Cansancio mental: Entendiendo sus causas

En el rápido ritmo de la vida moderna, donde las demandas laborales, personales y sociales se juntan, es cada vez más común experimentar una sensación de agotamiento que más allá del simple cansancio físico. Este fenómeno, conocido como cansancio mental o fatiga cognitiva, se manifiesta como una persistente falta de energía mental, dificultad para concentrarse, problemas de memoria y una sensación general de aburrimiento extremo. En este artículo deseamos comprender las causas subyacentes y los posibles síntomas de este estado es el primer paso crucial para abordarlo de manera efectiva y recuperar el bienestar cognitivo.

Agobio - Cansancio mental
Agobio – Cansancio mental

¿Qué es el cansancio mental?

Es una sensación de agotamiento o falta de energía que afecta el cerebro y la mente. Este cansancio se caracteriza por dificultad para concentrarse, tomar decisiones y realizar tareas complejas, así como disminución en el rendimiento mental.

“La fatiga mental se produce cuando el cerebro ha estado sometido a una actividad intensa y prolongada sin descanso, similar a cómo un músculo se fatiga por el ejercicio excesivo.”

Causas del cansancio mental

El cansancio mental es un problema de salud que se pueden generar por múltiples causas incluyendo factores físicos, emocionales y cognitivos. Conocer cuáles son estos factores es crucial para su abordaje, aquí te compartimos algunos de ellos:

  • Estrés crónico: esto es una de las principales causas del cansancio mental. Algunas personas suelen estar expuestas a situaciones estresantes de forma prolongada, y esto suele tener un fuerte impacto negativo sobre el sistema nervioso, además afecta el equilibrio químico del cerebro.
  • Insomnio: esto también puede producir fatiga, si no tienen una buena calidad del sueño, lo que puede generar agotamiento mental e interrumpe las funciones cognitivas y afecta el estado de ánimo.
  • Desgaste emocional: si se está bajo una carga emocional abrumadora, como pérdidas, ruptura amorosa u otros tipos de problemas emocionales, puede desarrollar cansancio emocional crónico, ya que la mente no logra relajarse y desconectarse de la fuente de estrés. También puede causar tensión muscular, fatiga física y trastorno del sueño.

Para que lo entiendas de una forma más sencilla, el cansancio mental suele ser desencadenado luego de una sobrecarga de información, imagina por un momento que intentas descargar demasiadas aplicaciones a la vez en tu celular. Se pone lento, ¿cierto? Pues a tu mente le pasa igual cuando intenta procesar demasiada información, tareas o preocupaciones al mismo tiempo. El trabajo, los estudios, las noticias, las redes sociales.

Estrategias efectivas para combatir el cansancio mental

Es importante que sepas que para poner en práctica esto tienes que enfocarte en varios aspectos de tu vida a mejorar. Te recomendamos algunas a continuación:

Bloqueo – Cansancio mental

  • Prioriza tu sueño: intenta establecer un horario regular y asegurarte de crear un ambiente relajante en tu habitación y evita pantallas antes de dormir. Y, por último, evita comidas pesadas, cafeína y el alcohol cerca de la hora de dormir.
  • Gestiona el estrés y la ansiedad: incorpora técnicas de relajación, aquí te dejamos un artículo con más información al respecto “Relaja tu mente” https://newweb.mentesanapsicologia.com/relajar-la-mente/, como la respiración, meditación o el yoga, esto te ayudara a calmar la mente y reducir la tensión. Analiza situaciones o actividades estresantes e intenta evitarlas o gestionarlas mejor.
  • Optimiza tu alimentación e hidratación: consume una dieta equilibrada, como frutas, proteínas magras y granos integrales, también alimentos ricos en ácidos grasos como el omega-3, que son beneficiosos para tu salud cerebral. También beber suficiente agua lo largo del día te ayuda a concentrarte más y a evitar la fatiga mental.
  • Toma descansos y desconecta: si trabajas mucho tiempo sentada o con mucho tiempo en pantallas, levántate y estírate unos minutos cada hora. Dedica tiempo libre de tecnología, donde no involucre pantallas. Utiliza algunos periodos para desconectar para vacacionar y fines de semana para descansar.
  • Estimula tu mente de forma saludable: mantén tu mente activa con aprendizaje continuo, como jugando juegos mentales o resolviendo acertijos. Dedica tiempo en actividades que te apasionen y sobre todo pasa tiempo con personas que te agraden y te apoyen, esto puede mejorar tu estado de ánimo.

