Un Análisis Psicológico de la Caída del Pelo por Estrés

Caída del pelo por estrés

El cabello, más allá de su función biológica, es una parte fundamental de nuestra identidad. Representa nuestra salud, nuestra estética y, a menudo, es un reflejo silencioso de nuestro estado interno. Sin embargo, en un mundo cada vez más acelerado y lleno de exigencias, es común que nuestro cuerpo manifieste el estrés de formas inesperadas. Una de ellas, tan visible como angustiante, es la caída del pelo por estrés. Este fenómeno, lejos de ser un simple problema estético, es una señal clara de que nuestra salud mental está en riesgo.

Caída del pelo por estrés
Caída del pelo por estrés

¿A qué se Debe la Caída del Pelo por Estrés?

El vínculo entre el estrés y la pérdida de cabello no es una simple coincidencia. Cuando experimentamos un estrés agudo o crónico, nuestro cuerpo entra en un estado de “lucha o huida”, liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina. Este estado de alerta constante afecta al ciclo natural de crecimiento del cabello.

Normalmente, el cabello pasa por tres fases: la fase de crecimiento (anágena), la de transición (catágena) y la de reposo y caída (telógena). El estrés crónico puede empujar a una gran cantidad de folículos pilosos a la fase de reposo de forma prematura. Este proceso se conoce como efluvio telógeno. Después de unas semanas o meses, estos cabellos entran en la fase de caída masiva, lo que resulta en una notable caída del pelo por estrés. Además, el estrés también puede provocar el desarrollo de hábitos como la tricotilomanía, un trastorno en el que la persona se arranca el cabello de forma compulsiva, o la alopecia areata, una enfermedad autoinmune donde el estrés puede ser un detonante.

¿Cómo Saber si tu Caída del Pelo es por Estrés?

La caída del pelo por estrés suele distinguirse de la pérdida de cabello genética o por otras causas médicas por sus características. Es crucial observar el patrón:

  • Aparición gradual: La pérdida de cabello no sucede de la noche a la mañana, sino que suele manifestarse entre dos y cuatro meses después de un evento estresante significativo, como una ruptura, la pérdida de un trabajo o un período de alta presión.
  • Pérdida generalizada: A diferencia de la calvicie de patrón masculino o femenino que afecta áreas específicas, la pérdida de cabello por efluvio telógeno se distribuye de manera más uniforme en todo el cuero cabelludo.
  • Aumento en la cantidad de cabello que se cae: Puedes notar un aumento considerable de cabellos en la almohada, en la ducha o en el cepillo.

Si sospechas que tu caída del pelo por estrés es la causa, es importante consultar a un médico para descartar otras afecciones. Sin embargo, no subestimes el papel que está jugando tu salud mental.

Caída del pelo por estrés

Recomendaciones para Disminuir el Estrés

Si bien no existe una solución mágica para la caída del pelo por estrés, abordar la causa raíz, es decir, el estrés mismo, es el paso más efectivo.

  1. Prioriza el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que te relajen y te desconecten de las preocupaciones. Puede ser meditación, yoga, leer un libro, escuchar música o pasar tiempo en la naturaleza.
  2. Establece límites: Aprende a decir “no” a responsabilidades que te sobrecargan. Proteger tu tiempo y energía es una forma vital de autocuidado.
  3. Adopta un estilo de vida saludable: Una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales (como hierro y zinc), y un sueño de calidad son esenciales para la salud del cabello y para reducir los niveles de estrés. El ejercicio regular también ayuda a liberar endorfinas y disminuir el cortisol.
  4. Desconéctate de lo digital: El exceso de información y la constante conexión a las redes sociales pueden aumentar la ansiedad. Intenta establecer “momentos de desconexión” en tu día.

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Importancia de la Terapia Psicológica

A menudo, la caída del pelo por estrés es la punta del iceberg. Es un síntoma físico de una batalla interna. Si las estrategias de autocuidado no son suficientes, la terapia psicológica se vuelve fundamental. Un terapeuta te puede ayudar a:

  • Identificar las fuentes de tu estrés: A veces no somos plenamente conscientes de las causas profundas de nuestra ansiedad.
  • Desarrollar herramientas de afrontamiento: Aprenderás a gestionar tus emociones y a reaccionar de manera más adaptativa ante las situaciones difíciles.
  • Comprender la conexión mente-cuerpo: Un profesional te guiará para entender cómo tus pensamientos y emociones impactan en tu salud física, incluida la caída del pelo por estrés.

La terapia no es una señal de debilidad, sino de valentía y compromiso con tu bienestar. Abordar el problema desde su raíz, es la manera más segura de recuperar tu salud, tu vitalidad y, por supuesto, tu cabello.

Caída del pelo por estrés

Conclusión

La caída del pelo por estrés es un recordatorio tangible de que la salud mental y la física están inextricablemente unidas. Si bien es alarmante ver mechones de cabello en el desagüe, este síntoma te invita a detenerte y a escuchar lo que tu cuerpo está tratando de decirte. Al reconocer el problema y tomar medidas activas, tanto a través del autocuidado como de la ayuda profesional, no solo estás protegiendo tu cabello, sino que estás invirtiendo en la base de tu bienestar: tu paz mental.

En Mente Sana contamos con un equipo de profesionales de la salud mental, para ayudarte y guiarte en el proceso hacia tu bienestar. Agenda tu sesión gratuita aquí.

Referencias

Mayo Clinic (2023). ¿El estrés puede causar la caída del cabello? Mayoclinic.org

Javier P. (2025). Alopecia por estrés: causas, síntomas y tratamientos. Insparya.es

Estrés escolar: Cómo se manifiesta

Estrés escolar

El estrés escolar se puede manifestar más de lo que se conoce; su descripción puede ser también bastante compleja. El estrés escolar puede ser minimizado con la cantidad de estigmas o creencias erróneas que pueden existir, como que los niños o adolescentes no puede existir estrés. El estrés es una emoción que todos pueden experimentar, animales e incluso infantes.

En este artículo entenderemos qué es el estrés escolar, cómo se puede manifestar, cuáles son las estrategias de ayuda y sobre todo cómo pueden acompañar los padres y educadores. Quédate un momento.

Estrés escolar
Estrés escolar

El estrés escolar

El estrés escolar se refiere a la respuesta emocional y física que pueden experimentar los estudiantes, esto debido a demandas y presiones tanto del entorno educativo como familiar, no solo nace desde el colegio o el instituto. El estrés puede llegar a ser adaptativo, puede ser “gasolina” para lograr ciertos objetivos, pero también puede afectar negativamente tanto en el bienestar físico y mental en los estudiantes.

El estrés escolar es una reacción normal frente a las diversas exigencias o demandas, pero no es lo mismo que la presión que motiva, que puede ser adaptativa. El estrés se convierte en un problema cuando es crónico o abrumador y trae consigo consecuencias. Este puede impactar de manera significativa como un bajo desempeño académico, ansiedad o depresión.

El estrés escolar puede tener diversas fuentes o causas, que ocurren en el entorno familiar o académico.

Por ejemplo:

  • Factores académicos: exámenes finales, tareas y altas expectativas, tanto propias como externas.
  • Sociales: el bullying, conflictos con los compañeros, poco sentido de pertenencia o sentir que no encaja.
  • Personales: presentar problemas familiares, conflictos o separaciones. Falta de sueño y problemas de salud.

Reconocer y abordar el estrés escolar en los estudiantes es esencial para proteger el bienestar emocional y así brindar estrategias para mejorar el desempeño académico.

Si sientes que estás con estrés escolar, que existen conflictos en tu entorno que te agobian, no dudes en buscar ayuda profesional. La terapia te puede ayudar a aprender estrategias para afrontar estas situaciones. Contáctanos y agenda una sesión.

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¿Cómo se manifiesta el estrés?

El estrés escolar se puede manifestar de diversas maneras, es importante, como siempre he dicho, es fundamental reconocer los síntomas, esto ayuda a detectar incluso temprano antes de que las consecuencias o el impacto sea aún mayor, ayuda para aplicar estrategias y conseguir una mejora en su bienestar mental y emocional.

Aquí tienes los síntomas que puede manifestar este tipo de estrés:

Síntomas físicos

  • Dolores de cabeza: es una de las quejas principales en los estudiantes que manifiestan estrés, está directamente relacionado con la tensión musculoesquelético que se genera y la ansiedad.
  • Fatiga: el cansancio o la fatiga crónica son síntomas frecuentes del estrés, pueden tener como consecuencias también problemas de insomnio y dificultad para mantener la atención.
  • Problemas digestivos: muchos investigadores le llaman el segundo cerebro, esto es debido a que el estrés puede causar dolor de estómago, diarrea, náuseas o afectar el apetito. Las emociones intensas muchas veces pueden manifestarse de esta manera.
  • Alteraciones del sueño: como se ha mencionado, puede presentar insomnio, una dificultad para dormir, hipersomnia que se entiende por excesivo sueño o pesadillas.
  • Cambios en el apetito: algunos estudiantes pueden experimentar una disminución en el apetito, lo que se mencionaba en los problemas digestivos, mientras que otros pueden comer en exceso para lidiar con el estrés.
  • Bruxismo: es uno de los síntomas característicos del estrés, se trata de la tensión en las mandíbulas que puede ocasionar dolor y consecuencias como rotura de los dientes.
  • Taquicardia o palpitaciones: el estrés genera síntomas fisiológicos como aumentar la frecuencia cardiaca.
  • Resfriados frecuentes: el estrés puede debilitar el sistema inmunológico, lo que ocasiona una vulnerabilidad a infecciones como resfriados.

