Hambre emocional vs hambre física: Cómo diferenciarlas

Hambre Emocional Vs Hambre Física

¿Alguna vez has reflexionado sobre si tus estados de ánimo afectan tus hábitos alimenticios? ¿Consumes alimentos sin sentir hambre? ¿Utilizas la comida como un recurso para manejar tus inquietudes o angustia? Si tu respuesta es Si, es posible que estés recurriendo a la comida como una forma de regular tus emociones. Sin embargo, no te preocupes, el primer paso hacia el cambio es tomar conciencia de esta situación.

El hambre emocional, un fenómeno complejo, puede impulsarte a comer no por necesidad física, sino como respuesta a tus emociones. Ya sea estrés, tristeza, aburrimiento o ansiedad, la comida se convierte en un refugio temporal, una forma de llenar un vacío emocional. Pero, ¿Qué es exactamente el hambre emocional? ¿Cómo puedes diferenciarlo del hambre física? ¿Y, lo más importante, cómo puedes liberarte de este ciclo y encontrar formas más saludables de manejar tus emociones? Este artículo analizaremos a fondo el hambre emocional, explorando sus causas, síntomas y estrategias efectivas para superarlo. Antes de que continúes leyendo te recomendamos leer el artículo “Ansiedad por la comida, causas y soluciones” para que así tengas una visión más clara de este complejo tema.

Hambre Emocional Vs Hambre Física
Hambre Emocional Vs Hambre Física

“Necesito aprender a diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional.”

¿Qué es el hambre emocional?

El hambre emocional no constituye un trastorno clínico, sino una forma de alimentarse de forma irregular arraigada en factores psicológicos y conductuales como respuesta al estrés, la ansiedad, la tristeza o el aburrimiento. Las personas que experimentan este problema recurren a la comida como un medio para evocar sensaciones placenteras, disipar sentimientos negativos, buscar alivio y encontrar contención. Aunque inicialmente se logra este efecto, la satisfacción derivada de la comida puede rápidamente transformarse en una sensación de culpabilidad.

Síntomas del hambre emocional

El hambre emocional tiene características muy diferentes al hambre física, los indicios principales son:

  • Comer para reducir el estrés o las sensaciones negativas.
  • Comer sin hambre física, como una celebración o como una recompensa.
  • No puedes controlar el impulso de comer.
  • Hambre repentina ante situaciones estresantes o difíciles.
  • El deseo de comer alimentos específicos, generalmente poco saludables.
  • Sentimientos de culpa después de comer.
  • Sensación de placer o alivio intenso en el momento de comer.
  • Arrepentimiento después de comer.

“Necesito aprender a identificar y expresar mis emociones de manera saludable.”

Causas principales del hambre emocional

Estas causas suelen estar relacionadas con factores psicológicos y con el estado emocional, también puede surgir debido a factores relacionados con el entorno con el que se rodea. Algunas de estas son:

  • Estrés crónico o prolongado.
  • Emociones intensas y dificultad para gestionarlas, como ansiedad, tristeza, soledad o aburrimiento.
  • Experiencias pasadas, asociar la comida con la contención emocional desde la infancia.
  • Condiciones psicológicas, como depresión y trastornos de ansiedad.
  • Factores sociales, influencia de situaciones sociales o culturales, relaciones o dificultades en el trabajo o en el trabajo.

Una rutina de vida abrumante o desgastante, una relación conflictiva, o estrés laboral pueden ser detonantes del hambre emocional. Pero es importante que recuerdes que las emociones en sí no son la causa del hambre emocional, sino la manera disfuncional que has aprendido a gestionar tus emociones y sentimientos.

Cómo reconocer el hambre emocional: mini test

Antes de comer, es crucial que puedas hacer un análisis interno para reconocer que tipo de hambre estas sintiendo, de forma que puedas identificar y luego podamos crear estrategias para enfrentarla.

Lee detenidamente las siguientes preguntas y responde de forma transparente a la respuesta que más se acerque a lo que sientes, ya se nunca (si no te pasa), a veces, o siempre (si te pasa constantemente).

