Joven rebelde: Comprendiendo la rebeldía en adolescentes

Joven rebelde

Joven rebelde es una expresión que suele describir la etapa de la adolescencia, un periodo marcado por profundos cambios físicos, emocionales y sociales. Durante estos años, muchos adolescentes adoptan actitudes desafiantes que pueden generar tensiones en el ámbito familiar y escolar. Sin embargo, la rebeldía no siempre debe interpretarse como un problema patológico; en muchos casos, constituye un proceso natural de individuación y construcción de identidad, necesario para el desarrollo de la autonomía personal.

Adolescencia como etapa compleja

La adolescencia es una etapa compleja del desarrollo marcada por profundos cambios físicos, emocionales, cognitivos y sociales, los cuales no son fáciles de llevar. Durante este periodo, los adolescentes transitan desde la dependencia infantil hacia una progresiva autonomía, lo que implica la construcción de la identidad, la exploración de nuevos roles y la necesidad de pertenencia.

Por ello, los padres dejan de verse como seres idealizados, y se empiezan a notar las limitaciones, por lo que se produce cierto alejamiento de la familia y las amistades pasan a focalizar la atención y la preferencia del futuro adulto.

Estos procesos, a menudo intensos y contradictorios, pueden generar confusión, conflictos con figuras de autoridad y una emocionalidad fluctuante, por lo que también incluye una etapa de exploración. Esta, basada de igual manera en la búsqueda de sentido, la necesidad de validación y el deseo de diferenciarse del entorno familiar.

No estás solo. En Mente Sana te ayudamos con tu proceso.

¿Cómo es un joven rebelde?

La rebeldía en la adolescencia se manifiesta a través de comportamientos opositores, desafíos a la autoridad, actitudes provocadoras o el rechazo a normas establecidas. Según Erik Erikson, el adolescente atraviesa la etapa del desarrollo llamada “identidad vs. confusión de roles”, donde busca afirmarse como individuo, lo cual puede generar conflictos con figuras de autoridad (Erikson, 1968).

Esta búsqueda de autonomía no necesariamente implica una intención de dañar, sino de ensayar quiénes son y qué piensan. La rebeldía puede ir desde cuestionamientos verbales hasta conductas más graves como el consumo de sustancias o el abandono escolar, dependiendo de múltiples factores.

Causas de la rebeldía en adolescentes

Las causas principales para que un joven rebelde muestre determinadas conductas son multifactoriales y pueden incluir aspectos individuales, familiares, sociales y culturales:

  1. Desarrollo neurológico: El cerebro adolescente aún se encuentra en desarrollo, especialmente la corteza prefrontal, encargada del juicio y la autorregulación (Steinberg, 2014). Esto puede provocar conductas impulsivas y dificultad para prever consecuencias.
  2. Cambios hormonales: Se generan mayores cambios anímicos por el aumento de testosterona, asociada con la competitividad, y con la menstruación.
  3. Búsqueda de identidad: La necesidad de diferenciarse de los padres, establecer valores propios y buscar un sentido de pertenencia influye en actitudes desafiantes.
  4. Relaciones familiares: Un estilo parental autoritario o inconsistente, la falta de comunicación o la sobreprotección pueden intensificar la rebeldía (Baumrind, 1991).
  5. Presión de grupo: Los adolescentes suelen sentirse influenciados por sus pares, y a veces adoptan comportamientos disruptivos como forma de aceptación o pertenencia.
  6. Factores socioculturales y experiencias adversas: Problemas económicos, violencia familiar o acoso escolar pueden aumentar la vulnerabilidad del joven.
  7. Conflicto intrapsíquico: Desde el enfoque psicoanalítico, existe un conflicto entre los impulsos inconscientes, las normas internalizadas y la búsqueda de identidad.
  8. Información desadaptativa: Desde el modelo de Procesamiento de la Información Adaptativa, las experiencias adversas no procesadas adecuadamente, activan respuestas emocionales intensas como irritabilidad, impulsividad o rechazo, como mecanismos de defensa frente a recuerdos implícitos no integrados.

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¿Qué hacer ante un joven rebelde?

Lidiar con un adolescente rebelde puede ser un reto emocional. No obstante, existen las siguientes estrategias que pueden ayudar:

  • Crear un entorno seguro: Evita los juicios, las amenazas o los interrogatorios. El adolescente necesita sentir que puede expresarse sin ser atacado ni malinterpretado
  • Fomentar la comunicación empática: Escuchar validando sus emociones y evitar reacciones impulsivas fortalece el vínculo (Siegel & Bryson, 2012). Asimismo, la presencia silenciosa y la disponibilidad, permite la libertad de expresión.
  • Establecer límites claros y negociables: La estructura y la consistencia dan seguridad, pero también es importante dar espacio para la autonomía progresiva. Incluirlos en la creación de reglas favorece el compromiso y el respeto.
  • Modelar comportamientos saludables: Los adolescentes aprenden más por observación que por imposición. Mostrar autorregulación y respeto favorece el aprendizaje emocional.
  • Mantener la calma y la coherencia: Evitar responder con gritos, castigos desproporcionados o reacciones impulsivas. La autoridad firme pero afectiva transmite seguridad.
  • Observar más allá de la conducta: La rebeldía puede ocultar baja autoestima, inseguridad, miedo o experiencias difíciles. En lugar de castigar el síntoma, es importante explorar sus causas.
  • Buscar ayuda profesional: Cuando la rebeldía es extrema, persistente y se asocia a conductas de riesgo o deterioro del funcionamiento diario, una intervención psicológica puede ser esencial para brindar estrategias adecuadas.

