¿Para qué sirve la hipnosis? Expectativa vs realidad

para qué sirve la hipnosis

Cuando escuchamos la palabra hipnosis, la mente a menudo se llena de imágenes de escenarios, relojes de péndulo y personas haciendo cosas extrañas bajo el control de un hipnotizador. Esta es la expectativa que el cine y la televisión han construido a lo largo de los años: la hipnosis como un truco de magia, una forma de manipulación mental o incluso una pérdida de consciencia. Sin embargo, qué tan cerca está esta fantasía de realidad, En este artículo exploraremos para qué sirve la hipnosis y su verdadero propósito, indagando sus realidades.

Para qué sirve la hipnosis

¿Qué es la hipnosis?

La hipnosis es un estado de relajación profunda o “trance”, donde la atención se enfoca intensamente y la persona se vuelve más receptiva a las sugestiones. No es estar dormido ni perder el control, sino un estado de consciencia alterado donde la mente es más abierta al cambio y al aprendizaje, lo que la convierte en una poderosa herramienta terapéutica para abordar problemas como el dolor, la ansiedad, las fobias o los hábitos no deseado.

¿Para qué sirve la hipnosis?

Sabemos que por la información aleatoria que existe sobre la hipnosis, en muchas ocasiones te habrás preguntado; para qué sirve la hipnosis, su utilidad principal radica en la hipnoterapia, donde se aplica para mejorar el bienestar físico y mental, así como para facilitar cambios de conducta deseados.

Aquí te detallamos sus principales usos y beneficios de la hipnosis:

1. Manejo y control del dolor: es muy eficaz para reducir la intensidad y la percepción del dolor en condiciones como la fibromialgia, el síndrome del intestino irritable, el dolor de espalda crónico, el dolor de cabeza (migrañas y tensionales), y el dolor asociado al cáncer. También, se utiliza para aliviar el dolor durante procedimientos médicos y dentales (como extracciones, endoscopias, biopsias), en el parto, y para el manejo del dolor post-operatorio o de quemaduras.

2. Reducción del estrés y la ansiedad: ayuda a inducir un estado de profunda relajación, lo que disminuye los niveles de estrés y ansiedad generalizados. Especialmente útil para reducir la ansiedad preoperatoria o antes de cualquier procedimiento médico. Puede ser un complemento en el tratamiento de trastornos de ansiedad, fobias específicas (miedo a volar, a las alturas, a espacios cerrados, etc.) y trastornos de pánico.

3. Cambio de hábitos y conductas: para dejar de fumar es una de las aplicaciones más conocidas, ya que ayuda a reprogramar las asociaciones mentales con el tabaco y a fortalecer la voluntad para abandonarlo. Contribuye a modificar los patrones de alimentación, reducir antojos, y fomentar hábitos saludables. Mejora la calidad del sueño y ayuda a superar el insomnio y también ayuda a romper ciclos de conductas repetitivas.

4. Potenciación del rendimiento: mejora la concentración, la visualización de éxito y la reducción de la ansiedad en deportistas. Puede ayudar a mejorar la concentración, la memoria y la motivación para el estudio. Facilita el acceso a la mente subconsciente, liberando bloqueos creativos.

5. Manejo de síntomas específicos: puede aliviar los sofocos asociados a la menopausia. Se utiliza para mitigar los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia. Síndrome del intestino irritable (SII), ha demostrado ser una terapia eficaz para reducir los síntomas. Algunas afecciones de la piel, como parte de un tratamiento integral, puede ayudar a mejorar condiciones dermatológicas relacionadas con el estrés.

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Para qué sirve la hipnosis

La hipnosis: Expectativa vs Realidad

En la búsqueda de ¿Para qué sirve la hipnosis? Ha sido distorsionado por la cultura popular que la expectativa común dista mucho de la realidad de lo que es y cómo funciona. Aquí te presentamos una comparación clara entre ambas:

Expectativa: que la persona entre en un estado de inconsciencia total, como si estuviera dormida profundamente, y no recordará nada de lo ocurrido.

Realidad: la hipnosis no es sueño ni inconsciencia. Es un estado de atención focalizada y relajación profunda, donde la persona está plenamente consciente de lo que sucede y, en la mayoría de los casos, recordará lo dicho y experimentado.

Expectativa: que el hipnotizador posea poderes especiales o un don sobrenatural para dominar mentes.

Realidad: no hay poderes mágicos. El hipnotizador es un profesional cualificado que utiliza técnicas y lenguaje específicos para guiar a la persona a un estado de trance. Su habilidad reside en el conocimiento de la psicología humano y la comunicación efectiva.

Expectativa: que una sola sesión de hipnosis resolverá todos los problemas de forma instantánea y permanente, sin esfuerzo posterior.

Realidad: la hipnosis es una herramienta terapéutica, no una varita mágica. Si bien puede producir cambios significativos, a menudo requiere varias sesiones y el compromiso activo del individuo para integrar los cambios sugeridos en su vida diaria. Es un proceso, no un evento único.

Expectativa: que la hipnosis puede dejar a la persona enganchada en el trance, sacar información confidencial contra su voluntad o inducir psicosis.

Realidad: es un procedimiento seguro cuando es realizado por un profesional ético y capacitado. La persona puede salir del trance cuando lo desee y no se le puede obligar a revelar secretos. No hay evidencia científica de que la hipnosis provoque trastornos mentales o deje a alguien “atrapado”.

En esencia, la expectativa se nutre de la ficción y el sensacionalismo, mientras que la realidad de la hipnosis es una disciplina clínica basada en principios psicológicos y neurocientíficos, que busca potenciar los recursos internos de la persona para facilitar cambios positivos y mejorar su calidad de vida, pero con personas altamente calificadas para ello.

Conclusión

En definitiva, para qué sirve la hipnosis va mucho más allá del espectáculo que suele proyectar la cultura popular. Lejos de ser un estado de inconsciencia o de control mental, la hipnosis es una herramienta terapéutica poderosa que permite acceder a un estado natural de atención focalizada y profunda relajación. En esta condición de receptividad aumentada, la mente subconsciente se vuelve más abierta a las sugestiones positivas, facilitando el cambio y el bienestar.

Comprender para qué sirve la hipnosis nos ayuda a verla como un complemento valioso en tratamientos médicos y psicológicos. Su eficacia ha sido demostrada en el manejo del dolor, la reducción del estrés y la ansiedad, el abandono de hábitos como el tabaquismo o la mejora en el control del peso, así como en el fortalecimiento de la autoestima y el rendimiento personal. La hipnosis es un proceso colaborativo entre el individuo y el profesional capacitado, donde el verdadero poder reside en la capacidad de la mente para sanar, transformarse y evolucionar.

Referencia

Mayo clinic (2023), Hipnosis.

Violencia en pareja: El camino hacia la recuperación

Violencia en pareja
Violencia en pareja

La violencia en pareja es una realidad dolorosa y compleja que deja cicatrices emocionales, muchas veces invisibles. Aunque las heridas físicas pueden sanar, el impacto emocional y psicológico de la violencia puede perdurar por mucho tiempo, atrapando a la víctima en un ciclo de miedo, culpa y aislamiento. Este artículo no sólo visibiliza la dura realidad del abuso en las relaciones, sino que también busca iluminar el camino hacia la recuperación.

