Cómo tener una relación sana de pareja

Mareos y angustia: Entendiendo la conexión entre cuerpo y mente

mareos y angustia

¿Alguna vez has sentido que el mundo da vueltas a tu alrededor, acompañado de una inquietante sensación de angustia que te oprime el pecho? Esta experiencia, más común de lo que se cree, es una compleja interacción entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Lejos de ser meros episodios aislados, los mareos y angustia con frecuencia se entrelazan en un ciclo que puede resultar desconcertante y debilitante. En este artículo, exploraremos las posibles causas de esta peculiar conexión, explorando cómo factores físicos y psicológicos pueden converger para generar estas sensaciones.

Mareos y angustia

¿Qué son los mareos y angustia?

Los mareos y angustia son síntomas físicos y emocionales muy comunes que pueden entrelazarse y crear un círculo vicioso. Es importante entender que, si bien pueden tener causas médicas, en muchos casos, cuando se asocian con la ansiedad, son el resultado de la activación de la respuesta de “lucha o huida” del cuerpo.

¿Por qué la ansiedad causa mareos y angustia?

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante una amenaza, real o percibida. Cuando estamos ansiosos, nuestro sistema nervioso se activa y desencadena una serie de cambios fisiológicos, que incluyen:

  • Hiperventilación: Respirar de forma rápida y superficial puede disminuir los niveles de dióxido de carbono en la sangre. Esto afecta el flujo sanguíneo al cerebro y puede causar mareos, hormigueo y sensación de desmayo.
  • Tensión muscular: La ansiedad provoca una tensión generalizada en el cuerpo, especialmente en el cuello y los hombros. Esta tensión puede afectar el equilibrio y la circulación, lo que contribuye a la sensación de mareo.
  • Cambios en el flujo sanguíneo: Durante la ansiedad, el cuerpo desvía la sangre a las extremidades (para prepararse para “luchar o huir”) y menos a zonas como el cerebro, lo que puede generar inestabilidad y sensación de irrealidad.

Mareos y angustia

  • Activación del sistema vestibular: Este sistema, ubicado en el oído interno, es el encargado de nuestro equilibrio. La ansiedad puede alterar su funcionamiento, provocando desorientación espacial y sensación de inestabilidad.
  • Aumento del cortisol y fatiga: El estrés crónico y la ansiedad elevan los niveles de cortisol, lo que puede afectar el funcionamiento cerebral y generar fatiga mental y física, contribuyendo a la sensación de inestabilidad.

La angustia se relaciona directamente con la ansiedad, siendo un sentimiento de miedo o incomodidad intensa. En el contexto de los mareos, la angustia puede surgir por el propio temor a la inestabilidad o a perder el control, o por la preocupación de que el mareo sea síntoma de algo más grave. Este miedo y preocupación pueden, a su vez, intensificar los síntomas físicos de ansiedad, incluyendo los mareos, creando un ciclo de retroalimentación negativa.

Los mareos y la angustia en la ansiedad son manifestaciones de la forma en que el estrés y el miedo afectan nuestro cuerpo, alterando el equilibrio fisiológico y generando sensaciones de inestabilidad y preocupación.

Te recomendamos leer “Ansiedad somatizada: ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?” 

Estrategias inmediatas

Cuando sientas que el mareo y la angustia te invaden, estas técnicas pueden ayudarte a recuperar el control:

  • Enfócate en tu respiración: La hiperventilación es un gran culpable. Intenta una respiración diafragmática (o abdominal):
    • Siéntate o acuéstate cómodamente.
    • Coloca una mano en tu pecho y otra en tu abdomen.
    • Inhala lentamente por la nariz durante 4 segundos, sintiendo cómo tu abdomen se eleva.
    • Mantén la respiración durante 2 segundos.
    • Exhala lentamente por la boca (como si soplaras por una pajita) durante 6 segundos, sintiendo cómo tu abdomen desciende.
    • Repite esto varias veces hasta que te sientas más calmado.

  • Encuentra un punto fijo: Si sientes que el mundo da vueltas, busca un objeto inmóvil en el horizonte o en la habitación y fíjate en él. Esto puede ayudar a tu cerebro a recalibrar y reducir la sensación de inestabilidad.
  • Hidratación y un pequeño tentempié: A veces, los mareos pueden ser por deshidratación o niveles bajos de azúcar en sangre. Bebe un vaso de agua y come algo ligero como una galleta o una pieza de fruta.

Mareos y angustia

  • Enfría tu rostro: Salpicar agua fría en tu cara o aplicar una compresa fría en la nuca puede activar el reflejo de buceo, que ralentiza el ritmo cardíaco y puede calmar el sistema nervioso.
  • Distracción controlada: Concéntrate en un objeto, describe algo en tu entorno, o nombra 5 cosas que puedas ver, 4 que puedas tocar, 3 que puedas oír, 2 que puedas oler y 1 que puedas saborear (la técnica 5-4-3-2-1). Esto desvía tu atención de los síntomas a tu entorno.
  • Reafirmaciones positivas: Recuérdate a ti mismo que es la ansiedad, que pasará, y que estás a salvo. “Esto es ansiedad, no es peligroso, y pasará”.

Conclusión

Los mareos y la angustia, especialmente cuando se presentan en el contexto de la ansiedad, pueden resultar desconcertantes y generar una sensación de pérdida de control. Sin embargo, lejos de ser simples coincidencias, estos síntomas reflejan la profunda conexión entre mente y cuerpo, y suelen ser una señal de que el sistema nervioso está respondiendo al estrés de forma intensa.

Reconocer que estos episodios no siempre indican una condición física grave, sino una respuesta emocional y fisiológica, es el primer paso para recuperar la tranquilidad. En Mente Sana queremos acompañarte en este camino hacia el bienestar. Por eso, te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, completamente confidencial y accesible desde la comodidad de tu hogar.

Agenda tu primera sesión hoy mismo. A veces, todo lo que se necesita es un primer paso para empezar a sentirse mejor, y ese paso está en tus manos.

Referencia

Eric Formeister, (2025). Mareo y vértigo.

Mareos por la ansiedad: Entendiendo la conexión

Los mareos son una sensación incómoda y a menudo preocupantes que muchas personas experimentan. Si bien pueden ser un síntoma de diversas condiciones médicas, es importante reconocer que la ansiedad es una causa sorprendentemente común y subestimada. La conexión entre la ansiedad y los mareos es muy real y está ligada a complejas respuestas fisiológicas en nuestro cuerpo. Este artículo explora cómo la ansiedad puede desencadenar la sensación de mareo o vértigo. Ofreciendo una visión más clara de los mareos por ansiedad. Entender esta relación es el primer paso para gestionar y aliviar estos síntomas tan abrumadores.

Mareos por la ansiedad

¿Qué son los mareos por la ansiedad?

Un estudio publicado en The Journal of Psychosomatic Research (2018), encontró que hasta el 28% de los pacientes con trastorno de ansiedad reportan mareos frecuentes como uno de sus síntomas principales. Además, indicó que la hipervigilancia corporal, es decir la atención excesiva a las sensaciones físicas, puede intensificar la percepción de mareos creando un ciclo de ansiedad que agrava los síntomas físicos.

Entonces, los mareos por la ansiedad son una manifestación física común que ocurre cuando el cuerpo responde al estrés o a situaciones que generan miedo. Estas sensaciones incluyen inestabilidad, vértigo leve o una percepción de que el entorno se mueve. Aunque estos mareos pueden ser muy desconcertantes, no suelen estar relacionados con problemas médicos graves, sino con la respuesta física a la ansiedad.

Síntomas somáticos de los mareos por la ansiedad

La ansiedad puede manifestarse de diversas formas en cada uno de nosotros, y los mareos por la ansiedad suele ser uno de ellos y estos pueden aparecer repentinamente y se refieren a una sensación de aturdimiento mental o sensación de movimiento. Algunos de estos síntomas son:

  • Lentitud en el pensamiento.
  • Visión borrosa.
  • Debilidad muscular.
  • Malestar generalizado.
  • Sensación de irrealidad.
  • En casos más graves, desmayos.

Tipos de mareos por la ansiedad

Como ya te comentamos los mareos por la ansiedad son una manifestación somática del cuerpo debido a la ansiedad, esto suele ser común, también puede generar sensación de inestabilidad o vértigo. Pero se pueden presentar varios tipos de mareos que están relacionados directamente con la ansiedad, aquí algunos de ellos:

  • Sensación de inestabilidad: sentir que el piso se mueve o estás a punto de caerte.
  • Vértigo leve: es la sensación que todo gira a tu alrededor, aunque nada esté en movimiento.
  • Despersonalización: sensación de desconexión del entorno o de uno mismo, como si estuvieras en un sueño.
  • Aturdimiento mental: dificultad para concentrarse o sensación de cabeza nublada.
  • Hiperventilación: respiración rápida que puede causar una sensación de mareo o desmayo.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Mareos por la ansiedad

Causas de los mareos por la ansiedad

Los mareos por la ansiedad como ya pudiste observar son el resultado de diversos factores fisiológicos. Cuando el cuerpo está bajo mucho estrés activa mecanismos que pueden alterar el equilibrio y la percepción. Antes de que continúes leyendo creemos que puede interesarte “¿Dolor de estómago por ansiedad? Exploremos sus causas principales”, para que obtengas más información al respecto. 