Síntomas emocionales

  • Ansiedad: esta es una respuesta común al estrés que se puede manifestar como inquietud, preocupación constante, pensamientos negativos o nerviosismo.
  • Tristeza: puede presentarse un desgano, sentimientos de tristeza, desmotivación, anhedonia que es la pérdida de placer por las actividades y también falta de interés por actividades que antes solía disfrutar.
  • Irritabilidad: cuando están estresados pueden ser más propensos a presentar irritabilidad o emociones que estén desproporcionadas; en la mayoría se presenta una labilidad emocional.
  • Dificultad para concentrarse: el estrés afecta directamente a la concentración y la capacidad de mantener la atención en actividades académicas o de disfrute.
  • Inquietud: como los síntomas fisiológicos o la ansiedad, pueden presentar una dificultad para quedarse quietos, existe una necesidad de constante movimiento.
  • Problemas de memoria: está relacionado con la dificultad para concentrarse, esto también ocasiona dificultad para recordar información.
  • Llanto: pueden existir sentimientos de desesperanza, llanto frecuente o deseos sin razón aparente y angustia constante.
  • Baja motivación: el estrés académico afecta directamente la motivación para estudiar, participar en clases o realizar las actividades. Esto también es debido a que sienten que no pueden cumplir las expectativas.

Síntomas conductuales

  • Dificultad en la interacción: el estrés puede afectar la capacidad para volver a interactuar con los compañeros, pero también puede ser uno de los factores causantes.
  • Conductas ansiosas: los sentimientos son una característica, pero la conducta ansiosa es morderse las uñas, urticaria o arrancarse el cabello.
  • Ausentismo escolar: existen altas probabilidades de que quienes presenten estrés escolar comiencen a ausentarse con más frecuencia, sin razones aparentes.
  • Respuestas desproporcionadas: explosión de ira, frustración o sentir que pierden el control.
  • Problemas para organizarse: organizar el tiempo, las tareas, el estudio o los materiales comienzan a ser un problema importante.

Si te sientes identificado con estos síntomas o reconoces estos síntomas en algún niño o adolescente, no dudes en contactar con ayuda profesional. El estrés escolar debe ser tratado con estrategias específicas y con la supervisión psicológica. Contáctanos y agenda una sesión, totalmente gratis. Recuerda que la intervención temprana puede hacer un cambio.

Estrategias de manejo

La clave de que esto funcione es tener compromiso y paciencia, aparte de las estrategias que sean basadas en la organización, autocuidado y técnicas de gestión emocional. Es importante también entender que, las expectativas o las metas académicas deben ser basadas en la realidad.

Organización y gestión del tiempo

  • Crea un horario: puedes usar aplicaciones, el móvil, el ordenador o incluso imprimir un plan que puedas ver todos los días. Esto es para organizar tus tareas, exámenes y actividades extras.
  • Establece una regla de prioridades: puedes usar un número pequeño, entre 1 y 5, donde 5 es importante y 1 no tanto. De esta forma identificas las tareas más relevantes y te enfocas en ellas primero.
  • Divide las tareas: también te funciona la regla, divide las más extensas en pasos pequeños y mensurables, lo que te puede facilitar el cumplimiento.

Autocuidado

  • Sueño: tener una rutina de sueño que permita un descanso óptimo, entre 7 y 9 horas, para poder descansar y mejorar el estado de ánimo.
  • Ejercicio: la actividad física puede ayudar a lidiar con el estrés físico, mantener una rutina diaria como correr, practicar yoga o incluso caminar.
  • Alimentación: debido al cambio de apetito, es fundamental poder mantener una alimentación equilibrada.

Mindfulness

  • Respiraciones diafragmáticas: las respiraciones pueden ayudar a disminuir los síntomas fisiológicos.
  • Meditación o atención plena: vuelves al presente y así se reduce la rumiación.

Estas tres estrategias pueden ser pilares para disminuir el estrés escolar

Es importante entender que también es valioso obtener una red de apoyo. Los cuidadores o padres pueden tener en cuenta los siguientes puntos.

  • Crear un ambiente de apoyo: escuchar, sin juzgar, los miedos, las dudas y la ansiedad que pueden presentar.
  • Promover el equilibrio: las actividades extras (que no sean académicas), los pasatiempos y el tiempo en familia pueden ser espacios para reducir el estrés.
  • Saber cuándo buscar ayuda profesional: cuando los síntomas son persistentes o graves, es esencial buscar de ayuda.

Conclusiones

El estrés académico también puede ocasionar procrastinación, pero no tiene nada que ver con ser vago o flojo, sino más bien con las emociones que le puede generar no cumplir ciertas expectativas o las presiones que puede sentir. La procrastinación también está asociada a una evitación experiencial.

Es fundamental entender que en ocasiones los niños o adolescentes no llegarán a ciertos objetivos académicos y esto no implica que no sean suficientes; en ocasiones esta presión es la causante del estrés académico. Sé amable y empático.

Referencias

Maturana, H. A., & Vargas, S. A. (2015). El estrés escolar. Revista Médica Clínica Las Condes26(1), 34–41

Cómo reducir el estrés: Toma el control

cómo reducir el estrés

En el acelerado ritmo de la vida moderna, el estrés se ha convertido en un desafío cotidiano que afecta tanto a nuestra salud física como emocional. Las exigencias laborales, las responsabilidades familiares y la presión social pueden hacernos sentir abrumados, como si perdiéramos el control de nuestra propia vida. La buena noticia es que no tiene por qué ser así. Existen estrategias claras y efectivas que nos permiten recuperar la calma y el equilibrio. En este artículo descubrirás cómo reducir el estrés de manera práctica, identificando sus principales causas y aprendiendo herramientas sencillas para gestionarlo mejor. Prepárate para dar el primer paso hacia una vida más serena, con mayor bienestar y la confianza de que tú tienes el poder de transformar tu respuesta ante los desafíos diarios.

¿Cómo reducir el estrés? Detéctalo primero

Detectar el estrés a tiempo es clave para poder gestionarlo antes de que afecte seriamente tu salud. Aunque cada persona lo experimenta de manera diferente, hay señales comunes tanto físicas como mentales que sirven como una alerta. Aprender a reconocerlas te da el poder de tomar el control y te ayudará a saber cómo reducir el estrés.

Síntomas físicos

El estrés no es solo una sensación, sino una respuesta biológica. Cuando estás bajo estrés, tu cuerpo entra en modo de “lucha o huida”, liberando hormonas que pueden manifestarse de varias maneras:

  • Dolores y molestias: Es común sentir tensión muscular, especialmente en el cuello, los hombros y la mandíbula. También puedes experimentar dolores de cabeza frecuentes, migrañas o dolor en el pecho.
  • Problemas digestivos: El estrés afecta directamente el sistema gastrointestinal. Puede causar dolor de estómago, náuseas, estreñimiento o diarrea.
  • Alteraciones en el sueño: Puedes tener dificultad para conciliar el sueño (insomnio) o, por el contrario, sentir la necesidad de dormir en exceso y aun así levantarte cansado.
  • Cambios en el apetito: Algunas personas comen en exceso como una forma de consuelo, mientras que otras pierden por completo el apetito. Esto puede llevar a cambios de peso significativos.
  • Afecciones de la piel: El estrés puede manifestarse en la piel con brotes de acné, eccema o psoriasis.
  • Fatiga crónica: Sentirte constantemente agotado o sin energía, incluso después de haber descansado, es una señal clara.
  • Sistema inmune debilitado: Si te enfermas con más frecuencia de lo normal (resfriados, gripes), puede ser un indicio de que el estrés está debilitando tus defensas.

Cómo reducir el estrés

Síntomas mentales y emocionales

El estrés también tiene un impacto profundo en tu estado de ánimo y en tu forma de pensar. A menudo, estos síntomas son los primeros en aparecer y los más fáciles de ignorar.

  • Dificultad de concentración: Te resulta difícil enfocarte en las tareas, tu mente divaga y tu memoria parece fallar más de lo habitual.
  • Cambios de humor: Puedes sentirte irritable, ansioso o de mal humor sin una razón aparente. Pequeñas molestias pueden convertirse en grandes frustraciones.
  • Sentimiento de agobio: La sensación de que tienes demasiadas cosas que hacer y no eres capaz de manejarlas. Puedes sentirte abrumado y sin control.
  • Preocupación constante: Te encuentras pensando en escenarios negativos o rumiando sobre problemas del pasado, lo que te impide estar presente en el momento.
  • Aislamiento social: Puedes perder el interés en las actividades que solías disfrutar y evitar a tus amigos y familiares, prefiriendo estar solo.
  • Falta de motivación: Te sientes apático y sin ganas de hacer nada. La falta de energía mental es tan real como la física.

Si identificas varias de estas señales, es un buen momento para detenerte y evaluar qué está causando esta respuesta en tu cuerpo y mente. Ignorar estos síntomas solo hará que el estrés se vuelva crónico y más difícil de manejar. Antes de que continúes leyendo te recomendamos este artículo, Cortisol y estrés ¿Qué es y cómo afecta al organismo?, para que obtengas más información.