Si el cansancio mental persiste es fundamental que consultes un profesional de la salud para que descarte posibles causas subyacentes.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Conclusión

Como conclusión, el cansancio mental no es una simple sensación de agotamiento pasajero, sino una señal de que nuestra mente está sobrecargada y necesita atención. Sus causas son causas multifactoriales, abarcando desde la sobreexposición a la información y la falta de sueño reparador, hasta el estrés crónico y hábitos de vida poco saludables. Sin embargo, la buena noticia es que existen estrategias efectivas para combatirlo. Priorizar el descanso, gestionar el estrés, nutrir tu cuerpo y mente, incorporar actividad física y desconectar del ritmo frenético son pilares fundamentales para recuperar la claridad, la energía y el bienestar mental.

Al tomar medidas proactivas para cuidar nuestra salud mental, no solo aliviáremos el cansancio, sino que también mejorarás tu calidad de vida en general, en Mente Sana estamos aquí para guiarte y acompañarte en la selección del mejor especialista, es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencias

Bupa Salud, Fatiga mental: ¿Qué la produce y cómo se puede tratar?

Síntomas físicos del estrés emocional: cómo reconocerlo

Síntomas físicos del estrés emocional
Síntomas físicos del estrés emocional
Síntomas físicos del estrés emocional

Los síntomas físicos del estrés emocional son un gran llamado de atención en el primer instante que aparecen en nuestra vida, es el cuerpo demostrando las consecuencias que el estrés está teniendo en tu vida diaria, y éstos síntomas de forma prolongada pueden acarrear una serie de problemáticas o incluso de mayor cantidad de estrés en consecuencia. Por ello, es importante aprender a identificar los síntomas físicos del estrés emocional más comunes.

¿Qué es el estrés?

El concepto de estrés ha cambiado mucho alrededor de los años, lo que jamás cambia es que se define como una reacción normal ante las presiones de las circunstancias del día a día. Hans Selye (1936), fue una de las primeras personas en definirlo, y para él era la respuesta no especifica del cuerpo ante cualquier demanda. Hans, desde el comienzo, lo definió como algo anclado a lo físico, a lo somático y caporal, todo gracias a su estudio con ratas estresadas.

En su estudio, sometía a las ratas a diversos agentes “nocivos”, estímulos negativos a los que luego respondían de una forma estereotipada buscando adaptarse para sobrevivir dentro de éste nuevo paradigma. Tal y como hoy en día podemos describir el estrés para el ser humano: una respuesta adaptativa ante agentes perjudiciales.

Sin embargo, estudios más recientes desmontan la teoría de Hans sobre que son respuestas estereotipadas. Los seres humanos respondemos a los estímulos de formas diferentes, dependiendo del factor estresante en cuestión puede causar distintas alteraciones, inclusive cambios específicos en distintos neurotransmisores, y tal como expresa la American Psychological Association, el estrés no es más que “Una reacción normal a las presiones cotidianas, pero puede volverse perjudicial cuando altera el funcionamiento diario”

Etapas del estrés emocional

El estrés además es un proceso. No es sola una reacción y respuesta fisiológica, sino que también se trata de un complejo proceso de alarma y adaptación que Hans explicó en su tiempo con su experimento. El estrés, de hecho, es parte de la respuesta del cuerpo para decidir si pelear o huir.