Entre las causas más comunes están:

  • Hiperventilación: respirar rápidamente reduce el dióxido de carbono en la sangre, lo que puede provocar mareos.
  • Tensión muscular: la rigidez en el cuello y los hombros puede afectar el flujo sanguíneo en el cerebro.
  • Cambios en la presión arterial: la ansiedad puede provocar fluctuaciones en la presión, causando mareos.
  • Deshidratación: el estrés puede reducir la ingesta de líquidos, afectando la circulación.
  • Fatiga mental y física: el agotamiento acumulado puede generar sensación de inestabilidad.

¿Por qué se generan los mareos por la ansiedad?

La ansiedad activa en nuestro cuerpo la respuesta de “lucha o huida” por ello hay una serie de complejas reacciones fisiológicas, aquí te comentamos algunos de estos mecanismos:

  • La ansiedad activa el sistema nervioso simpático, lo que nos prepara para una amenaza percibida. Esto desencadena las respuestas fisiológicas como el aumento del ritmo cardíaco, la tensión muscular y la respiración acelerada.
  • Esta sensación de alerta constante altera el equilibrio del sistema contribuyendo a la sensación de mareo.
  • Durante un episodio de ansiedad, es común que se respire de forma rápida y superficial. Esto altera el equilibrio de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.
  • Esto provoca una constricción de los vasos sanguíneos del cerebro, lo que reduce el flujo sanguíneo cerebral. Lo que se manifiesta como aturdimiento, sensación de cabeza hueca o mareos.
  • El sistema vestibular, ubicado en el oído interno, es el encargado de procesar la información sobre el equilibrio y la orientación espacial. La ansiedad puede sensibilizar este sistema, haciendo que sea más propenso a reaccionar de forma exagerada a estímulos normales.
  • La ansiedad crónica a menudo conlleva una tensión muscular persistente, especialmente en el cuello y los hombros. Esta tensión puede afectar la postura y el flujo sanguíneo a la cabeza, contribuyendo a dolores de cabeza tensionales y, en consecuencia, a sensaciones de mareo o desequilibrio.
  • Mayor conciencia corporal, a menudo las personas ansiedad están hipervigilantes a las sensaciones de su propio cuerpo. Cualquier cambio fisiológico, por pequeño que sea puede ser percibido y amplificado, lo que lleva a una mayor preocupación y, a su vez, a más ansiedad y mareos.

Comprender que estos mareos son síntomas físicos legítimos de la ansiedad abordándola directamente es clave para aliviar y controlar estos episodios de mareos, pedir ayuda profesional es fundamental para validar la experiencia de quienes lo padecen y para iniciar un camino hacia el bienestar.

Conclusión

En resumen, los mareos por la ansiedad no son una ilusión, sino una manifestación física concreta de la activación del sistema nervioso autónomo. La hiperventilación, las alteraciones en el sistema vestibular, la tensión muscular y las fluctuaciones en la presión arterial son solo algunas de las vías por las cuales la ansiedad puede desencadenar estas sensaciones tan perturbadoras. Al reconocer esta conexión entre nuestra mente y cuerpo, podemos abordar de manera efectiva y, en consecuencia, recuperar el equilibrio y la estabilidad en nuestra vida.

En Mente Sana queremos ayudarte en el proceso, es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Terapify (2025), Mareos por ansiedad: qué son y cómo superarlos.

Palabras que ayudan: Qué decirle a una persona con ansiedad

Qué decirle a una persona con ansiedad

Saber cómo apoyar a una persona que experimenta ansiedad puede marcar una gran diferencia en su día a día. Las palabras que elegimos pueden ser un bálsamo o, por el contrario, aumentar su angustia. En este artículo exploraremos qué decirle a una persona con ansiedad, que realmente le ayuden, ofreciendo una perspectiva clara sobre cómo comunicarse de manera efectiva y comprensiva con alguien que está lidiando con la ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

Para que sepas que decirle a una persona con ansiedad es crucial que reconozcas qué es la ansiedad y puedas identificar sus señales. Según el DSM-5, la ansiedad se define como una respuesta natural a una amenaza o situación estresante, que puede manifestarse como miedo, anticipación de peligro, o incluso pánico. La ansiedad, en un contexto de trastorno, causa angustia significativa o deterioro en el funcionamiento diario.

Qué decirle a una persona con ansiedad
¿Qué decirle a una persona con ansiedad?

Creemos que puede interesarte el siguiente artículo “Cómo superar la ansiedad”

Qué no se debe decir a una persona con ansiedad

Saber qué no decir es tan importante como saber qué decir. Aquí te compartimos una serie de frases que suelen utilizarse con se está con alguien que sufre de ansiedad:

  • Cálmate o Relájate: esto puede hacerles sentir incomprendidos o que sus sensaciones no son válidas. Aunque suele ser bien intencionado, esto puede minimizar la intensidad de lo que la persona está sintiendo, ya que si pudiera calmarse fácilmente ya lo habría hecho.
  • No te preocupes, no es gran cosa: esto también es una forma de invalidar sus sentimientos. Para la persona con ansiedad si es una gran cosa, y minimizarlo de esta manera puede hacerlos sentir solos.
  • Ten pensamientos positivos: esto puede ser útil a largo plazo, pero en el momento de la ansiedad puede ser difícil alcanzarlo.
  • Tu eres fuerte: esto puede ejercer una presión adicional sobre la persona y así quiera ocultar sus sentimientos, no busque ayuda, cuando realmente necesita un espacio seguro para expresarse.
  • Solo está en tu cabeza: aunque la ansiedad tiene un componente psicológico, esta frase puede ser muy despectiva y hacer que la persona sienta que sus síntomas no son reales o importantes.
  • Supéralo o déjalo ir: la ansiedad no es algo que simplemente se pueda “superar” con fuerza de voluntad.
  • Dar consejos no solicitados: a menos que te los pidan directamente, evita dar soluciones o consejos sobre cómo “arreglar” la situación. Lo que principalmente necesita es apoyo y compasión.

Qué decirle a una persona con ansiedad

Saber que decir puede marcar una diferencia significativa en alguien que esta experimentando ansiedad. Aquí tienes algunas frases que pueden ser muy reconfortantes:

  • Entiendo que te sientas así: esto valida sus sentimientos y reconoce su experiencia sin juzgarla.
  • Parece que estás pasando un momento difícil: esto muestra empatía de tu parte y también comprensión.
  • Está bien que no te sientas bien: normaliza sus emociones.
  • Lo que sientes es real e importante: esto valida lo que está experimentando y la intensidad de su ansiedad.
  • Estoy aquí para ti: ofrece apoyo emocional y presencia.
  • ¿Hay algo específico que pueda hacer para ayudarte ahora? Permite que la persona se exprese y te guíe sobre lo que necesita.
  • ¿Qué te ha ayudado en situaciones similares? Le recuerdas sus propias estrategias anteriores.
  • Concéntrate en este momento. ¿Qué ves, oyes y sientes ahora? Ayuda a la atención plena.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Es muy importante en cualquier caso de ansiedad que puedas escuchar activamente, sin interrumpir y prestando atención a lo que dicen y cómo lo dicen. Sé paciente, la ansiedad no es algo que desaparezca de inmediato. Sé compasivo, intenta comprender su perspectiva sin juzgar. No obstante, cada persona es diferente, y lo que puede funcionar para uno puede no funcionar para otro. Lo más valioso es ofrecer un espacio seguro y de apoyo donde se sienta escuchado y validados.