¿Cómo tomas el control para reducir tu estrés?

Tomar el control para reducir el estrés es un proceso que implica entender tus fuentes de tensión y aplicar estrategias efectivas para manejarlas. Aquí tienes un plan de acción con pasos concretos que puedes seguir para que sepas cómo reducir el estrés:

1. Identifica las fuentes de estrés

El primer paso es saber qué te está causando estrés. A menudo, no es un solo factor, sino una combinación de situaciones.

  • Lleva un diario de estrés: Durante una semana, anota cuándo y dónde sientes estrés, qué estabas haciendo, con quién estabas y cómo reaccionaste. Esto te ayudará a identificar patrones y detonantes.
  • Evalúa tus compromisos: Revisa tu carga de trabajo, tus responsabilidades familiares y sociales. ¿Estás asumiendo demasiado? Aprender a decir “no” es una herramienta poderosa.

2. Adopta hábitos de vida saludables

Tu cuerpo y mente están conectados. Un estilo de vida saludable es la base para una buena gestión del estrés.

  • Duerme lo suficiente: La falta de sueño hace que tu cuerpo sea más susceptible al estrés. Intenta mantener una rutina de sueño regular, incluso los fines de semana.
  • Haz ejercicio regularmente: La actividad física libera endorfinas, que son calmantes naturales. No necesitas ir al gimnasio; caminar, bailar o hacer yoga son excelentes opciones.
  • Cuida tu alimentación: Evita el exceso de cafeína y azúcar, que pueden aumentar la ansiedad. Consume alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras y granos enteros.

3. Aplica técnicas de relajación

Incorporar momentos de calma en tu día a día puede marcar una gran diferencia.

  • Práctica la respiración profunda: Cuando te sientas estresado, toma una pausa. Inhala lentamente por la nariz, mantén el aire unos segundos y exhala lentamente por la boca. Repite varias veces.
  • Medita: La meditación no tiene que ser complicada. Solo dedica 10 minutos al día a sentarte en silencio y concentrarte en tu respiración. Hay muchas aplicaciones que pueden guiarte.
  • Disfruta de la naturaleza: Salir a caminar por un parque o simplemente sentarte en un lugar al aire libre puede tener un efecto calmante.

4. Gestiona tu tiempo y responsabilidades

A menudo, el estrés surge de la sensación de no tener control sobre tu agenda.

  • Organiza tus tareas: Haz listas de pendientes, pero prioriza. Usa la regla 80/20: enfócate en el 20% de las tareas que te darán el 80% de los resultados.
  • Aprende a delegar: No tienes que hacerlo todo tú. Pide ayuda a tus colegas, familiares o amigos cuando te sientas abrumado.

5. Cultiva tu bienestar emocional

El estrés también tiene un componente mental.

  • Practica la gratitud: Piensa en tres cosas por las que te sientes agradecido cada día. Esto cambia el foco de lo negativo a lo positivo.
  • Conéctate con otros: Habla con amigos o familiares sobre cómo te sientes. El apoyo social es crucial.
  • Busca ayuda profesional si es necesario: Si sientes que el estrés es inmanejable, no dudes en contactar a un terapeuta o consejero. Hablar con un profesional puede darte herramientas valiosas para manejar tus emociones.

 cómo reducir el estrés
cómo reducir el estrés

Conclusión

Entonces ya sabes ¿Cómo reducir el estrés?, No es una tarea que se logre de la noche a la mañana, sino un viaje consciente y continuo hacia un mayor bienestar. Al reconocer las señales físicas y mentales, no solo estás identificando un problema, sino que también estás dando el primer paso para tomar acción. Los dolores de cabeza, la tensión muscular y la irritabilidad no son solo molestias, son mensajes de tu cuerpo y tu mente pidiendo un cambio.

En este camino, la clave es la autocompasión y la persistencia. No te exijas ser perfecto, simplemente comprométete a hacer pequeños ajustes. Ya sea a través de la respiración profunda, el ejercicio regular o simplemente dedicando unos minutos al día a la reflexión, cada paso cuenta. Recuerda que tienes el poder de influir en tu estado de ánimo y en tu salud. Al final del día, tomar el control del estrés significa tomar las riendas de tu propia vida y elegir vivir con más calma, más conciencia y más plenitud. Te invitamos a obtener tu sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Francisca Suarez. Ansiedad y estrés.

Cortisol y estrés ¿Qué es y cómo afecta al organismo?

Cortisol y estres
cortisol y estres
cortisol y estrés

El cortisol, a menudo conocido cómo la hormona del estrés, es una biomolécula vital producida en las glándulas suprarrenales. Este glucocorticoide cumple funciones esenciales en el cuerpo, desde regular el metabolismo hasta influir en la respuesta inmune. Aunque es crucial para nuestra supervivencia, al ayudarnos a enfrentar desafíos, niveles desequilibrados de cortisol pueden tener efectos profundos y perjudiciales en la salud.

En este artículo, exploraremos qué es el cortisol y estrés, cómo funciona y sus roles clave en el organismo. También analizaremos como el exceso de cortisol del estrés afecta la salud, provocando desde problemas metabólicos y cardiovasculares hasta alteraciones en el estado de ánimo. Y como puede volver adicción al cortisol, para comprender cómo el estrés afecta nuestra biología y bienestar general.

El cortisol y estrés

Cómo funciona la hormona del estrés en el cerebro

  1. El hipotálamo en el cerebro activa el sistema de alarma del cuerpo cuando se percibe una amenaza.
  2. Esta activación provoca que las glándulas suprarrenales liberan hormonas cómo la adrenalina y el cortisol. (profundiza sobre el cortisol aquí).
  3. La adrenalina acelera el ritmo cardiaco, aumenta la presión arterial y da más energía.
  4. El cortisol, la  hormona del estrés, eleva los niveles de glucosa en sangre, mejora el uso de glucosa en el cerebro y aumenta las sustancias necesarias para la reparación de tejidos.
  5. El cortisol y el estrés también reducen funciones no esenciales en situaciones de lucha o huida cómo las del sistema inmunitario, digestivo y reproductivo, así cómo los procesos de crecimiento.
  6. Este sistema de alarma natural interactúa con las áreas del cerebro que regulan el estado de ánimo, la motivación y el miedo.

Cuando el cortisol hormona del estrés se descontrola

  • La respuesta natural al estrés es normalmente autolimitante, una vez que la amenaza percibida desaparece, los niveles de hormonas cómo la adrenalina y el cortisol vuelven a la normalidad, y las funciones corporales se restablecen.
  • Si los factores estresantes son constantes, la reacción de alarma del cuerpo permanece activa.
  • La activación prolongada del sistema de respuesta al estrés y la sobreexposición a hormonas del cortisol y estrés pueden alterar casi todos los procesos del cuerpo, aumentando el riesgo de desarrollar diversos problemas de salud

¿Qué es el cortisol y cómo afecta al organismo?

1. Ansiedad

2. depresión

3. Problemas digestivos

4. Tensión y dolor muscular

5. Dolores de cabeza.

6. Enfermedad cardíaca, ataque cardiaco, presión arterial alta y accidente cerebrovascular.

7. Problemas de sueño (conoce más sobre la higiene del sueño).

8. Aumento de peso

9. Problemas de memoria y concentración.

Así cómo es el exceso de cortisol y estrés afectan a nuestro organismo, por eso es muy importante aprender formas saludables de afrontar los factores estresantes de la vida.

Adicción al cortisol

  • La adicción al cortisol, o la adicción al estrés, se refiere a la tendencia de algunas personas a buscar situaciones estresantes o mantener niveles altos de la hormona del estrés, incluso cuando esto les causa problemas de salud y bienestar.
  • No es una adicción en el sentido tradicional de dependencia a una sustancia, pero comparte mecanismos similares en el cerebro y puede tener consecuencias negativas similares

 

¿Por qué hay personas con adicción al cortisol?

  • Respuesta al estrés crónico, puede que el cuerpo se acostumbre a niveles elevados de cortisol y estrés. La liberación de cortisol puede activar el sistema de recompensas del cerebro, liberando dopamina, lo que puede generar una sensación de placer o alivio temporal, similar a lo que ocurre con otras adicciones.
  • La predisposición genética y las experiencias tempranas pueden influir en la forma en que una persona responde al estrés y desarrollar una adicción al cortisol.
  • Algunas personas pueden buscar situaciones estresantes cómo una forma de experimentar sensaciones intensas o evitar la monotonía, incluso si esto tiene consecuencias negativas para la salud.
  • En algunas culturas o entorno laborales, se puede fomentar una cultura de estar ocupado, y la búsqueda de resultados rápidos, lo que puede llevar a una mayor exposición al estrés y a la búsqueda de situaciones estresantes, generando adicción al cortisol.
  • Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Señales de adicción al cortisol

  • La persona acepta constantemente más responsabilidades de las que puede manejar, incluso cuando sabe que le causará estrés.
  • La persona busca activamente situaciones que generan niveles de cortisol y estrés, como proyectos desafiantes, plazos ajustados o conflictos.
  • La persona piensa constantemente en sus problemas, incluso fuera del horario laboral, y le cuesta desconectar, lo cual es un gran indicador de adicción al cortisol. (conoce sobre el estrés laboral).
  • La persona puede experimentar síntomas como fatiga, problemas de sueño, irritabilidad, ansiedad, problemas digestivos, o un sistema inmunológico debilitado a causa de los altos niveles de estrés y cortisol.