¿Qué es la violencia en pareja?

La violencia en pareja se refiere al daño físico, sexual, financiero, emocional o psicológico a una persona por una pareja actual o anterior. Es cualquier patrón de comportamiento abusivo que ocurre en una relación. Es un importante destacar que la violencia en pareja no es un conflicto normal de la relación, sino un patrón de abuso donde una persona busca dominar y controlar a la otra, las consecuencias son devastadoras para la salud mental y física de la víctima.

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Tipos de violencia en pareja

Como te comentamos anteriormente la violencia puede manifestarse de diversas formas, y a menudo se combinan entre sí, aquí te explicamos algunas:

  • Violencia física: es la forma más reconocible, ya que deja marcas visibles, incluye golpes, empujones, lanzamiento de objetos, uso de armas o cualquier acción que cause daño físico.
  • Violencia psicológica o emocional: a menudo es la más difícil de identificar, pero tiene graves consecuencias. Implica el uso de palabras y acciones para humillar, insultar, denigrar, amenazar o intimidar. También para controlar, aislar o hacer sentir a la víctima incapaz o “loca”. Utilizando insultos y criticas constantes. Celos excesivos y posesividad. Controlar sus movimientos, llamadas y redes sociales. Intentar aislar a la víctima de amigos y familiares. Hacer sentir culpable a la víctima.
  • Violencia sexual: se refiere a cualquier acto sexual forzado o no consentido dentro de la relación. El hecho de ser pareja no implica consentimiento para todas las actividades sexuales, estas incluyen: obligar a la pareja a participar en actos sexuales sin su consentimiento. Insultar con comentarios sexuales o apodos denigrantes, lesionar con objetos durante el acto sexual.
  • Violencia económica o financiera: consiste en controlar o limitar el acceso de la pareja a los recursos económicos, buscando su dependencia financiera, puede manifestarse como: quitar el dinero o controlar cómo se gasta, impedir que la pareja trabaje o estudie, negar el acceso a necesidades básicas y/o destruir pertenencias.

Violencia en pareja

Características comunes de la violencia en pareja

Camino hacia la recuperación de la violencia en pareja

El camino hacia la recuperación con asistencia psicológica es un proceso gradual y transformador que se construye sobre el apoyo profesional, no es un camino lineal y puede tener altibajos, pero con la guía adecuada, es posible sanar y reconstruir una vida libre de violencia.

  1. Reconocimiento y búsqueda de apoyo: este es el punto de partida, ya que, si empiezas a comprender que lo que estas viviendo no es normal, que es abuso y que no es tu culpa. Este reconocimiento de la situación puede ser detonado por una agresión grave, la intervención de un tercero o un momento de lucidez. Aquí, la asistencia psicológica entra en juego y de esta manera ayudarte a recuperar el camino hacia el bienestar.
  2. Establecimiento de un espacio seguro: el psicólogo que te acompañe debe crear un ambiente de confianza, empatía y confidencialidad. Es fundamental que te sientas segura y validada.
  3. Validación de la situación y desculpabilización: una de las primeras tareas conjuntamente con tu terapeuta será desmentir que eres responsable del abuso y enfatizar que la culpa recae enteramente en el agresor.
  4. Contención emocional y reducción de la ansiedad: se utilizan técnicas para manejar el trauma agudo, la ansiedad, los ataques de pánico, la depresión y el estrés postraumático. Esto puede incluir técnicas de respiración, mindfulness o estabilización emocional.
  5. Establecimiento de límites saludables: es fundamental para prevenir futuras relaciones abusivas. El especialista te ayuda aprender a decir que no, a expresar sus necesidad y a establecer limites claros en sus interacciones. Así también enseñarte estrategias para manejar las emociones difíciles de una manera constructivas.

Violencia en pareja

Conclusión

El camino hacia la recuperación para las victimas de violencia en pareja es, sin duda, arduo pero esperanzador si utilizas los recursos como la asistencia psicológica se convierte en la brújula indispensable en este viaje, guiando a la persona desde el doloroso reconocimiento del abuso hasta la plena reconstrucción de su ser. No se trata solo de escapar de un ciclo de violencia, sino de desaprender patrones, sanar heridas invisibles y, en ultima instancia, redescubrir la propia valía y el derecho a una vida digna. Al final de este camino, lo que emerge no es solo una persona que sobrevivió a la violencia, sino una que ha florecida, fortalecida por su propia capacidad de sanar y de elegir una vida plena y feliz.

En Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia el autocuidado y amor propio. Por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

American Psychiatric Association, Qué es la violencia de pareja.

Anclajes en psicología: Herramienta psicológica

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¿Alguna vez te has preguntado por qué una canción específica puede transportarte instantáneamente a un recuerdo del pasado, o por qué un olor particular te genera una emoción inconfundible? No es magia, es el fascinante mundo de los anclajes en psicología. Estos poderosos mecanismos, a menudo inconscientes, actúan como puentes entre nuestros sentidos y nuestras respuestas internas, conectando estímulos externos con estados emocionales, pensamientos o comportamientos específicos. Desde la Programación Neuro-Lingüística (PNL) hasta la psicología conductual, el concepto de anclaje ha revelado cómo el cerebro humano es capaz de crear asociaciones duraderas que influyen profundamente en nuestra experiencia diaria. En este artículo, exploraremos qué son exactamente los anclajes en psicología, cómo se forman y, lo más importante, cómo podemos aprender a identificarlos e incluso a crearlos conscientemente para fomentar estados deseados de bienestar y rendimiento.

Anclaje en psicología

Definición de anclajes en psicología

Los anclajes en psicología son un concepto que describe el proceso mediante el cual una persona asocia una respuesta emocional o mental con un estímulo específico. Este principio se utiliza tanto en la psicología clínica como en la social y particularmente relevante en el ámbito del aprendizaje, la gestión emoción y la toma de decisiones.

Específicamente se refiere al establecimiento de una conexión automática entre un estímulo y una respuesta. Este proceso ocurre cuando un evento externo o interno activa una reacción específica y puede evocar recuerdos, por ejemplo, cuando eras niño, tu abuela solía prepárate una sopa de pollo casera cada vez que te sentías enfermo. El olor de esa sopa se asoció a la sensación de ser cuidado y protegido. De adulto, ahora, cada vez que percibes ese olor, experimentas una sensación de confort, seguridad y calma, incluso si no estás enfermo.

Pero ten en cuenta que los anclajes en psicología no son solo para emociones positivas. De hecho, a lo largo de tu vida, puedes crear inconscientemente muchos anclajes que disparan emociones negativas o sensaciones no deseadas. 