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Conclusiones

Un joven rebelde muestra una expresión común y esperable dentro de un periodo vital caracterizado por intensos cambios físicos, emocionales y sociales. Este comportamiento, aunque a menudo desafiante, representa en muchos casos un proceso natural de búsqueda de identidad y autonomía, parte esencial del desarrollo hacia la adultez.

Entender que la rebeldía en la adolescencia no es un simple acto de desafío, sino una manifestación compleja que puede estar influida por factores neurológicos, hormonales, familiares y sociales, permite a padres y educadores responder con empatía y estrategias efectivas.

Acompañar al joven rebelde desde el respeto y la comprensión, y buscar ayuda profesional cuando sea necesario, facilita un desarrollo saludable y fortalece las relaciones familiares, respetando su proceso de individuación y construcción de identidad.

Obtén la ayuda que necesitas y agenda una cita gratuita.

Referencias

Alvarez Robinson, Reina Mercedes, & Robinson Rodríguez, Rosa Julia. (2016). Estrategia de intervención educativa para mejorar la conducta en adolescentes. MEDISAN20(3), 329-335.

Cortés, A. (2023, 2 de febrero). Adolescentes rebeldes. ¿Cuándo debemos buscar ayuda? ITA Salud Mental.

Peralta Lemus, A. J. (2025). Adolescentes rebeldes: Claves para entender a tus hijos sin romper la relación. Universidad Privada Franz Tamayo.

Berrinche: Estrategias efectivas para la calma

Niño en berrinche
Niño en berrinche
Niño en berrinche

El berrinche es sin duda, uno de los desafíos más comunes y estresantes que enfrentan los padres. Esos momentos de explosión emocional, donde las lágrimas, los gritos y la frustración parecen apoderarse de nuestros pequeños, pueden dejarnos sintiendo impotencia y agotamiento. Sin embargo, detrás de cada rabieta hay una oportunidad para entender mejor a nuestros hijos y, lo que es más importante, para enseñarles valiosas estrategias para la calma y la regulación emocional. Este artículo es una guía práctica diseñada para ayudarte a transformar esos episodios caóticos en momentos de aprendizaje y conexión. Descubriremos juntos cómo mantener la serenidad en medio de la tormenta, ofrecer apoyo efectivo a tus hijos y fomentar un ambiente familiar donde la calma prevalezca sobre el caos.

¿Qué es un berrinche?

Un berrinche que también es conocido como rabieta o pataleta, es una explosión emocional intensa, comúnmente observada en niños pequeños, generalmente entre 1 y 4 años de edad. Es una forma inmadura de expresar frustración, ira o disgusto cuando no consiguen lo que desean o no pueden comunicar sus necesidades y sentimientos de manera efectiva.

Características de un berrinche

Los berrinches pueden manifestarse de diversas maneras, incluyendo:

  • Llanto y gritos intensos: Son la expresión más común.
  • Pataletas y revolcones: El niño puede tirarse al suelo, patear o golpear.
  • Arrojar objetos: Como una forma de liberar la frustración.
  • Retener la respiración: Algunos niños pueden contener la respiración por unos segundos, lo que puede ser alarmante, pero suele ser inofensivo.
  • Negativa a obedecer: Resistencia a las órdenes o peticiones de los adultos.

¿Por qué ocurre un berrinche?

Los berrinches son una parte normal del desarrollo infantil y suelen ser el resultado de varias causas:

  • Falta de habilidades comunicativas: Los niños pequeños aún no tienen el lenguaje o la capacidad para expresar verbalmente lo que sienten o quieren, lo que lleva a la frustración.
  • Búsqueda de independencia: A medida que crecen, los niños quieren hacer cosas por sí mismos y explorar el mundo, pero su independencia es limitada, generando enojo.
  • Frustración: No conseguir lo que desean, no poder hacer algo o enfrentar límites y reglas.
  • Cansancio, hambre o malestar físico: Estos factores pueden disminuir la tolerancia del niño a la frustración, haciendo que sea más propenso a un berrinche.
  • Necesidad de atención: A veces, el niño busca atención, incluso si es negativa.
  • Cambios en la rutina o el entorno: Pueden desorientar al niño y desencadenar un berrinche.

Berrinche

Es importante recordar que los berrinches no son un intento del niño de manipular, sino una señal de que está experimentando emociones intensas que aún no sabe cómo manejar. Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Te recomendamos también leer “¿Qué es un psicólogo? Beneficios de asistir a uno”.  Para que obtengas más información al respecto.

