Cambiemos la forma en cómo interpretamos los ataques de ansiedad

Ataques de ansiedad

En un mundo donde la sobreexposición a situaciones estresantes, la sobreestimulación y autoexigencia son una constante, el que la ansiedad sea uno de los motivos de consulta más frecuentes no es una sorpresa, muchas personas sufren ataques de ansiedad y no lo saben. Si tomamos en consideración las estadísticas manejadas por la OMS (2019), 301 millones de personas en el mundo experimentan ansiedad, es decir, un 4% de la población, siendo éste el trastorno mental más común.

Es importante tomar en cuenta que la ansiedad, entendida ésta como una manifestación emocional es un proceso natural, precipitada por una o varias causas y que cumple, así como todo lo que sentimos, con una función y que al momento de ser comprendida, nos ayuda a cambiar la interpretación que tenemos y por ende nos cambia la vida. Parte de lo que queremos en Mente Sana es que logres identificar cuando el experimentar ansiedad es saludable y cuando no lo es, siendo que cuando reconozcas que no lo sea, esta sea la señal que necesitas para buscar ayuda.

Ataques de ansiedad
Ataques de ansiedad

El para qué de la ansiedad…

Ya que parte de aprender a gestionar la ansiedad viene dada por su comprensión, empecemos a entender a la ansiedad como nuestro sistema de seguridad personal, ese que nos avisa cuando estamos ante una amenaza, generando en nosotros un estado de alerta que nos lleva ¿a qué? A prepararnos, ¿para qué? Para protegernos. Así como lo estás leyendo, la ansiedad tiene como objetivo principal protegernos de aquello que se considera puede vulnerar nuestra integridad física, psicológica y/o emocional. Sin embargo, tal como lo menciona Hafeez (2024) la ansiedad no es tan simple, ya que existe un amplio espectro, en cuanto a la intensidad con que ansiedad puede afectar y la medida en que interfiere en su funcionamiento o calidad de vida.

Comprendamos la ansiedad desde sus síntomas

Ahora bien, ¿qué es lo que hace que la experiencia de la ansiedad sea de las más consideradas como desagradable? Todos los síntomas que la acompañan y que también cumplen una función, siendo que entre ellos podemos encontrar:

  • Pensamientos intrusivos: son aquellos que por su persistencia y contenido generan sensación de intranquilidad, inquietud y tensión constante, que interfiere con el funcionamiento diario.
  • Preocupaciones excesivas: se trata de la consideración de escenarios que representan la vulneración de situaciones reales vinculadas con la vida.
  • Respuesta fisiológica: conjunto de signos y síntomas físicos que, por la sensación displacentera que producen, generan como resultado malestar e incluso aversión, entre los que Según el National Institute of Mental Health (NIMH) se pueden mencionar:
  • Aumento de la frecuencia respiratoria.
  • Aumento de la frecuencia cardiaca o latidos cardíacos más rápidos y fuertes.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Sensación de tensión constante.
  • Dolores musculares.
  • Hiperventilación.
  • Episodios más intensos como los ataques de ansiedad o de pánico.

Si en algún momento has presentado alguno o algunos de estos síntomas, haz clic aquí para encontrar al especialista que estás buscando y que puede ayudarte.

Ataques de ansiedad
Ataques de ansiedad

Ahora bien, ¿de qué se tratan los ataques de pánico?

Para responder a esta pregunta, ¿has considerado qué sucede cuando la ansiedad ya no es temporal?, ¿Cuándo su estadía se prolonga? ¿Cuándo se vuelve abrumadora? Es allí donde vienen los problemas.

Aquí ya nos encontramos con que la función de la ansiedad se desvirtúa, convirtiéndose en un problema para quien la experimenta, siendo que el estado de displacer natural de la ansiedad se convierte en malestar y muchas veces en sufrimiento, es allí donde nos podemos encontrar con el riesgo de experimentar eso que denominados ataques de ansiedad.

Una de las causas por las que la ansiedad tiende a cronificarse y convertirse en un problema es cuando los acontecimientos estresantes y los pensamientos asociados a éstos persisten en el tiempo, así como el miedo no sólo a la percepción de amenaza perse, sino a la manifestación de sus síntomas. Según National Institute of Mental Health (NIMH), sólo un 36,9% de los pacientes diagnósticados o que reporta alguno de sus síntomas recibe algún tipo de tratamiento, del resto, aquellos pacientes sin tratamiento en el 80% de los casos continúa presentando síntomas 3 años después de su inicio, corriendo el riesgo de experimentar ataques de ansiedad.

Por lo que es importante saber: ¿qué es un ataque de ansiedad?

Se define como aquel estado episódico o temporal en que la sensación de miedo o angustia es mucho más intensa, generando la sensación de pérdida de control no sólo del cuerpo sino también de la mente.

