Pensamientos intrusivos y ejemplos para reconocer

Pensamientos intrusivos y ejemplos

Alguna vez has experimentado un pensamiento que aparece de la nada, que genere incomodidad y no sabes cómo detenerlo, se denominan pensamientos intrusivos.  Es importante saber que son los pensamientos intrusivos y ejemplos para poder reconocerlos.

Estos pensamientos generan un malestar en el bienestar emocional y mental, pero ¿Cómo los puedo reconocer? ¿Qué hago para gestionarlos?

Aquí encontrarás qué son los pensamientos intrusivos y ejemplos para reconocer.

Pensamientos intrusivos y ejemplos
Pensamientos intrusivos y ejemplos

Pensamientos intrusivos

Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos no deseados que aparecen de forma inesperada y que generan un malestar emocional, así como incomodidad.

Los pensamientos intrusivos son egodistónicos, es decir, no están en sintonía con los valores, deseos e intenciones de la persona.  En ocasiones son tan inesperados que te cuestionas. ¿Por qué pienso esto?, ¿pensarlo me hace ser mala persona?

La característica principal de los pensamientos intrusivos es que no son deseados y suelen ser irracionales; de igual forma, no concuerdan con el estado de ánimo y la situación que se está viviendo en el momento.

Es importante entender que no es lo mismo que las preocupaciones diarias o reflexiones sobre situaciones que se estén viviendo. Los pensamientos intrusivos son más comunes de lo que se cree, cualquier persona puede experimentarlo, lo ha experimentado o lo hará en un futuro.

Que tengas un pensamiento intrusivo no significa que seas mala persona, que estés loco o que harás lo que estás pensando. Recuerda, son pensamientos, no son órdenes ni intenciones.

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Si sientes que estás teniendo pensamientos intrusivos y que te están ocasionando ansiedad o malestar emocional, puedes acudir a terapia psicológica. El acompañamiento psicológico te puede ayudar a que aprendas estrategias para poder gestionarlas. Contáctanos.

Pensamientos intrusivos y ejemplos

Como se ha mencionado, en algún momento se ha experimentado algún pensamiento intrusivo. Pueden cumplir un patrón y llegar en el momento menos esperado.

Aquí encontrarás algunos pensamientos intrusivos y ejemplos que te pueden ayudar a reconocer.

Pensamientos intrusivos sexuales

Estos pensamientos pueden incluir imágenes o fantasías sexuales inapropiadas o no deseadas, por ejemplo, con adolescentes, incesto o con amigos con un gran vínculo. Es importante que estos pensamientos o intervenciones se manejen con extrema sensibilidad.

También se debe entender que tener estos pensamientos no significa que se vaya a actuar según ellos. Los pensamientos intrusivos no son reales.

Pensamientos intrusivos sobre hacer daño

Son pensamientos centrados en hacer daño o tener actos violentos, involucran imágenes sobre hacer daño a otras personas como a sí mismo.

Estos pensamientos pueden ser perturbadores y esto es debido a que son totalmente lo contrario a los valores y la personalidad. Los pensamientos intrusivos y ejemplos que puedes experimentar en esta situación son violentos, imaginar accidentes o donde haces daño a otros.

Por ejemplo, “¿si empujo al alguien por las escaleras?” “¿si le hago daño a mi hijo?” “¿si voy conduciendo y doy un volantazo?”

Estos pensamientos intrusivos y ejemplos son solo algunos de los que puedes experimentar, pero recuerda que lo pienses no implica que los cumplas.

Pensamientos intrusivos sobre la muerte

Los pensamientos intrusivos sobre la muerte suelen ser desagradables, generan preocupación excesiva, así como miedo y ansiedad. Estos pensamientos también están relacionados con las autolesiones.

“¿si me hago daño?” “¿si me lanzo de aquí moriré?” y, “¿si algo le sucede a algún familiar y fallece?”

Normalmente, estos pensamientos también son gráficos y la respuesta común es tratar de evitarlos y hacer otra actividad para distraerse.

Pensamientos intrusivos sobre las relaciones

Están relacionados con las dudas que se tienen de la relación, así como angustia sobre infidelidades.

Estos pensamientos no reflejan la relación o los sentimientos que estén implicados.

También se pueden experimentar pensamientos intrusivos sobre la propia identidad, no saber quiénes son o preguntarse sobre su existencia, así como su orientación sexual.

Pensamientos intrusivos por trastornos

Es importante entender que al padecer un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y estrés postraumático (TEPT), puedes experimentar pensamientos intrusivos; esto es debido a su naturaleza en dichos trastornos.