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Estrategias efectivas para lograr la calma en un berrinche

Aquí tienes estrategias efectivas para manejar un berrinche, enfocadas en la calma y el apoyo, en lugar de la confrontación:

1. Mantén la calma (¡Tú primero!)

Esta es la regla de oro. Cuando tu hijo está en medio de una tormenta emocional, la última cosa que necesita es que tú también pierdas el control.

  • Respira profundamente: Tómate un momento para inhalar y exhalar lentamente. Esto te ayudará a regular tus propias emociones antes de reaccionar.
  • Recuerda que es normal: Los berrinches son una parte esperada del desarrollo. No es un ataque personal contra ti, sino una señal de que tu hijo está abrumado.
  • Evita el “gancho”: No te enganches en la discusión o la rabia del niño. Mantente firme pero tranquilo.

2. Valida sus emociones, no su comportamiento

Reconoce lo que tu hijo está sintiendo, aunque no estés de acuerdo con la forma en que lo expresa.

  • Nombra la emoción: “Veo que estás muy enojado/triste/frustrado porque no puedes tener ese juguete ahora.” Esto ayuda a tu hijo a empezar a entender y etiquetar sus propios sentimientos.
  • Empatiza: “Entiendo que es difícil no conseguir lo que quieres.” O “Sé que querías seguir jugando, es frustrante que tengamos que irnos.”
  • Distingue: “Está bien sentirte enojado, pero no está bien golpear/lanzar cosas.”

3. Ignora el comportamiento (Si es seguro)

Si el berrinche no es destructivo ni peligroso, a veces la mejor estrategia es retirar tu atención del comportamiento no deseado.

  • Presencia tranquila: Permanece cerca, pero no interactúes directamente con la rabieta. Haz contacto visual breve y dales espacio.
  • No cedas: Si cedes a la demanda del berrinche, tu hijo aprenderá que es una forma efectiva de conseguir lo que quiere. Mantente firme en tus límites.

4. Ofrece consuelo y seguridad (Cuando estén listos)

Una vez que la intensidad del berrinche disminuye, tu hijo necesita sentir tu apoyo y amor.

  • Abrazo o cercanía: Una vez que el llanto comience a ceder, ofrece un abrazo o simplemente siéntate cerca de ellos. No presiones.
  • Reconoce su esfuerzo: “Vi que te costó mucho, pero ahora te estás calmando. Muy bien.”

Cambio de actividad: Una vez calmados, puedes intentar redirigir su atención a otra actividad o conversar sobre lo sucedido.

5. Establece Límites claros y consistentes

La predictibilidad y los límites ayudan a los niños a sentirse seguros y a entender qué se espera de ellos.

  • Sé claro y conciso: Las reglas deben ser fáciles de entender.
  • Sé consistente: Aplica los límites cada vez. La inconsistencia confunde a los niños y puede prolongar los berrinches.
  • Ofrece opciones limitadas: En lugar de un “no” rotundo, a veces puedes ofrecer dos opciones aceptables para darles un sentido de control (Ej. “¿Quieres ponerte la camisa azul o la roja?”).

6. Presta atención a las necesidades básicas

A veces, un berrinche es simplemente una señal de que una necesidad básica no está siendo satisfecha.

  • Hambre: ¿Ha pasado mucho tiempo desde la última comida o merienda?
  • Cansancio: ¿Es hora de una siesta o está cerca de la hora de acostarse?
  • Enfermedad/Malestar: ¿Podrían sentirse mal?

7. Enséñales habilidades de afrontamiento

Una vez que el berrinche ha pasado y tu hijo está calmado, es el momento ideal para enseñarles formas más saludables de expresar sus emociones.

  • Práctica de respiración: “Cuando te sientas enojado, podemos respirar como un dragón o una flor.”
  • Identificación de sentimientos: Usen tarjetas de emociones o hablen sobre diferentes sentimientos.
  • Resolución de problemas: “La próxima vez que te sientas frustrado, ¿qué podemos hacer en lugar de gritar?”

Manejar berrinches puede ser agotador, pero al aplicar estas estrategias con paciencia y consistencia, puedes ayudar a tu hijo a desarrollar mejores habilidades emocionales y a reducir la frecuencia e intensidad de las rabietas.

Conclusión

Los berrinches, aunque desafiantes, son una fase natural y, en cierto modo, necesaria del crecimiento infantil. Lejos de ser meras explosiones de mal comportamiento, son una ventana a las intensas emociones que nuestros hijos aún no saben cómo procesar. Al adoptar estrategias efectivas para la calma como mantener nuestra propia serenidad, validar sus sentimientos, establecer límites claros y, sobre todo, ofrecer consuelo y enseñar habilidades de afrontamiento no solo logramos navegar esos momentos difíciles con mayor éxito, sino que también sentamos las bases para una relación más fuerte y conectada.