  1. ¿Sientes que la báscula tiene mucha influencia en ti, puede influir en cómo te sientes?
  2. ¿Tienes antojos frecuentes por alimentos específicos?
  3. ¿Te cuesta parar de comer alimentos dulces o salados?
  4. ¿Te resulta difícil parar la cantidad de comida que consumes?
  5. ¿Comes cuando estás estresado, enfadado, triste o aburrido?
  6. ¿Tiendes a comer más y con menos control cuando estás solo?
  7. ¿Te sientes culpable cuando comes alimentos “prohibidos”, es decir, aquellos que no deberías como los dulces?
  8. ¿Sientes que pierdes más el control sobre tus comidas por la noche, luego de un día difícil?
  9. ¿Si estás a dieta y te sales de ella comiendo más de lo planeado, te desanimas y terminas comiendo de manera descontrolada los alimentos que consideras que te aumentan de peso?
  10. ¿Con qué frecuencia sientes que la comida te domina, en lugar de tu tener control sobre tus comidas?

Si la mayoría de tus respuestas han sido afirmativas y te identificas con esas preguntas, puede que te estés enfrentando a un patrón de hambre emocional. Ya que el comer pasa a significar un alivio inmediato a cosas que no puedes controlar y no ha nutrirte. Esto suele estar relacionado con el deseo de comer más alimentos grasos, calóricos y con altos contenido de azúcar.

Hambre emocional vs hambre física: como diferenciarlas

El hambre física tiene un impacto físico, se somatiza y se siente de forma gradual. Debido a una necesidad fisiológica, sientes un ronquido en la barriga, te puedes irritar, sentir dolor de cabeza y/o sentirte débil. En cambio, en el hambre emocional, puedes ser movida por tus emociones, puede que al principio no haya sido fácil identificarlo como una relación entre la comida y los sentimientos involucrados.

En este caso, utilizas la comida para curar algún malestar emocional, ya sea por sentimientos de frustración, tristeza o ansiedad, también situaciones difíciles de enfrentar. Es común que vincules la comida con la idea de merecer, por ejemplo: después de un largo día de trabajo, lleno de estrés y agotador, en tu opinión mereces una recompensa comer algo calórico. Esto genera una relación errónea con la comida, porque comes como recompensa por el desgaste emocional experimentado y de esa forma regularte emocionalmente.

Tratamiento

El primer paso para trabajar en la recuperación emocional, es que te des cuenta que tienes ansiedad por la comida. No es necesario que en este proceso establezcas un plan alimenticio ya que solo puede obstaculizar la recuperación y sentir perdido o dando vueltas en círculos.

Para romper este circulo y retomar el control, es necesario también que recurras a especialistas en la salud mental que puedan ayudarte en la identificación de patrones emocionales y cambio de conductas alimentarias, para esto es eficaz la terapia cognitivo-conductual. También, te ayudara a gestionar emociones y mejorar la relación con la comida a través de técnicas de afrontamiento, y así desarrollar alternativas saludables para reducir el estrés y regular emociones, sumado a esto, puedes reforzar con un nutricionista especializado en temas de hambre emocional y te ayude a obtener unas creencias diferentes acerca de los alimentos.

Con la orientación y el tratamiento ajustado para ti, podrás curarte y desarrollar las habilidades necesarias para transformar tus hábitos, pensamientos y sentimientos.

Conclusión

El hambre emocional suele ser una experiencia a la que podemos estar propensos todos los seres humanos, ya que diariamente lidiamos con muchos sentimientos y pueden conectarse fácilmente con la comida. Reconocer que tienes estos síntomas no es un signo de debilidad, sino un paso que te acerca más hacia el autocontrol, el autoconocimiento y el bienestar.

Este proceso hacia una relación más sana con la comida y las emociones requiere mucha paciencia, autocompasión, y también mucho amor propio. No se trata de controlar emociones sino aprender a canalizarlas de maneras más constructivas y asertivas. Es fundamental que busques apoyo en familiares, amigos y profesionales si lo necesitas. Explora nuevas formas de liberar tus emociones con técnicas efectivas que aprenderás en sesiones de terapia y también permítete sentir, sin dejar que las emociones te controlen.

Empieza hoy mismo, identifica un pequeño cambio que puedes hacer hoy para manejar tus emociones de forma más saludable, en Mente Sana estamos presentes para acompañarte y ayudarte en tu proceso hacia el bienestar y la plena consciencia. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.

FAQs

  • ¿Es normal tener hambre emocional de vez en cuando?

Todos recurrimos a la comida ocasionalmente para confortarnos, pero se vuelve un problema cuando es la principal forma de manejar las emociones.