Asociados a enfermedades como violencia o accidentes según los traumas y eventos vividos. También están asociados al orden, asimetría o limpieza. Con el TEPT está más en dirección a revivir los eventos traumáticos.

Los pensamientos intrusivos y ejemplos que te pueden ayudar a identificar cuando tener impulsos de hacer algo son: querer gritar en medio de un salón, salir corriendo o golpear a alguien. Los pensamientos intrusivos no son solo de violencia.

También puedes cuestionarte sobre las enfermedades o imaginar microbios en algunos sitios.

Si te sientes identificada con alguno de estos pensamientos intrusivos y ejemplos que has leído aquí, puedes acudir a terapia psicológica. Recuerda que no estás loco, no estás perdiendo la razón, pero la terapia te puede ayudar a gestionar estos pensamientos. Contáctanos.

Características de los pensamientos intrusivos

En líneas anteriores pudiste leer pensamientos intrusivos y ejemplos para poder reconocer los tipos. No es lo mismo una preocupación o reflexión, incluso rumiar sobre un pensamiento que tener un pensamiento intrusivo.

Aquí algunas características de los pensamientos intrusivos.

  • Naturaleza: los pensamientos intrusivos suelen ser involuntarios, son inesperados y muy irracionales, de la misma forma que no tienen que ver con el contexto de lo que se están viviendo. En cambio, las preocupaciones están relacionadas con lo que se está viviendo.
  • Contenido: los temas son perturbadores o pensamientos tabús, dan miedo e incomodad en extremo. Se tratan sobre violencia tanto hacia uno mismo como a otras personas.
  • Emociones: suelen generar angustia, ansiedad y miedo por las características de los pensamientos. Provocan un malestar intenso.
  • Control: como se ha mencionado, son involuntarios, se sienten incapaces de detenerlos o controlarlos.
  • Impacto: los pensamientos intrusivos pueden ser tan abrumadores e incómodos que pueden tener un impacto en el bienestar mental y emocional de la persona.

Los pensamientos intrusos son egodistónicos, causan malestar y tienen un gran conflicto con los valores y con quienes son realmente. No se alinean con el sistema de creencias.

Si sientes que los pensamientos intrusivos están afectando significativamente tu calidad de vida, te sientes más ansiosa, triste y no te puedes concentrar, no dudes en buscar ayuda profesional. La terapia te proporciona estrategias para gestionar estos pensamientos. Contáctanos.

Es importante entender que las causas de los pensamientos intrusivos aún no han sido de un solo factor; se puede presentar por múltiples factores. Tanto trastornos adyacentes como por situaciones o “una forma de proteger la mente”, la cual investigadores han estudiado.

Puede presentarse por trastorno tipo: trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastorno de pánico, depresión, ansiedad, entre otros.

Los pensamientos intrusivos que se puedan dar por ansiedad son considerar que algo malo puede suceder en una entrevista de trabajo o incluso que les dará un paro cardiaco, lo cual ocurre también con el trastorno de pánico.

Como se menciona anteriormente en el TOC es el miedo, la repetición y la limpieza. Los pensamientos intrusivos se pueden gestionar.

Primeros pasos para gestionarlos

Ten en cuenta que pueden ser pasos que puedes seguir en tu hogar, pero la mayor recomendación siempre será la búsqueda de ayuda profesional.

Aquí encontrarás algunas estrategias.

  • Psicoeducación: buscar información sobre los pensamientos intrusivos ayuda a saber qué son, características y cómo reconocerlos.
  • Etiquetarlos: una vez que empiezas a reconocerlos, le puedes colocar la etiqueta de “esto es un pensamiento intrusivo y no la realidad”, que te ayuda a distanciarte de él.
  • Observación sin juicio: verlos como una nube pasajera, saber que solo están llegando por un tiempo determinado y que no son la verdad absoluta y que tampoco te definen.

Como se ha mencionado, estos son pequeños pasos que puedes ir integrando en tu día a día. Aquí encontrarás otras estrategias que pueden ser aplicadas de la mano de un profesional de la salud mental.

  • Detached mindfulness: es una técnica terapéutica que ayuda a observar los pensamientos sin juicios e intentar controlarlos. Se trabaja dentro de la terapia metacognitiva, pero también con estrategias de defusión cognitiva. Las metáforas ayudan, como dejar pasar la nube.
  • Método socrático: hacer preguntas sobre las pruebas de este pensamiento, de qué te sirve tenerlo y si es algo que verdaderamente esté pasando. Conseguir evidencias y saber que no son reales te ayudará.
  • Terapia psicológica: la terapia cognitivo-conductual o terapias contextuales te pueden ayudar a gestionar estos pensamientos, ya que trabajan dentro de los patrones. En la terapia de exposición y prevención de respuestas cuando se está presentando por el TOC.