Recordemos que cada berrinche es una oportunidad para enseñar paciencia, empatía y autorregulación. Al responder con amor, comprensión y firmeza, no solo ayudamos a nuestros hijos a gestionar sus emociones hoy, sino que les equipamos con herramientas valiosas que les servirán a lo largo de toda su vida. La calma que cultivamos en esos momentos de tormenta, es la misma calma que nuestros hijos aprenderán a sembrar en su propio mundo emocional.

En Mente Sana estamos aquí para guiarte y acompañarte en la selección del mejor especialista, es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, solo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Wendy Sue (2018), Consejos para sobrevivir las rabietas o berrinches.

Psicomotricidad Infantil: El movimiento como clave del desarrollo

Psicomotricidad Infantil

El desarrollo infantil es un proceso fascinante y multifacético donde cada etapa sienta las bases para las siguientes. Dentro de esto, la psicomotricidad infantil emerge como un pilar fundamental, integrando el movimiento, la emoción y el conocimiento. Lejos de ser simplemente una serie de ejercicios físicos, la psicomotricidad es la conexión profunda entre el cuerpo y la mente, una disciplina que reconoce cómo el movimiento no solo permite a los niños explorar su entorno, sino que también moldea su inteligencia, sus emociones y su capacidad para relacionarse con el mundo. Este artículo busca adentrarse en la relevancia de la psicomotricidad infantil, explorando cómo el juego y la actividad física guiada se convierten en herramientas esenciales para un desarrollo integral y armónico, sentando las bases para el aprendizaje futuro y el bienestar emocional de nuestros pequeños.

Psicomotricidad Infantil
Psicomotricidad Infantil

¿Qué es la psicomotricidad infantil?

La psicomotricidad infantil es una disciplina que estudia la interacción entre el desarrollo psicológico (cognitivo, emocional, social) y el desarrollo motor en niños y niñas. Reconoce que el movimiento no es solo una actividad física, sino un medio fundamental a través del cual el niño conoce el mundo, se expresa, se relaciona y construye su propia identidad.

Componentes clave de la psicomotricidad infantil

La psicomotricidad aborda varios aspectos interconectados del desarrollo:

Desarrollo Motor:

Incluye la adquisición y perfeccionamiento de habilidades como gatear, caminar, correr, saltar (psicomotricidad gruesa), así como el uso de manos y dedos para tareas como dibujar, escribir o manipular objetos pequeños (psicomotricidad fina).

Conocimiento Corporal:

Es la conciencia que el niño tiene de su propio cuerpo, sus partes, sus posibilidades de movimiento y sus límites. Esto incluye la imagen corporal y el esquema corporal.

Espacio y Tiempo:

La capacidad de orientarse en el espacio (arriba/abajo, delante/detrás, dentro/fuera) y de comprender secuencias temporales (antes/después, rápido/lento).

Equilibrio y Coordinación:

Habilidades fundamentales para el control del cuerpo y la realización de movimientos fluidos y precisos.

Lateralidad:

La preferencia por el uso de un lado del cuerpo (derecha o izquierda) para realizar ciertas actividades.

Psicomotricidad infantil

Comunicación y Expresión:

El cuerpo es una herramienta de comunicación no verbal. A través del movimiento, los niños expresan emociones, deseos y necesidades.

Cognición:

El movimiento facilita el desarrollo de funciones cognitivas como la atención, la memoria, la resolución de problemas y la creatividad. Al manipular objetos, construir estructuras o explorar, los niños aprenden sobre causa y efecto, formas, tamaños, etc.

Afectividad y Emociones:

La psicomotricidad permite a los niños canalizar y expresar sus emociones a través del juego y el movimiento. Un buen desarrollo psicomotor contribuye a la autoconfianza y la autoestima.

Importancia de la psicomotricidad

La psicomotricidad es crucial y aquí te explicamos por qué:

  • Promueve el Desarrollo Integral: Favorece un crecimiento armónico en todas las áreas: física, cognitiva, emocional y social.
  • Facilita el Aprendizaje: Las experiencias motrices son la base para el aprendizaje abstracto. Por ejemplo, la manipulación de objetos prepara para conceptos matemáticos, y el control del cuerpo es esencial para la escritura.
  • Mejora la Adaptación Social: Permite a los niños participar en juegos grupales, respetar turnos y reglas, lo que fomenta habilidades sociales.
  • Previene Dificultades: Una buena estimulación psicomotriz puede prevenir o mitigar problemas de aprendizaje, comportamiento o adaptación en el futuro.
  • Fomenta la Autonomía: Al mejorar la coordinación y el equilibrio, los niños se vuelven más capaces de vestirse, comer o moverse de forma independiente.

Como ves la psicomotricidad infantil es una perspectiva holística que entiende al niño como un ser global, donde cada movimiento está cargado de significado y contribuye a su desarrollo total. Es a través del juego y la experimentación motriz que los niños construyen su mundo interno y externo. Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Psicomotricidad infantil

Si necesitas más información creemos que también puede interesarte “Psicología infantil online y crianza positiva: recurso indispensable para un desarrollo feliz”.