Anclajes en psicología

Ejemplos de anclaje en psicología positivos

Aquí te dejamos algunos ejemplos de anclajes en psicología que puedes utilizar para tu beneficio de forma positiva, enfocados en diferentes estados deseados:

  • Anclaje de confianza: un estímulo puede ser un gesto especifico con tu mano, por ejemplo, unir los dedos suavemente y rozarlos, esto ancla un estado de confianza y seguridad en ti mismo. La forma de crearlo poder revivir en varias ocasiones un momento de tu vida en el que te sentiste muy seguro y capaz, recordar esa sensación y mientras la experimentas, haz el gesto con tu mano repetidamente.
  • Anclaje de calma: el estímulo esta vez el estímulo, puede ser una palabra clave que repites mentalmente, por ejemplo, “paz”, “calma” o “tranquilidad”. Queremos crear una sensación de tranquilidad y serenidad. Para crearlo puedes buscar un espacio tranquilo y respirar profundamente varias veces, sintiendo calma en ti cuerpo. Mientras te relajas, repite mentalmente tu palabra clave. Asocia esa palabra con la sensación de paz. Úsala cuando te sientas estresado para recuperar la calma.
  • Anclaje de enfoque o energía: un estímulo podría ser un aroma especifico como, un aceite esencial de menta o cítrico. Con esto queremos anclar la vitalidad, la claridad mental y concentración. La forma en que lo creas es cuando te sientas con energía y enfocado en una tarea, inhala profundamente el aroma elegido. Repite esto en momentos de alta productividad. Luego, cuando necesites concentrarte o activarte, inhala ese mismo aroma.
  • Anclaje de alegría o buen humor: el estímulo puede ser una pequeña melodía o tarareo que te haga sonreír. El estado que deseamos es alegría, ligereza y buen humor. Para crearlo piensa en un chiste o un recuerdo que te haga sonreír o reír a carcajadas. Mientras te ríes y siente la alegría, tararea o canta tu melodía. Repite muchas veces y usa esta melodía luego para levantar tu ánimo rápidamente.

Los anclajes en psicología en nuestra vida son una herramientas increíblemente prácticas y eficientes para gestionar nuestras emociones y estados internos de forma instantánea. Al aprender a crear y activar anclajes conscientemente, podemos acceder a estados deseados como la confianza, la calma o la motivación justo cuando los necesitemos, mejorando así nuestro rendimiento y productividad en cualquier ámbito. Además, nos permite contrarrestar emociones negativas o hábitos no deseados que se han anclado involuntariamente, empoderándonos para reprogramar nuestras respuestas emocionales.

Si sientes que necesitas ayuda para crear un anclaje psicológico, un especialista de la salud mental te puede guiar en este proceso de manera efectiva y segura ya que posee el conocimiento y las técnicas especializadas. Especialmente con enfoques como la programación neuro-lingüística (PNL) o la terapia cognitivo-conductual (TCC), ya que entiende a profundidad cómo se forman las asociaciones neuronales y cómo se pueden modificar.

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Anclaje en psicología

Conclusión

Podríamos concluir entonces que los anclajes en psicología son herramientas increíblemente poderosas y versátiles que operan en las profundidades de nuestra psique, conectando estímulos específicos con estados internos Comprender y aprender a utilizar los anclajes nos brinda una capacidad notable para gestionar nuestras emociones, optimizar nuestro rendimiento y fomentar un mayor bienestar emocional. Ya sea que busquemos un impulso de confianza antes de un desafío o deseemos cultivar una mayor serenidad en nuestro día a día, la habilidad de crear y activar estos anclajes nos empodera para ser los arquitectos de nuestras propias respuestas internas. En Mente Sana están los profesionales a tu disposición para ayudarte, es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Eepsicología (2024), Qué es y cómo hacer anclaje en psicología.

Tbcs: Terapia breve centrada en soluciones

Tbcs
Tbcs

La vida constantemente nos enfrenta con situaciones estresantes y esto a menudo nos lleva a buscar soluciones a los problemas. Sin embargo, en ocasiones nos encontramos atrapados donde la discusión sobre la dificultad eclipsa la búsqueda de una salida. Aquí es donde toma relevancia la terapia breve centrada en soluciones o la tbcs, un enfoque revolucionario que te invita a mirar más allá de lo que no funciona, para enfocarnos en lo que sí puede funcionar. En este artículo exploraremos los pilares de la tbcs, descubriendo cómo esta poderosa herramienta facilita cambios significativos en un período de tiempo sorprendentemente corto.

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¿Qué es la tbcs?

La terapia breve centrada en soluciones (tbcs), es una forma de psicoterapia, que ha tenido cada vez más relevancia en España y en todo el mundo. Esta se distingue por su enfoque práctico muy orientado a resultado, proporcionando así beneficios significativos en un periodo de tiempo relativamente corto. Fue desarrollada en la década de 1980 por Steve de Shazer e Insoo Kim Berg, dos psicoterapeutas y trabajados sociales. Esta terapia se basa en la idea de que los pacientes tienen dentro de sí los recursos y la capacidad para resolver sus problemas y el terapeuta debe ayudar a los pacientes a identificar estas capacidades y a utilizarlas de manera efectiva.

¿Cómo funciona la terapia breve?

La terapia breve centrada en soluciones funciona de una forma diferente a muchos enfoques terapéuticos tradicionales. En lugar de buscar en el pasado o analizar exhaustivamente la raíz de los problemas. La tbcs se enfoca en el presente y en el futuro, y en cómo construir las soluciones que el paciente desea para su vida. Aquí te explicamos cómo funciona paso a paso destacando sus principios claves:

Enfoque en las soluciones, no en los problemas:

  • Menos porqués y más cómo: el especialista de tbcs no dedica mucho tiempo en investigar por qué surgió el problema o cómo se desarrolló. Se centra más en ¿Qué quieres que sea diferente? Y ¿Cómo sería tu vida si este problema no existiera?
  • Construcción de un futuro deseado: desde la primera sesión, se invita al paciente a describir detalladamente su futuro preferido o futuro sin problema. Esto ayuda a crear una visión más clara y motivadora de lo que se quiere lograr.

Identificación y amplificación de excepciones:

  • Momentos sin problema: una de las técnicas más distintivas son las preguntas de excepción. El especialista indaga sobre momentos en los que el problema o una parte de este, no estuvo presente, fue menos intenso o se manejó de manera efectiva. Esto ayuda al paciente a darse cuenta de que ya tienes recursos y estrategias que funcionan.
  • Construyendo sobre lo que funciona: al identificar estas excepciones, el especialista y el paciente exploran qué hizo posible esos momentos positivos y cómo se pueden replicar o ampliar estas acciones.

Preguntas escalares:

  • Medir el progreso: pueden utilizarse escalas del 0 al 10 por ejemplo, para que el paciente evalué su situación actual y su progreso. Preguntas como: en una escala del 0 al 10, donde el 10 es que tu problema está completamente resuelto y 0 es la peor situación, ¿Dónde te encuentras hoy? Y ¿Qué pequeño paso te llevaría del 4 al 5?
  • Fomentar pequeños pasos: Estas preguntas ayudan a identificar pequeños cambios y acciones concretas que el paciente puede tomar para avanzar, haciendo que el proceso parezca menos abrumador y más alcanzable.