La medicación puede ser un factor que te puede ayudar, pero siempre de la mano de un profesional de la salud, médico de cabecera o psiquiatra. Recuerda no automedicarte ni autodiagnosticarte.

Conclusiones

Que estés pensando esto no significa que estés loco o que estés perdiendo la razón. Si bien es cierto que generan incomodidad, no es algo que se quedara para siempre, así como tampoco que lo pienses significa que lo cumplirás.

Cuando esté siendo recurrente, que esté afectando la calidad de vida y que ya no puedas más con el malestar, recuerda buscar ayuda profesional, solo sé amable con tu mente.

Referencias

en, P. (2024, January 23). Pensamientos intrusivos: ¿cómo identificar y tratar? Terapify.

Therapyside. (2021). Therapyside.com.

Clark, D. A., & Beck, J. S. (2020). Manual para dominar los pensamientos ansiosos: habilidades para superar los pensamientos intrusivos no deseados que nos llevan a la ansiedad, las obsesiones y la depresión. Desclée De Brouwer.

Pensamientos negativos: ¿Qué son y cómo gestionarlos?

Pensamientos negativos
Pensamientos negativos
Pensamientos negativos

Los pensamientos negativos son patrones cognitivos automáticos y recurrentes que tienden a ser pesimistas, autocríticos y suelen enfocarse en el fracaso, el peligro, la insuficiencia o la catástrofe.

Estos pensamientos afectan el estado emocional, la conducta y percepción de una persona, los cuales pueden desencadenar en depresión, ansiedad y estrés.

¿Qué son los pensamientos negativos?

Los pensamientos negativos son contenidos mentales con carga emocional negativa, que pueden ser interpretaciones erróneas o poco realistas de la realidad, llevadas a un extremo pesimista.

Estos pensamientos suelen ser automáticos, rápidos y difíciles de controlar, puesto que surgen en estados de ánimo bajos como tristeza o ansiedad.

Asimismo, cabe recalcar que existe cierta diferencia con las distorsiones cognitivas, pues los pensamientos negativos son más generalizables. Es decir que, las distorsiones cognitivas son pensamientos negativos, pero no todos los pensamientos negativos son distorsiones cognitivas.

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Distorsión cognitiva como pensamiento negativo

Una distorsión cognitiva implica un pensamiento negativo, pero como error en el pensamiento que distorsiona la realidad. Esa se convierte en un patrón de pensamiento que contribuye a mantener estados emocionales negativos.  

Ejemplo:
Pensamiento negativo: Hoy fue un mal día.
Distorsión cognitiva: Siempre me equivoco, nunca lograré nada.

Aunque no necesariamente sean ciertos, el cerebro los interpreta como hechos reales, activando una respuesta emocional intensa.

Tipos de pensamientos negativos

Los pensamientos negativos pueden variar según el contexto y la persona.

  • Pensamientos automáticos negativos: Surgen de forma rápida, espontánea y sin análisis, ante determinadas situaciones.
    Ejemplo: “No voy a poder con esto”, “Seguro se van a reír de mí”.
  • Rumiaciones: Son pensamientos repetitivos y persistentes sobre situaciones pasadas, generalmente negativas.
    Ejemplo: “¿Por qué dije eso?”, “Todo habría sido diferente si…”.
  • Preocupaciones excesivas: Pensamientos centrados en el futuro, cargados de ansiedad e incertidumbre.
    Ejemplo: “¿Y si me despiden?”, “¿Y si enfermo gravemente?”.
  • Autocríticas: Pensamientos dirigidos contra uno mismo de manera dura y descalificadora.
    Ejemplo: “Soy un fracaso”, “Nunca hago nada bien”.
  • Pensamientos catastrofistas: Se anticipa a lo peor, sin evidencia suficiente.
    Ejemplo: “Voy a arruinar la presentación”, “Seguro no ganaremos nada”
  • Pesimismo generalizado: Tendencia a ver todo con una expectativa negativa, sin importar la situación.
    Ejemplo: “Nada va a salir bien”, “¿Para qué intentarlo si siempre sale mal?”.
  • Comparaciones destructivas: Pensamientos donde uno siempre sale perdiendo en la comparación con los demás.
    Ejemplo: “Son mejores que yo”, “Nunca voy a ser tan exitoso como él”.
  •  Culpabilización excesiva: Asumir responsabilidad por cosas fuera de nuestro control.
    Ejemplo: “Todo es mi culpa”, “Si algo sale mal, seguro fue por mí”.
  • Pensamiento parcializado: Pensamientos extremos de “todo o nada”.
  • Descalificación de lo positivo: Encontrar algo malo en lo bueno.
    Ejemplo: “Me fue bien, pero fue pura suerte.”