Conclusión

La psicomotricidad infantil es mucho más que el simple acto de moverse; es el lenguaje primordial a través del cual los niños exploran, comprenden y se apropian de su mundo. Hemos visto cómo esta disciplina fundamental entrelaza de manera inseparable el desarrollo motor con los procesos cognitivos, emocionales y sociales. Desde los primeros balbuceos motrices hasta los juegos más complejos, cada movimiento contribuye a la construcción de la identidad del niño, su autoconfianza y su capacidad para interactuar con su entorno.

Fomentar una rica y variada estimulación psicomotriz no es solo una opción, sino una necesidad vital para asegurar un desarrollo integral y armónico. Invertir en espacios, actividades y enfoques que promuevan la exploración a través del movimiento es sentar las bases para un aprendizaje significativo, una expresión emocional saludable y una adaptación social exitosa.

En Mente Sana queremos apoyarte en todo el proceso. Permítete darle esa vida de saludable y llena de amor que tanto mereces tú y tus seres queridos. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Lausín y vicente (2018), La psicomotricidad infantil y sus beneficios.

Síndrome de acomodación por abuso infantil: Cómo reconocerlo

Síndrome De Acomodación Por Abuso Infantil
Síndrome De Acomodación Por Abuso Infantil
Síndrome De Acomodación Por Abuso Infantil

La acomodación por abuso infantil puede sonar como un concepto tan extraño y desconocido, pero se trata de una tragedia que afecta a muchos menores de edad cada año. Es un síndrome que afecta día y noche a los más jóvenes, visible y fácil de reconocer junto al propio abuso infantil, y el síndrome de acomodación infantil es una consecuencia directa de esto y el cómo afecta a los menores, su conducta, y su convivencia con el entorno. En este artículo conoceremos cómo identificar sus señales y cómo evitarlo.

¿Qué es el abuso infantil?

La OMS refiere que, de cada 10 niños, seis de ellos menores de 5 años sufren de forma regular maltrato infantil con castigos y violencia. Y del mismo modo, la define como cualquier forma de abuso o desatención que pueda afectar a un menor de 18 años de edad, contando con maltratos físicos, afectivos, abuso sexual, negligencia u otra índole que pueda dañar su salud, clasificándose en diferentes tipos:

  • Físico: forma de violencia que consiste en causar daño corporal mediante empujones, golpes, sacudidas, u otras acciones físicas que puedan afectarle. 
  • Psicológico: conductas que buscan humillar, asustar, rechazar o manipular de forma emocional a un niño. Principalmente viniendo de padres y otras figuras de autoridad y cuidado.
  • Sexual: Interacción o contactos sexuales con menores de edad, tanto físico, verbal o visual, en el que se involucran a menores de edad en actividades sexuales que no puede consentir, debido a que no las comprende.
  • Negligencia: privar al niño de sus necesidades básicas, como atención médica, alimentación, vivienda, cuidado personal, etc.

En todas y cada una de éstas formas de maltrato, se utiliza la manipulación, la fuerza, el engaño y la diferenciación de poder para poder abusar de su posición y cometer el maltrato.

¿Qué es el síndrome de acomodación por abuso infantil?

Ante la constante existencia de un estímulo, las personas suelen acostumbrarse a su presencia y esto no quiere decir que esté “bien”; es, a términos mecánicos, una fase de adaptación a la que se pasa cuando uno está expuesto ante un estrés inquebrantable, recurrente y persistente. Se habla más de ello y de cómo funciona las fases del estrés en éste artículo al respecto, no dudes en leerlo para completar la información.

Por lo que, entendiendo esto resulta más fácil definir qué es la acomodación por abuso infantil, y ante esto López, F. (2005), hablaba de que los niños maltratados desarrollaban mecanismos de defensa como la sumisión, el silencio o la complacencia, que contribuyen al maltrato. Esto no es más que una respuesta adaptativa, por lo que el síndrome de acomodación por abuso infantil se trata de la conducta que toman muchos niños víctimas de abuso, modifican sus respuestas conductuales, llegando a justificar o minimizar el abuso ante la idea de que aquello vivido es normal e incluso, merecido.

Esta adaptación que lo lleva a minimizarlo y justificar, tiende a ocasionar que muchos casos de abuso pasen desapercibidos. Se puede ver en comunidades y culturas que promueven los maltratos físicos como castigos correctores, incluso adultos que al día de hoy tienden a rememorar con nostalgia castigos devastadores como azotes con cables húmedos, electrocución, negación de comida y de cuidados, etc., todo bajo la premisa de “habérselo merecido”.

