En un mundo cada vez más ruidoso y lleno de distracciones, la verdadera conexión humana a menudo se pierde en las notificaciones del chat. Creemos que escuchamos, pero ¿realmente lo hacemos? Existe una habilidad transformadora que puede cambiar radicalmente la forma en que te relacionas con los demás y contigo mismo: la escucha activa. En este artículo exploraremos qué es la escucha activa, por qué es tan importante en nuestra vida y cómo puedes desarrollarla a través de ejemplos para convertirte en un comunicador eficaz.
¿Qué es la escucha activa?
La escucha activa o escuchar para comprender, es la práctica de escuchar para entender lo que una persona te está diciendo. Cuando empiezas a practicar la escucha activa te enfocas exclusivamente en lo que dice la otra persona, y no, en planificar qué vas a responder, como lo harías durante una conversación o debate. Para confirmar que realmente escuchaste lo que dijo esta persona debes repetir lo que se dijo. Este tipo de escucha te ayudará a desarrollar relaciones sólidas, a comprender a tus cercanos de forma profunda e incluso a practicar la empatía.
Para entender más en profundidad acerca de la escucha activa, te describiremos los cuatros tipos de escucha:
Escucha empática: esta es cuando escuchas para comprender. Imagina que alguien te cuenta una historia personal. En este tipo de escucha, centras tu atención en la otra persona, en lugar de ti mismo.
Escucha apreciativa: en esta, escuchas por placer. Por ejemplo, cuando escuchas música, una conferencia o una ceremonia religiosa.
Escucha comprensiva: esta es cuando escuchas para aprender algo nuevo. Este tipo de escucha se da cuando escuchas un podcast, las noticias o una clase.
Escucha critica: en esta, escuchas para formar una opinión de lo que alguien más dijo. Por ejemplo, cuando se está debatiendo con alguien o cuando estas escuchando a un vendedor.
Diferencias entre escuchar y oír
Entender estas diferencias es sumamente importante para aprender a escuchar activamente, aunque estas se usan indistintamente en el lenguaje cotidiano. Radica principalmente en el nivel de intencionalidad y pensamiento cognitivo que implica cada acción:
– Oír: este es un proceso fisiológico y pasivo. Es la capacidad sensorial de percibir sonidos a través del oído. No requiere esfuerzos, intención o atención consciente. Simplemente sucede si el sonido se produce dentro de nuestro rango auditivo y nuestros oídos funcionan correctamente.
Ejemplos de oír:
Oír la corneta de un auto en la calle mientras estas en casa.
Oír la música en el supermercado.
Oír una conversación mientras haces una cola.
– Escuchar: en cambio, el escuchar es un proceso activo, voluntario y cognitivo. Implica aplicar tu atención y recursos mentales para procesar, interpretar y comprender los sonidos que oyes. Cuando escuchas, estas restando atención al mensaje, buscando significado y, a menudo, preparándote para una respuesta.
Ejemplos de escuchar:
Escuchar atentamente a un amigo cuando te comenta algo.
Escuchar una clase informativa.
Escuchar una canción, prestando atención a la letra y la melodía.
Ejemplos de escucha activa
1. En una conversación con amigos, si alguno de ellos te comenta una situación problemática que está teniendo en el trabajo. Si aplicas la escucha pasiva (lo que NO harías), lo interrumpes con tu propia historia de un mal día en el trabajo, miras al teléfono mientras habla, o planeas tu respuesta antes que termine.
Por otro lado, en la escucha activa (lo que SI harías), mantienes el contacto visual, para mostrar que estás prestando atención. Tienes una postura relajada y con un lenguaje corporal abierto. Intentas parafraseas “entonces si te estoy entendiendo bien, lo que te preocupa es la sobre carga de trabajo y la falta de reconocimiento ¿verdad?”, puedes aclarar, para entender más “Cuando dices problemas ¿te refieres a la relación con tus compañeros o a las tareas que te asignan?”. También tienes que validar sentimientos; “parece que te sientes frustrado y un poco abrumado con todo esto”. Por último, resiste la tentación de dar consejos no solicitados o minimizar su experiencia “no es para tanto”, “a mí me pasa lo mismo”.
Escucha activa
2. En al ámbito profesional como por reuniones, clientes o colegas. Imagina que tu jefe te está dando instrucciones para un nuevo proyecto. En la escucha pasiva (lo que NO harías), revisar tu correo electrónico, pensar en tu lista de tareas pendientes, o asumir que ya sabes lo que vas a decir.
Por otro lado, en la escucha activa (lo que SI harías), tomar notas, esto demuestra compromiso y te ayuda a recordar detalles. Puedes hacer preguntas de clarificación, “cuando mencionas reporte semanal, ¿te refieres a un formato especifico o es flexible? para asegurarte de que has entendido, resume los puntos clave “me estas pidiendo que me encargue de x, y, z, con fecha límite para el viernes ¿correcto?”. También, evita distracciones como el teléfono u otras pestañas en tu computadora. Muestra interés realizando pequeñas afirmaciones verbales como Si, Entiendo o Claro.
Aplicar la escucha activa requiere práctica y conciencia, pero sus beneficios en la mejora de la comunicación y las relaciones son inmensos.
Como podrás observar, la escucha activa es mucho más que una habilidad, es una práctica fundamental e importante que redefine la calidad de nuestras interacciones y enriquece nuestras vidas en todos los niveles. Hemos visto que mientras oír es un acto fisiológico y pasivo, escuchar es un compromiso consciente y activo que implica atención, interpretación y comprensión. Al aplicar la escucha activa en tu vida cotidiana ya sea con tus seres queridos, en el ámbito laboral o en medio de un desacuerdo, no solo podrás comprender mejor a los demás, sino que también los haces sentir más valorados, respetados y genuinamente escuchados.