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¿Cómo manejar los pensamientos negativos?

Manejar los pensamientos negativos no significa reprimirlos o fingir que todo está bien. Se trata de reconocerlos, analizarlos y reformularlos de una manera más realista y funcional. Algunas estrategias útiles son:

  1. Identificación de pensamientos negativos: Se trata de tomar consciencia en el momento que aparece. Podría ser útil llevar un registro.
  2. Cambiar de perspectiva: Nota si uno llega a la exageración, si se anticipa a lo peor irracional o existe una sobre generalización incoherente.
  3. Cuestionamiento socrático: Preguntarse: ¿Qué evidencia tengo de que esto es cierto? ¿Estoy viendo solo lo negativo? ¿Qué diría a un amigo en esta situación? Esta técnica permite evaluar la validez de los pensamientos.
  4. Reestructuración cognitiva: Consiste en reemplazar pensamientos distorsionados por otros más objetivos, aunque no sean necesariamente positivos, pero sí más equilibrados. Por ejemplo, cambiar “Voy a fracasar” por “Puedo cometer errores, pero también tengo habilidades que me pueden ayudar.”
  5. Autocompasión: No es necesario castigarse por pensar negativamente. Uno puede seguir aprendiendo, y las mejores formas son identificando los errores para mejorar.
  1. Atención plena (mindfulness): El mindfulness ayuda a observar los pensamientos sin juzgarlos ni dejarse arrastrar por ellos. Esto reduce la rumiación y mejora la regulación emocional.
  2. Terapia psicológica: Cuando los pensamientos negativos son intensos o incapacitantes, la intervención profesional es fundamental.

Conclusión

Los pensamientos negativos son parte del funcionamiento mental humano, sin embargo, cuando se vuelven persistentes pueden afectar gravemente la calidad de vida.

Existen varios tipos de pensamientos negativos, por lo que, reconocerlos, comprender su origen y aplicar estrategias para reformularlos permite mantener un equilibrio apropiado y mejorar la salud mental.

Con ayuda de herramientas psicológicas y, en muchos casos, con psicoterapia, es posible transformar la mente en un espacio más seguro, realista y compasivo.

Aprende más sobre cómo cuidar tu salud mental con Mente Sana.

Referencias

González, Manuel, Ibáñez, Ignacio y Barrera, Andrea. (2017). Rumiación, preocupación y orientación negativa al problema: procesos transdiagnósticos de los trastornos de ansiedad, de la conducta alimentaria y del estado de ánimo. Acta Colombiana de Psicología , 20 (2), 42-52. 

Moretti, Luciana Sofía, Domínguez-Lara, Sergio, Muñoz-Navarro, Roger, Cano-García, F. Javier, & Medrano, Leonardo Adrian. (2020). Validación del inventario de pensamientos negativos en respuesta al dolor en población argentina con cefaleas primarias. Terapia psicológica38(3), 283-301.

Sandoval-Valerio, Ana Karen, Pérez-Vielma, Nadia Mabel, Miliar-García, Ángel, Gómez-López, Modesto, García-García, Conrado, & Aguilera-Sosa, Víctor Ricardo. (2020). Pensamientos Negativos y Estrés asociados al Receptor de Serotonina 5HT1a en Mujeres con Fibromialgia. Acta de investigación psicológica10(3), 93-101. Epub 25 de octubre de 2021.

Cómo dejar de sobrepensar: Recupera la calma en tu mente

Cómo Dejar De Sobrepensar

Según estudios recientes, un porcentaje significativo de la población experimenta rumiación mental de forma habitual, afectando su calidad de vida (Nolen-Hoeksema, Wisco, & Lyubomirsky, 2008). De hecho, se estima que alrededor del 73% de los adultos admiten sobrepensar situaciones cotidianas, lo que puede generar un impacto negativo en su bienestar emocional y físico (Borkovec, Alcaine, Behar, & Trevino, 2002). En este espacio, exploraremos a fondo el hábito de sobrepensar, sus implicaciones y, lo más importante, te brindaremos herramientas prácticas sobre cómo dejar de sobrepensar y recuperar la serenidad mental.