¿Qué es el cortisol y cómo afecta al organismo esta adicción?

  • Problemas de salud física.
  • Problemas de salud mental (ansiedad, depresión, trastornos del sueño).
  • Impacto en las relaciones personales.

¿Cómo puedo manejar el estrés y el cortisol?

  • Aunque los eventos estresantes son inevitables y no siempre pueden cambiar, es posible manejar su impacto personal.
  • Para lograrlo, se recomienda identificar las causas del estrés y cortisol alto y cuidarse física y emocionalmente durante esos periodos.

Ten en cuenta estos tips 

  • Mantener hábitos saludables (dieta, ejercicio, sueño).
  • Practica técnicas de relajación (yoga, respiración, meditación) (conoce más sobre el yoga aquí).
  • Llevar un diario para registrar tus emociones y dedicar tiempo a pasatiempos.
  • Cultivar relaciones sociales saludables.
  • Participar en actividades comunitarias y organizar tareas.
  • Buscar ayuda profesional si es necesario.
  • Evitar mecanismos de afrontamiento poco saludable (alcohol, tabaco, etc.)

Manejar el estrés: Aporta numerosas recompensas, como mayor tranquilidad, reducción de la ansiedad, mejor calidad de vida, mejoras en la salud física, mayor autocontrol, mejor concentración, relaciones saludables y potencialmente una vida más larga y sana.

Terapia psicológica para manejo del cortisol y estrés

  • La terapia cognitivo conductual y otras formas de terapia pueden ayudar a identificar patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen al aumento de la hormona del estrés y desarrollar estrategias para manejarlos.
  • El consumo de alcohol, tabaco o drogas pueden empeorar el estrés y la ansiedad, y es importante evitarlos o buscar ayuda si se ha desarrollado una dependencia.
  • Algunos suplementos nutricionales, cómo la fosfatidilserina, pueden ayudar a reducir el cortisol y estrés y mejorar el rendimiento físico y mental.
  • Cada individuo es diferente, por lo que es importante encontrar las estrategias que mejor se adaptan a sus necesidades y circunstancias personales.

Conclusión

La buena noticia es que podemos influir activamente en cómo el estrés nos afecta. Adoptar hábitos saludables (dieta, ejercicio, sueño), practicar la relajación, mantener conexiones sociales y buscar apoyo profesional son herramientas poderosas al gestionar proactivamente nuestros niveles de cortisol y estrés, no solo reducir riesgos para la salud, sino que también mejoramos nuestra tranquilidad, calidad de vida y sentemos las bases para una existencia más plena y duradera. Entender y manejar el cortisol es clave para el bienestar.

Referencias

Mayo Clinic (sin fecha) Control del estrés.

El Vínculo Cuerpo-Mente: Comprendiendo la Alergia por Estrés

alergia por estrés

Alergia por Estrés
Alergia por Estrés

Las alergias a menudo están asociadas con alérgenos específicos como el polen, el polvo o algunos alimentos. Sin embargo, existe una conexión cada vez más reconocida entre el estrés psicológico y la manifestación de síntomas alérgicos. Lo que comúnmente se conoce como alergia por estrés no es una alergia relacionada con una sustancia externa, sino una reacción inmunológica desencadenada por estados emocionales y psicológicos intensos; siendo un claro ejemplo de como la mente puede influir directamente en el cuerpo a través del complejo sistema psiconeuroinmunológico.

¿Qué es la Alergia por Estrés?

Al hablar de alergia por estrés se hace referencia a la aparición o empeoramiento de síntomas alérgicos en respuesta a periodos de alta tensión, ansiedad, preocupación o trauma psicológico; lo que puede incluir brotes de urticaria, exacerbación del asma, dermatitis atópica, o incluso síntomas gastrointestinales. Ahora bien, no se trata de que el estrés sea un factor alergeno en sí mismo, sino que modifica la respuesta del sistema inmunitario, haciéndolo más reactivo o menos eficiente en su función reguladora.

¿Cómo Actua el Eje Mente-Cuerpo?

Disciplinas científicas como la psiconeuroinmunología han revelado las formas en que el cerebro y el sistema inmunitario se comunican; se plantea la idea de que cuando una persona se encuentra estresada, el cuerpo activa una serie de respuestas fisiológicas para prepararse ante una supuesta amenaza. Esto incluye la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina (catecolaminas) por parte de las glándulas suprarrenales, bajo la dirección del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) y el sistema nervioso simpático (Kiecolt-Glaser et al., 2002).

Alergia por estrés

Estas hormonas, diseñadas para una respuesta rápida y adaptativa, pueden tener un gran impacto en las células inmunitarias:

  • Modulación de la inflamación: Aunque el cortisol es un antiinflamatorio natural, cuando se eleva puede conllevar a una desregulación del sistema inmunológico.
  • Activación de mastocitos: Son celulas inmunitarias clave en las reacciones alergicas, ya que liberan sustancias (como la histamina) que causan picazón, hinchazon y enrojecimiento.
  • Alteración de la barrera cutánea: El estrés crónico puede comprometer la integridad de la barrera cutánea, haciendo la piel más permeable a alergenos e irritantes. Esto puede facilitar la entrada de sustancias que, de otro modo, no causarían una reacción, o empeorar condiciones como la dermatitis atópica.
  • Influencia en el microbioma: El estrés también afecta el equilibrio del microbioma intestinal, que juega un papel crucial en la maduración y regulación del sistema inmunitario.

Manifestaciones Comunes de la Alergia por Estrés

Las manifestaciones de la alergia por estrés pueden ser variadas y a menudo se pueden confundir con las alergias “tradicionales”; las más comunes incluyen:

  • Urticaria y Angioedema: Son ronchas rojas que pican, elevadas en la piel, o hinchazón más profunda de los tejidos, se describe a menudo como “urticaria nerviosa”.
  • Asma: El estrés emocional es un desencadenante muy conocido de los ataques de asma o del empeoramiento de los síntomas en personas con asma alérgica preexistente.
  • Dermatitis Atópica (Eccema): Esta se caracteriza por brotes de picazón intensa, enrojecimiento y descamación de la piel que suelen agravarse significativamente durante periodos de estrés.
  • Rinitis Alérgica: Aunque parezca sorprendente, el estrés puede intensificar síntomas como estornudos, secreción nasal y congestión en personas propensas a la fiebre del heno.

Manejo de la Alergia por Estrés

Alergia por estrés

Debido a que el estrés es el factor desencadenante, el manejo efectivo de la alergia por estrés se centra en la disminución y gestión del estrés; lo que no sustituye el tratamiento médico para los síntomas alérgicos, a su vez, lo complementa de manera vital. Algunas estrategias incluyen:

  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Es un enfoque terapéutico centrado en identificar y modificar patrones de pensamientos negativos y comportamientos que contribuyen al estrés y la ansiedad.
  • Ejercicio Físico Regular: Es un potente reductor del estrés y puede mejorar la función inmunológica general.
  • Técnicas de relajación: Tales como el mindfulness, la meditación, los ejercicios de respiración profunda y el yoga pueden ayudar a activar el sistema nervioso parasimpático, contrarrestando la respuesta al estrés.
  • Sueño adecuado: Establecer una rutina de sueño saludable y priorizar entre 7-8 horas de sueño.
  • Manejo del Tiempo y Límites Personales: Aprender a decir que no, a través de la práctica de la comunicación asertiva, priorizar las tareas tomando en cuenta el autocuidado, evitando el agotamiento.
  • Apoyo Social: Mantener las relaciones sociales activas, conectando con amigos, familiares o grupos de apoyo.

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Alergia por estrés
Alergia por estrés

Conclusión

La alergia por estrés en la actualidad es más común de lo que creemos, sin embargo, aún existe poca consciencia sobre ella, etiquetando a personas que la padecen como incapaces de “controlarse”; cabe destacar, que su mejoría y gestión depende en gran medida de la forma en la que se aprende a manejar las situaciones estresantes, cambiando hábitos y estilos de vida por unos más equilibrados, evitando el control y aceptando la incertidumbre.

“El cuerpo grita, lo que tu boca calla”

La alergia por estrés es un recordatorio convincente de que la salud no es solo la ausencia de una enfermedad física, sino un equilibrio complejo entre la mente y el cuerpo. Reconocer el impacto que tiene el estrés en nuestro sistema inmunitario y en la manifestación de las alergias es el primer paso para su abordaje efectivo; así como entender la importancia de un tratamiento multidisciplinario médico-psicológico, de este modo las personas podrán encontrar alivio y mejorar su bienestar general, demostrando que cuidar la mente es tan crucial como cuidar el cuerpo.

En Mente Sana te brindamos un espacio seguro para que puedas aprender a gestionar este y otros aspectos emocionales. Haz clic aquí y accede a tu sesión gratuita

Referencias

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¿El estrés está empeorando los síntomas de su alergia?

¿El estrés retrasa la regla? La conexión entre emociones y ciclo menstrual

el estrés retrasa la regla
el estrés retrasa la regla
el estrés retrasa la regla

El ciclo menstrual es un indicador esencial de la salud física y emocional de las mujeres. Cuando se produce un retraso inesperado, es natural preguntarse qué lo ha causado. Entre los factores más comunes, se ha comprobado que el estrés retrasa la regla, generando preocupación e incertidumbre en muchas mujeres.