Si necesitas herramientas y técnicas efectivas para una escucha activa en Mente Sana estamos aquí para guiarte y acompañarte en la selección del mejor especialista, es por ello, que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.
Las técnicas de comunicación son una de las más fundamentales habilidades utilizadas en el mundo para la integración humana, y es que la comunicación es uno de los pilares de la humanidad. Vital para el entendimiento, nos comunicamos desde que nacemos, de eso se trata vivir, de la pura interacción humana y cómo ésta está intrínsecamente unida a las emociones. Por ello, en este artículo exploraremos las bases para una comunicación asertiva, y que pueda ayudar a todo aquel que necesite un empujón sobre técnicas de comunicación con sus amigos, familia o su pareja.
¿Qué es la comunicación?
La comunicación es un proceso humano de interacción, dónde la información se transmite de un individuo, a otro o más de ellos. Puede ocurrir de tantas maneras: verbal, no verbal, mediante dibujos, gestos, música, texto, la comunicación es tan amplia y abarca todo un lenguaje en su máxima expresión; la comunicación lleva a la expresión, y la expresión a las relaciones interpersonales, que influyen en la vida de los seres humanos.
Cómo método básico para relacionarse de los seres humanos, su correcta implementación siempre será un debate y necesidad, ya que la asertividad a la hora de comunicarnos es capaz de abrirnos puertas y oportunidades.
La comunicación asertiva: el paso ideal
Patrizio Petrone (2021) explicaba que la comunicación es propia de la actividad psíquica, derivaba del lenguaje y del propio pensamiento por sus capacidades cognitivas, por lo que la comunicación de calidad es el objetivo ideal en la gran mayoría de los casos. Patrizio, además, comentaba que esa comunicación de calidad solo ocurría cuando la información que se trasmitía del emisor y la que llegaba al receptor no se diferenciaban, es decir, que ambos manejaban las mismas ideas, pensamientos e intenciones iniciales. Por ello, es importante orientar aquello que se busca expresar.
Comunicar con asertividad es más fácil de lo que parece, como una de las técnicas de comunicación preferenciales, es equilibrada y eficaz en la resolución de conflictos, buscando evitarlos sin caer en una conducta evitativa, y situando ideas resolutivas para el bienestar de todos.
Características de la comunicación asertiva
La representa el respeto, puesto que la expresión de opiniones no recae en la humillación, descalificación o desprecio de las emociones u opiniones ajenas;
Es clara y precisa, con el afán de evitar malentendidos, el lenguaje debe ser claro para expresar en su mayor medida aquello que se busca con la mayor de las precisiones, sin rodeos y con facilidad;
Sabe cómo manejar las emociones, debido a que no permite que las emociones se interpongan en el proceso de comunicación, entorpeciendo el lenguaje, impidiendo que las emociones nublen la capacidad de comunicación;
Escucha de forma activa, pero comunicar no es solo “hablar” y transmitir, ya que para poder comunicarnos de forma correcta es necesario escuchar, ser empáticos y otorgar entendimiento a nuestro receptor.
Técnicas de comunicación en la relación de parejas
La comunicación asertiva es vital para toda relación, ya que otorga una visión sana y equilibrada a la que solo se llega mediante el uso de diversas técnicas de comunicación que se necesitan practicar de forma constante. Su objetivo es simple: poder expresar, dentro de relaciones de pareja, todo aquello que se siente y se necesita, inclusive lo que hiere e incómoda, de la forma más clara y precisa posible para así resolver los conflictos sin caer en discusiones o poner en riesgo los vínculos afectivos. ¡Pero antes de continuar! si te interesa el tema de cómo comunicarte con tu pareja, no pierdas la oportunidad de leer sobre estos ejercicios para parejas que podrían serte de ayuda.
Es normal discutir con tu pareja, hasta cierto punto, lo que no puede llevarse el mérito de nuestra relación son los ataques, los gritos, la falta de respeto o la constante hipervigilancia que puede llevar a cualquier pareja al desastre, por ello una comunicación asertiva a la que es capaz de llegar mediante técnicas de comunicación es la mejor opción para favorecer la resolución de conflictos.
Escucha de forma activa
Una apuesta segura. Se trata solamente de escuchar con atención, sin interrumpir, ni adelantarnos, solo escuchar. A veces, lo único que tu pareja necesita es sentirse escuchado y es momento de demostrarle que puede hacerlo.
Repite, en ciertos momentos de la conversación, la última frase que tu pareja dijo para así ahondar más en el tema, brindarle espacio a responder, y al mismo tiempo para ayudarte a ti a confirmar que lo has entendido.
Es una excelente técnica de comunicación para reducir malentendidos.
Tiempo fuera
A veces resulta imposible controlarnos luego de una discusión, el mal humor te gana, las emociones son demasiado intensas y no puedes evitar despotricar todo lo que sientes sin pensarlo. Por ello, es importante pausar cuando las emociones suben de nivel, cuando se siente de forma intensa.
Dense un tiempo. Cinco minutos, treinta, una hora, lleguen al acuerdo incluso antes de cualquier discusión ¿qué harán como relación si la discusión se acalora demasiado? Acuerden una señal, una palabra segura que les haga entrar en razón (y mientras más absurda, mejor) en medio de la discusión y apártense del otro con una simple consigna de parte de ambos, por ejemplo:
“En este momento no puedo hablar, necesito 20 minutos para calmarme y poder hablar con calma. Que me pelee contigo, no quiere decir que haya dejado de amarte”
Es importante destacar el por qué se necesita, que no es una forma de huir de la discusión, y que, pese a todo, la relación no se ha trastocado por ello. Luego, retomen la conversación, con las cosas más claras. Es perfecta para fomentar la resolución de conflictos.