Consecuencias del abuso infantil

Al ser el síndrome de acomodación por abuso infantil un mecanismo de defensa, es una respuesta del niño para protegerse psicológicamente. La adaptación que conlleva obliga al cerebro a crear estructuras mentales nuevas que eviten su sufrimiento, para así sortear mayores consecuencias traumáticas, influye a su vez en cómo un niño puede influir en sí mismo y hasta su interacción con el entorno, ya que sus consecuencias son, en su mayoría, a largo plazo, que incluyen:

  • Trastornos del estado de ánimo y depresión.
  • Miedos, fobias, trastorno por estrés post traumático.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Baja autoestima.
  • Trastornos por conducta alimentaria (TCA).
  • Problemas de comportamiento y trastornos de la conducta

La relación entre la alimentación y el síndrome de acomodación por abuso infantil

Diversos estudios han encontrado una estrecha relación entre el abuso infantil, el síndrome de acomodación por abuso infantil y los trastornos de la conducta alimentaria como anorexia, bulimia o los propios atracones. Y no resulta tan extraño de creer cuando la comida puede representar el escape para muchos, y una condena para otros. Se sabe que suele verse como una opción para lidiar con el dolor y el trauma experimentado, algo del entorno capaz de controlarse, aunque por otro lado también puede representar un bajo estado de ánimo que lleve a la pérdida del apetito.

Ocurra de la forma que ocurra, es una consecuencia a largo plazo y perenne del abuso infantil, ya que los TCA son un trastorno crítico, en especial cuando se trata de una edad tan temprana e importante a la hora de los nutrientes, la propia alimentación y la autoestima.

El síndrome de acomodación por abuso infantil está caracterizado por grandes sentimientos de culpabilidad, miedo y vergüenza, que gran parte del tiempo serán representados o manejados mediante la ingesta o no de alimentos, por ello trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia pueden ser una señal clave para identificar el abuso. En éste artículo sobre TCA se detalla con precisión cómo reconocerlos con facilidad.

¿Cómo reconocer el abuso, y por lo tanto, el síndrome de acomodación por abuso infantil?

Una va ligada a la otra, como ya se ha hablado el síndrome de acomodación por abuso infantil aparece como respuesta al propio abuso infantil, por lo que una vez sepamos reconocer éste, llevará hasta el abuso en cuestión.

Los niños son como hojas en blanco, una esponja que absorbe todo lo que viven, y cuando se trata de una figura de poder y autoridad como padres y cuidadores, es complicado que puedan ver que aquello que la persona encargada de decirles lo que está bien o mal, obre mal sobre ellos. Por ello es tan común la presencia de un síndrome como éste, que puede identificarse mediante:

  • Conducta en dónde evita pedir ayuda o expresar sus necesidades
  • Comportamiento exageradamente maduro
  • Sumisión extrema, sin cuestionamientos
  • Dificultad para negarse
  • Ausencia de emociones
  • Minimización del abuso
  • Culpabilizarían constante, responsabilizándose de todo
  • Aislamiento social
  • Necesidad de agradar, haciendo lo posible para complacer
  • Baja autoestima

A su vez, resulta importante señalar que en la actualidad las redes sociales utilizar ciertos términos específicos a la hora de hablar especialmente del abuso sexual infantil por parte de los jóvenes, por temor a hablar de ello o para evitar la censura de sus redes. Compartimos los términos para mantener los ojos abiertos, y no pasar nada desapercibido: “Tengo una muñeca vestida de azul” y “Tengo una muñeca vestida de rojo”, ambas hacen referencia al abuso sexual, solo que una refiere al tocamiento sin el acto propiamente consumado, y la última al acto con penetración.

¿Qué debo hacer si he descubierto a un niño con síndrome de acomodación por abuso infantil?

Según la ley española, que establece medidas claras para proteger a los niños, al descubrir un abuso lo primero es actuar de inmediato:

  • Denuncia: Es necesario poner en resguardo al menor de edad, por lo que los profesionales, adultos y demás personal mayor de edad tiene la obligación legal de denuncia ante la sospecha de abuso infantil a las autoridades correspondiente. La denuncia puede ser tanto al número de emergencia de España, acudiendo a la comisaría de policía más cercana o presentándola directamente ante los servicios sociales.
  • Protección del menor: puede ocurrir, y es lo más probable en éstos casos, que las autoridades busquen retirar de forma temporal al niño de su entorno para poder garantizar su protección. Además, los entes pertinentes abrirán una investigación.
  • Terapia psicológica: Las repercusiones de éste síndrome son psicológicas y a largo plazo, y más allá de ello si ya se ha llegado a la etapa legal, representará un trauma significativo para el menor de edad, por lo que será necesaria la presencia de un terapeuta para ayudarle a sobrellevar el proceso lo menos doloroso posible. Así como para trabajar en las secuelas del abuso.

Los seres humanos vivimos adaptándonos, no hay otra palabra para definir la forma en la que nuestra mente trabaja para aprender a amoldarse a las circunstancias que le rodean, por y para nuestro bienestar, es la forma en la que el cerebro busca protegerse ante situaciones que pueden llegar a hacernos sentir de formas que, quizás, no podríamos manejar en el momento. Por ello, el síndrome de acomodación por abuso infantil es uno de los mecanismos de defensa más comunes en jóvenes victimas de maltratos.

Es necesario estar atentos a cualquier señal para poder actuar, recuerda: los niños lo expresan todo mediante su conducta, tirando la mayor parte del tiempo al lado contrario delo que es su conducta habitual.