Resaltar Fortalezas y Recursos:

  • El paciente es el experto: La tbcs parte de la premisa de que cada persona tiene innatos los recursos y las fortalezas para resolver sus propios problemas. El especialista no se posiciona como el “experto” que diagnostica y prescribe, sino como un facilitador que ayuda al paciente a descubrir y utilizar sus propias capacidades.
  • Reconocimiento de éxitos: Se presta mucha atención a los logros, incluso los más pequeños. El especialista elogia y refuerza los esfuerzos y avances del paciente, aumentando su autoconfianza y motivación.

Brevedad y Orientación a la Acción:

  • Terapia a corto plazo: La tbcs está diseñada para ser breve. A menudo, los cambios significativos pueden verse en un número limitado de sesiones, lo que la hace eficiente y práctica.
  • Tareas y Experimentación: Al final de cada sesión, se suelen proponer “tareas” o “experimentos” para que el paciente ponga en práctica fuera de la consulta. Estas tareas están diseñadas para construir sobre las soluciones identificadas y fomentar la acción.

Colaboración y Respeto:

  • Trabajo en equipo: La relación terapéutica es colaborativa y respetuosa. El especialista y el paciente trabajan juntos como un equipo, donde las ideas y las metas del paciente son primordiales.
Tbcs

Conclusión

En definitiva, la terapia breve centrada en soluciones (tbcs), emerge como una luz de esperanza y eficacia en el panorama de salud mental ya que al desplazar el foco del porqué de los problemas al cómo de las soluciones, esta terapia empodera a las personas, ayudándolas a descubrir y potenciar sus propias fortalezas y recursos internos. No se trata de ignorar las dificultades, sino de trascenderlas, construyendo activamente el futuro deseado a partir de lo que ya funciona y de los pequeños pasos que se pueden dar.

En Mente Sana están los profesionales necesarios para ayudarte. Por ello, te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

José Santas (2024), Terapia breve centrada en soluciones: estrategias prácticas para el bienestar.

Autodisciplinarse: El éxito desde adentro

autodisciplinarse

Lograr las metas no se trata de talento innato o de suerte, sino de una cualidad fundamental: la autodisciplina. En un mundo lleno de distracciones y gratificación instantánea, la capacidad de posponer el placer inmediato en favor de objetivos a largo plazo se ha convertido en un verdadero superpoder. No es una restricción, sino la llave que te libera de la indecisión y te impulsa hacia adelante. En este artículo, exploraremos qué es realmente autodisciplinarse, por qué es crucial para tu bienestar y éxito, y cómo puedes cultivarla para transformar tu vida.

Autodisciplinarse

¿Qué es la autodisciplina?

El término “disciplina” viene del griego “paideía”, que significa “tutoría” o “guía”. Si a esto le agregamos el prefijo “auto” (que quiere decir “de sí mismo”), podemos entender que la autodisciplina es la virtud de saber dirigirse a uno mismo.

El autodisciplinarse también implica superar obstáculos, encontrar la motivación para ejecutar planes y comprometerse con un objetivo. En esencia, significa “hacer lo que debes hacer, incluso cuando no te apetezca”. La fuerza de voluntad, la constancia y la paciencia son el combustible de la autodisciplina. También te recomendamos “Motivación personal: Guía para tus metas”.

“La autodisciplina es elegir entre lo que quieres ahora y lo que quieres más.”

¿Cómo ser disciplinado?

Autodisciplinarse es una habilidad que se construye día a día con pequeñas acciones. No es algo con lo que se nace, sino algo que se practica y que se mejora con el tiempo. Implica hacer lo que tienes que hacer, incluso cuando no te apetece.

Aquí te dejamos algunos ejemplos de cómo puedes ser más disciplinado en diferentes aspectos de tu vida diaria:

Rutina matutina

  • Levántate a la misma hora diariamente: esto te ayudará a establecer un ritmo circadiano regular. Por ejemplo, levantarte a las 7:00 am, hazlo incluso los fines de semana, aunque quieras quedarte en la cama. Al principio costará, pero con el tiempo tu cuerpo se acostumbrará.
  • Hacer ejercicio constantemente: dedica tiempo fijo para moverte, sea una caminata de 30 minutos, una rutina en casa o en el gym. Aunque un día estés cansado, haz al menos una rutina más corta o menos intensa de tu rutina, la clave es no romper la cadena.

Trabajo y estudios

  • Gestiona tu tiempo en un horario: define un bloque en específico para cada tarea (responder correos, estudiar un tema, hacer tu comida semanal). Sigue ese horario y evita distracciones. Si te toca estudiar de 6:00pm a 9:00pm evita la tentación de ver televisión o revisar redes sociales.
  • Evita la procrastinación: cuando tengas una tarea grande o abrumadora, divídela en pasos más pequeños. Comprométete a hacer solo el primer paso. Por ejemplo, “escribir un informe, piensa en escribir la introducción y el primer párrafo”.

Finanzas personales

  • Seguir un presupuesto: registra tus ingresos y gastos, adhiérete al plan que te has propuesto. Si te comprometiste a no gastar más de equis cantidad en salida, respétalo, aunque tus amigos te inviten a planes.
  • Ahorrar regularmente: destina una cantidad fija de dinero para el ahorro de cada mes, apenas recibas tu salario. Trátalo como una factura más que debes pagar.

Salud y bienestar

  • Comer de forma saludable: planifica tus comidas y prepara tus alimentos con antelación para evitar caer en opciones rápidas y menos nutritivas.
  • Priorizar el descanso: establece una hora para acostarte y para levantarte. Apaga las pantallas una hora antes de dormir para asegurarte un sueño de calidad. La disciplina para descansar es tan importante como la disciplina para trabajar.

Autodisciplinarse

Recuerda que el autodisciplinarse no es perfeccionismo. Habrá días en los que falles, y eso es normal. Lo importante es volver a empezar al día siguiente y no desanimarte. Cada pequeña victoria construye el músculo de la disciplina. Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Conclusión

Autodisciplinarse no es un rasgo innato reservado para unos pocos privilegiados, sino una virtud que todos podemos cultivar con persistencia. Como hemos visto, su origen etimológico nos la presenta como el arte de “guiarse a uno mismo”, un concepto que se extiende a sobreponerse a las adversidades y a mantenerse firme en el compromiso con nuestros objetivos, incluso cuando la motivación inicial flaquea. La fuerza de voluntad, la constancia y la paciencia son los pilares sobre los que se construye esta capacidad, permitiéndonos “hacer lo que debemos hacer, incluso cuando no sea lo que queramos hacer”.

Aplicar la autodisciplina en nuestra vida cotidiana, ya sea levantándonos temprano, adhiriéndonos a un presupuesto, o dedicando tiempo a nuestro desarrollo personal, transforma gradualmente nuestras intenciones en acciones concretas y, finalmente, en logros tangibles. En Mente Sana estamos aquí para guiarte y acompañarte en la selección del mejor especialista que te guíe y te acompañe en el logro de tus metas, es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Santander Universidades (2023), Qué es la autodisciplina.