Check-in emocional
Abrirse no está mal. Ésta es una de las técnicas de comunicación que son temidas por muchos aquellos a los que no les gusta demostrar con regularidad el afecto, o abrirse emocionalmente a otros, pero es una muy buena técnica que, si se practica con regularidad, fortalece la comunicación en la relación y refuerza la conexión emocional.
Es simple: conversen de forma regular sobre cómo se sienten en la relación.
Tan sencillo como eso, ¿cómo estás? ¿cómo te sientes con nosotros como relación? ¿algo que podamos mejorar? ¿algo que te encante como estamos llevando? ¡Hay tantas preguntas que hacer!
Las técnicas de comunicación y como construir relaciones duraderas
¡Pero las técnicas de comunicación no son exclusivas de las relaciones de pareja! El resto de interacciones sociales también puede gozar de diversas técnicas con la que podemos apoyarnos a la hora de relacionarnos, permitirnos ser asertivos es una oportunidad de vincularse mediante algo tan natural y puro como la comunicación, ya que nos ayuda a aumentar la confianza, establecer límites, reducir el estrés mediante el autocuidado. Del mismo modo, la comunicación asertiva requiere que no sea violencia, pero de ésto puede hablarte mejor éste articulo que habla sobre la comunicación no violenta, no dudes en darle un vistazo.
El sándwich
Entre las diversas técnicas de comunicación, el sándwich es una de la más curiosas y al mismo tiempo simples de implementar, se trata es utilizar una sencilla formula a la hora de construir oraciones que comienza y termina con una aportación positiva, mientras que la “critica” se mantiene en el medio.
Por ejemplo, en lugar de decir “Me tienes harto por cancelarme los planes todo el tiempo, no te importo para nada”, puedes probar a decir “Me gusta pasar tiempo contigo, sin embargo, últimamente he notado que has cancelado varias salidas y me siento frustrado con ello, me encantaría que pudiéramos organizarnos mejor para una próxima salida juntos y disfrutar”
¿Es lo mismo? Claro que no. A veces, no se trata de lo que se dice, sino como se dice.
“Yo” en lugar del “tú”
Como una de las técnicas de comunicación, utilizar el “yo” en lugar del “tú” nos brinda la oportunidad de hablar de temas incomodos y que nos han molestado, evitando que alguno pueda sentirse atacado o estar a la defensiva. Solo necesitas cambiar las críticas que van dirigidas a sus acciones, y suplantarlas por cómo eso te hace sentir a ti.
En lugar de decir “Nunca me llamas, jamás te preocupas por mí”, suplantarlo por “me siento preocupado cuando no recibo una llamada tuya.”
Reformulación
Repetir lo que la otra persona dijo, pero con tus palabras, ofreciéndole una opción de entendimiento, además es una de las técnicas de comunicación que puede ayudarnos a reducir malentendidos, y aclarar, solo para estar seguros, de que hemos entendido. Por ejemplo: “Entiendo que lo que te molestó fue la forma en la que te grité.”
Es indudable la importancia que tiene la comunicación en la vida diaria de todos, al fin y al cabo, es lo que nos permite generar vínculos y relacionarnos, inclusive aprender. De este modo, las técnicas de comunicación son vitales para el correcto desenvolvimiento, nadie ama el conflicto, y éstas técnicas nos enseñan a comunicarnos, enfrentarnos a los problemas de las relaciones interpersonales, y no a huir de ellos. Recuerda, el objetivo es escuchar y expresarnos de la forma más asertiva posible.
Si aun así tienes ciertos problemas a la hora de relacionarte con los demás, no te preocupes, en Mente Sana psicología estamos para ayudarte, agenda ya mismo tu cita gratuita y embárcate en un proceso dónde nuestros terapeutas están listos para brindarte las mejores herramientas.
¡Hola! Qué bueno que te interese la comunicación asertiva, un pilar fundamental para nuestro bienestar psicológico y la calidad de nuestras interacciones. Diversos estudios señalan que las dificultades en la comunicación son una causa principal de estrés y conflictos interpersonales, afectando hasta al 70% de las relaciones laborales. ¿Alguna vez te has sentido incomprendido o con la sensación de no poder expresar lo que realmente piensas? Acompáñame en este viaje para explorar la comunicación asertiva y cómo implementarla en tu día a día.
Comunicación asertiva: La llave para expresarte con respeto
La comunicación asertiva definición se centra en la capacidad de cada individuo para expresar sus opiniones, sentimientos y necesidades de una manera directa, honesta y apropiada, respetando al mismo tiempo los derechos y sentimientos de los demás (Lange & Jakubowski, 1976). Este estilo comunicativo se sitúa en un punto medio entre la pasividad, donde uno no defiende sus propios derechos, y la agresividad, donde se imponen las opiniones sin considerar a los demás. La asertividad fomenta relaciones saludables y constructivas, basadas en el respeto mutuo y la comprensión (Smith, 1975).
Para comenzar a desarrollar una comunicación asertiva, es fundamental reconocer tus propios derechos y necesidades. Esto implica entender que tienes derecho a expresar tus opiniones, a decir no sin sentir culpa, a pedir lo que necesitas y a defenderte de la agresión, siempre de manera respetuosa. Un primer paso es identificar en qué situaciones te cuesta más ser asertivo. ¿Es al expresar desacuerdo con un superior? ¿Al pedir ayuda a un amigo? ¿Al establecer límites con un familiar? Reconocer estos patrones es el inicio del cambio.