Su malestar consiste en una respuesta fisiológica intensa o la experimentación de serie de síntomas variables junto a una sensación de angustia. Un ataque de ansiedad puede ser tan intenso, que una persona puede confundir éste con un ataque al corazón. El mismo puede generarse en un estado de aparente sosiego o en un estado de crisis y puede oscilar entre unos pocos minutos hasta una hora.

El periodo posterior a un episodio de esta naturaleza es crucial para su gestión o repetición, ya que muchas veces quien lo experimenta puede sentir tanto miedo de cara a los signos y los síntomas, como la sensación de muerte súbita, que sentir miedo a que el episodio se repita puede servir como un desencadenante para nuevos, es por esa razón que su tratamiento y acompañamiento por un especialista es vital para su manejo o superación,  ya que su duración prolongada puede generar estados de riesgo como ansiedad generalizada, depresión mayor, así como consumo de sustancias respectivamente.

Ahora la pregunta más importante, ¿cómo prevenir los ataques de ansiedad?

  • Evitar estímulos estresores o desencadenantes de la ansiedad por tiempo prolongado.
  • Resguardar la supervivencia (duración y calidad del sueño y la alimentación).
  • Realizar actividad física. Siendo esta una forma natural tanto de liberación de tensión como regulatoria de la química del cerebro.
  • Reconocer los síntomas asociados a su desencadenamiento para su regulación (para esto puedes checar este maravilloso artículo relacionado a técnicas para el manejo del estrés).  
  • Asistir a terapia. Uno de los precipitantes más frecuentes es el efecto acumulado que genera la exposición prolongada a estímulos estresores y la incomprensión del riesgo que los mismos generan, por lo que el asistir a terapia se convierte en una alternativa además de funcional, saludable para la favorable gestión de la ansiedad.

Con tratamiento, un 50% de los casos reduce o no vuelve a presentar sintomatología y ataques de ansiedad, es por esa razón que una oportuna intervención psicológica puede marcar la diferencia en una situación como ésta y en Mente Sana estamos para acompañarte en ese proceso. Agenda tu primera consulta gratuita aquí y empieza a trabajar en la persona más importante de este proceso, que eres tú.

Ataques de ansiedad
Ataques de ansiedad

Entender el acompañamiento psicológico desde uno de sus enfoques: la terapia cognitivo conductual.

terapia cognitivo conductual

Cuando se trata de cuidar de tu salud mental, el identificar que hay un problema que quieres resolver, dar ese click y asistir a consulta siempre será el paso más importante… ahora bien, luego de hacer eso, ¿qué es lo que sigue? Es lo que muchos pacientes se preguntan cuando inician su proceso terapéutico y es allí donde juegan un papel importante eso que llamamos modelos de abordaje psicológico o los tipos de terapia que dentro del acompañamiento psicológico nos podemos encontrar, siendo la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) una de las más destacadas y efectivas según la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental.

Si bien es cierto, en cualquiera de sus modalidades, la terapia psicológica no sólo trata de responder a las razones de un malestar identificado, a un “por qué”, sino que va mucho más allá, adentrándose también a la búsqueda del alivio de ese malestar a través de su reconocimiento y comprensión para así poder cambiarlo y mejorar la calidad de vida de quien lo padece, lo que en otras palabras llamamos el “para qué” y en función a esto, para que toda terapia cumpla con el objetivo o efecto deseado, necesita de un método, una estructure que le brinde dirección y sobre todo sentido, que le permita al paciente saber qué hacer para responder a esa necesidad que lo lleva a pedir ayuda y de allí radica la relevancia de conocer de qué se trata la Terapia Cognitivo Conductual.

En primer lugar… ¿Qué es la Terapia Cognitivo Conductual?

Se trata de tipo de terapia que tiene como premisa la modificación o cambio de conducta a través de la identificación y comprensión de aquellos pensamientos relacionados con el malestar y del contenido (favorable o desfavorable) de esos pensamientos, esos que muchas veces actúan como los activadores de estados emocionales no deseados y que se expresan a través de la conducta que queremos o que consideramos importante para nuestras vidas cambiar.

Tomando en consideración que cada enfoque terapéutico le da un norte y estructura a lo que muchas veces llamamos “proceso terapéutico”, siendo en el caso de la Terapia Cognitivo Cogductual un modelo estructurado, que normalmente oscila entre 10 a 20 sesiones (Puerta y Padilla, 2011), su duración también va a depender de 2 factores importantes: el primero relacionado al motivo de consulta, lo que lleva al paciente a consulta y que por su naturaleza y complejidad su tratamiento puede variar y el segundo, al compromiso que el paciente asuma con su proceso, siendo esto lo que permitirá el alcance de los objetivos terapéuticos que se van pautando psicólogo y paciente en terapia, lo que conlleva que la elección del profesional con quien elijas ser acompañado también sea un elemento fundamental en este proceso.