Frases psicológicas para lidiar con la ansiedad

Te compartimos algunas frases que pueden ser útiles para afrontar la ansiedad, están enfocadas en cambiar patrones de pensamiento y promover la calma:

Centrándose en el presente:

  • “Este momento es todo lo que tengo. El pasado ya pasó y el futuro aún no llega.” (Mindfulness)
  • “Respiro aquí, estoy aquí.” (Anclaje en el presente)
  • “Solo por hoy, elijo la paz en este instante.” (Enfoque en el día a día)
  • “Mis pensamientos no son hechos, son solo pensamientos.” (Distanciamiento cognitivo)
  • “Puedo manejar este momento, incluso si es incómodo.” (Autoeficacia)

Cuestionando los pensamientos ansiosos:

  • “¿Qué evidencia tengo para apoyar este pensamiento? ¿Y qué evidencia tengo en contra?” (Reestructuración cognitiva)
  • “¿Cuál es el peor escenario posible? ¿Y qué tan probable es que suceda?” (Evaluación de la probabilidad)
  • “¿Cómo le diría esto a un amigo que estuviera sintiendo lo mismo?” (Cambio de perspectiva)
  • “¿Este pensamiento me está ayudando o me está causando más ansiedad?” (Evaluación de la utilidad del pensamiento)
  • “¿Hay otra manera de ver esta situación?” (Flexibilidad cognitiva)

Promoviendo la auto aceptación y la calma:

  • “Está bien sentir lo que siento. Mis emociones son válidas.” (Validación emocional)
  • “Soy suficiente tal como soy, incluso con mi ansiedad.” (Auto aceptación)
  • “Puedo permitirme sentir esta ansiedad sin luchar contra ella.” (Aceptación)
  • “Mi cuerpo está haciendo lo mejor que puede para protegerme.” (Compasión hacia uno mismo)
  • “La calma reside dentro de mí. Puedo elegir conectarme con ella.” (Recurso interno)

Fomentando la acción y el afrontamiento:

  • “Pequeños pasos hacia mis objetivos son progreso.” (Enfoque en la acción gradual)
  • “Puedo hacer cosas que me dan miedo, incluso sintiendo ansiedad.” (Exposición gradual)
  • “Cuidar de mí mismo es una forma de afrontar la ansiedad.” (Autocuidado)
  • “Buscar apoyo es una señal de fortaleza, no de debilidad.” (Importancia de la conexión)
  • “He superado desafíos antes y puedo superar este también.” (Recordatorio de la resiliencia)

Conclusión

Las palabras que elegimos con alguien que experimenta ansiedad tienen un impacto profundo, qué decirle a una persona con ansiedad, evita que se minimicen, invaliden o presionen, y en su lugar ofrecen validación, apoyo concreto y perspectivas suaves, esto puede marcar una diferencia significativa en cómo se sienten y afrontar su situación.

Es fundamental considerar la ayuda de un psicólogo para apoyar y obtener herramientas para una persona con ansiedad. Un psicólogo te puede enseñar habilidades prácticas para manejar los síntomas en el momento que surgen. Es por ello, que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

Adrián Hervás (2020), Qué decirle a una persona con ansiedad.

Miedo escénico: estrategias para dominarla

Miedo escénico

La anticipación de una presentación, las miradas de muchos, el foco directo con luz brillante, para muchos esto puede resultar emocionante y una oportunidad, sin embargo, para otros esto puede significar una ansiedad paralizante, el temido miedo escénico. Esta respuesta, que va desde un ligero nerviosismo hasta un pánico inmovilizador, esto afecta a muchas personas, desde oradores novatos hasta artistas experimentados. Lejos de ser una debilidad insuperable, el miedo escénico es una reacción humana común que puede comprenderse y lo más importante dominarse. En este artículo, exploraremos las estrategias prácticas y efectivas diseñadas para ayudarte a transformar a esa ansiedad debilitante en una fuerza impulsora, permitiéndote desenvolverte con confianza y autenticidad en cualquier escenario.

Miedo escénico
Miedo escénico

¿Qué es el miedo escénico?

El miedo escénico es un estado personal que reduce la efectividad comunicacional. Ya que la persona no consigue expresarse bien porque hay un miedo que le frena. Afecta a todo tipo de persona que tienen que presentarse ante un grupo de personas, incluso si no va a hablar, por ejemplo; puede afectar a los músicos, bailarines o deportistas.

¿Síntomas del miedo escénico?

Los síntomas del miedo escénico pueden presentarse en formas diversas en las personas, y van desde:

  • Fisiológicos: sudoración, taquicardia, dolor de cabeza, malestar estomacal, escalofríos, nauseas.
  • Cognitivo: congestión y confusión mental, autoexigencia, miedo al fracaso y al ridículo.
  • Conductual: huir ante la situación, tartamudeo, silencios frecuentes o largos, uso de calmantes o estimulantes.

En muchas ocasiones se puede asociar el miedo escénico con fobia social, pero este se caracteriza por presentar las siguientes distorsiones cognitivas; valoración no realista de lo que uno se espera, subestimación de las propias capacidades, sobreestimación de la opinión de los demás, expectativas no realistas de las respuestas de los demás ante la ansiedad, sobreestimación de la idea del rechazo.

Estrategias efectivas para dominar el miedo escénico

Superar este miedo es un proceso gradual es importante que seas compasivo contigo mismo, además de tener práctica constante. Aquí te presentamos algunas técnicas que te ayudarán a lograrlo:

  • Preparación y práctica exhaustiva: conoce a fondo tu material, cuanto mejor domines el tema, más seguro te sentirás de mismo, organiza tus ideas de forma lógica y ten claro el tema que quieres transmitir. Ensaya constantemente, practicar tu presentación en voz alta y frente a un espejo, puedes grabarte para identificar áreas de mejora en tu lenguaje corporal y tono de voz, o practica con amigos o familiares que te den retroalimentación constructiva. Conoce el espacio, de ser posible, visita el lugar donde te presentaras. Conocer el entorno te ayudará a sentirte más cómodo el día de la presentación. También, puedes probar los equipos que utilizaras para que te sientas más seguro.

  • Técnicas de relajación y respiración: respiración profunda, antes y durante tu presentación, realiza respiraciones lentas y profundas. Inhala profundo por la nariz, expandiendo el abdomen, y exhala lentamente por la boca. Esto te ayudará a calmar el sistema nervioso y reducir la ansiedad. También, puede probar con la técnica 4-7-8: inhala 4 segundos, mantén la respiración por 7 segundos y exhala en 8 segundos. Relajación muscular, tensar y relajar diferentes grupos musculares de tu cuerpo te ayudará a liberar tensión acumulada, puedes comenzar desde los pies hasta la cabeza. Visualización, antes de la presentación, cierra los ojos e imagina que tienes éxito, visualiza el escenario, al público atento y receptivo a tu presentación, tu voz sonando muy clara y segura. Esta técnica te ayudará a entrenar a tu cerebro para enfrentar la situación de forma positiva.

  • Cambia tu enfoque: concéntrate en tu mensaje, no te preocupes por cómo la gente te verá o lo que pensará de ti, enfócate en el valor que tu presentación aporta a la audiencia. Tu objetivo principal es compartir información útil e importante. Conecta con la audiencia, puedes buscar maneras de involucrar a tu público, ya sea haciendo preguntas, contando anécdotas o utilizando recursos visuales atractivos. Sentirás que estás conversando en lugar de solo hablar, lo que puede reducir la presión. Normaliza tus emociones, acepta que sentir nervios es normal y humano, incluso para oradores experimentados, no luches contra ellos, solo reconócelas y recuerda que suelen disminuir una vez que empiezas a hablar y sabes que conoces tu tema.

  • Durante la presentación: comienza con fuerza, prepara una introducción impactante y que capte la atención desde el inicio para generar confianza en el público. Contacto visual, mantener el contacto visual con diferentes personas del público te ayudará a conectar con ellos y sentir su apoyo. Lenguaje corporal seguro, mantén tu postura erguida y relajada, también puede utilizar gestos naturales para enfatizar tus puntos importantes y muévete ligeramente si el espacio te lo permite. Ritmo y tono de voz, puedes variar tu tono de voz y el ritmo de tu discurso para mantener el interés de la audiencia y transmitir tus ideas con claridad. Realiza pausas estratégicas para enfatizar importancia. Maneja los errores con gracia, si cometes un error durante la presentación, no te detengas demasiado en él y corrígelo con naturalidad, el público suele ser comprensivo.

  • Exposición gradual: empieza de a poco, si tu miedo es muy intenso, puedes comenzar con grupos pequeños de personas que te generen confianza y a medida que te sientas más cómodo ve aumentando gradualmente la cantidad de personas. Busca oportunidades, realiza una búsqueda de actividades que te permitan hablar en público con regularidad, como reuniones, talleres o grupos de discusión. La práctica constante te ayudará a ganar confianza.

Es crucial que también puedas alinear tu trabajo en el proceso de superar el miedo escénico conjuntamente con un psicólogo ya que puede guiarte de manera eficaz en la identificación y comprensión de las causas, ya que puede que este miedo se origine por experiencias pasadas negativas o creencias irracionales sobre el juicio de los demás, o incluso baja autoestima o ansiedad social. Comprender estas causas atenuantes puede ser el primer paso para que te recuperes y logres tus metas.