Una herramienta poderosa para la comunicación asertiva es el uso de declaraciones en primera persona (“Yo”). En lugar de decir “Tú siempre me interrumpes”, una afirmación asertiva sería “Yo me siento frustrado cuando no puedo terminar mis ideas”. Esta técnica permite expresar tus sentimientos sin culpar al otro, lo que facilita una recepción más abierta del mensaje (Gordon, 2003). Practicar la escucha activa también es crucial; asegúrate de entender el punto de vista del otro antes de expresar el tuyo.
Comunicación asertiva ejemplos: Situaciones cotidianas llevadas a la práctica
Para comprender mejor la comunicación asertiva, veamos algunos comunicación asertiva ejemplos en diferentes contextos. Imagina que un compañero de trabajo te pide ayuda con una tarea que no te corresponde y para la que no tienes tiempo. Una respuesta pasiva sería aceptar, sintiéndote luego resentido. Una respuesta agresiva sería rechazarlo de forma brusca. Una respuesta asertiva podría ser: “Entiendo que necesitas ayuda, pero ahora mismo estoy con una tarea urgente y no tengo disponibilidad. ¿Podrías pedirle ayuda a … o podemos buscar un momento específico más tarde?”.
Otro de los comunicación asertiva ejemplos se presenta en una situación de desacuerdo con un amigo sobre la elección de una película. Una respuesta pasiva sería ceder a la elección del otro aunque no te guste. Una respuesta agresiva sería imponer tu elección sin considerar la opinión de tu amigo. Una respuesta asertiva podría ser: “Entiendo que te guste esa película, pero a mí no me atrae mucho ese género. ¿Qué te parecería si vemos esta otra que nos interesa a ambos, o podemos turnarnos para elegir la próxima vez?”.
En el ámbito familiar, la comunicación asertiva es vital. Por ejemplo, si un familiar hace comentarios hirientes sobre tu apariencia, una respuesta pasiva sería ignorarlo y sentirte mal. Una respuesta agresiva sería responder con un insulto. Una respuesta asertiva podría ser: “Me siento herido cuando haces comentarios sobre mi apariencia. Te agradecería que fueras más considerado con tus palabras”. Estos comunicación asertiva ejemplos ilustran cómo expresar tus necesidades y sentimientos de manera respetuosa y clara.
Comunicación asertiva
Comunicación asertiva definición: Desglosando sus componentes clave
Profundizando en la comunicación asertiva definición, encontramos varios componentes esenciales que la caracterizan. Uno de ellos es la honestidad, que implica expresar lo que realmente piensas y sientes, sin recurrir a la manipulación o la falsedad (Satir, 1988). Otro componente crucial es el respeto, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Esto significa que al expresar nuestras necesidades, consideramos también los sentimientos y derechos de la otra persona.
La firmeza es otro elemento clave de la comunicación asertiva definición. Implica mantener tu postura y defender tus derechos de manera calmada y persistente, sin ceder ante la presión o la manipulación (Fensterheim & Baer, 1975). Sin embargo, esta firmeza debe ir acompañada de flexibilidad, estando dispuesto a escuchar y considerar diferentes perspectivas, buscando soluciones que puedan satisfacer las necesidades de ambas partes.
La empatía juega un papel fundamental en la comunicación asertiva. Intentar comprender la perspectiva del otro, reconocer sus sentimientos y validar su punto de vista, aunque no se comparta, facilita una comunicación más efectiva y respetuosa (Rogers, 1957). La comunicación asertiva no busca ganar o imponerse, sino establecer un diálogo constructivo donde ambas partes se sientan valoradas y escuchadas.
Para mejorar tu comunicación asertiva, puedes practicar algunas técnicas específicas. Una de ellas es la técnica del “disco rayado”, que consiste en repetir tu punto de vista de manera calmada y firme tantas veces como sea necesario, sin dejarte desviar por las objeciones o provocaciones del otro. Otra técnica útil es el “acuerdo asertivo”, que implica reconocer si has cometido un error sin necesidad de disculparte en exceso, separando el error de tu valía personal.
Comunicación asertiva en el trabajo: Clave para el éxito profesional
La comunicación asertiva en el trabajo es una habilidad esencial para un ambiente laboral sano y productivo. En este contexto, la capacidad de expresar tus ideas claramente, defender tus puntos de vista con respeto y establecer límites con tus compañeros y superiores es crucial para evitar conflictos, reducir el estrés y fomentar la colaboración (Bolton, 1986). La falta de comunicación asertiva en el trabajo puede llevar a malentendidos, resentimientos y una disminución en la moral del equipo.
Uno de los comunicación asertiva ejemplos en el trabajo podría ser la situación en la que un compañero constantemente te interrumpe en las reuniones. Una respuesta asertiva sería decir: “Disculpa, me gustaría terminar mi idea antes de que intervengas. Luego, con gusto escucho tu opinión”. Esto establece un límite de manera respetuosa pero firme. Otro ejemplo se da al solicitar un aumento salarial. En lugar de exigirlo o insinuarlo pasivamente, una aproximación asertiva sería presentar tus logros y responsabilidades de manera clara y segura, justificando tu petición con argumentos sólidos y basados en tu desempeño.
La comunicación asertiva en el trabajo también implica saber decir no a tareas que no te corresponden o que exceden tu capacidad, sin sentir culpa. Una respuesta asertiva podría ser: “Agradezco que hayas pensado en mí para esta tarea, pero actualmente estoy con una carga de trabajo considerable y no podría cumplirla en el plazo requerido. ¿Podríamos delegarla en otra persona o revisar mis prioridades?”. Esta respuesta es honesta, respetuosa y establece un límite claro.