En Mente Sana, entendemos lo desafiante que puede ser sentir que tu mente es un torbellino constante de pensamientos. Queremos recordarte que tu bienestar es nuestra prioridad y te ofrecemos una primera sesión gratuita para que explores cómo nuestros profesionales pueden acompañarte en este camino hacia una mente más tranquila.

No estás solo en esto, y estamos aquí para ayudarte a dar el primer paso.

Cómo Dejar De Sobrepensar
Cómo Dejar De Sobrepensar

¿Qué significa sobrepensar?

El acto de sobrepensar se define como un proceso cognitivo caracterizado por la repetición excesiva y persistente de pensamientos sobre un tema en particular. Esta rumiación mental a menudo se centra en preocupaciones, problemas pasados o futuros, sin llegar a una resolución clara (Papageorgiou & Wells, 2003). Sobrepensar implica analizar en exceso situaciones, escenarios hipotéticos y posibles resultados, lo que puede llevar a un estado de agotamiento mental y emocional.

Sobrepensar las cosas: Un trastorno que impacta tu vida

Si bien analizar situaciones es una parte normal del funcionamiento cognitivo, cuando el acto de sobrepensar se vuelve crónico e incontrolable, puede derivar en problemáticas significativas para la salud mental. Sobrepensar las cosas es un trastorno que puede interferir con la toma de decisiones, la concentración y la capacidad de disfrutar del presente (Segerstrom, Stanton, Alden, & Crutchfield, 2003). Esta constante actividad mental puede generar un círculo vicioso de preocupación y angustia, afectando las relaciones interpersonales y el desempeño laboral o académico.

Problemáticas derivadas de sobrepensar

Las consecuencias de sobrepensar de manera habitual son diversas y pueden afectar diferentes áreas de la vida. Una de las problemáticas más comunes es la dificultad para conciliar el sueño, ya que la mente se mantiene activa repasando pensamientos y preocupaciones (Harvey, Watkins, Mansell, & Shafran, 2004). Además, sobrepensar puede llevar a la evitación de situaciones que se perciben como potencialmente problemáticas, limitando las experiencias y oportunidades. La constante rumiación también puede afectar la autoestima y generar sentimientos de inseguridad y duda constante sobre las propias capacidades.

Sobrepensar las cosas y la ansiedad: Un vínculo peligroso

La relación entre sobrepensar las cosas ansiedad es estrecha y bidireccional. La ansiedad a menudo se manifiesta a través de pensamientos intrusivos y preocupaciones excesivas sobre el futuro, lo que alimenta el hábito de sobrepensar (Barlow, 2002). A su vez, el acto constante de sobrepensar situaciones y anticipar escenarios negativos puede exacerbar los síntomas de ansiedad, creando un círculo vicioso perjudicial para la salud mental. Sobrepensar las cosas ansiedad puede generar una sensación constante de alerta y tensión, dificultando la relajación y el disfrute del momento presente.

Si quieres saber más sobre la ansiedad te invito a leer el siguiente artículo Ansiedad generalizada: Síntomas y somatización.

Posibles causas del hábito de sobrepensar

Las causas que subyacen al hábito de sobrepensar son multifactoriales y pueden variar de una persona a otra. Factores genéticos y temperamentales pueden predisponer a ciertas personas a una mayor tendencia a la preocupación y la rumiación (Clark & Beck, 2010). Experiencias vitales traumáticas o estresantes pueden desencadenar patrones de pensamiento ansioso y la necesidad de analizar en exceso las situaciones como una forma de intentar anticipar o controlar futuros eventos. Además, ciertos estilos de afrontamiento desadaptativos, como la evitación o la búsqueda constante de seguridad, pueden contribuir al mantenimiento del hábito de sobrepensar.

Herramientas prácticas sobre cómo dejar de sobrepensar

Afortunadamente, existen diversas estrategias y herramientas efectivas sobre cómo dejar de sobrepensar y recuperar la tranquilidad mental. A continuación, te presentamos una breve lista de algunas de ellas:

  1. Mindfulness y atención Plena: Practicar la atención plena ayuda a enfocar la mente en el momento presente, sin juzgar los pensamientos que surgen. Técnicas de respiración y meditación pueden ser de gran utilidad (Kabat-Zinn, 1990). Aprender a observar los pensamientos sin engancharse en ellos es un paso crucial para dejar de sobrepensar.
  2. Técnicas de reestructuración cognitiva: Esta herramienta se centra en identificar y desafiar los pensamientos negativos y automáticos que alimentan el hábito de sobrepensar. Aprender a cuestionar la validez de estos pensamientos y reemplazarlos por otros más realistas y adaptativos es fundamental (Beck, 1976).
  3. Establecer límites de tiempo para pensar: Designar momentos específicos del día para abordar preocupaciones puede ayudar a contener el hábito de sobrepensar durante el resto del tiempo. Una vez que el tiempo asignado termina, se pospone la reflexión hasta el día siguiente. Esta técnica ayuda a tomar control sobre cuándo y cuánto tiempo dedicamos a sobrepensar.
  4. Distracción consciente: Cuando te encuentres atrapado en un ciclo de sobrepensar, intenta redirigir tu atención hacia una actividad que disfrutes y que requiera tu concentración, como leer, escuchar música, hacer ejercicio o hablar con un amigo. Esta estrategia interrumpe el patrón de pensamiento rumiante.
  5. Aceptación y Compromiso (ACT): Esta terapia se enfoca en aceptar los pensamientos y sentimientos difíciles en lugar de luchar contra ellos, y en comprometerse con acciones que estén alineadas con los valores personales (Hayes, Strosahl, & Wilson, 1999). Aprender a coexistir con la incertidumbre reduce la necesidad de sobrepensar para buscar respuestas definitivas.  
  6. Visualización: Practicar la visualización de escenas tranquilas y positivas puede ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad asociada al hábito de sobrepensar. Imaginar un lugar seguro y relajante puede ser un poderoso antídoto contra la rumiación mental.
  7. Ejercicio físico regular: La actividad física libera endorfinas, que tienen un efecto positivo en el estado de ánimo y pueden ayudar a reducir los niveles de ansiedad y la tendencia a sobrepensar. Incorporar ejercicio regular en la rutina diaria es una estrategia efectiva sobre cómo dejar de sobrepensar.
  8. Buscar apoyo profesional: Si sientes que el hábito de sobrepensar está afectando significativamente tu vida, buscar la ayuda de un profesional de la salud mental puede ser un paso importante. Un terapeuta puede proporcionarte herramientas y estrategias personalizadas sobre cómo dejar de sobrepensar y abordar las causas subyacentes. Puedes buscar de un profesional en el tema aquí.

Recuerda que dejar de sobrepensar es un proceso que requiere tiempo y práctica. Sé paciente contigo mismo y celebra cada pequeño avance en el camino hacia una mente más serena y presente. En Mente Sana, estamos aquí para acompañarte en este viaje.

FAQs

  1. ¿Es posible eliminar por completo la tendencia a sobrepensar?
    • Si bien eliminar por completo todos los pensamientos puede no ser realista ni deseable, el objetivo es aprender a gestionar y reducir significativamente la frecuencia e intensidad del hábito de sobrepensar para que no interfiera con tu bienestar.
  2. ¿Cuánto tiempo se necesita para empezar a notar cambios al intentar dejar de sobrepensar?
    • El tiempo para notar cambios varía de persona a persona y depende de la consistencia en la aplicación de las estrategias. Algunas personas pueden experimentar alivio en semanas, mientras que otras pueden necesitar más tiempo. La clave es la perseverancia y la paciencia.
  3. ¿Qué puedo hacer si me despierto en la noche con pensamientos intrusivos?
    • Intenta levantarte y realizar una actividad relajante de bajo estímulo, como leer un libro o escuchar música suave, durante unos 15-20 minutos antes de volver a la cama. Evita usar dispositivos electrónicos, ya que la luz azul puede interferir con el sueño. Practicar técnicas de relajación antes de dormir también puede ser útil.
  4. ¿Es lo mismo preocuparse que sobrepensar?
    • Si bien ambos implican actividad mental sobre un tema, la preocupación a menudo se centra en problemas específicos y puede llevar a la búsqueda de soluciones. Sobrepensar, por otro lado, tiende a ser más repetitivo, abstracto y no necesariamente orientado a la acción o la resolución.
  5. ¿Qué sucede si las técnicas para dejar de sobrepensar no funcionan por sí solas?
    • Si las estrategias de autoayuda no son suficientes, es recomendable buscar apoyo profesional. Un terapeuta puede ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu hábito de sobrepensar y desarrollar un plan de tratamiento personalizado que se ajuste a tus necesidades específicas.

Referencias

Barlow, D. H. (2002). Anxiety and its disorders: The nature and treatment of anxiety and panic (2nd ed.). Guilford Press.

Beck, A. T. (1976). Cognitive therapy and the emotional disorders. International Universities Press.