Conclusión

Dominar el miedo escénico es un proceso que requiere autocompasión, práctica constante y, en muchos casos, el valioso apoyo de un profesional de salud mental. Las estrategias de preparación, relajación y cambio de enfoque son herramientas poderosas que puedes incorporar en tu día a día. Sin embargo, cuando el miedo se vuelve paralizante e interfiere significativamente en tu vida, la guía de un psicólogo puede marcar una diferencia significativa. A través de la exploración de las causas profundas, el aprendizaje de técnicas cognitivo-conductuales y la exposición gradual, la terapia te empodera para transformar la ansiedad en confianza y disfrutar plenamente de la experiencia de conectar con una audiencia. Recuerda que cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la libertad de expresarte sin temor.

En Mente Sana queremos acompañarte en la selección del mejor especialista, es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

Noelia Labradero (2023), Pánico escénico.

“Mi pareja me produce ansiedad”: ¿Qué hacer?

Mi pareja me produce ansiedad

Cuando estamos en pareja y nos sentimos enamorados, esperamos que ese sentimientos nos brinde paz y felicidad, y a veces esto suele ser todo lo contrario. Para algunas personas, su relación de pareja puede ser el desencadenante constante de ansiedad, ya que experimentan exceso de miedos y preocupaciones que nublan la alegría del amor.

Si te sientes identificado con esta situación, es importante que sepas que existen diversas formas de abordar este problema y recuperar la calma. En este artículo, exploraremos las posibles causas de porque puedes llegar a pensar “mi pareja me produce ansiedad”, además de los posibles síntomas que puedes manifestar, y lo más importante, las estrategias para manejar esta situación y construir una relación más saludable y armoniosa.

Mi pareja me produce ansiedad
Mi pareja me produce ansiedad

¿Tu pareja te produce ansiedad?

Generalmente las relaciones de pareja suelen ser complicadas, ya que son dos personas con perspectivas distintas, crianzas distintas, con objetivos y metas individuales, propios problemas y expectativas sobre el mundo, pero deciden iniciar una pareja, y a veces, la ansiedad se mete en medio y te llena la cabeza de pensamientos negativos, intrusivos y agobiantes.

Puede que inicies con una presión en el pecho cuando estás con esa persona y te empiezan a surgir dudas que antes no te planteabas: ¿De verdad me gusta esta persona? ¿Esto es lo que quiero para mí? ¿De verdad desea estar conmigo? ¿Puedo confiar en esta persona? ¿Estaría mejor solo o sola?

Los miedos, las dudas y los pensamientos intrusivos te invaden y eso puede significar que tu pareja te está generando ansiedad.

¿Por qué mi pareja me produce ansiedad?

Pueden existir varios factores por los que empieza a producirse la ansiedad en la relación de pareja y no todos están relacionados con la otra persona. Es más probable que pueda surgir dentro de ti mismo o provenir de factores externos a la relación. Previo a la activación de cualquier señal de alarma, es fundamental que podamos identificar el origen de la ansiedad para mitigarla gradualmente y abordar la problemática de raíz, este proceso puede llevar dificultades, por lo que es muy necesario que puedas buscar la asistencia de profesionales de la salud porque a veces se suele creer en estos casos que es la pareja que te produce ansiedad, pero puede que en la realidad no sea esta la que lo origine, sino otras causas.

Por ejemplo, falta de confianza en si mismo, inseguridades, expectativas propias no cumplidas, problemas estresantes externos, experiencias traumáticas del pasado, genética o hábitos poco saludables de vida que pueden afectar y propiciar la ansiedad; ya que el estrés y la ansiedad están fuertemente relacionados y este estrés puede ser una causa por lo que estés sintiendo ansiedad. Para ello también te recomendamos que leas el artículo “Tratamiento de la ansiedad: síntomas y causas” para que puedas obtener más información y ayuda sobre este tema.

Conflictos de pareja que pueden causarte ansiedad

La ansiedad en la relación de pareja puede que se desencadene por la forma en que hace sentir tu pareja o por cómo es la relación, y otras posibilidades que mencionaremos a continuación:

Ansiedad por estar en una relación disfuncional: esto se puede caracterizar por patrones de interacción que causa malestar, infelicidad, y a menudo, daño emocional por; falta de comunicación abierta y honesta, comunicación agresiva-pasiva o manipuladora, incapacidad para resolver conflictos de manera constructiva, falta de escucha activa y empatía.

Dependencia de tu parte dentro de la relación: puede que sientas una necesidad extrema y constante por tu pareja para sentirte completo y feliz, esto puede ser por miedo a la soledad, baja autoestima, necesidad de aprobación constante, priorizar las necesidades de la pareja, idealización, celos y posesividad, dificultad para tomar decisiones.

Ansiedad por experiencias en relaciones anteriores: esto puede generar ansiedad ya que genera traumas y heridas emocionales, experiencias relacionadas con abusos, infidelidades y abandonos, patrones de apego inseguro, miedo a la repetición y la generalización de experiencias.

Otros factores comunes que causa la ansiedad en la relación de pareja

  • Falta de comunicación.
  • Problemas de confianza.
  • Inseguridad en la relación.
  • Expectativas no cumplidas.
  • Desequilibrio en la carga emocional.
  • Estilos de vida incompatible.
  • Sentir que tu pareja te controla o querer controlar a tu pareja.

Puede que estos factores que notes que te pueden estar causando ansiedad no solo sea con tu pareja, sino que traspase también a otras personas que tengan que ver con tu relación de pareja, por ejemplo, tu suegra. Te explicamos algunas de las razones por las que tu suegra puede producirte ansiedad:

Diferencias de expectativas y valores: al existir diferencias en temas relevantes como crianza de los hijos, la economía familiar o el estilo de vida pueden generarse tensiones.

Relación protectora con su hijo: si tu suegra en reiteradas ocasiones necesita proteger a su hijo, puede que sientas invadido tu espacio.

Falta de apoyo de tu pareja: no establecer limites claros con tu suegra puede que haga que te sientas solo en la relación. Si percibes que tu pareja está más alineada con su madre que contigo en ciertas decisiones, puede incrementar la ansiedad.

Como saber si mi suegra me produce ansiedad

Si realmente en la relación con tu suegra hay tensiones que te producen ansiedad, puede estar teniendo manifestaciones físicas, emocionales y conductuales que pueden ayudarte a detectarlo:

  • Síntomas físicos: fatiga, irritabilidad, sudoración, dificultad para respirar, puede que náuseas y vómitos.
  • Síntomas conductuales: evitar reuniones familiares, evitar conversaciones con ella. Puede que tengas sobre pensamientos sobre ella porque te preocupe su reacción o si afectaras tu relación.
  • Reacciones emocionales desproporcionadas: si reaccionas de manera mas intensa cuando interactúas con tu suegra, ya sea con irritabilidad, tristeza, frustración o incluso sensación de impotencia.
  • Autocritica o mayor inseguridad: puede que la interacción con tu suegra te haga dudar constantemente de ti mismo, o te lleva a cuestionar tus capacidades como pareja o padre, o tal vez pensar que no eres lo suficientemente bueno.

Estrategias de afrontamiento es casos de ansiedad

Te recomendamos seguir estas estrategias para manejar la ansiedad de la manera más saludable posible:

  • Técnicas de relajación y respiración: es fundamental que tengas unas técnicas adecuadas para relajarte, podemos recomendarte los mejores tratamientos para la ansiedad en este artículo para que así obtengas más tips al respecto.
  • Comunícate con tu pareja: tener un dialogo abierto y sincero con tu pareja es crucial para expresar sentimientos y emociones, y de esta manera puedan tomar consciencia de lo que sucede y encontrar formas de solucionarlo.
  • Establece límites: identifica cuales son exactamente los desencadenantes de tu ansiedad y de esta manera poder establecer limites que generen tu cuidado emocional.
  • Fomenta interacciones positivas: la ansiedad puede generarte malestar físico y emocional, es por ello que, para mitigarlo, crea momentos de interacción que sean agradables y satisfactorios, esto mejorará tu estado de ánimo y reducirá el estrés cotidiano.
  • Busca ayuda profesional: si la ansiedad se sale de tus manos, puede ser persistente y/o difícil de manejar, es importante que busques ayuda en la terapia psicológica, la terapia puede proporcionarte herramientas especificas para manejar la ansiedad.

Recuerda que este artículo es informativo, por ello te recomendamos acudir a un psicólogo especializados que te ayudará con tu caso en particular.

Conclusión

La ansiedad en una relación de pareja como puedes observar es un tema complejo y delicado que requiere atención y compresión, puede pasar más a menudo de lo que piensas que las dinámicas de pareja desencadenan o exacerban sensaciones de ansiedad en uno o los dos miembros. La ansiedad puede generar un círculo vicioso, donde el miedo y la preocupación alimentan los conflictos, distanciamiento y una mayor sensación de inseguridad. Por ello, la comunicación abierta y honesta es fundamental para abordar la ansiedad en pareja. Expresar los sentimientos y necesidades de manera respetuosa puede fomentar la comprensión mutua. Busca apoyo profesional, siendo individual o en pareja, pueden brindarles estrategias para manejar los conflictos y también gestionar la ansiedad y fortalecer la relación.