Para fomentar la comunicación asertiva en el trabajo, las organizaciones pueden implementar talleres y capacitaciones en habilidades comunicativas. Promover una cultura de respeto y escucha activa, donde se valore la expresión honesta de opiniones y se gestione constructivamente el conflicto, es fundamental. Los líderes deben modelar comportamientos asertivos y alentar a sus equipos a comunicarse de manera abierta y respetuosa.
Recuerda que desarrollar una comunicación asertiva es un proceso continuo que requiere práctica y autoconciencia. Observa tus patrones de comunicación, identifica las situaciones en las que te gustaría ser más asertivo y comienza a implementar estas herramientas gradualmente.
¿Sabías que estudios sugieren que hasta un 70% de los conflictos en el trabajo se deben a problemas de comunicación? (CPP Inc., 2008). En nuestras relaciones personales, la cifra podría ser similar. Vivimos en un mundo interconectado, pero ¿realmente nos conectamos? Hoy te invito a explorar un camino diferente: la comunicación no violenta, una filosofía y un lenguaje para enriquecer nuestras vidas.
¿Qué es exactamente la comunicación no violenta?
La comunicación no violenta (CNV), a menudo asociada con su desarrollador, Marshall Rosenberg, es mucho más que una simple técnica de diálogo; es una forma de entender la interacción humana (Rosenberg, 2015). Se basa en la premisa de que todos compartimos necesidades humanas universales y que nuestros conflictos surgen cuando nuestras estrategias para satisfacer esas necesidades chocan (Little, 2018). Adoptar la comunicación no violenta implica un cambio de enfoque: de juzgar y culpar, a comprender y conectar.
El enfoque de comunicación no violenta Rosenberg nos enseña a expresar honestamente nuestros sentimientos y necesidades, y a escuchar empáticamente los de los demás (Rosenberg, 2015). No se trata de ser “bueno” o “sumiso”, sino de ser auténtico y claro, buscando soluciones que respeten las necesidades de todas las partes involucradas (Galtung & Jacobsen, 2000). Es un proceso activo de búsqueda de conexión.
Comunicación no violenta
Las raíces de la comunicación “Violenta”: Causas comunes
A menudo, sin darnos cuenta, empleamos patrones de comunicación que generan desconexión y dolor. Una causa frecuente es el uso de juicios moralistas, etiquetando a otros como “equivocados” o “malos” cuando sus acciones no se alinean con nuestros valores (Rosenberg, 2015). Esto activa mecanismos de defensa en lugar de apertura (Beck, 1976).
Otra barrera importante son las comparaciones. Compararnos con otros o comparar a los demás entre sí puede generar envidia, vergüenza o resentimiento, bloqueando la empatía (Festinger, 1954). La comunicación no violenta nos invita a centrarnos en nuestras propias experiencias y necesidades, en lugar de medirnos contra estándares externos (Rosenberg, 2015).
La negación de la responsabilidad es también una forma sutil de violencia comunicativa. Frases como “tuve que hacerlo” o “me obligaron a” oscurecen nuestra capacidad de elección y agencia personal (Bandura, 1999). La comunicación no violenta nos anima a reconocer que somos responsables de nuestras acciones, pensamientos y sentimientos (Rosenberg, 2015).
Finalmente, expresar nuestros deseos en forma de exigencias es una causa común de conflicto. Una exigencia implica una amenaza implícita de castigo o culpa si no se cumple (Rosenberg, 2015). Esto genera resistencia en lugar de cooperación voluntaria, dañando la calidad de la relación (Deci & Ryan, 2000). La comunicación no violenta propone el uso de peticiones claras.
Los cuatro componentes clave de la comunicación no violenta
Marshall Rosenberg estructuró la comunicación no violenta en cuatro componentes esenciales que actúan como herramientas prácticas. Estos pasos nos guían para expresarnos y escuchar de una manera que fomenta la comprensión y la conexión (Rosenberg, 2015). No son una fórmula rígida, sino una guía flexible para mantenernos conscientes.
1. Observaciones (sin evaluación): El arte de ver claramente
El primer paso es aprender a observar lo que ocurre en una situación sin mezclarlo con nuestros juicios o interpretaciones (Rosenberg, 2015). Se trata de describir hechos concretos, como “Veo que los platos están en el fregadero” en lugar de “Eres un desordenado”. Separar la observación de la evaluación reduce la defensividad (Krishnamurti, 1969).
Practicar la observación objetiva requiere atención plena y conciencia de nuestras propias tendencias a evaluar (Kabat-Zinn, 2003). Es un entrenamiento mental para describir la realidad compartida de la forma más neutra posible, sentando una base común para el diálogo con la comunicación no violenta (Rosenberg, 2015).
2. Sentimientos (identificando nuestras emociones): Conectar con el corazón
El segundo componente es identificar y expresar cómo nos sentimos en relación a lo que observamos (Rosenberg, 2015). Esto implica desarrollar un vocabulario emocional rico y preciso, diferenciando sentimientos genuinos (triste, alegre, asustado) de pseudo-sentimientos que ocultan juicios (ignorado, manipulado, atacado) (Ekman, 1992).
Nombrar nuestros sentimientos nos permite conectar con nuestra experiencia interna y comunicarla auténticamente (Gross, 1998). La comunicación no violenta nos recuerda que nuestros sentimientos son señales importantes sobre nuestras necesidades, invitándonos a validarlos sin culpar a otros por ellos (Rosenberg, 2015).
3. Necesidades (descubriendo lo universal): La raíz de nuestros sentimientos
Detrás de cada sentimiento hay una necesidad humana universal, ya sea satisfecha o insatisfecha (Rosenberg, 2015). El tercer paso es conectar nuestros sentimientos con estas necesidades subyacentes (ej. necesidad de apoyo, respeto, autonomía, conexión, seguridad) (Maslow, 1943). Por ejemplo, “Me siento frustrado (sentimiento) porque necesito colaboración (necesidad)”.