Borkovec, T. D., Alcaine, O., Behar, E., & Trevino, C. (2002). What is worry? Behaviour Research and Therapy, 40(6), 627-642.

Clark, D. A., & Beck, A. T. (2010). Cognitive therapy of anxiety disorders: Science and practice. Guilford Press.

Harvey, A. G., Watkins, E. R., Mansell, W., & Shafran, R. (2004). Cognitive behavioural processes across psychological disorders: A transdiagnostic approach to research and treatment. Oxford University Press.  

Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (1999). Acceptance and commitment therapy: An experiential approach to behavior change. Guilford Press.  

Kabat-Zinn, J. (1990). Full catastrophe living: Using the wisdom of your body and mind to face stress, pain, and illness. Delta.  

Nolen-Hoeksema, S., Wisco, B. E., & Lyubomirsky, S. (2008). Rethinking rumination. Perspectives on Psychological Science, 3(5), 400-424.

Papageorgiou, C., & Wells, A. (2003). An information-processing model of worry. Cognitive and Behavioral Practice, 10(1), 1-9.  

Segerstrom, S. C., Stanton, A. L., Alden, L. S., & Crutchfield, J. P. (2003). Optimism and pessimism: Implications for psychological and physical well-being. Psychological Bulletin, 129(1), 23-46.

Sobrepensar. Estrategias para calmar la mente

Sobrepensar

El sobrepensar ha sido un acto que ha generado mucho malestar en la población, el análisis constante de las situaciones la preocupación excesiva por el pasado o el presente. En pensamiento es necesario, útil y normal, pero cuando es excesivo genera consecuencias en todos los ámbitos de vida. Te preguntarás, ¿Cómo identifico que estoy sobrepensando? ¿el sobrepensar genera emociones desagradables? ¿Cuáles son las consecuencias de sobrepensar?

En este artículo encontrarás información que te ayudará para gestionar el sobrepensar.

Sobrepensar
Sobrepensar

¿Qué es sobrepensar?

Es caracterizado por la reflexión excesiva sobre evento, tanto del pasado como del futuro. El sobrepensar proviene de una naturaleza obsesiva, que genera malestar, a diferencia de la reflexión constructiva que conduce a una solución. Sobrepensar es una respuesta de la ansiedad, esto nos lleva a una rumiación, un bucle constante de pensamientos hasta por eventos que no han ocurrido.

Este proceso mental no solamente es agotador, también tiene consecuencias con gestiones emocionales, aspectos físicos, se presenta el estrés, incluso episodios depresivos.

Se debe entender que pensar sobre una situación en un determinado tiempo es natural, para la búsqueda de una solución, pero, cuando la situación escala en intensidad, frecuencia y duración ocasiona un malestar y empieza a ser un problema.

Si te interesa esta lectura, te puede interesar: Tratamiento de la ansiedad: síntomas y causas

Causas del sobrepensar

No existe una sola causa que explique esta situación, entendiendo que puede ser normal, cuando no se gestiona pasa a ser un problema que genera malestar en todo lo que respecta al individuo.

Aquí encontrarás algunas posibles causas, puede que sea solo una sola, como también puede ser la combinación de todas.

  • Ansiedad: las personas ansiosas tienden a sobrepensar todas las situaciones, debido a la incertidumbre o preocupación que le generan las situaciones.
  • Miedo al fracaso: el miedo a fallar puede paralizar la acción, se sobrepiensan las opciones e inicia la rumiacion.
  • Perfeccionismo: para que las cosas salgan perfectas, inicia el sobrepensar, buscando una solución perfecta, para evitar errores.
  • Control: una necesidad de tener las situaciones en control, llevan a sobrepensar, analizando todos los aspectos y como no se puede salir nada de los esquemas.
  • Experiencias: eventos traumáticos, que han dejado como consecuencia pensamientos obsesivos.
  • Algún trastorno adyacente: como podría ser un trastorno obsesivo-compulsivo, trastornos de ansiedad entre otros.

Saber las causas también te ayudarán a entender esta situación. Si consideras que algunas situaciones las estas sobre pensando y no encuentras causa, ni solución, la terapia psicológica te puede ayudar a gestionar la rumiación. Mente Sana te ofrece un espacio para generar habilidades. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.

Pueden existir patrones recurrentes del sobrepensar, estos pueden ser:

  1. Rumiación: pensar en bucle sobre una situación del pasado, conversaciones o situaciones que no han sucedido, por la búsqueda de la comprensión o solución.
  2. Preocupación excesiva: anticipar escenarios, desde las distorsiones cognitivas actuar sobre el “qué pasaría si…”
  3. Supuestos: considerar lo que otra persona está pensando, que actúa de cierta manera porque ciertos pensamientos, la creencia de saber cómo se siente o piensa la otra persona.