Es importante que si estas sufriendo de ansiedad, trabajes en tu bienestar personal, para que este malestar no afecte la relación. En Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia el autocuidado y amor propio. Por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

Patricia Nafría (2020), Mi pareja me produce ansiedad. Extraído de la página web: https://psicologianafria.com/mi-pareja-me-produce-ansiedad/

Afrontando el miedo a todo: estrategias para recuperar el control

Afrontando el miedo a todo

El miedo, es una emoción primaria y suele acompañarnos desde que llegamos a este mundo, puede convertirse en una pesadilla oscura y paralizante cuando se extiende en todas las áreas de nuestra vida. El miedo a todo, es también conocido como panfobia, es una experiencia angustiante en la que la ansiedad se apodera de la vida cotidiana, haciendo el temor presente incluso en las situaciones más comunes. En este artículo, el miedo a todo, indagando sus causas, síntomas y las estrategias para recuperar el control y encontrar la paz interior.

Afrontando el miedo a todo
Afrontando el miedo a todo

Miedo a todo: qué significa

El miedo a todo, que puede resultar en estados crónicos de ansiedad también se le denomina panfobia, esta palabra deriva del origen griego por pan “todo” y phobos “miedo”. El miedo a todo puede deberse, por ejemplo, a un trastorno obsesivo compulsivo o múltiples fobias. Es muy importante que si este es tu caso puedas recibir un diagnostico preciso y para ello un psicólogo especializado puede ayudarte y así lograr el bienestar diario.

Pero que se entiende por miedo a todo en psicología; es importante que sepas que, según el DSM-5, el miedo a todo puede considerarse como un trastorno de ansiedad generalizada y sus criterios para diagnosticarse son los siguientes:

  • Tener una ansiedad excesiva y preocupación por una variedad de actividades o eventos.
  • Que esta preocupación persista la mayor parte de tiempo durante al menos 6 meses.
  • Que la preocupación sea desproporcionada con respecto a la situación actual.
  • Que sea difícil de controlar y afecte la forma en que te sientes físicamente.

Algunos de los síntomas físicos del miedo a todo son:

  • Fatiga: que puede ir desde cansancio constante, debilidad, falta de energía hasta somnolencia.
  • Trastornos del sueño: te puede costar conciliar el sueño, despertarte frecuentemente durante la noche o despertarte demasiado temprano, somnolencia diurna excesiva.
  • Dolores musculares o tensión muscular: esto puede estar acompañada de rigidez, dolor, músculos tirantez, nudos, limitación de movimientos, debilidad y dolor de cabeza.
  • Temblor o agitación: el temblor puedes sentirlo con sacudidas o movimientos involuntarios y rítmicos en alguna parte del cuerpo. En la agitación puedes tener sensaciones de inquietud interna, nerviosismo o ansiedad intensa, puede manifestarse como dificultad para relajarse, también puedes tener síntomas como palpitaciones, respiración acelerada o sensación de opresión en el pecho.
  • Sudoración: puedes sentir exceso de humedad en la piel, o constante sensación pegajosa y sensación de calor.
  • Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable: el estrés y la ansiedad pueden afectar significativamente la función intestinal y estomacal.
  • Irritabilidad: esta tensión emocional puede manifestarse con molestia, frustración, impaciencia, nerviosismo o intolerancia, también tiene repercusiones físicas.

 El miedo a todo puede estar presente en:

  • Crisis de ansiedad.
  • Ataques de pánico.
  • Preocupación excesiva o ansiedad anticipatoria.
  • Evitación o huida.
  • Miedo a la muerte (en casos incapacitantes).

“Haz cada día una cosa que te asuste.” – Eleanor Roosevelt

¿Cuáles son los miedos más frecuentes?

Los eventos que provocan miedo pueden ser muy variadas. Puedes sentir miedo cuando crees que tu vida está en peligro, como, por ejemplo, un robo o caminar por un callejón oscuro y solitario a medianoche. En estos casos, hay una situación real que puede inspirarte temor, el problema se encuentra cuando unos pensamientos fantasiosos pueden imaginar todos los problemas que podrían ocurrirte.

Esto significa que no solo puedes sentir miedo cuando percibes una amenaza real a tu “yo físico” sino también cuando te imaginas la situación que puede representarte un peligro.

No obstante, también existen miedo irracionales, estos se identifican por respuestas totalmente desproporcionados ante el peligro real que representa el estímulo. Un ejemplo de ello, son las fobias, en las cuales puedes reaccionar de manera exagerada ante una situación que no representa un peligro real para tu vida, como cuando debes hablar en público o acercarte a un animal.

Por otro lado, también puedes sentir miedo cuando recuerdas un hecho del pasado, aunque no existe posibilidad de que se pueda repetir. Algunas personas también pueden llegar a sentir miedo a tener miedo y puede ser el miedo más incapacitante y pueden presentar ataques de pánico. Si esto les pasa en repetidas ocasiones de forma inesperada puede que desarrolle un miedo exacerbado a volverlo a sufrir y empezar a poner en marcha mecanismos de evitación, lo cual agrava el problema, por lo que suelen ir siempre acompañados cuando salen de casa o en algunos casos no salen de casa.

¿Por qué sentimos miedo?

Fundamentalmente, el propósito primordial del temor es alertarnos sobre un peligro inminente, permitiéndonos así resguardarnos. El miedo nos otorga la capacidad de reconocer la existencia de una amenaza. Su mecanismo básico es bastante simple: nuestros sentidos registran diversas señales del entorno, las cuales son procesadas, principalmente, por el sistema límbico. Si este determina que existe un riesgo potencial, desencadena una serie de reacciones fisiológicas que nos habilitarán para actuar en consecuencia y en cuestión de segundos.

De esta manera, podemos considerar la panofobia como una manifestación del malestar derivado de un trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, no se limita a eso; también existe la posibilidad de que el miedo a cualquier cosa surja como consecuencia de un estado depresivo o, en ciertos casos, de un trastorno bipolar o psicótico.

Existe la probabilidad de que una persona con miedo a todo haya heredado genéticamente una propensión a la ansiedad o, a través de relatos y vivencias compartidas, un recuerdo traumático que resurge y se expresa como panofobia.

Estrategias para superar el miedo a todo

Esto puede llegar a ser todo un desafío, pero es posible que con estrategias adecuadas puedas recuperar el control, estas son algunas que pueden ayudarte:

Reconocer y aceptar tus miedos: debes identificar tus miedos, realiza una lista de tus miedos específicos, así te parezcan algunos irracionales. Te ayudara a comprenderlos mejor. Acepta que el miedo es normal, todos en algún punto experimentamos miedo, no debes juzgarte por sentirlo.

Exposición gradual: enfrentarte a tus miedos poco a poco, comenzando por los menos intensos y avanza gradualmente. Organiza tus miedo de menos a mayor intensidad y ve enfrentándolos uno por uno. Al exponerte al los miedo en un ambiente seguro y controlado ayudas a practicar la desensibilización de ese miedo.

Técnicas de relajación: para calmar tu sistema nervioso es importante que practiques la respiración abdominal, las técnicas de meditación y mindfulness te ayudaran a reducir la ansiedad, y por último, la relajación muscular progresiva te ayudara a liberar la tensión que puedas estar reteniendo.

Cambia tus pensamientos: es importante que identifiques tu pensamientos negativos que alimentan tus miedo, la ayuda de un psicólogo especializado en terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a restructuras tus pensamientos y así desafiar esa retroalimentación.

Cuida de tu bienestar y sé paciente contigo mismo: el autocuidado es muy importante y puede mejorar tus momentos de ansiedad, duerme lo suficiente, aliméntate de forma saludable, realiza actividad física y limita el consumo de alcohol y cafeína. También considera que superar los miedos lleva tiempo y esfuerzo, por lo que sé paciente contigo y amable, celebra tus logros y trátate con más compasión.

Busca apoyo: también es crucial que busques alguien de confianza con quien puedas hablar y así aliviar la carga emocional que puedas estar sintiendo. Por otro lado, también es fundamental que consideres la terapia, ya que puede ayudarte a desarrollar estrategias para superar tus miedos. Aquí te dejamos los beneficios de la psicoterapia y cómo nos ayuda, para que puedas obtener una visión diferente de ello.