Identificar nuestras necesidades nos empodera y nos humaniza, revelando nuestra vulnerabilidad compartida (Brown, 2012). La comunicación no violenta nos enseña que reconocer y expresar nuestras necesidades es fundamental para la auto-compasión y para generar empatía en los demás (Rosenberg, 2015).
4. Peticiones (claras, positivas y accionables): Pidiendo lo que enriquece la vida
Finalmente, una vez que hemos conectado con nuestras observaciones, sentimientos y necesidades, podemos formular una petición clara y concreta (Rosenberg, 2015). Una petición en la comunicación no violenta se diferencia de una exigencia en que estamos abiertos a escuchar un “no” como respuesta, buscando estrategias que funcionen para todos (Fisher & Ury, 1981).
Las peticiones deben ser específicas, formuladas en lenguaje de acción positivo (lo que queremos que suceda, no lo que no queremos) y realizables en el presente (Rosenberg, 2015). Por ejemplo, en lugar de “No seas desconsiderado”, podríamos decir “¿Estarías dispuesto a hablar conmigo durante 10 minutos sobre cómo podemos compartir las tareas?”. El libro comunicación no violenta profundiza en esto.
Entendemos que integrar la comunicación no violenta en tu día a día puede ser un proceso profundo y, a veces, desafiante. Requiere práctica, autoconciencia y, en ocasiones, un acompañamiento profesional. Si sientes que te gustaría explorar más a fondo tus patrones de comunicación y relación, o si estás atravesando dificultades, recuerda que en Mente Sana estamos para apoyarte. Queremos que sepas que tu primera sesión es gratuita. Anímate a iniciar tu proceso con nuestros profesionales cualificados y descubre cómo podemos ayudarte a construir relaciones más sanas y satisfactorias. ¡Estamos aquí para ti!
El poder transformador de la empatía en la comunicación no violenta
La comunicación no violenta no solo se trata de cómo nos expresamos, sino también, y quizás más importante, de cómo escuchamos (Rosenberg, 2015). La empatía, en el contexto de la CNV, implica escuchar los sentimientos y necesidades detrás de las palabras de la otra persona, incluso si se expresan de manera crítica o demandante (Rogers, 1957).
Escuchar con empatía no significa estar de acuerdo, sino comprender profundamente la experiencia del otro (Kohut, 1971). Implica ofrecer nuestra presencia plena y reflejar lo que creemos escuchar en términos de sentimientos y necesidades (“¿Te sientes frustrado porque necesitas más apoyo?”). Esta cualidad de escucha puede desactivar conflictos y crear puentes de conexión (Goleman, 1995). El libro comunicación no violenta dedica capítulos enteros a esta habilidad.
Practicar la auto-empatía es igualmente crucial en la comunicación no violenta. Consiste en aplicar los mismos principios de escucha compasiva hacia nosotros mismos, especialmente cuando cometemos errores o nos sentimos abrumados (Neff, 2011). Conectar con nuestros propios sentimientos y necesidades sin juicio nos permite regularnos emocionalmente y responder desde un lugar de mayor calma y claridad (Siegel, 2010).
“Comunicación no violenta: Un lenguaje de vida” – Más que un libro, una filosofía
El título del influyente trabajo de Rosenberg, “Comunicación no violenta: Un lenguaje de vida”, encapsula perfectamente la esencia de este enfoque. No es solo una técnica para resolver disputas, sino una forma integral de relacionarse con uno mismo, con los demás y con el mundo (Rosenberg, 2015). Comunicación no violenta un lenguaje de vida implica una transformación interna.
Aplicar la comunicación no violenta puede mejorar drásticamente la calidad de nuestras relaciones íntimas, familiares y de amistad, fomentando la confianza y la comprensión mutua (Gottman, 1999). Permite navegar desacuerdos de manera constructiva, fortaleciendo los vínculos en lugar de debilitarlos. Es una herramienta poderosa para la inteligencia emocional relacional (Salovey & Mayer, 1990).
En el ámbito laboral, la comunicación no violenta puede transformar la cultura organizacional, mejorando la colaboración, la resolución de conflictos y la retroalimentación (Lencioni, 2002). Equipos que practican la CNV tienden a ser más innovadores y productivos, ya que se sienten más seguros para expresar ideas y preocupaciones honestamente (Edmondson, 1999). La lectura del libro comunicación no violenta es muy recomendable para líderes.
Incluso en nuestra relación con nosotros mismos, la comunicación no violenta ofrece un camino hacia una mayor autoaceptación y paz interior. Al reemplazar el diálogo interno crítico por uno basado en la comprensión de nuestras necesidades, podemos liberarnos de patrones de culpa y vergüenza (Gilbert, 2009). Comunicación no violenta un lenguaje de vida empieza por cómo nos hablamos a nosotros mismos.
Conclusión
La comunicación no violenta no es una varita mágica, pero sí es una herramienta increíblemente poderosa y una filosofía de vida transformadora. Requiere práctica, paciencia y coraje para ser vulnerables (Brown, 2012). Sin embargo, los frutos –relaciones más auténticas, resolución de conflictos más efectiva y una mayor paz interior– bien valen el esfuerzo.
Te animamos a explorar más sobre la comunicación no violenta, quizás empezando por el libro comunicación no violenta de Marshall Rosenberg. Recuerda que cada pequeño paso hacia una comunicación más consciente y empática contribuye a crear un mundo donde las necesidades de todos importan. La comunicación no violenta es, en esencia, un acto de esperanza.