Frustración emocional: Ejemplos

Frustración emocional

Todos hemos estado allí. Imagina que pasas horas redactando un informe impecable, solo para que una falla técnica lo borre en un segundo. O quizás llevas semanas intentando vender un producto, pero cada puerta se cierra en tu cara. ¿Y qué me dices de esos momentos en los que sientes que no importa cuánto te esfuerces, tus hijos simplemente no te escuchan? Estas son solo algunas pinceladas de la frustración emocional, un sentimiento universal que, si no se maneja adecuadamente, puede convertirse en una carga pesada. En este artículo, exploraremos qué es la frustración emocional y cómo identificarla con ejemplos de la vida cotidiana.

Creemos que también puede interesarte “5 fáciles técnicas de resolución de conflicto: Qué hacer cuando todo parece perdido”.

Frustración emocional

Cómo gestionar la frustración

La frustración no siempre es negativa ya que la podemos utilizar como un catalizador que nos impulsa para la acción y es un maestro para la resiliencia. Esto nos deja ver que la frustración emocional forma parte de la vida misma, pero no tiene por qué controlarte, te explicamos brevemente como gestionarla de forma más balanceada:

  1. Reconoce e identifica lo que sientes: no intentes ignorarlo o negarlo, eso solo intensifica las sensaciones. Reconocer esta emoción es el primer paso para poder cambiarla.
  2. Respira hondo: el cuerpo suele tensarse cuando estamos bajo frustración. Por ello tomar respiraciones profundas te ayudará a calmar tu mente y tu cuerpo.
  3. Identifica la causa: hazte preguntas como: ¿Qué es lo que me está frustrando? ¿una persona, una situación o no salió algo como lo quiero?, pensar en esto te ayudar a buscar posibles soluciones en lugar de solo sentir enojo o rabia.
  4. Buscar el camino a tomar: si está en tus manos, una vez que sabes lo que te frustra un puedes encontrar una solución porque puedes dar pequeños pasos para resolverlo, ¿puedes hablar con alguien? ¿buscar ayuda? Si no está en tus manos, a veces no podemos cambiar una situación, entonces lo crucial es aceptar la situación, no puedes luchar contra lo inevitable. Concentra tu energía en lo que, si puedes controlar, que es tu reacción.
  5. Distráete positivamente: si te sientes atascado en la frustración, haz algo que disfrutes y te relaje. Un cambio de actividad puede despejar tu mente y darte una nueva perspectiva.  
  6. Aprende de la situación: como dijimos en principio, no siempre la frustración emocional es negativa, por ello a veces es una señal de que necesitas aprender algo o cambiar tu estrategia. Por ejemplo, si algo te frustra y no está en tus manos cambiarlo, quizás necesitas investigar una nueva forma de hacerlo.

Frustración emocional ejemplos de la vida cotidiana

La frustración emocional, a pesar de ser muy desagradable, puede ser un gran maestro, si sabemos escuchar. Aquí te dejamos algunos ejemplos con estrategias prácticas para que puedas identificarlo en ti y aplicar estas estrategias:

  • Re-evalúa tus expectativas: la frustración suele nacer de una brecha entre los que esperamos y lo que realmente sucede. Si tus expectativas son poco realistas es más probable que te frustres.

Ejemplo cotidiano: quieres aprender a tocar la guitarra desde cero y esperas dominar una canción compleja en una semana, es natural que si no lo logres te frustres.

Estrategia práctica: ajusta tus expectativas. Reconoce que aprender un instrumento lleva tiempo práctica. Establece metas más pequeñas y alcanzables, como aprender un acorde nuevo cada día o una melodía sencilla a la semana y celebra esos pequeños avances. 

  • Divide la situación en pequeños pasos: un problema grande suele ser detonante para la frustración. Cuando lo desglosas en partes suele ser más manejable, menos intimidante.

Ejemplo cotidiano: tienes que hacer una mudanza grande, y la idea de empacar toda tu casa abruma.

Estrategia práctica: no intentes empacar todo de golpe. Puedes dividir la tarea; hoy empaco solo la cocina, mañana, los libros, el fin de semana, la ropa. Y solo concéntrate en el paso actual. Cada paso que empacas es un pequeño éxito que reduce la frustración emocional general.

Frustración emocional

  • Tiempo fuera: la mejor estrategia es simplemente alejarse del detonante de frustración. Esto permite que tu mente se relaje y pueda ayudarte a ver el problema con esta perspectiva.

Ejemplo cotidiano: estas trabajando en un informa importante y largo, y te sientes atascado y molesto, ya que los datos no cuadran o la redacción no te fluye.

Estrategia practica: levántate de donde estés sentado, camina por 10 min, escucha una canción, prepara café. Alejarte físicamente del problema por un momento puede “reiniciar” tu cerebro y al volver puedas estar más fresco, con una solución o una nueva idea.

Implementar estas estrategias no significa que la frustración emocional desaparezca para siempre, pero te será más sencillo gestionarla y transformarla en una fuente de crecimiento personal. Si sientes que te está costando gestionar emociones te recomendamos busques ayuda profesional.

Conclusión

Como hemos visto, la frustración emocional es inevitable y, en sí misma, no es ni buena ni mala. Es una señal, un mensajero que nos indica que algo no está saliendo como esperábamos, ya sea porque nuestras expectativas son poco realistas, porque encontramos un obstáculo imprevisto o porque necesitamos ajustar nuestro enfoque. Desde el informe que se borra en el último segundo hasta el intento fallido de una nueva receta, la vida está llena de momentos que nos invitan a sentirla.

No permitas que esta emoción te paralice o te abrume. Empieza hoy mismo a aplicar estas estrategias en tu día a día. En Mente Sana estamos aquí para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia el bienestar, no tienen que ser enfrentados solo. Construye relaciones más sanas y funcionales. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Angel Lafourmiere, cómo superar la frustración.

Necesitar ayuda: El coraje de pedir ayuda

Necesitar ayuda

En un mundo que a menudo glorifica la autosuficiencia, pedir ayuda puede sentirse como admitir una debilidad. Nos han enseñado a ser fuertes, a resolver nuestros propios problemas, y a no ser una carga para los demás. Sin embargo, detrás de esa fachada de independencia, muchos cargamos con pesos invisibles: estrés, ansiedad, duelos, o simplemente la abrumadora complejidad de la vida moderna. Este artículo explora una verdad fundamental: lejos de ser un signo de fragilidad, necesitar ayuda y pedirla es, en realidad, un acto de inmenso coraje. Es reconocer nuestras limitaciones humanas, validar nuestras emociones y, lo más importante, abrir la puerta a la conexión y el apoyo que todos necesitamos para prosperar.