  • ¿Qué emociones suelen desencadenar el hambre emocional?

Estrés, ansiedad, tristeza, aburrimiento, soledad, ira y frustración son comunes.

  • ¿Existen alimentos que desencadenan más el hambre emocional?

Sí, los alimentos reconfortantes, como los ricos en azúcares, grasas y carbohidratos, suelen ser los más buscados.

  • ¿Puede el estrés crónico causar hambre emocional?

Sí, el estrés crónico eleva los niveles de cortisol, una hormona que puede aumentar el apetito.

  • ¿Qué consecuencias tiene el hambre emocional para la salud?

Puede llevar al aumento de peso, problemas de salud relacionados con la obesidad, y una relación poco saludable con la comida.

Referencias

Alejandro Vera Casas (2021). Qué es el hambre emocional y cómo gestionarlo. Extraído de la página web: https://psiquiatria.com/bibliopsiquis/blog/que-es-el-hambre-emocional-y-como-gestionarlo

Top Doctors (2023). Hambre emocional. Extraído de la página web: https://www.topdoctors.cl/diccionario-medico/hambre-emocional/

Ana Morales (Test). ¿Qué tipo de comedora eres?. Extraído de la página web: https://anamoralespsicologa.com/test-comedora-emocional/

El impacto detrás de los síntomas de la anorexia

El impacto detrás de los síntomas de la anorexia
El impacto detrás de los síntomas de la anorexia
El impacto detrás de los síntomas de la anorexia

La anorexia nervosa (AN) es un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Los síntomas de la anorexia implican la restricción de la ingesta de alimentos que por lo general conduce a un peso anormalmente bajo. Esto debido a una percepción distorsionada de la imagen corporal y el temor a subir de peso.

Aunque es una enfermedad que se presenta principalmente en mujeres jóvenes y adolescentes, la anorexia afecta también a los hombres. No obstante, los síntomas de la anorexia suelen tener un importante subdiagnóstico debido a la negación, el estigma y la vergüenza que acompaña a muchos pacientes que la padecen.

Conceptos importantes en la anorexia nerviosa

La anorexia es uno de los TCA, que involucra un conflicto con el cuerpo. La restricción del consumo de alimentos y la percepción distorsionada de la imagen corporal, surgen por causas multifactoriales, por lo que la la anorexia conlleva una etiología psíquica y psicosomática.

Los factores que cobran relevancia son biológicos, psicológicos, culturales, sociales y ambientales, que combinados, conllevan el desarrollo de los síntomas de la anorexia.

De igual manera, este trastorno implica complicaciones médicas significativas que afectan a todos los sistemas (físico, emocional, somático y conductual) que son directamente atribuibles a la pérdida de peso y el grado de desnutrición.

Por esto, se cuenta con una clasificación de acuerdo a la gravedad de los síntomas de la anorexia en cuanto al Índice de Masa Corporal (IMC), donde el IMC normal es de 18.5 a 24.9:

  • Leve: IMC de 17 a 18.49 kg/m2
  • Moderado: IMC de 16 a 16.99 kg/m2
  • Grave: IMC de 15 a 15.99 kg/m2
  • Extremo: IMC <15 kg/m2

Asimismo, las consecuencias a nivel psicológico implican la dificultad para regular las emociones, ansiedad crónica, depresión, aislamiento social, baja autoestima, y comorbilidad con el trastorno obsesivo compulsivo.

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Síntomas de la anorexia

Entre los síntomas de la anorexia, se pueden identificar

Restricción de la ingesta


Uno de los principales síntomas de la anorexia es la restricción severa de la ingesta de alimentos. Es decir, restricción de energía calórica que conduce a un bajo peso corporal.

Las personas con anorexia limitan conscientemente las calorías que consumen y llevan un riguroso control por seguir dietas extremas.

Miedo intenso a ganar peso


Otro de los centrales síntomas de la anorexia, es el miedo a ganar peso. Referente al temor intenso e irracional de subir de peso, conduciendo a la obsesión por la delgadez. Este temor se rige por una percepción irreal del cuerpo, en cuanto a la imagen corporal.  

Muchas personas con delgadez extrema, se ven a sí mismas como con sobrepeso sosteniendo ser “muy gordas”.