Q&A
¿La comunicación no violenta significa ser siempre “agradable” o evitar el conflicto? No necesariamente. La CNV busca la autenticidad y la honestidad radical, no la evitación. Se trata de expresar nuestra verdad (observaciones, sentimientos, necesidades, peticiones) de forma clara y respetuosa, y de abordar los conflictos de manera que se comprendan y respeten las necesidades de todos, lo cual puede ser intenso pero no “violento” en el sentido de dañar la conexión. A veces implica decir “no” o expresar desacuerdo, pero desde un lugar de respeto a las necesidades propias y ajenas.
¿Puedo usar la comunicación no violenta si la otra persona no la conoce o no la practica? ¡Sí! La CNV es principalmente una práctica interna y una forma de escuchar. Puedes usar la empatía para intentar comprender los sentimientos y necesidades detrás de las palabras de la otra persona, sin importar cómo se expresen. También puedes expresar tus propios sentimientos y necesidades usando los cuatro pasos. Aunque la interacción es más fluida si ambas partes la conocen, aplicar la CNV unilateralmente ya puede cambiar significativamente la dinámica.
¿La comunicación no violenta funciona en situaciones de alta tensión o con personas muy “difíciles”? Puede ser especialmente útil, aunque también más desafiante. Requiere mucha práctica en auto-regulación y empatía. En situaciones tensas, centrarse en las necesidades universales (seguridad, respeto, comprensión) puede ayudar a desescalar. Sin embargo, la CNV no garantiza resultados específicos ni es apropiada en situaciones de abuso donde la seguridad es prioritaria. Es una herramienta, no una panacea.
¿Es la comunicación no violenta una forma de manipulación para conseguir lo que quiero? La intención detrás de la CNV es crucial. Si se usa con la intención genuina de conectar y encontrar soluciones que funcionen para todos, no es manipulación. Si se usa como una táctica para “hacer” que otros hagan lo que queremos sin considerar sus necesidades, se pervierte su propósito. La autenticidad y el respeto mutuo son fundamentales en la comunicación no violenta.
¿Cuánto tiempo se tarda en aprender y dominar la comunicación no violenta? La comunicación no violenta es un “lenguaje de vida”, por lo que es un aprendizaje continuo. Se pueden comprender los conceptos básicos relativamente rápido (leyendo el libro comunicación no violenta o asistiendo a un taller), pero integrar la CNV como una respuesta natural requiere práctica constante y autoconciencia. Es más un camino que un destino, y cada interacción es una oportunidad para practicar.
Referencias
Bandura, A. (1999). Social cognitive theory: An agentic perspective. Asian Journal of Social Psychology, 2(1), 21–41.
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Las dinámicas de comunicación para adultos representan en gran parte, el concepto de ser seres sociales y la importancia de la comunicación como personas. Como seres biopsicosociales, los humanos dependemos de la manera en la que consigamos afrontar la comunicación y todo lo que ello conlleva, necesitamos la interacción, la socialización, por mucho que se raye en lo introvertido o aislado, es una necesidad básica del ser humano y parece ser que mientras más crecemos más complicado se vuelve el saber integrarse a los grupos. Por ello, existen diversas dinámicas que pueden implementarse para facilitarlo, con variedad de factores para aprender a mejorar nuestros procesos comunicativos.
¿Qué es la comunicación?
No se pueden explorar las dinámicas de comunicación para adultos sin antes entender qué significa para nosotros la comunicación. Según (Lisandra Cordero Durán, 2018) la comunicación es una actividad cotidiana e inherente a los seres humanos, y antigua como sociedad, y a términos muy sencillos es la capacidad que se tiene de transmitir un mensaje, entre dos o más personas a través de un medio o canal, utilizando códigos o lenguajes en común. (Zalba y Jorgelina Bustos, 2001), comentaban que como proceso humano la comunicación es fundamental y enmarca la vida del hombre, tanto como su inmersión en lo social.
Todos nos comunicamos, no existe forma en la que esto no pueda ser posible. Todos somos parte de una forma u otra, de un proceso comunicativo, ya que esta actividad inherente del humano representa su historia, su formación y su identidad como sociedad.
¿Qué son las dinámicas de comunicación para adultos?
Se definen para adulto solo como una separación de grupo etario importante para su realización, pero las dinámicas de comunicación son una serie de actividades e interacciones que se desarrollan entre un grupo de personas con el objetivo de ponerse a prueba y mejorar las habilidades comunicativas, estas dinámicas suelen representar un reto, ser complicadas según ciertos contextos todo para poder desafiar a quienes se involucran y sacar la mejor versión de ellos.
Las dinámicas de comunicación para adultos, además, refiere a aquel grupo de interacciones sociales, que pueden ser clave a la hora de transmitir ideas, resolver conflictos o fortalecer las relaciones. Representan la forma de socializar en un entorno, y puede que, si presentamos dificultades a la hora de la resolución de conflictos o de conectar con nuestros pares en el ámbito más habitual de nuestro día a día, esto pueda parecer un reto a la hora de manejarnos en el entorno social.
Como personas, nos adaptamos conforme el tiempo pasa sobre nosotros, adoptamos métodos de comunicación y sociabilización dónde claramente hay jerarquías marcadas por los distintos modelos de interactuar que las personas pueden desarrollar, y esto es algo que vemos en nuestro día a día, en cada relación interpersonal por la que crucemos, pareja, familia, amigos, incluso en el ámbito laboral.
¿Cómo saber si necesito practicar dinámicas de comunicación para adultos?