Por lo que, si temes estar experimentando algo parecido, o crees que tu hijo pueda estar sufriendo del síndrome de acomodación por abuso infantil y sepas perfectamente que no es por ti, no desesperes: en Mente Sana Psicología estamos para apoyarte y acompañarte en este proceso, agendando ahora mismo tu consulta completamente gratuita.

ver el contexto general de la situación. Muchos de los indicadores listados aquí son también indicadores de otros trastornos, síndromes o de patrones de conducta específicos, así que necesitaría una valoración.

  • Mi hijo no quiere contarme que ocurre ¿qué puedo hacer por él?

Ofrécele ayuda, sin la presión constante de pedirle que hable. A veces, ésta presión puede llegar a ser contraproducente. No le recrimines, ni le grites, simplemente escucha lo que tenga para decir.

Referencias bibliográficas

Autor anonimo. LA RELACION ENTRE EL SAASI -SINDROME DE ACOMODACION AL ABUSO SEXUAL INFANTIL- Y LAS PATOLOGIAS ALIMENTARIAS.

Berta Sepur, Justa Teruel, Pamela Palenciano, Iván Larreynaga, Débora Ávila, Marta Malo, Antonio Escudero, Marta Pérez, Adela Franze, María Carmen Peñaranda, Marta Cabezas, Marisa Kohan. EN LA TELA DE ARAÑA. LAS VIOLENCIAS CONTRA LA INFANCIA Y LA LUCHA DE LAS MADRES PROTECTORAS.

Disonancia cognitiva: una relación entre la mentira y las creencias

Disonancia cognitiva
Disonancia cognitiva
Disonancia cognitiva

La disonancia cognitiva es un problema que todos en algún momento hemos sentido. Nadie se salva de que nuestro cerebro automatice las respuestas desde nuestros mayores miedos o creencias instauradas, pero probablemente esa incomodidad interna sea muy conocida para ti y se trata de un aspecto psicológico que llamamos disonancia cognitiva.

¿Qué es la Disonancia Cognitiva?

En música, definen a la mera disonancia como una combinación de sonidos en dónde no hay consonancia. Podríamos decir que es algo disruptivo, algo que parece extraño y carece de razón, y la verdad es que para hablar de disonancia cognitiva es la forma perfecta de definirla, ya que esta ocurre cuando tiende a haber un aparente conflicto en nosotros sobre creencias, actitud o pensamientos que no concuerdan con las propias acciones, o con ideas también.

Es un concepto que se introdujo en 1957 por el señor Leon Festinger, y lo catalogó como la incomodidad que se experimenta ante dos pensamientos contradictorios. Tal cual la definición musical: una combinación donde no hay consonancia. Normalmente, esta diferencia de pensamientos puede llegar a traer malestar y conflictos internos por la inconsistencia, pero ojo, no ocurre de forma automática, la clave de la disonancia cognitiva es el conocimiento del malestar, se es totalmente consciente de la presencia de dos creencias distintas, de una combinación contradictoria entre actuación o idea, se sabe que existe la discordancia.

Ejemplos de disonancias cognitivas

Vamos a entenderlo mejor con un par de ejemplo, ya que puede que existan confusiones, realmente saber reconocer las disonancias cognitivas es más fácil de lo que parece. Los nombres mostrados no son más que ilustrativos para los ejemplos, no refieren a ningún estudio o concepto psicológico.

  • El fumador: una disonancia cognitiva muy común existe en los fumadores, quienes en su mayoría reconocen el peligro en el consumo de tabaco y nicotina, saben sus efectos, son conscientes del mal y hasta comparten con otros este recordatorio constante de que “fumar es malo”, sin embargo, continúan consumiendo tabaco.
  • El infiel: una pareja que, de forma constante reitera su fidelidad, su confianza, su odio y desprecio por las infidelidades, asegurando que jamás lo hará, pero que incide una y otra vez en serle infiel a su pareja. Es una disonancia cognitiva.
  • El vendedor: un vendedor acérrimo de un producto, que insiste una y otra vez en sus beneficios y se esmera por hacer todas las ventas posibles; pero que, personalmente, sabe que es un producto dañino.

Como identificar las disonancias cognitivas

  • El sentimiento y las emociones

El sentimiento será la clave para entenderlo, ya que su característica principal es ese aspecto de incomodidad o confusión que genera la discordancia. También está la presencia de la culpabilidad, dependiendo de la situación, como por ejemplo el caso de la infidelidad presentado en los ejemplos anteriores, y para poder luchar contra ellas necesitamos primero, identificarlas y entenderlas. Experiencia de malestar al tomar una decisión o al pensar en ello.

  • Cambios de creencia que parecen abruptos

Tomar una decisión, puestos por las creencias discordantes, y luego cambiar por completo aquella creencia como una forma de justificar lo que se ha hecho. La idea de un hombre que condena la infidelidad, pero que, al hacerlo, cambia ese pensamiento y ante ello, nace el otro punto clave para reconocerlo:

  • La justificación

Dar razones constantes, excusas o explicaciones para justificar lo hecho o lo que se cree, y así no parecer inconsistente. Aquel hombre infiel, ahora puede pasar a justificar las razones de por qué lo hizo: alcohol, no significó nada realmente, descuido por parte de su pareja, etc.