Alteraciones del ciclo menstrual

Existen varias razones por las cuales el ciclo menstrual puede alterarse. Además del embarazo, algunas causas comunes incluyen cambios hormonales, alteraciones en la alimentación, ejercicio físico excesivo, enfermedades, uso de anticonceptivos, y trastornos tiroideos.

De igual manera, condiciones médicas como infecciones ginecológicas, trastornos de la glándula suprarrenal, y situaciones como viajes, cambios de horario, sueño irregular, consumo de drogas o alcohol, o posteriormente la perimenopausia y menopausia, afectan a la regularidad del ciclo menstrual.

Asimismo, el retraso de regla por estrés es uno de los motivos más frecuentes y menos comprendidos.

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Tu bienestar es primero.

Estrés y regla

El estrés es una respuesta del cuerpo a situaciones que percibe como amenazantes. Cuando esta respuesta se activa de forma prolongada, el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA) libera una gran cantidad de cortisol. Este aumento del cortisol puede interferir en la producción de gonadotropinas, hormonas necesarias para regular la ovulación y la menstruación.

Esto significa que cuando una mujer experimenta altos niveles de estrés, su ciclo puede interrumpirse, presentarse de forma irregular o incluso ausentarse temporalmente (amenorrea funcional hipotalámica).

Lee también: El Trastorno Disfórico Premenstrual: Un velo que afecta a muchas mujeres

Estrés agudo vs estrés crónico

El estrés retrasa la regla tanto en casos de eventos puntuales (como una pérdida, un examen o una ruptura) como en situaciones de estrés crónico (como presión laboral, conflictos personales o ansiedad generalizada).

En ambos casos, el sistema nervioso autónomo entra en modo de “alerta”, lo que altera el equilibrio hormonal necesario para que el ciclo se mantenga regular.

¿Cuánto se puede retrasar la regla por estrés?

Cuando el estrés retrasa la regla, puede variar entre unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo de la intensidad y duración del estrés, así como de la sensibilidad individual de cada mujer.

Se puede retrasar la regla por estrés e incluso en casos prolongados de ansiedad o angustia emocional. La menstruación puede desaparecer por varios meses, generando amenorrea (ausencia de menstruación) (Berga et al., 2001). Es importante señalar que esta interrupción no es permanente si se aborda la causa emocional a tiempo.

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Consecuencias del retraso menstrual por estrés

Además del retraso en sí, el estrés también puede causar síntomas tanto físicos como emocionales. Suelen presentarse:

  • Dolores premenstruales más intensos
  • Inflamación abdominal
  • Cambios de apetito
  • Acné
  • Sensibilidad mamaria
  • Fatiga y sueño
  • Cambios de humor
  • Irritabilidad
  • Llanto fácil
  • Aumento de la ansiedad
  • Sensación de pérdida de control corporal
  • Dificultades de concentración

Esto genera un círculo vicioso de:
estrés → retraso → ansiedad → más estrés.

Asimismo, puede dificultar la fertilidad en mujeres que están buscando un embarazo (Ferreira & Motta, 2018).

¿Qué hacer si el estrés retrasa la regla?

Cuando el estrés retrasa la regla es fundamental identificar los signos tempranos de tensión emocional y adoptar medidas de autocuidado. Lo primero es observar otros síntomas como ansiedad persistente, problemas de sueño o cambios de apetito. Algunas estrategias efectivas para recuperar el equilibrio incluyen:

  • Técnicas de relajación como la meditación o la respiración consciente.
  • Aumentar alimentos ricos en magnesio.
  • Ejercicio físico moderado, como caminar o practicar yoga.
  • Terapia psicológica o acompañamiento emocional.
  • Organización del tiempo y mejora del descanso.

Consultar a un profesional de la salud también es esencial para descartar otras causas y recibir el tratamiento adecuado.

Puede interesarte: Estilo de vida saludable: Hábitos y rutinas.

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Conclusiones

El cuerpo y la mente están profundamente conectados, por lo que, de igual manera, el estrés retrasa la regla y afecta la regularidad del ciclo menstrual.

Aprender a gestionar el estrés no solo mejora el bienestar emocional, sino que también ayuda a mantener el equilibrio hormonal y un ciclo menstrual saludable, lo cual se logra con un mejor autocuidado y organización del tiempo.

Referencias

Berga, S. L., Loucks, T. L., & Cameron, J. L. (2001). Endocrine and metabolic impact of energy deficiency on the reproductive axis. Endocrine Reviews, 22(2), 140-170.

Ferreira, J. A., & Motta, A. B. (2018). Estrés y la función reproductiva. Biología y endocrinología reproductiva. 16(1), 1-7.

Moreno-Gómez, Elena, & Jáuregui-Lobera, Ignacio. (2022). Variables emocionales y food craving: influencia del ciclo menstrual. Journal of Negative and No Positive Results7(1), 28-63.

Syamsiah, S. & Wenloa, W. (2023) La relación entre los niveles de estrés y el ciclo menstrual entre estudiantes femeninas. Revista de Salud y Tecnología (HTechJ) 1(4):381-385.

Comprendiendo el vértigo por estrés: Cuando la tierra gira sin razón

Vértigo por estrés

¿Alguna vez has sentido que el mundo da vueltas sin explicación, una sensación de inestabilidad que te roba la calma? Esos son los mareos por estrés, una manifestación común de la ansiedad. Se estima que hasta un 30% de las personas experimentará algún tipo de mareo o vértigo a lo largo de su vida, y un porcentaje significativo de ellos se relaciona directamente con el estrés. Entender el vértigo por estrés es el primer paso para recuperar tu equilibrio.

Mareos por estrés: Un grito del cuerpo

Es común que escuchemos hablar de mareos por estrés o mareos por el estrés en nuestra consulta. Estos episodios no son imaginarios; son una respuesta fisiológica genuina a niveles elevados de tensión. Cuando el cuerpo percibe una amenaza, real o imaginaria, activa el sistema nervioso simpático, preparándolo para “luchar o huir”. Esta activación prolongada puede generar una serie de síntomas físicos, y los mareos por estrés son uno de ellos.

La hiperventilación, por ejemplo, es una causa frecuente de mareos por el estrés, ya que altera el equilibrio de gases en la sangre, afectando la oxigenación cerebral (Brandes et al., 2013). Muchas personas describen el vértigo por estrés como una sensación de aturdimiento o inestabilidad, más que un giro del entorno. Reconocer que los mareos por el estrés son una señal de alarma de tu cuerpo es fundamental.

Estrés y mareos: Una conexión innegable

La relación entre estrés y mareos es bidireccional y compleja. El estrés crónico puede desencadenar mareos, y a su vez, la experiencia de los mareos puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, creando un círculo vicioso. La amígdala, una estructura cerebral clave en el procesamiento del miedo y la ansiedad, juega un papel importante en esta conexión. Cuando la amígdala se sobreactiva debido al estrés, puede influir en las redes neuronales involucradas en el equilibrio y la percepción espacial (Paquola et al., 2019).

Este es un factor clave en los vértigos psicógenos, donde no hay una causa orgánica aparente que justifique los mareos. El vértigo por estrés es una manifestación clara de esta interconexión. Cuando sientes mareos por estrés, tu cuerpo está intentando comunicar algo sobre tu estado emocional.

Vértigos psicógenos: Cuando la mente inquietante genera mareos

Los vértigos psicógenos son aquellos en los que no se encuentra una causa física subyacente que explique el mareo o el desequilibrio. En estos casos, el origen es principalmente psicológico. No significa que los síntomas no sean reales; al contrario, son muy reales y pueden ser increíblemente incapacitantes.

El término vértigo por estrés a menudo se solapa con los vértigos psicógenos, ya que el estrés, la ansiedad, los ataques de pánico y la depresión son factores precipitantes comunes (Soto-Varela et al., 2019). La somatización, que es la expresión de malestar emocional a través de síntomas físicos, es un concepto clave para entender los mareos por estrés en este contexto. Si experimentas mareos por el estrés y los exámenes médicos no revelan anomalías, es probable que estemos frente a un caso de vértigo por estrés de origen psicógeno.

¿Cuánto dura el vértigo por estrés?

Una de las preguntas más frecuentes que nos hacen es: “¿cuánto dura el vértigo por estrés?”. La duración del vértigo por estrés es altamente variable y depende de la intensidad del estrés, la frecuencia de los episodios y las estrategias de afrontamiento de la persona. Los mareos por estrés pueden ser episódicos, durando solo unos minutos, o pueden ser persistentes, manteniéndose durante horas o incluso días.

En algunos casos, los mareos por el estrés pueden presentarse de forma intermitente durante semanas o meses, especialmente si el factor estresante persiste. La buena noticia es que, al abordar la raíz del estrés, la duración y la intensidad del vértigo por estrés suelen disminuir significativamente. Es importante recordar que el vértigo por estrés es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Si te preguntas cuánto dura el vértigo por estrés en tu caso, es útil llevar un registro de los episodios.

Herramientas y estrategias para afrontarlo

Afortunadamente, existen diversas herramientas y estrategias para manejar y reducir el impacto del vértigo por estrés.