Preocupación obsesiva por la imagen corporal


La apariencia física es sumamente importante para las personas con anorexia, especialmente por su peso y figura. Esta preocupación se convierte en una obsesión. Por ello, este particularmente, entre los síntomas de la anorexia, conduce a pesarse continuamente, mirarse al espejo repetidas veces y comparar su cuerpo con el de otras personas.

De igual forma, la imagen corporal distorsionada es una característica esencial en la anorexia.

Conductas de control


Algunas personas con anorexia, desarrollan rituales de control relacionados con la comida, como cortar los alimentos en pedazos muy pequeños o evitar ciertos tipos de alimentos, a manera de controlar lo que perciben como el aspecto más controlable de sus vidas, lo que refuerza su sensación de poder y control sobre su cuerpo y entorno.

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Síntomas de la anorexia como conflicto entre cuerpo y mente

La anorexia sostiene una relación conflictiva con el propio cuerpo. Entonces, los síntomas de la anorexia no sólo conllevan un simple deseo por perder peso, sino que involucra sentimientos de culpa y vergüenza, que sostienen la interacción disfuncional entre la comida, el cuerpo y las emociones, que conduce a una desconexión.

De esta manera, Natalia Seijo incluye el concepto del “Yo rechazado”, en el que la distorsión de rechazo devuelve una imagen mucho más grande en tamaño y peso que la imagen real en el espejo. Esto provoca gran angustia y perturbación en la persona, e intensifica los síntomas de la anorexia, lo que conduce a un riesgo de bloqueo en el tratamiento. Es entonces que, muchos pacientes no reconocen como verdadera la gravedad médica del bajo peso corporal, debido a esta desconexión

Asimismo, Seijo afirma que, en la anorexia la persona lucha contra el deseo de comer, sosteniendo esa capacidad de “controlar el deseo”. Por esto, se entiende que existe una evitación simbólica de la comida, de la misma forma como ocurre en la evitación del apego, pero a manera de desconexión del cuerpo, por la idea de:

“Si prestas atención al cuerpo terminarás prisionero/a de él”.
(Seijo, 2021).

Tratamiento para los síntomas de la anorexia

El tratamiento para los síntomas de la anorexia debe ser integral, con aporte psicológico, nutricional y psiquiátrico. Se debe trabajar en identificar los patrones de pensamiento distorsionados sobre la comida y el cuerpo, tomando en cuenta la disociación y desarrollando estrategias para el manejo emocional, de manera más saludable y con una mirada autocompasiva.

Conclusiones

La anorexia nerviosa es un trastorno complejo, con causas multifactoriales que implican conceptos relevantes como las complicaciones médicas y sus consecuencias.

Los principales síntomas de la anorexia incluyen la restricción de la ingesta alimentaria, el miedo a ganar peso, la distorsión de la imagen corporal y también los comportamientos de control relacionados con la comida, que incluyen efectos emocionales y sociales negativos, que recaen en ansiedad, depresión, aislamiento y baja autoestima, entre otros.

Este trastorno alimenticio, debe abordarse de manera integral, con apoyo psicológico, psiquiátrico y nutricionista, para encaminar a los pacientes hacia una mirada comprensiva, autocompasiva y que consiga una vida con bienestar.

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Referencias

Cabetas Hernández, I.. (2004). Desnutrición en la Anorexia Nerviosa: enfoque psicosomático y tratamiento multidisciplinar. Nutrición Hospitalaria , 19 (4), 225-228. Recuperado el 25 de marzo de 2025, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112004000400004&lng=es&tlng=es.

Loria-Kohen, Viviana, Montiel Fernández, Natalia, López-Plaza, Bricia, & Aparicio, Aránzazu. (2023). Anorexia nerviosa, microbiota y cerebro. Nutrición Hospitalaria40(spe2), 46-50. Epub 18 de diciembre de 2023.https://dx.doi.org/10.20960/nh.04955

Morales Allende, María Fernanda, & Galván Sánchez, Griselda. (2021). Características clínicas de anorexia nervosa extrema. Reporte de caso. Revista de la Facultad de Medicina (México)64(2), 26-30. Epub 06 de julio de 2021.https://doi.org/10.22201/fm.24484865e.2021.64.2.04

Seijo, N. (2016). El Yo Rechazado: Cómo Trabajar con la Distorsión de la Imagen Corporal en los Trastornos Alimentarios. ESTD Newsletter. 5 (4) pp. 6-14.

Seijo, N. (2021). Alimentación, apego y trauma: Los trastornos alimentarios y obesidad.