Conclusión

Superar el miedo a todo requiere paciencia, esfuerzo y autocompasión, no existen soluciones rápidas, pero ten por seguro que con estas estrategias y un profesional especializado puedes recuperar el control sobre tu vida y vivir con mayor libertad y tranquilidad. Recuerda que el miedo es una emoción normal, no te juzgues por sentirlo, pero tampoco te permitas paralizarte por ello.

Si el miedo a todo te está afectado significativamente tu vida, no dudes en buscar un profesional ya que puede brindarte un plan de tratamiento más personalizado y proporcionarte las herramientas necesarias para superar tus miedos. En Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia el autocuidado, recuperar el control y lograr el bienestar. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Preguntas frecuentes

Referencias

Rosario Linares (2025), Cómo dejar de vivir con miedo. Extraído de la página web: https://www.elpradopsicologos.es/blog/vivir-sin-miedo-superar-el-miedo/

Brote psicótico por ansiedad: consejos y estrategias

Brote psicótico por ansiedad

La ansiedad es una emoción humana muy común en la actualidad, pero conocías que puede escalar a niveles inimaginables llegando a causar un episodio abrumador como lo es el brote psicótico. El brote psicótico es caracterizado por la desconexión de la realidad, alucinaciones y delirios. En este artículo, te brindaremos información de la conexión que tiene la ansiedad con la psicosis, cuáles pueden ser sus síntomas, consejos y estrategias que te aportarán claridad y compresión sobre el brote psicótico por ansiedad este tema tan complejo.

Según el DSM-5, un brote psicótico breve se caracteriza por la presencia de delirios, alucinaciones, cambio de humor, discurso y comportamiento desorganizado.

Los delirios pueden presentarse con ideas falsas persistentes y sin coherencia con la realidad. Por ejemplo; creer que alguien de la de la televisión le envía mensajes secretos. Las alucinaciones se presentan con percepciones falsas, como ver, sentir o escuchar algo irreal. El discurso y comportamiento desorganizado se presenta en un lenguaje extraño o sin sentido y el comportamiento es raro. Los cambios de humor son repentinos y extremos cambiando de un polo a otro.

Brote psicótico por ansiedad
Brote psicótico por ansiedad

La psicosis es un trastorno mental grave que causa ideas y percepciones anormales ya que la persona pierde el contacto con la realidad.

La ansiedad psicótica es un término que acuñó Carl Wernicke, un neurólogo y psiquiatra alemán, y consideraba que la ansiedad psicótica era diferente de la melancolía afectiva y de la perplejidad de algunas psicosis.

El brote psicótico por ansiedad: ¿Puede ser posible?

Comprendiendo más a fondo los términos, entonces es posible el brote psicótico por ansiedad, y la respuesta es sí, el estrés y la ansiedad grave es uno de los desencadenantes más comunes de este estado. Cuando la causa es estrés por una situación puntual o prolongada de estrés intenso se le denomina “psicosis reactiva breve”.

Por lo general, estado de ansiedad o estrés intenso es capaz de desencadenar este trastorno se relacionan con sucesos como catástrofes naturales, abusos, muertes repentinas o eventos traumáticos que ocurren durante un tiempo prolongado.

Es importante mencionarte que para que exista un brote psicótico por ansiedad, suele ser necesario que la persona tenga algún grado de predisposición genética, ya que el estrés actúa como un factor agravante que como una causa directa en la mayoría de los casos diagnosticados.

Algunas señales de alarma en brote psicótico por ansiedad

Los síntomas previos a un brote psicótico pueden variar de persona a persona, pero en la mayoría de los casos pueden existir cambios de comportamiento o en el humor muy evidentes entre dos a seis semanas antes que ocurra el brote psicótico por ansiedad.

Los síntomas físicos y emocionales típicos que pueden presentarse son:

  • Estado anímico depresivo.
  • Aislamiento social.
  • Desconfianza o sospecha.
  • Ansiedad.
  • Problemas motivacionales.
  • Dificultad de atención o concentración.
  • Irritabilidad.
  • Trastornos de sueño.
  • Decadencia en el desempeño de obligaciones o actividades.

Puede prevenirse manejándose adecuadamente para que estos signos y síntomas que son variables no se agraven o provoquen grandes conflictos en el entorno social del afectado.

Uno de los síntomas más típicos del brote psicótico por ansiedad y que suele ser el primer indicio para saber que se puede estar desarrollando un episodio psicótico es el aislamiento social, ya que puede recluirse de forma voluntaria. Por otro lado, entre los síntomas frecuentes están las dificultades para dormir o para interpretar mensajes orales y textos escritos. Así mismo, las ideas delirantes y experiencias alucinatorias, es frecuente que se perciban sombras o luces o perciban voces, melodías, olores, sabores y zumbidos sin origen real.

Tenemos que mencionarte que aparte de estas señales y síntomas es posible que la persona descuide su autocuidado e higiene antes de desarrollarse un brote, igualmente, puede presentar expresiones faciales inusuales o emitir sonidos extraños.

Si tú o alguien que conoces está experimentando estas señales o síntomas de un brote psicótico por ansiedad, no debes dudar en pedir ayuda profesional de inmediato ya que un diagnóstico y tratamiento a tiempo puede marcar una enorme diferencia, es fundamental que también busques información de fuentes confiables, también es importante que ayudemos a crear conciencia sobre el brote psicótico por ansiedad compartiendo este articulo con tus amigos y familiares, ya que juntos podamos brindar apoyo a quienes lo necesitan.

Brote psicótico por ansiedad

Consejos y estrategias para el brote psicótico por ansiedad

Es importante que antes y durante situaciones estresantes practiques técnicas de relajación, ya que con respiraciones profundas y lentas puedes calmar tu sistema nervioso. Además, con técnicas de relajación muscular progresiva puedes liberar tensión física, también puedes mantener tu concentración con actividades sencillas y repetitivas.

En señales de alerta es fundamental que busques un lugar tranquilo y familiar donde puedas estar, también aleja objetos que puedan causar daño y busca la compañía de alguien que sea de tu plena confianza.

El contacto con la realidad también es fundamental es por ello que centrarse en el presente y prestar atención a las sensaciones físicas, como por ejemplo el tacto de las manos con cosas que tengas cerca o el sonido del ambiente que te rodea. Si surgen alucinaciones o delirios, puedes reconocerlos como síntomas de ansiedad y no como la realidad.

Puedes evitar la sobreestimulación, reduciendo las luces brillantes y los ruidos fuertes, también la exposición a la luz azul puede generarte ansiedad.

Por último y no menos importante, consulta un psiquiatra o psicólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Conclusión

El brote psicótico por ansiedad es una manifestación extrema de la angustia y que también puede surgir de abuso de sustancias u enfermedades mentales, sobre todo cuando existe una predisposición genética. Es fundamental que estes atento a las señales de alarma para que de esa forma puedas tener rango de prevención o de reducción de los síntomas, ya que la clave reside en la detección temprana y así buscar la ayuda profesional necesaria.

En Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia la conciencia y el amor propio; recuerda que todo lo que hagas por ti es un regalo para tu presente y futuro. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

El estrés: una de las causas de un brote psicótico, (2022). Extraído de la página web: https://awenpsicologia.com/brote-psicotico-por-estres/

Erin Sánchez (2022), ¿Cómo actuar ante un brote psicótico? 8 pautas y pasos a seguir. Extraído de la página web: https://psicologiaymente.com/clinica/como-actuar-ante-brote-psicotico

Entendiendo la ansiedad social: síntomas, causas, tratamiento

Entendiendo la ansiedad social

¿Alguna vez te has sentido como si el mundo te observara con lupa, cada palabra y cada gesto analizado al mínimo lo que haces? ¿Has evitado situaciones sociales por miedo al juicio ajeno, sintiendo un nudo en el estómago ante la idea de conocer gente nueva o hablar en público? Si es así, no estás solo. La ansiedad social, ese miedo intenso a ser evaluado negativamente por los demás, es más común de lo que pensamos.

Muchas personas experimentan ansiedad social en diferentes grados, y existen herramientas y estrategias para superarla. En este artículo, vamos a explorar juntos qué es la ansiedad social, cuáles son sus síntomas y causas, y lo más importante, cómo podemos afrontarla para vivir una vida plena y satisfactoria.

Entendiendo la ansiedad social
Entendiendo la ansiedad social

¿Qué es la ansiedad social?

Según el DSM IV (Manual de diagnóstico de los trastornos mentales), el trastorno de ansiedad social (fobia social). La agorafobia se debe distinguir del trastorno de ansiedad social basándose principalmente en las situaciones que desencadenan el miedo, la ansiedad o la evitación, y en la cognición. En el trastorno de ansiedad social, la atención se centra en el miedo a ser evaluado negativamente.