  • Técnicas de relajación: Practicar la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva o la meditación mindfulness puede ayudar a calmar el sistema nervioso y reducir los mareos por estrés (Grossman et al., 2004). Estas técnicas son fundamentales para contrarrestar los efectos del estrés y mareos. Regular la respiración puede ser un alivio inmediato para los mareos por el estrés.
  • Reestructuración cognitiva: Identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos o catastróficos que contribuyen al estrés y la ansiedad es crucial (Beck, 2011). Si crees que los vértigos psicógenos te están dominando, trabajar en tus pensamientos puede ser un gran paso. Esto puede ayudar a reducir la percepción de amenaza y, por ende, los mareos por estrés.
  • Actividad física regular: El ejercicio es un excelente liberador de estrés y puede mejorar el equilibrio y la propiocepción, lo que a su vez puede disminuir la frecuencia e intensidad del vértigo por estrés. Mantenerte activo es una excelente forma de manejar el estrés y mareos.
  • Higiene del sueño: Un sueño reparador es vital para la salud mental y física. La falta de sueño puede exacerbar el estrés y los mareos por estrés (Maquet et al., 2005). Priorizar el descanso es clave si te preocupa cuánto dura el vértigo por estrés.
  • Establecer límites: Aprender a decir “no” y establecer límites saludables en tus relaciones y responsabilidades puede reducir significativamente los niveles de estrés y, por consiguiente, los mareos por el estrés. Reconoce tus límites para evitar que el vértigo por estrés se apodere de ti.
  • Buscar apoyo profesional: Un psicólogo puede ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu estrés, desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas y explorar la conexión entre estrés y mareos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es particularmente efectiva para los vértigos psicógenos y el vértigo por estrés (Staab & Ruckenstein, 2007). No dudes en buscar ayuda si el vértigo por estrés está afectando tu calidad de vida. Comprender cuánto dura el vértigo por estrés con ayuda profesional puede aliviar la ansiedad.
  • Manejo del tiempo: Organizar tus tareas y responsabilidades de manera efectiva puede reducir la sensación de abrumo, disminuyendo así la probabilidad de experimentar mareos por estrés. La planificación puede ser un aliado contra el vértigo por estrés.
  • Alimentación saludable: Una dieta equilibrada contribuye al bienestar general y puede ayudar a regular los niveles de energía y el estado de ánimo, lo que indirectamente influye en el estrés y mareos. Si sientes mareos por el estrés, revisa tus hábitos alimenticios.

Ejemplos de vértigo por estrés en la vida cotidiana

Imagina a Laura, una profesional joven con una carga laboral abrumadora y la presión de cuidar a sus padres mayores. Laura comienza a experimentar mareos por estrés frecuentes, especialmente durante las reuniones importantes. Al principio, piensa que es un problema físico, pero después de descartar causas médicas, su médico sugiere que los mareos por el estrés podrían ser consecuencia de su elevado nivel de ansiedad. Laura empieza a notar que sus mareos por el estrés son más intensos cuando se siente más estresada. Este es un claro ejemplo de vértigo por estrés.

Otro caso podría ser el de Juan, quien tras un evento traumático, comienza a sentir inestabilidad y un leve mareo constante. A pesar de múltiples exámenes, no hay una explicación física para sus síntomas. Sus vértigos psicógenos son una manifestación de su estrés postraumático. Para Juan, saber cuánto dura el vértigo por estrés es una preocupación constante. Sus mareos por estrés son una parte de su proceso de duelo.

Estos ejemplos ilustran cómo el vértigo por estrés se manifiesta y cómo los mareos por el estrés y los vértigos psicógenos están intrínsecamente ligados a nuestro estado emocional.

Conclusión

El vértigo por estrés es una experiencia real y angustiante, pero comprender su origen psicológico y aplicar estrategias de afrontamiento adecuadas puede marcar una gran diferencia. Los mareos por estrés y los mareos por el estrés no son un signo de debilidad, sino una señal de que tu cuerpo y mente necesitan atención y cuidado. Al reconocer la conexión entre estrés y mareos, y al entender que la pregunta “cuánto dura el vértigo por estrés” tiene muchas respuestas según cada persona, puedes tomar el control. Recuerda que los vértigos psicógenos son abordables y que el vértigo por estrés puede gestionarse eficazmente con las herramientas y el apoyo adecuados.

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Referencias

Beck, A. T. (2011). Cognitive therapy of anxiety disorders: Science and practice. Guilford Press.

Brandes, R., & Stöber, F. (2013). Hyperventilation syndrome. Current Opinion in Neurology, 26(1), 77-82.

Grossman, P., Niemann, L., Schmidt, J., & Walach, H. (2004). Mindfulness-based stress reduction and health benefits: A meta-analysis. Journal of Psychosomatic Research, 57(1), 35-43.

Maquet, P., Ruby, P., & Baldo, C. (2005). The role of sleep in learning and memory. Molecular Psychiatry, 10(10), 875-885.

Paquola, C., Marchesi, E., & Bertini, M. (2019). The amygdala and its circuits: Role in anxiety and fear processing. Journal of Clinical Neurology, 15(1), 1-10.

Soto-Varela, A., Santos-Pérez, S., & Marco-Algarra, J. (2019). Psychiatric comorbidities in patients with dizziness and vertigo. Journal of Vestibular Research, 29(2), 79-86.

Staab, J. P., & Ruckenstein, M. J. (2007). Psychiatric disorders of balance and dizziness. Journal of Vestibular Research, 17(2-3), 119-130.

Síntomas del estrés laboral: ¿Cómo afecta nuestra vida?

síntomas del estrés laboral
síntomas del estres laboral
Síntomas del estrés laboral

En el dinámico mundo laboral, la presión para alcanzar metas, cumplir plazos y mantener un alto rendimiento es una constante. Si bien cierto nivel de exigencia pueden ser un motor de productividad o generar síntomas del estrés laboral, un exceso continuo de estas demandas, sumado a una falta de recursos o control, puede desencadenar un fenómeno cada vez más extendido y preocupante: Los síntomas de estrés laboral. Lejos de ser una simple molestia, el estrés se manifiesta a través de una serie de síntomas que, si no se identifican y se abordan a tiempo, pueden tener graves repercusiones en la salud física y mental de los trabajadores. Este artículo se adentra en el reconocimiento de estas señales de alerta, los síntomas de ansiedad laboral y cómo el cuerpo y la mente nos avisan cuando la carga de trabajo se convierte en una carga invisible que amenaza nuestro bienestar.

¿Qué es estrés laboral?

El estrés laboral se refiere a la respuesta física y emocional que los empleados experimentan cuando las demandas de su trabajo sobrepasan su capacidad para manejar. Esto puede deberse a la cantidad de trabajo, plazos ajustados, falta de apoyo y ambiente laboral hostil.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Síntomas del estrés laboral

Los síntomas del estrés laboral coinciden con la sintomatología de otro tipo de estrés y provoca síntomas psicológicos y físicos. Los síntomas del estrés laboral pueden venir acompañados de síntomas de ansiedad laboral, lo cual influye en el rendimiento del trabajador, por la falta de concentración y agotamiento (te recomiendo leer más sobre la fatiga aquí)

  • Preocupación.
  • Inseguridad.
  • Miedo o temor.
  • Percepción negativa de uno mismo de las decisiones tomadas.
  • Miedo a la pérdida del control y a equivocarse.
  • Dificultad para estudiar, pensar y concentrarse.
  • Síntomas de ansiedad laboral

¿Qué riesgos tienen los síntomas de estrés laboral?

  1. Afecta al individuo: Los síntomas del estrés laboral provocan malestar, cansancio y problemas cognitivos en quien lo sufre. Puede derivar en trastornos del sueño, alimentarios y de ansiedad. (conoce más sobre la higiene del sueño aquí).
  2. Impacta en sus funciones: Los síntomas de ansiedad laboral generan problemas de comunicación, dificultad en las relaciones laborales y desafíos en la gestión de proyectos.
  3. Disminución de la productividad: como resultado del estrés laboral, la productividad general de la empresa se ve afectada negativamente.

Síntomas de estrés laboral y síntomas de ansiedad laboral

La ansiedad y estrés laboral son dos conceptos relacionados, pero no son lo mismo. El estrés es una respuesta natural a la demanda del trabajo, mientras que la ansiedad laboral es un trastorno de ansiedad que se manifiesta específicamente en el trabajo, con preocupaciones y miedos persistentes.

La ansiedad laboral puede llevar consecuencias graves como disminución de la productividad y agotamiento.

  Estrés laboral    Ansiedad laboral
  Es una respuesta del cuerpo y la mente y la mente a las demandas del trabajo  Se caracteriza por preocupaciones y miedos excesivos, relacionados con el trabajo
  Síntomas de fatiga, irritabilidad, dolores de cabeza, problemas de sueño, y dificultad para concretarse  Síntomas de miedo, irritabilidad, dificultad para concentrarse y problemas para dormir.
  Carga de trabajo, falta de control, falta de apoyo social y condiciones de trabajo insalubres.    Carencia de confianza en sí mismo, miedo al fracaso, miedo la crítica, y preocupaciones sobre el futuro laboral

¿Cómo puedo saber si tengo síntomas ansiedad laboral?

Los síntomas de ansiedad laboral se expresan de manera diferente en cada persona. Aquí te comparto los más comunes:

  • Sensación de temor, de que algo anda realmente mal o de que algo malo vaya a suceder. (conoce más sobre la ansiedad aquí)
  • Obcecación con la rutina, que puede generar un control excesivo sobre tu espacio o tus tareas y responsabilidades.
  • Atención intensa que puede tornarse repentinamente en una incapacidad para concentrarse y continuar con la tarea.