¿Cómo funciona la Terapia Cognitivo Conductual?

Partiendo de que la base de este enfoque es entender cómo funciona nuestro contenido del pensamiento y cómo este incide en las emociones y conductas (SEPSM), sus técnicas van dirigidas a:

💡 Identificar y cuestionar creencias consideradas negativas y de manera consciente modificarlas por pensamientos más funcionales (reestructuración cognitiva).

💡 Desarrollar recursos psicológicos que permitan la gestión y/o regulación de los pensamientos y de las emociones. 

💡 Incorporar mecanismos de afrontamiento adaptados a la gestión de estos procesos y al tipo de personalidad del paciente. 

¿A quiénes puede ir dirigida la Terapia Cognitivo Conductual?

Tomando en cuenta las numerosas diferencias que podemos encontrar en cada paciente, ya sea por sus antecedentes, su historia de vida, temperamento, carácter, personalidad, factores ambientales y pare usted de contar, el tener a disposición diversas formas para conducir la terapia es esencial como psicólogos para adaptarnos a las necesidades de nuestros pacientes. Ahora bien, en función a la efectividad de su intervención, ¿a quienes podemos dirigir la Terapia Cognitivo Conductual? A todos aquellos pacientes que consideren importante modificar ciertas creencias o pensamientos que por su significado y prolongación en el tiempo generan malestar y todos aquellos que presenten los siguientes trastornos:

  • Trastornos del estado de ánimo.
  • Trastornos depresivos.
  • Trastornos de ansiedad (en sus diversas manifestaciones).
  • Fobias específicas.
  • Trastornos de la conducta alimentaria.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
  • Trastorno de estrés postraumático.
  • Trastorno de déficit de atención (con o sin hiperactividad).

¿Cuán efectiva es?

En cuanto a su efectividad, el poder identificar las partes que constituyen el problema que lleva a consulta, desglosarlas y comprenderlas es el primer factor de alivio en este tipo de terapia. Muchas veces los pacientes que asisten a consulta simplemente lo hacen porque no comprenden qué les sucede o por qué se sienten de la manera en cómo se sienten, es por esa razón que encontrarse con una terapia efectiva, brindada de manera accesible por psicólogos confiables, adaptados a tus necesidades y que te proporcionen un método para saber cómo accionar marca la diferencia en todo este proceso. Sumando esto a la gran dificultad para acceder de manera oportuna a los servicios de salud y a sus altos costos, el poder acceder a este tipo de terapia en línea hace de su adaptabilidad otra de sus grandes ventajas cuando se trata de efectividad en la intervención y tratamiento.

¿Dónde puedo acceder a este tipo de terapia?

Todo profesional de la psicología formado en Terapia Cognitivo Conductual puede brindarte el acompañamiento que estás buscando desde este enfoque y aquí en Mente Sana, contamos con numerosos profesionales facultados en el área que sabemos cómo ayudarte, haz clic aquí para acceder a todo lo que tenemos para ofrecerte. Recuerda que conocer la importancia de cuidar de tu salud mental es el primer paso hacia tu bienestar y saber ayudarte es nuestro principal objetivo. Estamos aquí para acompañarte en tu proceso, no esperes más para cuidar de ti, agenda tu consulta online hoy, sólo tú puedes dar el primer paso y marcar la diferencia.

“Toda persona tiene capacidad para cambiarse a sí misma…”

Albert Ellis.

De eso se trata.

Reconocer y comprender la depresión… es parte del proceso.

Qué es la depresión

La depresión es considerada una de las condiciones de salud mental más frecuentes y con mayor reporte en la actualidad. Gran parte de los pacientes que asisten a consulta psicológica lo hacen por presentar uno o varios de los síntomas que fácilmente podemos asociar con esta enfermedad.

Ahora bien, parte de nuestra es labor como psicólogos es fomentar la psicoeducación de nuestros pacientes y de las personas que están considerando y priorizando cuidar de su salud mental, por esta razón queremos hablar de algo que puede pasarte a ti y a mí, a cualquier persona y es la depresión, para reconocer así sus posibles causas, sus principales síntomas, sus tipos y qué es importante hacer cuando nos encontramos en este estado.

Entonces… ¿Qué es la depresión?