Puede haber muchas razones, ya sea porque personalmente creas necesitarlo, o porque estés experimentando problemas a la hora de relacionarte, las dinámicas de comunicación para adultos son necesarias cuando:
Grupos o individuos con estilos de comunicación distintivos o diferentes: unos son más abiertos, otros mucho más cerrados y pragmáticos, también hay personas que son más directos y otros muchos más recatados, esto no es más que diferentes maneras de comunicarse, y lamentablemente toparse con un estilo distinto al propio puede generar un golpe de realidad o un conflicto al no saber cómo reaccionar, generando malentendidos o disconformidad.
Carencia de asertividad: la asertividad es una habilidad comunicativa para expresar ideas y opiniones de forma clara y respetuosa, sin caer en lo hostil, pero respetando sus propios derechos y límites. A veces, puede ser un conflicto no saber cómo comunicarse con asertividad.
Falta de empatía: el egoísmo es quizás uno de los peores enemigos de la época actual, y la carencia de empatía su mayor compañero, ya que dificulta el entendimiento de emociones ajenas, y hasta cierto punto también de las propias.
Escaso control emocional: no saber cómo gestionar ciertas respuestas emocionales como el estrés o la frustración pueden orillar a una persona a comunicarse de forma poco efectiva, incapacitándole la asertividad o el propio entendimiento de sus pares.
Incapacidad para escuchar: la escucha activa es la clave para una buena comunicación, y es destacable que todos oyen, pero casi nadie escucha, haciendo referencia a que muchas veces se tiende a interrumpir o carecer de esa escucha activa que las personas pueden necesitar para sentirse comprendidos.
Formas de fomentar las dinámicas de comunicación para adultos: ejercicios sencillos para mejorar tu comunicación
Necesitarás: amigos, compañeros o cualquier persona dispuesta a compartir éstos momentos contigo, ya que a continuación te compartimos una serie de dinámicas de comunicación para adultos que pueden ayudarte a mejorar de forma significativa todas éstas habilidades de comunicación.
El teléfono descompuesto
Quizás una de las más conocidas, el telefono descompuesto es una increíble dinámica de grupo, muy divertida en el que se demuestra lo fácil que es distorsionar un mensaje cuando la escucha activa (y la propia escucha, la verdad) se ven comprometidos. Su objetivo es mejorar la precisión con la que uno puede comunicarse.
Como hacerlo: en una fila de varios participantes, se le entregará un mensaje al primero de ellos y ahora deberán pasarlo uno por uno, susurrando entre ellos. En algunas versiones, se recomienda taparle los oídos con algo a todos los participantes, menos al primero, para así complicar más el medio por el que se transmite el mensaje. Una vez llegado el mensaje hasta el último de los participantes, deberá decirlo en voz alta y el encargado de la dinámica les compartirá el mensaje original, para compararlos y ver en cuanto han cambiado.
Role playing
Un clásico en la resolución de conflictos y el favorito de muchos para las demostraciones de habilidades, el roleplaying se trata de asumir un rol y actuar, o fingir, en torno al contexto que se maneje. Para hablar de dinámicas de comunicación para adultos, su objetivo es la resolución de conflictos mediante la observación y la interpretación.
Para realizarlo, se necesita: dos o más personas y un conflicto o contexto a interpretar, la simple consigna debe ser tan sencilla como dejarlos actuar según convenga. Luego, se toma un momento para reflexionar sobre lo que ha ocurrido y qué otras formas de interpretación o resolución pueden tener.
La isla desierta
Si has estado en alguna dinámica propiciada por tu grupo de recursos humanos en tu trabajo, probablemente conozcas ésta en especial. Es una muy usada para fomentar el trabajo en equipo y a su vez, la comunicación.
Se necesita: un grupo grande, y se pide que cada uno responda tres simples preguntas de forma
Estás en una isla desierta ¿con cuál de tus compañeros te gustaría estar?
Suponiendo que el viaje te lo has ganado junto a 3 compañeros ¿a quienes elegirías?
Sabiendo que debes organizar un evento ¿a quién elegirías para que te ayude?
Cada respuesta necesita su justificación, pero la respuesta será anónima. Aquí lo importante no es a quienes elegimos, sino las razones de por qué: una vez terminado, los que guían la dinámica anotaran las palabras claves de cada justificación en una tabla y se tomará esto como valores que deben propiciarse en el grupo, y pueden ser tomados por los presentes como una motivación para mejorarlos por cuenta propia.
Repetir lo que el otro ha dicho
Un ejercicio para parejas, ya sea románticas o amistades, que fomenta la escucha activa. Es sencillo de implementar, y lo único que se necesitará es sentarse uno frente al otro y pedir que uno de ellos hable sobre algo que le interese, un tema, una historia, un pequeño momento para compartir una idea, y ser escuchado sin interrupción. Al final, la otra persona deberá repetir lo que entendió, estando abierto para correcciones si hubo malinterpretaciones.
La comunicación ciertamente es complicada, no vamos a mentir. Crecer es complicado, comunicarse y ser entendido es complicado, pero no imposible, y es un factor importante para propiciar las relaciones saludables entre seres humanos, por ello las dinámicas de comunicación para adultos son importantes para entender cómo, según la psicología, podemos practicar y desarrollar mejor nuestras habilidades de comunicación.
Si personalmente consideras que lo que necesitas es habilidades de comunicación de forma más personal, no te preocupes, en Mente Sana Psicología podemos ayudarte, agenda ya mismo tu cita completamente gratuita y permítenos ayudarte a desarrollar todo tu potencial.
Referencias bibliográficas
Cordero Durán, Lisandra. (2018). La comunicación como proceso cultural. Pistas para el análisis. Revista Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina , 6(3)
Rendón Cobián, Marcela Victoria. (2016). La relevancia del grupo en la dinámica institucional: Un equipo de buceo universitario. Iztapalapa. Revista de ciencias sociales y humanidades, 37(81), 39-62.