¿Hay trabajos que representan un riesgo de síntomas del estrés laboral?

  • Algunos trabajadores pueden tener mayor exposición a factores que causan estrés, como por ejemplo: El síndrome del cuidador (leer más sobre este síndrome aquí)
  • Los síntomas del estrés laboral se presentan en ciertos momentos, fases o acontecimientos dentro de una actividad laboral pueden hacerla especialmente estresante y agotadora para una persona.
  • El ambiente general de la empresa (clima organizacional) puede incrementar el riesgo de desarrollar adicción al trabajo.

Causas de los síntomas de estrés laboral

El estrés laboral puede originarse por diversos problemas y factores, los cuales están relacionados con las siguientes causas:

Otros factores de riesgo:

  • Falta de claridad o fluidez en la información.
  • Falta de empatía, creencias en la comprensión y manejo de las emociones propias y ajenas.
  • Exceso de tareas o jornadas laborales extensas e inflexibles.
  • El nivel de control que tiene una persona sobre sus decisiones en el trabajo.
  • El conjunto de valores, normas y prácticas dentro de la empresa.

Diferencias entre el Síndrome de burnout y estrés laboral:

  • El burnout es una reacción al estrés laboral prolongado. (lee más sobre el síndrome de burnout aquí).
  • Se define como una respuesta psicofísica, a un estrés se mantiene en el tiempo y que la persona ya no puede manejar, incluso después de intentar estrategias de afrontamiento.
  • Los síntomas del burnout incluyen pérdida de motivación, ansiedad, problemas de autoestima, trastornos del sueño y apatía a causa de los síntomas del estrés laboral.
  • El diagnóstico de burnout debe ser realizado por un psicólogo o psiquiatra especializado en síntomas de estrés laboral, a menudo utilizando herramientas como este de burnout CBI.

Cómo puedo prevenir los síntomas de estrés laboral

  1. Importancia de clima laboral: Un buen clima laboral y una red de compañerismo eficaz son fundamentales para prevenir el estrés y mejorar la calidad del trabajo. Esto, a su vez, mejora el bienestar personal de los empleados y sus familias. Un contexto laboral tóxico tiene un efecto dominio negativo.
  2. Apoyar una buena comunicación: Una red de apoyo sólida y un clima positivo, potencia el crecimiento personal, incrementando el compromiso, el entusiasmo y la productividad, ayuda a reducir los síntomas del estrés laboral en el equipo de trabajo.

Para las empresas:

  • Monitorizar el bienestar: Realizar un seguimiento de cómo los trabajadores perciben su propio bienestar.
  • Formación activa: Educar a los empleados sobre el estrés, proporcionándoles competencias y herramientas para manejarlo.
  • Ofrecer apoyo: Brindar acceso o apoyo pertinente cuando sea necesario.
  • Técnicas: Utilizar técnicas como team building para mejorar la comunicación y el compañerismo, factores cruciales para reducir los síntomas del estrés laboral.

La prevención del estrés laboral no es solo una cuestión de responsabilidad social corporativa, sino una inversión estratégica que beneficia a todos. Una empresa que prioriza el bienestar de sus empleados, no solo mejora su calidad de vida y su compromiso, sino que también experimenta un aumento significativo en su propia productividad y éxito.

Referencias bibliográficas

Cigna (sin fecha) como manejar la ansiedad en el trabajo.

unobravo (17/03/2025) estrés laboral: ¿Qué es, síntomas y cómo gestionarlo? Recuperado de:

¿Cómo quitar el cansancio rápido? Estrategias inmediatas (y no tan inmediatas)

Cómo quitar el cansancio rápido
Cómo quitar el cansancio rápido
Cómo quitar el cansancio rápido

Cómo quitar el cansancio rápido es la pregunta que preside a la queja más común y ancestral de todos en la historia, y es que el cansancio como concepto nos ha acompañado desde el inicio de los tiempos ¿Es natural? ¡Claro que sí! en un mundo donde las exigencias son el pan de cada día, dónde hay un afán inaudito por la hiperproductividad y la sobre exigencia, el cansancio es un habitual, y para mala suerte de muchos: suele ser persistente por mucho que duermas y descanses, y requiere de solución.

¿Qué es en realidad ‘estar cansado’?

El cansancio no es una emoción, así que no la podemos abordar desde el punto de vista emocional. Lo que sí es, es que se trata de una sensación física o mental, de falta de energía, se trata de una sensación de agotamiento y es completamente distinta de la somnolencia. No son sinónimos, pero es bien sabido que pueden existir en conjunto.

Han (2019), expresa que actualmente vivimos en la sociedad del cansancio, una sociedad desmedida por producir y que, por diversas razones, ha ido acumulando estrés, ansiedad, fatiga y depresión, que llevan tarde o temprano a ser síntomas dentro de la gran definición que es el cansancio, por exigencia, por explotación, por decisión propia, pero cansancio, al fin y al cabo.

Tipos de cansancio

Como bien es sabido, el cansancio no es solo físico ni de falta de energía, sino que también puede expresarse en otros aspectos de la vida como:

Cansancio mental

Ocurre cuando la mente ha estado funcionando de forma constante y sin descanso, especialmente en alta demanda o sobre exigencia.

Específicamente se trata de un estado de sobrecarga cognitiva, y muchas veces emocional, es cuando el agotamiento no refiere a ninguna capacidad física o de energía corporal, sino de las capacidades mentales, que afecta al pensamiento, la capacidad de concentración, la motivación. Puede estar acompañada de dolores físicos sin motivo aparente, bajo rendimiento intelectual, trastornos del sueño, la constante sensación de tener la mente “nublada”, lentitud en la toma de acciones o de pensamiento y falta de concentración.

Cansancio emocional

Sucede cuando el sistema se satura de emociones fuertes, persistentes e intensas, y su malestar deriva en una afectación a la capacidad de empatía o de sentir de las personas, dónde se vuelve complicado disfrutar emocionalmente de las interacciones, con pérdida de la sensibilidad e incluso, pudiendo parecer a la alexitimia. Persisten síntomas como la irritabilidad, falta de motivación, aislamiento social, llanto fácil y sensación de vacío.

Muchas veces se suele decir que el cansancio emocional y el estrés son lo mismo, sin embargo, no es así, recordemos que el estrés es una respuesta del cuerpo, un mecanismo de defensa ante las amenazas de un ambiente hostil; en cambio, el cansancio emocional es la consecuencia directa de no haber podido gestionar ese mismo estrés.

¿Cómo quitar el cansancio rápido?

  • Cafeína para empezar el día

Con moderación, no buscamos abusar. Pero no es solamente el café aquello que recomendamos, sino realmente la cafeína, ya que se ha demostrado que la cafeína estimula la producción de dopamina y es un componente estimulante para el sistema nervioso. Por lo que no necesitas de café únicamente para esto, ciertos tipos de té contienen cafeína, así como bebidas de cola negra, el chocolate, suplementos diversos y, por supuesto, las bebidas energéticas.

Pero con cuidado, no se busca abusar de ello. Es una excelente opción para salir del paso.

  • Descansa mejor

Vale, puede sonar obvio, sin embargo, es necesario recalcarlo. Si el cansancio está ahí, es porque tu cuerpo no está descansando como debería y eso es debido a algo más, que debemos conocer; entre tanto, la mejor manera de darle un pequeño empujón es en cultivar la higiene de sueño, para obtener mejores resultados de nuestro descanso. Es importante para el cuerpo dormir, pero no es lo mismo dormir que descansar, y necesitamos ambas para una vida saludable.

  • Técnicas de respiración

Es prudente reducir el estrés y manejar las emociones para evitar el cansancio emocional y mental, por ello las técnicas de respiración son una gran opción para oprimir los niveles de agobio que pueden ocasionar la fatiga mental y ser una fácil ayuda para aprender a cómo quitar el cansancio rápido. Existen diversas técnicas para usar, como la respiración militar.

Es fácil de aplicar: solo necesitas inhalar por la nariz durante cuatro segundos, retener la respiración por siete segundos, y finalmente exhalar por la boca durante ocho segundos. Repetir las veces necesarias.

  • Electrolitos

Los electrolitos son minerales presentes en la sangre y en otros líquidos corporales, y cuando estamos en un estado de cansancio, no es extraño pensar en la perdida de electrolitos, ya que la falta de los mismos mantiene síntomas muy en conjunto con los del cansancio. Reponer los electrolitos es una excelente forma de como quitar el cansancio rápido. ¡Además, son los encargados de transmitir impulsos nerviosos al cuerpo! Necesitamos a los electrolitos.

Por ello, necesitamos recuperar energía. Puedes encontrar electrolitos en bebidas de soluciones orales como el famoso gatorade, o haciéndola directamente en casa con agua, azúcar, media cucharada de sal y jugo de limón.

Comiendo plátano, que es rico en potasio, o patatas, aguacate o semillas que contengan magnesio. Los electrolitos son, en realidad, el sodio, potasio, magnesio, calcio y demás componentes que puedes encontrar en las comidas del día a día.

  • Hidrátate

Parecerá una locura (o no) que esto esté entre las diversas formas de como quitar el cansancio rápido, pero estar deshidratado puede llegar a agotarte a niveles que no entenderías. Especialmente de forma mental, así que no olvides tomar agua, si es algo que te cuesta de forma habitual puedes ponerte una alarma para recordártelo.