Reconocer la depresión como un trastorno que compromete nuestra salud y aceptarlo como un proceso que es importante asumir y tratar toma tiempo. Nos encontramos en un momento donde por más que estemos orientando esfuerzos en fomentar y fortalecer la salud mental como uno de los pilares fundamentales de la salud, también nos enfrentamos a escenarios donde negar, invalidar o incluso subestimar condiciones como estas es muy frecuente, siendo nuestro trabajo como profesionales de la salud mental visibilizar y concienciar acerca de realidades como esta, de las cuales ninguno está exento y comprender que sí es posible ser tratado y acompañado en el proceso es uno de nuestros principales objetivos.

Parte de ese reconocer y comprender es diferenciar la depresión de la tristeza, una emoción básica y necesaria, que por serlo tiene una función, tiene un para qué en nuestras vidas y que en consulta lo podemos encontrar muy seguido.

Cuando hablamos de depresión, hacemos referencia a un estado constante de desánimo y desgano que sobrepasa las 2 semanas y que, en la medida en que se prolonga su estancia, empieza a generar malestar en varias o en todas las esferas de nuestra vida (familia, pareja, trabajo, amigos, entre otros…)

Al encontrarnos en ese escenario donde eso que inicialmente puede ser tristeza se prolonga en el tiempo y se vuelve más y más intenso, si viene acompañado de una pérdida significativa a hacer las cosas, desde actividades complejas, a más cotidianas, rutinarias, propias del día a día, a incluso actividades básicas como la higiene, la alimentación y el sueño, perdiendo también la capacidad de disfrute o de experimentar placer, aun siendo actividades asociadas a nuestros gustos e intereses, allí estamos hablando de depresión.

Tipos de depresión

Considerada una de las principales causas de atención primaria y la primera en atención psiquiátrica y de discapacidad, en su diagnóstico y estudio nos vamos a encontrar con los diversos matices de este trastorno, o lo que en otras palabras podemos llamar tipos de depresión, de los cuales podemos mencionar:

  • Episodio depresivo.
  • Trastorno depresivo mayor.
  • Trastorno depresivo recurrente.

Dentro de las más frecuentes podemos destacar el trastorno depresivo mayor, encontrándonos con que un alarmante 7% de la población mundial presenta esta condición, esto tomando en cuenta los reportes de estadísticas de pacientes que recurren de manera formal a servicios de salud mental, pudiendo ser esta realidad mucho más extensa al enfrentarnos con las numerosas dificultades de acceso a servicios de atención psicológica y por ende a oportuno tratamiento, que dejan en total vulnerabilidad a la población.

Si hablamos de las causas que pueden precipitar la aparición de la depresión o de sus síntomas, enfocarnos en solo una es inverosímil, tomar en consideración y revisar antecedentes familiares, factores ambientales, rasgos de personalidad y otras posibles causas o perpetuantes son piezas clave para armar este extenso y complejo rompecabezas llamado depresión.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión?

Es importante mencionar que sentir desánimo en un momento puntual de la vida o no apetecernos hacer algo no es sinónimo de estar deprimido, podemos considerar su diagnóstico al momento en que sus síntomas, por su permanencia en el tiempo e intensidad empiezan o están comprometiendo la funcionalidad de nuestra vida, de allí radica la relevancia de conocer cuáles son los síntomas relacionados con la depresión, pudiendo destacarse los siguientes: estado de desánimo prolongado o permanente, apatía, abulia o más frecuentemente conocida como pérdida de la voluntad, desgano y pérdida de la capacidad para experimentar placer.

Estos síntomas, en un estado sostenido (más de 2 semanas, más de 6 meses o más de dos años) pueden venir acompañados de otros como irritabilidad, reactividad, culpa, sobrepensamiento, que también nos pueden conducir a manifestaciones o cuadros de ansiedad.

En Mente Sana contamos con terapeutas que sin dudas podrán acompañarte en este camino, proponiendo un plan de intervención desde la escucha, el respeto por los tiempos y la motivación a avanzar. ¡Más información aquí!

Uno de los principales objetivos de fomentar el reconocimiento de la depresión y la comprensión de sus síntomas, es que al ser tratados, estamos previniendo tanto factores de riesgo que pueden propiciar su permanencia, como precipitar la aparición de uno de los síntomas más significativos de la depresión como lo es la ideación suicida, que suele estar asociado a una desregulación aguda a nivel de neurotrasmisores y de desgaste emocional que compromete el sentido de la vida, que es básicamente la razón que nos impulsa a levantarnos todas las mañanas más allá de las implicaciones de la vida.

Reconocer la depresión es el primer paso hacia tu bienestar. Si para ti, el levantarte cada mañana supone una batalla que sientes que en algún momento no vas a poder ganar, si has identificado estos síntomas en ti o en alguien cercano, buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia. En Mente Sana estamos aquí para acompañarte en tu proceso, agenda tu terapia online para la depresión, solo tú puedes dar el primer paso.