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Necesitar ayuda

Cómo pedir ayuda

Necesitar ayuda y solicitarla puede parecer un acto de debilidad y también intimidante, pero también hay muchas maneras de hacerlo adaptándose a diferentes situaciones y niveles de comodidad, la clave para ello es identificar qué necesitas y de quién podrías obtener apoyo. Aquí te compartimos algunos consejos claves:

  • Tener clara la necesidad: es importante que sepas estructurar correctamente por qué necesitas ayuda, cómo habría que hacerlo, cuándo es necesaria la ayuda y para qué la pedimos.
  • Hablar directamente: es fácil que alguien no se ofrezca ayudarnos sin que se lo pidamos, por ello, es muy importante que se pueda comunicar de forma directa si realmente se necesita ayuda.
  • Busca recursos profesionales: un terapeuta puede ofrecerte herramientas y estrategias para manejar la ansiedad, estrés, duelo o cualquier otro problema de salud mental. No necesitas tener un gran problema para ir terapia, a veces también es útil tener un espacio seguro para hablar.
  • Utiliza la tecnología: como las líneas telefónicas de ayuda, muchas organizaciones ofrecen líneas para hablar sobre problemas de salud mental, también comunidades en línea, existen foros y grupos de apoyo que pueden ofrecerte un espacio seguro para compartir tus experiencias. Por último, aplicaciones de bienestar, aunque no sustituyen la ayuda profesional, algunas apps pueden ofrecerte ejercicios de mindfulness, diarios de gratitud o seguimiento del estado de ánimo que pueden ser un primer paso.

Recuerda que necesitar ayuda y solicitarla es un signo de fortaleza y autoconocimiento. Es un acto de amor propio y una demostración de que valoras tu bienestar.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Necesitar ayuda

¿Cómo saber si necesito ayuda psicológica?

Solíamos creer que necesitamos la ayuda de un psicólogo solo si tengo un “gran problema” o una “crisis” para obtener beneficios de la terapia. Pero en la actualidad, las personas acuden al psicólogo por diversas razones, desde manejar el estrés diario hasta explorar aspectos de su crecimiento personal.

Aquí te presentamos algunas de las señales que podrían indicarte que la ayuda de un psicólogo te sería beneficiosa:

  • Sientes malestar emocional persistente, si te sientes triste, vacío o con preocupación excesiva. Si te sientes más irritable de lo normal o que tienes cambios de humor drástico y también si te sientes desconectado de los demás.
  • Dificultades en tu funcionamiento diario, como problemas de sueño, insomnio o dormir demasiado, cambio en tu peso o en el apetito, dificultades para concentrarse o para tomar decisiones, sobre todo si pierdes el interés en actividades que antes disfrutabas.
  • Problemas en tus relaciones, conflictos constantes con tus vínculos cercanos o dificultad para comunicarte, también puedes tener sentimientos de no ser comprendido.
  • Comportamientos o pensamientos que te preocupan, si tu mente está constantemente llena de pensamiento pesimistas, de autolesión o suicidas. Si recurres al alcohol, drogas o comidas en exceso y otro comportamiento destructivo.

Si sientes que tu malestar emocional o tus dificultades están afectando significativamente tu calidad de vida, tus relaciones o tu capacidad para funcionar, y sientes que no puedes gestionarlo por ti mismo, es un buen momento para pedir ayuda, no hay vergüenza en buscar apoyo profesional, es un paso hacia el bienestar y la salud mental.

Conclusión

En definitiva, reconocer la necesidad de ayuda profesional y dar el paso de buscarla es un testimonio de fortaleza, no de debilidad. En una sociedad que a menudo nos impulsa a la autosuficiencia, pedir apoyo es un acto de valentía y amor propio. Ya sea que estés lidiando con un malestar emocional persistente, dificultades en tus relaciones, cambios en tu funcionamiento diario, o simplemente busques un mayor autoconocimiento y bienestar, un psicólogo puede ofrecerte las herramientas, el espacio seguro y la guía necesaria para transitar tu camino.

Necesitar ayuda y pedirla fomenta tu salud mental, que es tan vital como tu salud física. Invertir en ella es invertir en tu calidad de vida, tu felicidad y tu capacidad para enfrentar los desafíos futuros. En Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia el autocuidado y lograr el bienestar. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Fundación Pascal Maragall (2024), Consejos para pedir ayuda de forma eficaz.

Frustración: Un análisis

Frustración

¿Qué ocurre realmente cuando la frustración se instala? ¿Cómo nos afecta y, más importante aún, cómo podemos gestionarla para que no nos paralice, sino que nos impulse? La frustración es una emoción universal, tan inherente a la experiencia humana como la alegría o la tristeza. Se manifiesta en el atasco que nos impide llegar a tiempo, en el proyecto que se resiste a avanzar, o en esas expectativas que, por más que intentemos, no logran materializarse. Es la distancia entre lo que deseamos y lo que obtenemos, un recordatorio constante de que no todo está bajo nuestro control. Todos la hemos sentido. Esa punzada incómoda, ese nudo en la garganta que aprieta cuando las cosas no salen como esperamos. En este artículo, exploraremos las raíces de esta poderosa emoción y sus diversas manifestaciones.

Frustración

¿Qué es la frustración?

Según el DSM-5, define la frustración no se define como un diagnostico en sí mismo, sino como un sentimiento. Se describe como un estado emocional negativo que surge cuando no se cumplen nuestras expectativas, deseos o metas. Esta puede manifestarse como ira, molestia, tristeza, ansiedad o decepción.

Formas de clasificar la frustración  

Según el origen:

  • Frustración con locus de control interno, esto ocurre cuando sentimos incapacidad o imposibilidad por factores internos a nosotros mismo. Por ejemplo: no aprobar un examen por falta de preparación.
  •  Frustración con locus de control externo, esto sucede cuando la causa es por factores fuera de nuestro control. Por ejemplo: no poder salir de casa porque llueve mucho.

Según el obstáculo:

  • Frustración por barreras: existen obstáculos claros que impiden lograr lo que queremos. Pueden ser físico (una puerta cerrada), social (una norma o una persona), o interno (una limitación personal).
  • Frustración por incompatibilidad de objetos positivos: cuando tenemos dos objetivos que nos atraen, pero son excluyentes. Debemos elegir uno y renunciar al otro, lo que genera frustración. Por ejemplo: tener que elegir dos trabajos soñados en ciudades diferentes.
  • Frustración por conflicto evitación-evitación: cuando nos enfrentamos a dos situaciones desagradables y debemos elegir una de ellas, aunque ambas opciones sean indeseables. Por ejemplo: elegir entre un empleo que no nos gusta o el desempleo.
  • Frustración por conflicto aproximación-evitación: se presenta cuando una misma situación tiene aspectos positivos y negativos, lo que genera ambivalencia y frustración. Por ejemplo: una oportunidad laboral que ofrece un buen sueldo, pero implica un horario agotador. 

Según el contexto:

  • Frustración personal: relacionada con metas y deseos individuales no cumplidos, insatisfacción con uno mismo o con el progreso personal.
  • Frustración laboral o profesional: puede surgir en el entorno laboral, por falta de reconocimiento, sobrecarga, estancamiento, problemas con compañeros o superiores.
  • Frustración interpersonal o social: relacionada con las relaciones con otras personas, conflictos o falta de apoyo.
  • Frustración emocional: cuando no logramos expresar o manejar nuestras emociones de forma adecuada.
  • Frustración amorosa o sexual: especifica de las relaciones de pareja o la vida sexual.