El resultado sigue siendo el mismo, una disonancia entre acciones y sus creencias, que trae el conflicto interno, el sentimiento de incomodidad, de culpa, la búsqueda para cambiar sus creencias y así justificarlo, todo con el afán de no tener el conflicto.

¿Por qué es tan complicado cambiar de creencias?

Desde muy pequeños, nos instauramos nuestro propio sistema de ideas y creencias. Nuestros propios ideales, eres la persona que eres justo ahora por todo lo que has aprendido y todo lo que te define, esto lo solemos llamar estructuras mentales, ideales que se han formado con el paso del tiempo debido a las experiencias y gustos de cada quien.

Imagina que es como construir una casa, conforme pasa el tiempo se van agregando habitaciones, conforme crece la familia cada habitación será única, personalizada, pero la casa tiene sus bases, y si yo luego de años quiero agregarle más pisos probablemente me encuentre un problema de infraestructura. O, si luego de años, quiero cambiar por completo el aspecto de la cocina, me enfrentaré al cambio absoluto de algo a lo que me había acostumbrado.

Algo así funcionan las creencias personales: están ancladas a nosotros, pero no grabadas a fuego. Pregúntate ¿por qué eliges ser fiel?; pese a lo que se cree, la fidelidad no se toma principalmente por tu pareja, sino por ti, eres fiel porque sabes que eres una persona fiel, así que la fidelidad es una creencia personal. Romperlo, además de faltar el respeto a tu relación, es faltarte el respeto a ti, a ti creencia, a tus ideales.

Enfrentarse a una disonancia cognitiva es una lucha interna por el simple hecho de que resulta casi imposible pensar en no mantenerse con los mismos ideales que siempre hemos creído. Pero es necesario deconstruirnos en algunas ocasiones y entender ¿qué es lo que debería cambiar? ¿mi actitud? ¿mi creencia? ¿ambas? ¿O qué es lo que debo hacer…?

¿Cómo lucho contra la disonancia cognitiva?

No lo haces. La entiendes, y aprendes a manejarla, pero no podemos luchar contra ella como uno de los peores enemigos de nuestra vida.

El primer paso ya lo hemos señalado varias veces: entender el conflicto. Necesito identificarlo, saber que hay un problema y señalar con la mayor exactitud qué está siendo el problema.

  • Evaluar el conflicto: ¿Qué es lo que me está generando la incomodidad? ¿Es mi acto que no concuerda con mis pensamientos? ¿Es la ambivalencia de dos ideas, que no consigo coordinar? ¿Es así de importante? ¿Es un conflicto menor, o su existencia representa un cambio enorme y un giro absoluto para mi vida?
  • Cambio de creencias: o de comportamientos, según sea el caso. Una vez evaluada, identificada y comprendida la disonancia cognitiva, sabré entonces que el siguiente paso a tomar es la resolución de aquello que representa el problema. Si se trata de una creencia, entonces necesito cambiarla; si es una conducta, debo modificarla.
  • Apoyo de creencias y comportamientos: busca una segunda opinión, en algunos casos es necesario validar hasta cierto punto aquellas creencias de las que necesitamos un respaldo; quizás, alguien que nos ayude a mirar el problema desde otro punto de vista nos haga ver que el cambio de creencia no es tan problemático como pensamos. Pedir ayuda para lidiar con las disonancias cognitivas no es fracasar, de hecho, es una idea excelente para comenzar.


Tan natural como puede verse una vez entendemos las disonancias cognitivas, es una simple experiencia humana que pone en conflictos ideas contrariadas y comportamientos. Pero es necesario entender que, a veces, la incomodidad que se siente por ellas debe ser estudiada pues algo nos está queriendo decir, quizás es una petición de reajuste de valores, o una señal de que nuestras acciones no están realmente ajustadas a lo que buscamos como personas. Entenderlo, nos brinda claridad y una forma de tranquilidad para poder vivir.

Si pese a esto se te dificulta, o no consigues dejar de darles vueltas en tu cabeza al hecho de tener ideas discordantes y disonancias cognitivas, no temas, en Mente Sana Psicología tenemos a los expertos preparados para ti, agenda ahora tu cita completamente gratuita, recuerda que dos cabezas piensan mejor que una.

enerar estrés, frustración, rasgos ansiosos y demás síntomas como muestra del agobio con el que se lidia.

Referencias bibliografías

Ovejero, A. (1993). La teoría de la disonancia cognoscitiva. Psicothema, vol. 5, núm. 1, 1993, pp. 201-206, Universidad de Oviedo Oviedo, España.

Autor anónimo, año desconocido. Disonancia cognitiva: Definición, efectos y ejemplos. Instituto Centroamericano de Administración Pública.

Leonard, J. (2021, August 19). Disonancia cognitiva: Definición, efectos y ejemplos.