Consecuencias del sobrepensar

A menudo se considera un hábito inofensivo, como se menciona en líneas anteriores, en ocasiones es necesario y natural, pero cuando empieza a ser recurrente, cumpliendo ciertos patrones y generando estrés ya deja de ser inofensivo. Es por ello que aquí te mencionamos algunas consecuencias de esta práctica.

  • Deterioro de relaciones interpersonales: el sobrepensar también puede llevar a la irritabilidad, no estar presente en las reuniones familiares o de amigos por el constante pensar.
  • Aumento de la ansiedad: en sintomatología física o emocional, aumenta también la respuesta del estrés.
  • Disminución de la productividad: se ve seriamente comprometida, tanto en el ámbito laboral como académico, la creatividad y por consiguiente no se cumplen las actividades.
  • Problemas con el sueño: puede generar trastorno del sueño, la mente está constantemente activa y no se logra un descanso.
  • Agotamiento físico y mental.

Las consecuencias también pueden generar una respuesta fisiológica, llanto constante, dolores de cabeza, presión en el pecho, entendiendo que su núcleo es la ansiedad, los síntomas pueden ser también similares a un episodio ansioso. El sobrepensar proviene de aprendizajes, emociones no gestionadas y creencias irracionales sobre eventos.

Es por ello que reestructurar estas creencias que empiezan a ser limitativas y generar conflictos son una solución viable, solución que con ayuda terapéutica podrás ver. Contáctanos, agenda hoy mismo una sesión e inicia un protocolo de prevención.

Como dejar de sobrepensar

Requiere de un enfoque multidisciplinario, estrategias basadas en evidencia que te ayuden a gestionar esta situación. Cuando sobrepensamos estamos en todas partes, menos en el presente, el disfrute de los eventos actuales no se experimenta o si se hace es muy mínimo. Aquí encontraras algunas estrategias de utilidad para dejar de sobrepensar.

  • Ejercicio físico: puede liberar la mente y disminuir el estrés y la ansiedad.
  • Practica del dialogo interno: la manera en la que nos hablamos también afecta a nivel emocional, por consiguiente, a nivel cognitivo.
  • Separa los pensamientos de ti: saber que es un pensamiento y no una realidad absoluta te ayudara a ver los eventos de manera distinta, cambia la perspectiva.
  • Mindfulness: practicar atención plena te puede ayudar a estar más presente en el momento, reduce significativamente la rumiacion y por tanto la ansiedad y preocupación excesiva.
  • Autorregulación emocional: es importante aprender esta práctica, todo va de la mano, como un engranaje, es por ello que la gestión emocional adecuada te ayudara a la disminución del sobrepensar.
  • Terapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) te ofrece herramientas de reestructuración cognitiva, para los pensamientos negativos y las creencias irracionales.

Es imperativo recalcar que todas estas estrategias deben ser aplicadas de manera constante, no son estrategias mágicas, todo proceso lleva su tiempo, pero cuanto más rápido la apliques y con constancia el proceso será tal vez más corto.

Conclusiones

Vivimos en una sociedad de constante cambio, con constante lluvia de informacion, estímulos visuales como auditivos. La sociedad te pregunta, de manera indirecta, constantemente que harás de tu futuro, si ya lo tienes planeado y el deber de tener todo asegurado, por una parte, te ayuda, pero por otra te genera una preocupación, sobrepensar.

Todo se tiene que tener planeado, estructurado y solucionado, cuando necesariamente no tiene por qué ser así, es por ello que muchas veces debes preguntarte si todo lo que piensas realmente está sucediendo y no solo un tal vez funciona como respuesta.

Sé amable con tu proceso, contigo, tus emociones y pensamientos.

an alguna desconexión a la realidad.

Referencias

Rumia mental: una preocupación excesiva. (2020, November 24). @Topdoctors_es. https://www.topdoctors.es/articulos-medicos/rumia-mental-preocupacion-excesiva-por-nuestro-pasado-presente-y-futuro/

[email protected]. (2020, January 15). Rumiación: Deja de darle vueltas a lo mismo todo el tiempo. Instituto Europeo de Psicología Positiva; IEPP. https://www.iepp.es/rumiacion/

El sobrepensamiento: un disfraz de la ansiedad. (2022, March 11). @Topdoctors_es. https://www.topdoctors.es/articulos-medicos/el-sobrepensamiento-un-disfraz-de-la-ansiedad/