento e incredulidad, lo cual permite el aislamiento temporal de la angustia, por lo que las personas en ocasiones, suelen experimentar “no expresar, no sentir nada” y contar con agilidad y practicidad ante otros asuntos. Esto le permite al sistema psíquico asimilar a su respectivo tiempo el golpe de realidad, recurriendo ocasionalmente a fantasías que se desvanecen rápidamente.

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Tareas para facilitar la elaboración del duelo

En la mayoría de las culturas, este proceso, ha sido vivido desde una expresión escasa e íntima. No obstante, Grollman (1991) postula cuatro tareas que facilitan el proceso de superación:

  1. Aceptar: Admitir que la muerte es inmodificable.
  2. Reaccionar: Permitirse sentir y manifestar el torbellino emocional, sin abusar del rol de “fortaleza inquebrantable” la cual tiene alto costo emocional.
  3. Readaptarse: Ubicarse en un ambiente que acepta el vacío, y asume un nuevo funcionamiento con nuevas responsabilidades, después de aproximadamente tres meses de pérdida.
  4. Liberar energía psicológica: Reinventar proyectos de vida y permitirse vivir y amar nuevamente.

Asimismo, el lenguaje resulta una valiosa herramienta para discernir lo ocurrido y resignificar el proceso, a partir de la Narrativa, que se sostiene en la creación de un relato interno sobre la pérdida y permite la expresión de emociones reprimidas, la reconstrucción de la identidad, la nueva creación de significado y finalmente la reconciliación, desde una mirada integradora, no sólo como un suceso doloroso aislado, sino integrando momentos de amor y aprendizaje. (Aulet, A. et. al., 2019).

🟣Si estás buscando apoyo para sobrellevar el duelo por una muerte inesperada, no dudes en contactarnos.

Conclusiones

Si bien, la muerte ha dejado de considerarse como parte de la vida, el duelo por muerte inesperada es un proceso complejo, marcado por sentimientos entremezclados de desorientación, abandono y dolor profundo. Este proceso conlleva vulnerabilidad emocional, por lo que toma tiempo y paciencia para aceptar la nueva realidad.

Asimismo, la narrativa facilita el proceso de integración de la pérdida y permite la reconstrucción y el mantenimiento del vínculo simbólico. De igual manera, el apoyo y acompañamiento emocional adecuado puede marcar la diferencia en el proceso de superación.

Preguntas frecuentes

¿Por qué el duelo por muerte inesperada es más difícil que el duelo por una muerte anticipada?
El duelo por muerte inesperada puede ser más difícil de atravesar, debido a que los dolientes no tienen tiempo para prepararse emocionalmente, sin oportunidad de anticiparlo, despedirse o hacer un duelo gradual.

¿Por qué siento que mi ser querido todavía está conmigo?
Después de una muerte inesperada, algunas personas experimentan la sensación de que la persona fallecida aún está presente de alguna manera. Estas experiencias son parte del proceso de duelo, desde la etapa de negación, como una forma gradual de adaptación del cerebro ante una pérdida traumática.

¿Cómo puedo ayudar a alguien que está atravesando un duelo por muerte inesperada?
Lo mejor es ofrecer apoyo emocional y estar disponible para escuchar, incluso sin brindar muchas palabras de aliento, sino con la presencia y compañía empática. No obstante, es importante también respetar el espacio de la persona si así lo necesita.

Referencias

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