¿Atracón de comida? Pautas para comprenderlo y manejarlo con éxito

Atracón De Comida
Atracón De Comida
Atracón De Comida

Un atracón de comida, es un episodio relacionado a los trastornos de la conducta alimentaria TCA, que consiste en episodios repetidos de consumo excesivo de alimentos en un tiempo corto acompañados de una sensación de falta de control.

Este comportamiento compulsivo, puede ocurrir incluso sin sentir hambre y suele estar asociado a una serie de factores psicológicos, emocionales y sociales.

En este artículo explicaremos todo lo que necesitas saber sobre un atracón de comida y las pautas para manejarlo mejor.

Comprendiendo el atracón de comida

Un atracón de comida, es típico de los trastornos por atracón (TPA), en el cual la persona tiene un comportamiento compulsivo a través de atracones, donde se encuentra la pérdida de control sobre lo que se come. Esto conduce a la sensación de culpa o vergüenza, sin recurrir a las conductas compensatorias de purga (como ocurre en la bulimia nerviosa).

Si bien el atracón puede ser causado por diferentes factores, incluyendo el estrés, las causas subyacen desde diferentes puntos de partida por conflictos internos. De igual manera, estudios afirman que, en los TCA, existe una desconexión entre los estados internos y la experiencia sensorial.  (Díaz et al., 2019).

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Distorsión y defensa psicológica en un atracón de comida

Asimismo, Natalia Seijo afirma que, en los TCA, existe una defensa interna principal, que implica el “Yo rechazado”.  Esta defensa, radica en el enfrentamiento del cuerpo como imagen y la manera en que la persona lo percibe. Es decir que, la imagen percibida del espejo es rechazada, por lo que la persona no quiere mantener contacto sobre el cuerpo.

“El cuerpo es percibido como algo cargoso e insoportable.”
Seijo, N.

La paradoja aquí es que las personas que tienen atracones de comida, con esta angustia de rechazo hacia su cuerpo, recurren a la comida para calmarse (similar a la bulimia nerviosa) pero en el TPA, no existen conductas compensatorias, por lo que se gana peso.

¿Qué hacer después de un atracón de comida?

El primer paso después de un atracón de comida es reconocer lo que se está sintiendo (por lo general, enraizado en conflicto). Debido a que existe desconexión, se deben hacer conscientes los pensamientos y acciones en el momento presente, puesto que un atracón de comida opera como un mecanismo de regulación emocional implícito.

Por esto, la atención y la consciencia juegan un papel importante como herramientas terapéuticas útiles:

  1. Reconocer y aceptar las emociones
    Las emociones principales serán la culpa y vergüenza, las cuales deben manejarse para no caer en el bucle por la regulación emocional disfuncional al recurrir a la comida para calmarse.
    Se debe reconocer lo que se siente y en vez de juzgarse, se debe procurar una visión más autocompasiva, entendiendo que uno tiene dificultades, pero que los errores no definen el valor de una persona.
  2. Practicar Mindfulness
    Después de un atracón de comida, podemos hacer una pausa y simplemente respirar. Centrarnos en el presente sin juicios, con respiración profunda, meditación, o siendo lo más conscientes posible de las sensaciones corporales. De esta forma, podremos identificar la raíz emocional, para estar más consientes si se trata de una “necesidad” de comer, en un siguiente atracón. Asimismo, será bueno que podamos conectar con el sentido del gusto con un vaso de agua, simplemente sintiendo el agua en la boca.
  3. Evitar dietas restrictivas
    Tras un atracón de comida, es usual que las personas intenten restringirse de comida o traten de hacer ejercicio a manera de compensar lo ocurrido. Se debe evitar esto, puesto que conduce a un patrón conocido como el ciclo de “binge-restricción” en el cual, tras una restricción excesiva, la persona cae de nuevo en atracones.
    En lugar de esto, podrás mantener una dieta más flexible, variada y equilibrada, para liberarte de la culpa.
  4. Reflexión
    Tras un atracón de comida, será útil que puedas reflexionar sobre lo que te condujo a llevar a cabo el atracón.
    “¿Hubo algún detonante específico? ¿Era estrés, ansiedad, tristeza, aburrimiento, etc.?”
  5. Activar las redes de apoyo y ayuda profesional
    Al hablar, facilitamos el procesamiento de lo sucedido, por lo que puede reducir el impacto emocional. Asimismo, esto puede tratarse de problemas más profundos como ansiedad, depresión o eventos adversos previos.
  6. Hábitos saludables y compasivos
    Deja de intentar encontrar soluciones rápidas extremas direccionadas por la culpa y vergüenza. Es más productivo, encontrar hábitos sostenibles y saludables a largo plazo, con una dieta equilibrada, ejercicio regular y buena higiene del sueño. Todo esto desde la reconexión con el cuerpo, desde una mirada más autocompasiva.