  • Muévete

Para saber cómo quitar el cansancio rápido se necesita activar la circulación y liberar ciertos neurotransmisores que representan, de cierto modo, la activación del cuerpo. Por ello, el movimiento es clave.

La activación física es muy sencilla, solo necesitas hacer algunos estiramientos o una caminata rápida de no menos de cinco minutos. No solo te ayudará a activarte, sino que liberarás tensión. Se consciente de que estás moviéndote.

Pero ten cuidado, si el agotamiento es físico e incluye dolores musculares, no es lo más recomendable.

  • ¡Sal del letargo!

¿Te ha pasado estar hablando con alguien, pestañear, y sentir que han pasado horas, que te perdiste de la mitad de la conversación, y crees haberte quedado dormido? Es consecuencia del cansancio mental y físico, así que una de las formas para como quitar el cansancio rápido es arrancar a tu cerebro del estado de letargo, y eso se logra con estimulación sensorial.

Lavarse la cara con agua fría, tener las manos ocupadas en alguna actividad que no requiera esfuerzo, apoyarse en los aromas del entorno y escuchar música (por favor, nada de baladas o nanas para dormir, no es eso lo que buscamos). Te recomiendo mis dos canciones favoritas para la estimulación sensorial, la música del Mario Kart y la creación de personajes del Wii. Sin letra para que no sea una distracción, y lo suficientemente curiosa para mantener la atención, al menos lo suficiente para mantenerse entretenidos preguntándose ¿qué estoy escuchando?

Lo no dicho se acumula, y lo que se acumula termina agotando hasta puntos insospechables. Para responder a la pregunta de cómo quitar el cansancio rápido, y enfrentarnos al cansancio emocional, es importante reconocer que las emociones deben trabajarse.

Asistir a terapia psicológica es una excelente idea para esto, no es necesario un régimen estricto, pero si la descarga emocional como un método infalible para gestionar aquello que se siente y que puede estar drenándote.

¿Cómo quitar el cansancio rápido que no se va, por mucho que lo intente?

Si ninguno de éstos métodos funciona, entonces necesitamos descartar causas médicas que puedan estar causando este cansancio constante. Puede deberse a distintas causas, déficit vitamínico, irregularidad hormonal, anemia o algún tipo de enfermedad.

Del mismo modo, otros trastornos psicológicos pueden estar relacionados, como la depresión, que está caracterizado por la fatiga persistente y esa particular falta de motivación que puede verse como desgana. La ansiedad, el burnout, que también existen en conjunto con el cansancio persistente.

Cómo quitar el cansancio rápido es sin duda una pregunta con respuestas demasiado ambiguas y amplias, ya que dependerá de la razón por la que se origina la fática, y a partir de ahí se puede decidir si las acciones serán tan sencillas como tener un buen sueño, tomar algo con mucha cafeína, o si requerirá más trabajo y un tratamiento más largo.

Sea lo que fuese, es importante adoptar hábitos saludables para reducir lo posible cualquier riesgo de cansancio. Si buscas más trucos fáciles y rápidos sobre cómo quitar el cansancio rápido, Mente Sana psicología puede ayudarte, solo necesitas agendar la primera consulta ¡totalmente gratis!

Referencias bibliográficas

Las sociedades del cansancio: definiciones, experiencias y reflexiones durante la pandemia. (2022). Estudios Sobre Estado y Sociedad, 85.

Cárdenas, D., Conde-González, J., & Perales, J.C.. (2017). La fatiga como estado motivacional subjetivo. Revista Andaluza de Medicina del Deporte10(1), 31-41. 

Castillo Ramírez, Sisy. (2001). El Síndrome de “Burn Out” o Síndrome de Agotamiento Profesional. Medicina Legal de Costa Rica17(2), 11-14.

Cansancio mental: Entendiendo sus causas

En el rápido ritmo de la vida moderna, donde las demandas laborales, personales y sociales se juntan, es cada vez más común experimentar una sensación de agotamiento que más allá del simple cansancio físico. Este fenómeno, conocido como cansancio mental o fatiga cognitiva, se manifiesta como una persistente falta de energía mental, dificultad para concentrarse, problemas de memoria y una sensación general de aburrimiento extremo. En este artículo deseamos comprender las causas subyacentes y los posibles síntomas de este estado es el primer paso crucial para abordarlo de manera efectiva y recuperar el bienestar cognitivo.

Agobio - Cansancio mental
Agobio – Cansancio mental

¿Qué es el cansancio mental?

Es una sensación de agotamiento o falta de energía que afecta el cerebro y la mente. Este cansancio se caracteriza por dificultad para concentrarse, tomar decisiones y realizar tareas complejas, así como disminución en el rendimiento mental.

“La fatiga mental se produce cuando el cerebro ha estado sometido a una actividad intensa y prolongada sin descanso, similar a cómo un músculo se fatiga por el ejercicio excesivo.”

Causas del cansancio mental

El cansancio mental es un problema de salud que se pueden generar por múltiples causas incluyendo factores físicos, emocionales y cognitivos. Conocer cuáles son estos factores es crucial para su abordaje, aquí te compartimos algunos de ellos:

  • Estrés crónico: esto es una de las principales causas del cansancio mental. Algunas personas suelen estar expuestas a situaciones estresantes de forma prolongada, y esto suele tener un fuerte impacto negativo sobre el sistema nervioso, además afecta el equilibrio químico del cerebro.
  • Insomnio: esto también puede producir fatiga, si no tienen una buena calidad del sueño, lo que puede generar agotamiento mental e interrumpe las funciones cognitivas y afecta el estado de ánimo.
  • Desgaste emocional: si se está bajo una carga emocional abrumadora, como pérdidas, ruptura amorosa u otros tipos de problemas emocionales, puede desarrollar cansancio emocional crónico, ya que la mente no logra relajarse y desconectarse de la fuente de estrés. También puede causar tensión muscular, fatiga física y trastorno del sueño.

Para que lo entiendas de una forma más sencilla, el cansancio mental suele ser desencadenado luego de una sobrecarga de información, imagina por un momento que intentas descargar demasiadas aplicaciones a la vez en tu celular. Se pone lento, ¿cierto? Pues a tu mente le pasa igual cuando intenta procesar demasiada información, tareas o preocupaciones al mismo tiempo. El trabajo, los estudios, las noticias, las redes sociales.

Estrategias efectivas para combatir el cansancio mental

Es importante que sepas que para poner en práctica esto tienes que enfocarte en varios aspectos de tu vida a mejorar. Te recomendamos algunas a continuación:

Bloqueo – Cansancio mental

  • Prioriza tu sueño: intenta establecer un horario regular y asegurarte de crear un ambiente relajante en tu habitación y evita pantallas antes de dormir. Y, por último, evita comidas pesadas, cafeína y el alcohol cerca de la hora de dormir.
  • Gestiona el estrés y la ansiedad: incorpora técnicas de relajación, aquí te dejamos un artículo con más información al respecto “Relaja tu mente” https://newweb.mentesanapsicologia.com/relajar-la-mente/, como la respiración, meditación o el yoga, esto te ayudara a calmar la mente y reducir la tensión. Analiza situaciones o actividades estresantes e intenta evitarlas o gestionarlas mejor.
  • Optimiza tu alimentación e hidratación: consume una dieta equilibrada, como frutas, proteínas magras y granos integrales, también alimentos ricos en ácidos grasos como el omega-3, que son beneficiosos para tu salud cerebral. También beber suficiente agua lo largo del día te ayuda a concentrarte más y a evitar la fatiga mental.
  • Toma descansos y desconecta: si trabajas mucho tiempo sentada o con mucho tiempo en pantallas, levántate y estírate unos minutos cada hora. Dedica tiempo libre de tecnología, donde no involucre pantallas. Utiliza algunos periodos para desconectar para vacacionar y fines de semana para descansar.
  • Estimula tu mente de forma saludable: mantén tu mente activa con aprendizaje continuo, como jugando juegos mentales o resolviendo acertijos. Dedica tiempo en actividades que te apasionen y sobre todo pasa tiempo con personas que te agraden y te apoyen, esto puede mejorar tu estado de ánimo.

Si el cansancio mental persiste es fundamental que consultes un profesional de la salud para que descarte posibles causas subyacentes.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Conclusión

Como conclusión, el cansancio mental no es una simple sensación de agotamiento pasajero, sino una señal de que nuestra mente está sobrecargada y necesita atención. Sus causas son causas multifactoriales, abarcando desde la sobreexposición a la información y la falta de sueño reparador, hasta el estrés crónico y hábitos de vida poco saludables. Sin embargo, la buena noticia es que existen estrategias efectivas para combatirlo. Priorizar el descanso, gestionar el estrés, nutrir tu cuerpo y mente, incorporar actividad física y desconectar del ritmo frenético son pilares fundamentales para recuperar la claridad, la energía y el bienestar mental.

Al tomar medidas proactivas para cuidar nuestra salud mental, no solo aliviáremos el cansancio, sino que también mejorarás tu calidad de vida en general, en Mente Sana estamos aquí para guiarte y acompañarte en la selección del mejor especialista, es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

Bupa Salud, Fatiga mental: ¿Qué la produce y cómo se puede tratar?