Sí, necesitamos estrés en nuestro día a día para poder obtener un óptimo equilibrio y supervivencia. Pero su exceso es dañino para el organismo, pudiendo ocasionar lo que se conoce como síndrome general de adaptación, que consta en tres fases:

  1. Alarma: involucra cambios en la hiperactividad y la vigilia. Es una fase de alerta total para estar preparado a lo que se avecina a niveles estresantes.
  2. Resistencia: una vez superada la fase de alarma, la persona se estabiliza hasta cierto punto y consigue adaptarse a los niveles momentáneos de estrés.
  3. Agotamiento: Sin embargo, si la situación se prolonga viene el agotamiento, con altos niveles de cortisol y diversas consecuencias físicas.

Tipos de estrés

Existen tres tipos principales de estrés, catalogados en agudo, episódico y crónico.

  • Estrés agudo: De sus formas más comunes, caracterizado por ser un estrés corto de duración, viene de forma rápida y se va de la misma manera, tanto positivo como negativo. Todos, en algún momento de la vida, presentamos estrés agudo de una forma u otra. Nos impone situaciones desafiante y amenazas, pero se va una vez que la situación se resuelve.
  • Estrés agudo episódico: existe cuando una persona experimenta episodios de estrés agudo de forma regular y hasta constante, se trata de personas que no tienen el tiempo de parar en su día a día, y es uno de los tipos de estrés más comunes en profesiones muy certeras como puede ser la médica.
  • Estrés crónico: Se trata de un estrés a largo plazo, que dura semanas y hasta meses. Es perjudicial debido a su duración, con graves consecuencias de salud físicas y mentales.

Síntomas físicos del estrés emocional

Dolores de cabeza

Una reacción física bastante común del estrés es la subida de presión, que puede llevar a constantes dolores de cabeza. También, el estrés emocional puede provocar tensión muscular, en especial en la zona del cuello y la cabeza. Las migrañas también son un habitual en una persona que sufre constantes episodios de estrés emocional.

También, la aparición del bruxismo, es decir rechinar o apretar los dientes dormidos o despiertos, la presión constante ocasiona dolores de cabeza terribles e incomodos.

Pérdida de cabello

El cabello se cae a pequeñas cantidades todo el tiempo, sin embargo, altos niveles de estrés suelen provocar caída constante, prolongada y preocupante debido a la cantidad de cabello que suele ser, esto debido a los desequilibrios hormonales que el cuerpo está experimentando.

Además, es bastante simple: el cabello por si solo tiene su propio ciclo y se cae cuando entra en la fase de descanso, el estrés arrastra a que todo el cuerpo cambie sus ciclos, incluso los folículos capilares. Obliga a gran parte del cabello a entrar en la fase de descanso con más frecuencia, lo que lleva a perdida notable de cabello.

Dolores corporales y tensión

¿Alguna vez te ha pasado que recuerdas que estás encorvado, y al enderezarte se está incomodo? ¿Aun cuando una posición recta y derecha es la correcta? El cuerpo se acostumbra a la incomodidad cuando lo ve como algo habitual, pero eso no quiere decir que sea lo más cómodo o sano.

El estrés emocional puede causar tensión en los músculos gran parte del tiempo, debido a que el cuerpo está en alerta constante y con la adrenalina al tope, quizás no lo notes en el momento, pero si sus consecuencias: cuando ya el cuerpo resiente de esa misma tensión. Las zonas más comunes que sufren son la espalda, los hombros y el cuello.

Problemas digestivos

Los problemas gastrointestinales son un común en personas con alto estrés. El sistema digestivo es altamente sensible a éste, ya sea porque dificulte el proceso de digestión, porque no procese bien los alimentos, o por diversas enfermedades varias asociadas que pueden desarrollarse a raíz de ello, como acidez estomacal, estreñimiento, diarrea, dolores abdominales entre otros.