El trastorno de ansiedad social se manifiesta a través de un temor intenso e incontrolable en situaciones sociales. Este temor puede llegar a ser un impedimento significativo para el desempeño de actividades cotidianas, tales como el trabajo o los estudios. Aunque algunas personas logran llevar a cabo estas actividades, lo hacen experimentando altos niveles de ansiedad y temor. La anticipación de eventos sociales puede generar preocupación durante semanas previas, lo que a menudo resulta en la evitación de lugares o eventos que desencadenan angustia o sentimientos de vergüenza.

Es importante saber que la ansiedad social es diferente a otros tipos de ansiedad. Para saber si alguien tiene ansiedad social, los especialistas en la salud mental, comparan los síntomas con los de otros problemas de ansiedad. Los estudios muestran que dos cosas son muy importantes para hacer esta comparación: qué situaciones causan los síntomas y cómo afectan esos síntomas la vida diaria de la persona.

Por ejemplo, los ataques de pánico y la ansiedad social son diferentes. Los ataques de pánico pueden ocurrir sin razón alguna, mientras que la ansiedad social siempre ocurre en situaciones sociales, como hablar en público o comer con otras personas. Después de un ataque de pánico, la persona tiene miedo de tener otro ataque. Con la ansiedad social, el miedo principal es que otras personas los juzguen negativamente.

Criterios para diagnosticar trastorno de ansiedad social según el DSM IV

Debes saber que, para diagnosticar un trastorno de ansiedad social, debes cumplir ciertos criterios que serán evaluados por un especialista de la salud mental, y son los siguientes:

A. Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas. Algunos ejemplos son las interacciones sociales (p. ej., mantener una conversación, reunirse con personas extrañas), ser observado (p. ej., comiendo o bebiendo) y actuar delante de otras personas (p. ej., dar una charla).

B. El individuo tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente (es decir, que lo humillen o avergüencen, que se traduzca en rechazo o que ofenda a otras personas).

C. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad.

D. Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa.

E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación social y al contexto sociocultural.

E1 El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más meses.

F. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

G. El miedo, la ansiedad o la evitación no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica.

H. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explican mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como el trastorno de pánico, el trastorno dismórfico corporal o un trastorno del espectro autista.

 I. Si existe otra enfermedad (p. ej., enfermedad de Parkinson, obesidad, desfiguración debida a quemaduras o lesiones), el miedo, la ansiedad o la evitación deben estar claramente no relacionados con esta o ser excesivos.

¿Qué causa la ansiedad social?

Aunque no se conoce con exactitud que causas pueden derivar a un trastorno de ansiedad social, aquí te compartimos algunas que pueden estar relacionadas:

  • Educado con la prioridad de evitar la vergüenza pública.
  • Haber sido víctima de vejaciones que dejaron cicatrices emocionales.
  • Haber padecido un ataque de ansiedad social que generó temor a futuras situaciones similares.
  • La predisposición genética juega un papel significativo en la ansiedad social. Si tus padres o hermanos han sido diagnosticados con este trastorno, existe una mayor probabilidad de que tú también lo desarrolles.
  • Enfrentarse a situaciones sociales o laborales novedosas, como establecer nuevas relaciones, realizar presentaciones ante grandes audiencias o asumir roles de liderazgo, puede generar una ansiedad abrumadora.

Cuando la ansiedad social no recibe atención, puede convertirse en un obstáculo significativo para el desarrollo personal y profesional. El temor constante al juicio y la evaluación negativa puede limitar las interacciones sociales, afectando negativamente las relaciones interpersonales y la capacidad para disfrutar de actividades cotidianas. Esta evitación de situaciones sociales puede llevar al aislamiento, la soledad y la depresión. Además, el rendimiento laboral o académico puede verse comprometido, ya que la ansiedad puede dificultar la participación en reuniones, presentaciones o exámenes. Este trastorno puede provocarte:

  • Baja autoestima
  • Problemas para ser asertivo
  • Diálogo interno negativo
  • Hipersensibilidad a las críticas
  • Habilidades sociales deficientes
  • Aislamiento y relaciones sociales difíciles
  • Logros académicos y profesionales deficientes
  • Abuso de sustancias, por ejemplo, beber demasiado alcohol
  • Suicidio o intentos de suicidio

Es muy importante que, si te identificas con estos síntomas, te animamos a buscar tratamiento. Tu bienestar es importante. No dejes que la ansiedad social controle tu vida.

Tratamientos para la ansiedad social

1. No dudes en buscar apoyo: Entendemos que dar el primer paso puede ser difícil, pero recuerda que pedir ayuda es un acto de valentía. La ansiedad, como cualquier otra condición, responde mejor al tratamiento temprano. Acude a un especialista, no tienes que cargar con esto solo.

2. Conéctate contigo mismo a través de la escritura: Te animamos a explorar tus pensamientos y sentimientos a través de un diario personal. Es un espacio seguro para conocerte mejor, identificar patrones y descubrir qué te brinda calma. Además, puede ser una herramienta valiosa para compartir con tu terapeuta.

3. Cultiva un equilibrio en tu vida: Tu bienestar es importante. Aprende a priorizar tus tareas y a reservar tiempo para aquellas actividades que te llenan de alegría. No te sientas culpable por cuidarte a ti mismo/a. Un equilibrio saludable te ayudará a reducir la ansiedad.

4. Elige el bienestar sobre las sustancias: Sabemos que a veces buscamos refugio en sustancias como el alcohol o el tabaco, pero a largo plazo, pueden intensificar la ansiedad. Si sientes que dependes de ellas, busca apoyo profesional. Hay personas dispuestas a acompañarte en el camino hacia una vida más saludable.

5. Practica la respiración consciente: Cuando la ansiedad aparezca, detente un momento y enfócate en tu respiración. Inhala profundamente, sostén el aire unos segundos y exhala lentamente. Este ejercicio simple puede ayudarte a calmar tu mente y cuerpo.

6. Celebra tus pequeños logros: Cada paso que das, por pequeño que sea, es un triunfo. Reconoce tus avances y celebra tus logros. La ansiedad puede hacer que te enfoques en lo negativo, pero te animamos a valorar tus fortalezas y progresos.

7. Busca grupos de apoyo: Conectar con personas que comprenden lo que estás pasando puede ser muy reconfortante. Busca grupos de apoyo donde puedas compartir tus experiencias y aprender de otros.

Conclusión

La ansiedad social, un trastorno que a menudo se subestima, se manifiesta como un miedo intenso y persistente a ser juzgado o evaluado negativamente en situaciones sociales. Este temor puede ser tan abrumador que lleva a la evitación de interacciones cotidianas, limitando significativamente la vida de quienes lo padecen. Sin embargo, es crucial comprender que la ansiedad social no es una sentencia perpetua, sino un desafío que puede superarse con el apoyo y las herramientas adecuadas.

El reconocimiento temprano de la ansiedad social es fundamental para prevenir su progresión y minimizar su impacto a largo plazo. Reconocer los síntomas, como el miedo excesivo a hablar en público, la dificultad para iniciar conversaciones o el temor a ser observado al realizar tareas simples, es el primer paso hacia la recuperación.

En Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia el autocuidado y amor propio; recuerda que todo lo que hagas por ti es un regalo para tu presente y futuro. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

National Institute of Mental Health (2022), Trastorno de ansiedad social: Más allá de la simple timidez. Extraído de la página web: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastorno-de-ansiedad-social-mas-alla-de-la-simple-timidez#part_6295

Jo Adetunji (2024), Cuando el infierno son los otros: cómo identificar y manejar la ansiedad social. Extraído de la página web: https://theconversation.com/cuando-el-infierno-son-los-otros-como-identificar-y-manejar-la-ansiedad-social-229036

Mayo Clinic (2021), Trastorno de ansiedad social (fobia social). Extraído de la página web: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/social-anxiety-disorder/symptoms-causes/syc-20353561#:~:text=Los%20ni%C3%B1os%20que%20experimentan%20burlas,estar%20asociados%20a%20este%20trastorno.

Ataques de ansiedad durmiendo: causas y solución

ataque de ansiedad durmiendo
Ataque de ansiedad durmiendo

La TCC define a la ansiedad como una respuesta emocional compleja, desarrollada evolutivamente, cuya finalidad es guiar el comportamiento para lidiar con circunstancias anticipadas como aversivas o difíciles. Implica una serie de procesos cognitivos, fisiológicos, conductuales y afectivos en continua interrelación que le permiten al sujeto relevar y analizar información sobre la situación, los recursos y el resultado esperado, para poder actuar en consecuencia (Barlow y Durand, 2001; Clark y Beck, 2012). 

Los trastornos de ansiedad presentan una alta prevalencia en la clínica. Asimismo, se trata de cuadros que afectan gravemente la calidad de vida de los pacientes -como tal, horas de descanso y sueño-, por lo que es de vital importancia saber cómo intervenir para disminuir el padecimiento del consultante.