Comprender estas clasificaciones nos ayudan a identificar la raíz de nuestra frustración y, por ende, a desarrollar estrategias más específicas y efectivas para gestionarla.

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Estrategias para manejar la frustración

Esta puede ser inevitable pero no tiene por qué inmovilizarte. Aprender a gestionarla es crucial para tu bienestar y gestionar sanamente tus emociones, aquí te dejamos algunos consejos prácticos:

  1. Identificar y aceptar la emoción: el primer paso para gestionar tus emociones es validar lo que sientes. Si intentas reprimir la frustración solo se hará más fuerte. Permítete sentirla, (Me siento frustrado porque…) Reconocerlo como una emoción natural y temporal te ayudará desahogarte y a evitar que se acumule.
  2. Reconoce la causa: ¿Qué es exactamente lo que me está frustrando? ¿es una barrera externa, una persona o el clima? ¿es una limitación interna, falta de habilidad o expectativas irreales) ¿hay un conflicto de deseos o un dilema?
  3. Distánciate por un momento: alejarte de la situación te ayudara a pensar con claridad. Por ejemplo: salir a caminar, escuchar música, realiza ejercicios de respiración profunda.
  4. Reevalúa tus expectativas: la frustración nace de expectativas poco realistas, por ello, plantéate ¿era tu meta verdaderamente alcanzable en este momento? ¿esperabas demasiado de ti mismo o de los demás? ¿puedes ajustar tus expectativas para que sean más realistas y flexibles?
  5. Enfócate en lo que Sí puedes controlar: en las situaciones que no puedes cambiar, desviar tu atención a lo que sí está en tus manos es la clave. Si estas atascado en el tráfico, no puedes hacer avance, pero puedes escuchar un podcast, practicar la paciencia o llamar a alguien. Si un proyecto no avanza como quieres, ¿puedes cambiar tu estrategia, pedir ayuda o dedicarle más tiempo?
  6. Busca soluciones y alternativas: haz una lluvia de ideas, de esta manera podrás buscar posibles soluciones. Pide ayuda, hablar con un amigo, familiar o compañero de confianza, puede darte una perspectiva diferente.

Manejar la frustración es un proceso continuo ya que la vida es flujo constante de cambios y desafíos incontrolables. Esto no es una habilidad que se aprende una vez y se domina para siempre, en cambio, se parece más a mantenerse en forma: requiere práctica regular, adaptación y un compromiso constante.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Conclusión

Lejos de ser un enemigo a erradicar, la frustración puede ser una señal valiosa, un indicador que nos invita a detenernos, reflexionar y ajustar el rumbo. Al reconocerla, entender sus causas y aplicar estrategias como reevaluar expectativas, buscar soluciones o simplemente tomarnos un respiro, transformamos un potencial paralizador en un catalizador para el crecimiento personal.

Aprender a bailar con la frustración, en lugar de luchar contra ella, es una de las habilidades más resilientes que podemos desarrollar. Nos enseña sobre nuestra propia paciencia, creatividad y capacidad de adaptación. Así que, la próxima vez que ese familiar “nudo en la garganta” aparezca, recuerda que tienes las herramientas para desatarlo y, quizás, descubrir un nuevo camino hacia adelante. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Psicología (2022), Frustración: qué es, causas y cómo gestionarla.

Tanatofobia: entendiendo este miedo

Talanofobia: miedo a la muerte

El miedo es una emoción universal, una respuesta innata que nos ayuda a protegernos de peligros. Sin embargo, cuando este miedo se vuelve desproporcionado, persistente y llega a interferir significativamente con nuestra vida diaria, estaríamos hablando de una fobia. Entre la gama de los miedos irracionales a menudo el menos discutido es el miedo a la muerte, este se le conoce como Tanatofobia, manifestándose como un terror abrumador ante la propia muerte o la de los seres queridos. En este artículo, trataremos de entender la tanatofobia y cómo se manifiesta.

¿Qué es la tanatofobia?

La tanatofobia se entiende cómo el temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de objetos o situaciones específicas relacionadas con la muerte y el fallecimiento.

Síntomas de la tanatofobia

Los síntomas de este miedo son los siguientes:

  • Episodios de ansiedad/angustia.
  • Pensamientos obsesivos relacionados a la muerte propia.
  • Conductas evitativo ante situaciones aparentemente relacionadas con la muerte.
  • Problemas para dormir.
  • Ataques de pánico.

Causas de la tanatofobia

Como cualquier otra fobia, no suele tener una única causa, sino que es el resultado de múltiples factores. La tanatofobia se desarrolla cuando este miedo se vuelve desmedido y disfuncional. Aquí te compartimos las principales causas y factores:

Experiencias traumáticas como encuentros cercanos con la muerte, pérdidas de seres queridos o exposición a la muerte.

Factores psicológicos y emocionales como ansiedad preexistente, duelos no resueltos y necesidad de control, como también pensamientos obsesivos.

Factores socioculturales y ambientales como no hablar sobre el tema y crear un tabú de la muerte, miedo aprendidos, la exposición a noticias a través de los medios de comunicación y un contexto social o histórico como pandemias (COVID-19).

Miedos subyacentes relacionados con la muerte como miedo a la no existencia, a lo desconocido, al proceso de morir o a dejar solos a los seres queridos, miedo al juicio o castigo (esto por ciertas creencias religiosas o espirituales), miedo a no haber vivido plenamente.

Con estas causas es importante destacar que, aunque la muerte es parte natural de la existencia humana, la tanatofobia se distingue por su intensidad, persistencia y el impacto negativo que tiene en la calidad de vida de quien la padece.

Talanofobia

Como superar la tanatofobia

Queremos hacer énfasis que buscar ayuda para superar este miedo a la muerte, más que eliminarlo completamente, la idea es transformarlo en una percepción manejable y que no paralice tu vida.

La terapia psicológica: esta es la opción más efectiva para abordar la tanatofobia, especialmente si está es severa y limita tu vida. Las terapias más recomendadas son: la terapia cognitivo-conductual, esta se centra en la reestructuración cognitiva, y ayudarte a identificar y desafiar los pensamientos irracionales y catastróficos asociados a la muerte. Como también la exposición gradual, que consiste en exponerte progresivamente a los estímulos que provoca el miedo. Y también técnicas de relajación, un profesional te enseña herramientas como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva o el Mindfulness.

Psicoterapia: la terapia de conversación, te permite explorar las causas subyacentes de la tanatofobia, como experiencias traumáticas pasadas, duelos no resueltos o conflictos existenciales. A través del diálogo, se pueden abordar las raíces emocionales y desarrollar estrategias de afrontamiento más saludable. Terapia de aceptación y compromiso, te enseña a aceptar los pensamientos y sentimientos incómodos, en lugar de luchar contra ellos. EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares) si la tanatofobia está ligada a un trauma específico, esta terapia puede ser muy útil para reprocesar esas memorias traumáticas.