Además, tampoco podemos descartar los problemas digestivos ocasionados por el consumo de sustancias para socavar el propio estrés emocional, como comidas altas en sales, alcohol, cafeína y hasta alimentos dañinos y comida chatarra solo para hacer más soportable el episodio de estrés.

Fatiga constante

Recordemos por un segundo las etapas del estrés: la fase del agotamiento es importante para ésta parte, ya que si estamos en un periodo constante de estrés jamás se sale de la fase de agotamiento, por lo tanto, el cuerpo se mantiene de forma persistente en un estado de cansancio. El estrés agota, quema la batería del cuerpo incluso aunque se duerma lo suficiente, señales físicas de esto son ojeras pronunciadas y oscuras.

Falta de libido sexual

El estrés trae cambios hormonales, y todo lo que ello acarrea: una afectación directa a toda área ligada intrínsecamente a las hormonas, como puede ser el área sexual, con libido bajo o inexistente, disfunción eréctil, periodos irregulares y hasta ausencia de los mismos.

Algunas personas dirán que los altos niveles de estrés de hecho, aumentan su libido más allá de lo habitual, pero esto no es más que una señal de que aún no entramos a la fase de agotamiento del estrés emocional.

Resfriados constantes

No es tan descabellado, el estrés constante debilita el sistema inmunológico, por lo tanto las defensas del cuerpo bajan y es mucho más sencillo para que los agentes infecciosos, bacterias, resfriados y en general enfermedades del estilo puedan afectar al cuerpo humano. Un resfriado de vez en cuando es normal, comienza a ser un llamado de atención cuando es algo que persiste en el tiempo y es demasiado frecuente.

Trastornos del sueño y diversas alteraciones

El más común: el insomnio. El estrés persistente refiere a que no hay momento de calma, y las noches son un enemigo quejumbroso pero letal para las mentes alteradas, ésta preocupación constante y los pensamientos intrusivos son el principal motivo de las personas en estrés crónico para presentar dificultades a la hora de dormir, mantener el sueño y de descansar.

¿Cómo puedo solucionar mis síntomas físicos del estrés emocional?

Lo que es físico, primero lo solucionamos psicológicamente. Recordemos que el estrés emocional no es más que una respuesta automática del cuerpo ante un factor estresante, y son la consecuencia física de su persistencia en el tiempo. Por lo que de normal su origen será meramente mental y psicológico.

Lo que suele pasar aquí es que estamos frente a lo llamado somatización, que es hacer físico los síntomas psicológicos. Y para solucionarlo, es clave eliminar el factor que ocasiona el estrés.

Además, de implementar otra serie de factores importantes, como:

  • Ejercicio regular
  • Descanso adecuado
  • Técnicas de relajación, las cuales puedes leer en éste artículo de aquí antes de continuar.
  • Gestión adecuada del tiempo
  • Asistencia terapéutica, de ser necesaria.

El estrés es una reacción natural del cuerpo, es imposible huir de ella por completo y sería perjudicial carecer en su totalidad de su existencia, en periodos cortos es necesaria. Pero los cambios que afectan al sistema nervioso, al cuerpo y a su química entera, son nocivas a la larga. Los síntomas físicos del estrés emocional no son más que el llamado de auxilio del propio cuerpo, que necesita parar y descansar.

Identificarlo pronto y lidiar con el estrés emocional es vital para las medidas necesarias para reducirlo, por ello en Mente Sana estamos para ayudarte. Y si estás experimentando periodos de estrés que no puedes controlar, agenda ya mismo tu primera cita completamente gratuita, que estamos para ayudarte.

Referencias bibliográficas

Stress. (n.d.). American psychological association

Schneiderman, N., Ironson, G., & Siegel, S. D. (2005). Stress and health: psychological, behavioral, and biological determinants. Annual review of clinical psychology1, 607–628.

Valencia-Florez, K. B., Sánchez-Castillo, H., Vázquez, P., Zarate, P., & Paz, D. B. (2023). Stress, a Brief Update. International journal of psychological research16(2), 105–121.