¿Sientes que no logras manejar los altos niveles de ansiedad de tu día a día? ¿Te ha ocurrido de padecer un ataque de ansiedad durmiendo? En el siguiente artículo, te brindaremos información necesaria para detectar síntomas. Sigue leyendo y descubre cómo afrontarlo de la mejor manera posible. 

Trastorno de Ansiedad Generalizada

El TAG se caracteriza por una ansiedad persistente y excesiva, y una preocupación sobre varios aspectos, como el trabajo o el rendimiento escolar, que la persona percibe difícil de controlar. Además, el sujeto experimenta síntomas físicos como inquietud o sensación de excitación o nerviosismo, fatiga fácil, dificultad para concentrarse o poner la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular y alteraciones del sueño (APA, 2013).

Según los datos relevados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) los trastornos de ansiedad (TA), son patologías mentales frecuentes, que comúnmente pueden provocar sufrimiento y discapacidad, contribuyen a una carga significativa en los ámbitos sociales y económicos. Además son más comunes en las mujeres (7.7%) que en los hombres (3.6%). Y en relación a los TA, la OMS informó que más de 260 millones de personas padecen un trastorno de ansiedad. La ansiedad es una reacción emocional normal ante situaciones amenazantes para el individuo. Sin embargo, cuando estas reacciones se vuelven cotidianas y perturbadoras, se deben evaluar para identificar su connotación de ansiedad patológica. Fundamentalmente, los ataques de ansiedad durmiendo, deben ser trabajados junto a un profesional de la salud mental ya que connotan un descenso de niveles de calidad de vida.

Ataque de ansiedad por la noche: trastorno del sueño y la vigilia

La clasificación internacional de los trastornos del sueño (ICSD-3) define al insomnio:  “Dificultad persistente en el inicio del sueño, su duración, consolidación o calidad que ocurre a pesar de la existencia de adecuadas circunstancias y oportunidad para el mismo y que se acompaña de un nivel significativo de malestar o deterioro de las áreas social, laboral, educativa, académica, conductual o en otras áreas importantes del funcionamiento humano” (American Academy Sleep Medicine, 2014). 

La prevalencia del insomnio a nivel mundial varía entre el 10% y el 15%. Este trastorno se clasifica en dos tipos: insomnio de corta duración e insomnio crónico. Se caracterizan por la presencia de determinados síntomas: tener dificultades para conciliar el sueño a la noche, despertarse antes de tiempo, sentirse cansado durante el día, malhumorado o ansioso, dificultades para prestar atención o concentrarse en tareas diarias. 

Ataque de ansiedad durmiendo

Se han propuesto diversos modelos para explicar la etiología y la fisiopatología del insomnio crónico. Los estudios han demostrado que los pacientes con insomnio crónico presentan un exceso de activación (hyperarousal) fisiológica, cognitiva y emocional tanto durante el período de vigilia como en el de sueño. Esta hiperactivación se considera la principal causa del insomnio y también se ha identificado un componente hereditario, también factores psicológicos como la ansiedad y una atención excesiva a los eventos estresantes contribuyen a la persistencia del insomnio en estos individuos. 

Ataques de ansiedad durmiendo y sueño: Tratamiento

La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser efectiva para tratar los trastornos del sueño. Por lo que, es con esta rama terapéutica que debemos trabajar los síntomas de los ataques de ansiedad durmiendo. Este enfoque se centra en modificar tanto la conducta antes de acostarse como los pensamientos y creencias distorsionadas relacionadas con el sueño. Trabaja en fomentar habilidades de relajación y cambiar hábitos que afectan los patrones de sueño. Debido a que los mismos pueden desencadenar/agravar problemas de salud emocional como la ansiedad, el estrés, la depresión, y generar alteraciones a nivel cognitivo y físico, la terapia se presenta como una forma eficaz de tratar el problema subyacente y no solo los síntomas, ayudándole al paciente a desarrollar patrones de sueño saludables y perdurables en el tiempo.

Los pensamientos y creencias más comunes que pueden abordarse durante el tratamiento son la ansiedad y estrés por experiencias pasadas, expectativas poco realistas sobre el tiempo y la calidad del sueño, preocupación por la fatiga u otras consecuencias de la falta y alteración del sueño. En instancias más avanzadas se espera que el paciente logre sustituir esos pensamientos por otros más objetivos y funcionales, con el fin de impactar en la alteración del sueño (Lazarus, 1972).

Intervenciones conductuales para los ataques de ansiedad

Dentro de las intervenciones conductuales encontramos:

🔶 La Relajación muscular progresiva (PMR – Progressive Muscle Relaxation) desarrollada por Jacobson (1938), la cual se basa en la idea de que la tensión muscular y la relajación están estrechamente relacionadas con el estado mental y emocional; el autor postula que el reducir los niveles de estrés y ansiedad antes de ir a descansar impacta directamente en la calidad del sueño, al disminuir la tensión muscular, el cuerpo entra en un estado de calma que facilita la transición al sueño. La PMR consiste en tensar y relajar distintos grupos musculares durante 10-15 segundos de manera secuencial lo que permite al paciente identificar qué músculos están tensos o hiperactivados y trabajar para relajarlos efectivamente. Se llama “progresiva” porque de forma gradual se van relajando los distintos grupos musculares. Esta técnica va acompañada de la respiración diafragmática, donde se inspira lentamente, llevando el aire hasta el vientre y espirando profundamente.

🔶 La higiene del sueño consta de implementar hábitos conductuales y ambientales para fomentar prácticas que induzcan y aumenten el sueño, reduciendo aquellas interfieren en el. Se trabaja con el paciente sobre la importancia que tiene el adecuar el ambiente para dormir y conciliar el sueño, se lo fomenta a mejorar el espacio para dormir, hacer de la habitación un lugar agradable, fresco y sin luz intensa eliminando distractores que impidan la conciliación fácil del sueño, limitar el uso de pantallas (televisión, celular, videojuegos), ya que estas no solo producen un aumento de excitación e hiperactividad sino que también, impactan en la secreción de melatonina por verse inhibida debido a la exposición de la luz de los dispositivos.

También se trabaja sobre la importancia de crear un patrón de sueño estable, levantarse y acostarse a la misma hora, incluyendo fines de semana y vacaciones independientemente de cuánto haya dormido durante la noche (Carrillo-Mora, P. et al. 2018). Se ha demostrado que la educación en higiene del sueño resulta efectiva para mejorar la calidad y duración del sueño, así como para reducir los síntomas de depresión y ansiedad. Asimismo, contribuye a una mejor calidad del sueño y a la disminución del insomnio (Tassone et al., 2023). 

Conclusión

Hoy en día encontramos una amplia variedad de terapias pero la psicoterapia es recomendada como tratamiento de primera línea en los TS y TAG ya que ha demostrado mayores tasas de efectividad en comparación a otros enfoques. El modelo psicoterapéutico consta de diversas estrategias, tales como el adecuar el sitio para descansar, mantener una rutina y horarios de sueño, regular los estímulos a la hora de ir a descansar, entre otras. También utiliza la reestructuración cognitiva para regular la ansiedad de la cual derivan muchos casos con alteraciones en el sueño; trabaja también con los pensamientos y creencias negativas en torno al sueño y el descanso ya que estas tienen un papel crucial. Este enfoque permite a los pacientes modificar las conductas que perpetúan el trastorno y trabajar en la identificación y modificación de creencias disfuncionales relacionadas con el sueño. Además, dependiendo de la gravedad del caso, puede combinarse psicoterapia con farmacoterapia para mejorar los resultados del tratamiento, ajustándose al curso y la adherencia del paciente al mismo. 

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Preguntas frecuentes

  1. ¿Cómo puedo agendar una consulta para iniciar una terapia contra mis síntomas de ansiedad?
    Puedes agendar tu consulta en Mente Sana Psicología a través de nuestra página web o contactarnos por WhatsApp. Nuestros especialistas están listos para ayudarte a recuperar tu bienestar emocional.
  2. ¿Ofrecen terapias personalizadas para trastorno del sueño?
    Sí, contamos con programas de terapia personalizados diseñados para ayudarte a identificar síntomas y reducirlos con diversas técnicas posibles de incorporar.
  3. ¿Qué costo tiene una sesión con un terapeuta especializado en TAG Y TS?
    La primera sesión es gratis durante una hora. Para mayor información, comunícate con nuestro equipo que se encuentra a disposición para ayudarte.
  4. ¿Puedo recibir terapia online para tratar niveles elevados de ansiedad de mi vida?
    ¡Claro! Brindamos sesiones de terapia online para adaptarnos a tus necesidades y horarios. Agenda tu primera sesión online gratis desde cualquier lugar y comienza tu proceso de transformación.