Estrategias de autocuidado y hábitos saludables: practicar la atención plena ayudar a anclar en el presente, reduciendo la rumiación sobre el futuro y cultivando la aceptación de la incertidumbre. Ejercicio físico regular, te ayuda a liberar endorfinas, reduce el estrés y la ansiedad general. Dieta equilibrada y sueño adecuado, esto contribuye a la salud mental y física, por último, limitar la exposición a noticias y contenidos negativos, un exceso de información sobre muertes, enfermedades o tragedias puede alimentar el miedo.

Consideraciones importantes:

  • Superar una fobia profunda lleva tiempo y esfuerzo. Por ello, trabajar con paciencia y autocompación. Ser amable contigo mismo durante el proceso es fundamental.
  • Enfrentar gradualmente los miedos es crucial para superarlos, por ello, la evitación solo refuerza la fobia. Aunque sea difícil es necesario no evitar.
  • No tienes que pasar por esto solo. Un buen sistema de apoyo como familia, amigos, grupos de apoyo o profesionales es fundamental.

Si sientes que el miedo a la muerte te esta controlando, buscar ayuda profesional es el primer y más importante paso hacia la recuperación y una vida más plena.

Conclusión

La tanatofobia no es una sentencia, superarla es un viaje posible, a pesar de ser abrumador el miedo a la muerte, es una experiencia que, aunque personal, resuena con la condición humana de enfrentar lo desconocido y lo inevitable. Entender que este miedo no es un signo de debilidad, sino una manifestación compleja de nuestra psique, es el primer paso para abordarlo.

El camino hacia la superación de la tanatofobia no busca eliminar el miedo a la muerte por completo (una emoción humana natural) sino transformarlo, permitiendo que esa conciencia te impulse a vivir con mayor plenitud, gratitud y propósito. En Mente Sana deseamos ayudarte en el camino, por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

TuTerapia (2025), Tanatofobia o miedo a la muerte: Qué es y cómo tratarla?

Problemas de la conducta: Cómo afectan en las distintas etapas

La conducta humana es un fenómeno complejo y multifacético, influenciado por factores biológicos, psicológicos y ambientales. Si bien es normal que tanto niños como adultos se experimenten altibajos en su comportamiento, en ocasiones estas variaciones pueden trascender lo esperable. Manifestándose como problemas de la conducta persistentes y disruptivos, esto no solo puede afectar a la persona que lo experimenta, sino también a todo su entorno, como la familia, escuela o trabajo y socialmente. En este artículo, exploraremos qué se entiende por problemas de la conducta.

¿Qué son problemas de la conducta?

Según el DSM-5, si un patrón de comportamiento se vuelve repetitivo y persistente, en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la presencia de estos, en los doce últimos meses, siguiendo ciertos criterios de diagnóstico, esto se convierte en un trastorno de conducta.

Para ello, debe de cumplir con por lo menos uno de los siguientes criterios en cualquier categoría, existiendo por lo menos en los últimos seis meses:

Agresión a personas y animales:

  • A menudo acosa, amenaza o intimidad a otros.
  • Inicia peleas.
  • Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros.
  • Ha ejercido la crueldad física contra personas.
  • Ha ejercido la crueldad física contra animales.
  • Ha robado enfrentándose a una posible víctima.

Destrucción de la propiedad:

  • Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.
  • Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien.

Engaño o robo:

  • Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
  • Miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones.
  • Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima.

Incumplimiento grave de las normas:

  • Sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los 13 años.
  • Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o en un hogar de acogida, por lo menos dos veces o una vez si estuvo ausente durante un tiempo prolongado.
  • Falta a la escuela, empezando antes de los 13 años.

Problemas de la conducta

El trastorno de conducta o problemas de la conducta provoca un malestar clínicamente significativo en las áreas social, académica o laboral. Si la edad de la persona es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de trastorno de la personalidad antisocial.

También es fundamental especificar si:

  • Tipo de inicio infantil: los problemas de conducta se muestran por lo menos un síntoma antes de cumplir los 10 años.
  • Tipo de inicio adolescente: los problemas de conducta no muestran ningún síntoma característico antes de cumplir los 10 años.
  • Tipo de inicio no especificado: se cumple los criterios del trastorno de conducta, pero no existe suficiente información para determinar si la aparición del primer síntoma fue anterior a los 10 años de edad.

¿Los problemas de la conducta son solo de adolescentes?

Los problemas de la conducta no son exclusivos de la adolescencia, pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida, desde la primera infancia hasta la vejez. Entonces NO son solo problemas de adolescentes, aquí te explicamos cómo se presentan en diferentes grupos de edad:

En la infancia: en los niños, los problemas de conducta suelen manifestarse como: rabietas extremas y frecuentes. Desobediencia persistente, negarse a seguir instrucciones o reglas. Agresividad física o verbal, dificultad para controlar impulsos y problemas de atención.

En la adolescencia: es cierto que en la adolescencia los problemas de conducta pueden volverse más visibles, y a veces, más graves debido a los cambios hormonales, la búsqueda de identidad e independencia. Esto incluye: desafío a la autoridad, comportamiento antisocial, como mentir, robar, vandalismo e intimidación. Abuso de sustancias. Fugas de casa o ausentismo escolar. Agresión física, como peleas frecuentes o crueldad y comportamientos de riesgo, sin medir las consecuencias.

En la adultez: aunque a menudo los problemas de conducta se asocian a los niños y adolescentes, esto también puede afectar a los adultos, a veces como consecuencia de problemas no resueltos o como resultado de nuevas circunstancias o condiciones. Estos pueden ser: problemas con el manejo de ira, explosiones de enojo incontrolables, comportamiento impulsivo para controlar acciones o tomar decisiones. Violencia o agresividad, comportamientos adictivos y patrones de deshonestidad o irresponsabilidad.

En la tercera edad: incluso en la vejez pueden surgir problemas de la conducta, especialmente asociados a condiciones neurodegenerativos como la demencia. Incluyen, agitación y agresividad, desorientación y vagabundeo, cambios de personalidad y acumulación compulsiva.

Es fundamental comprender que no son un fenómeno exclusivo de los adolescentes, y que una detección e intervención temprana son clave, sin importar la edad, para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y de su entorno. Por esto creemos que puede interesarte “Problemas de salud mental: la importancia de trabajar la mente”.

Problemas de la conducta

Conclusión

La clave para abordar eficazmente los problemas de la conducta radica en la detección temprana y en la intervención oportuna. Ya que lejos de ser simples malos comportamientos, pueden ser señales de alarma que indican una necesidad subyacente, ya sea una dificultad en el desarrollo, un desafío emocional, una carencia en el entorno o la manifestación de una condición de salud. Comprender estas raíces es el primer paso fundamental para ofrecer un apoyo significativo.

Las soluciones no son únicas ni mágicas, pero enfocarse en estrategias educativas y de crianza positiva e intervenciones terapéuticas como el apoyo especializado suele ser el inicio a una mejora significativa en el hogar, por ello en Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Raúl Carrera (2024), Trastorno de conducta según DSM-5: Diagnóstico y evaluación.