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Terapias recomendadas para el tratamiento de Trastorno por atracón

  • Terapia cognitivo conductual: Con formatos de autoayuda en técnicas para la identificación y modificación de pensamientos y comportamientos negativos.
  • Terapia dialéctica conductual: Con la integración activa de Mindfulness.
  • Desensibilización y reprocesamiento a través de los movimientos oculares EMDR: Con estimulación bilateral, abordando de manera integral el conflicto subyacente centrado en experiencias adversas.

Conclusiones

Para trabajar los TCA, y principalmente los atracones de comida, se debe tomar en cuenta que parten de un comportamiento compulsivo y descontrolado por la ingesta de comida.

El manejo de los atracones de comida, requiere una integración, no sólo de la compasión, sino de la integración de las causas subyacentes como las emociones, pensamientos y problemas internos que conllevan el malestar.

Las técnicas de autocompasión, atención plena y el apoyo adicional, son cruciales para superar los efectos negativos y nutrirse de estrategias, desde una comprensión ampliada, para mejorar el bienestar general.

No estás solo. En Mente Sana te ayudamos con tu proceso.

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Referencias

Cuadro, E., & Baile, J. (2015). El trastorno por atracón: análisis y tratamientos. Revista mexicana de trastornos alimentarios6(2), 97-107. https://doi.org/10.1016/j.rmta.2015.10.001

Díaz-Tendero, Dafne, Cruzat-Mandich, Claudia, Jiménez, Teresita, Martínez, Pía, Saravia, Susana, & Ulloa, Valentina. (2019). Mindfulness en el control del atracón, la perspectiva de un grupo de adultos chilenos. Revista mexicana de trastornos alimentarios10(1), 75-84.
https://doi.org/10.22201/fesi.20071523e.2019.1.483

Seijo, N. (2016). El Yo Rechazado: Cómo Trabajar con la Distorsión de la Imagen Corporal en los Trastornos Alimentarios. ESTD Newsletter. 5 (4) pp. 6-14.

TCA en adolescentes: Trasfondo de los Trastornos de la Conducta Alimentaria

TCA en adolescentes

TCA en adolescentes
TCA en adolescentes

Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria, donde la persona tiene altas preocupaciones respecto al peso, la imagen corporal y la alimentación. Los TCA en adolescentes son particularmente preocupantes debido a las consecuencias que pueden tener en el desarrollo físico y psicológico, así como el impacto en el metabolismo, la nutrición y la salud mental.

Exploraremos en este artículo, lo que debemos considerar sobre los TCA en adolescentes.

¿Qué son los TCA?

Según la APA, el trastorno por conducta alimentaria es cualquier trastorno caracterizado principalmente por una alteración patológica de las actitudes y conductas relacionadas con la comida, incluyendo la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracones. De igual manera, se toman en cuenta la ortorexia (alimentos únicamente saludables), vigorexia (desarrollar masa muscular), fatorexia (percepción “normal o saludable” del peso) y pica (ingesta no alimentaria).

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TCA en adolescentes: Causas principales que debes conocer

Las causas son variadas, puesto que no se manifiestan de repente, sino que su origen es multifactorial. Existen factores de tipo genético, psicológico, sociocultural, familiar y personal. De este modo, se adhieren factores precipitantes y predisponentes, que entre ambos, suele generarse una insatisfacción corporal que desemboca en un deseo principalmente de adelgazar.

Los TCA pueden aparecer a cualquier edad, pero la etapa de mayor riesgo es la adolescencia, puesto que la mayor incidencia se produce entre los 12 y los 18 años, pese a que actualmente, existen casos que tienen una edad de inicio más baja, en torno a los 8 o 9 años.
Factores influyentes en los TCA en adolescentes, son principalmente:

  • La presión social para adelgazar
  • Las redes sociales
  • La búsqueda de aceptación
  • Ideal estético delgado asociado al éxito social, familiar y profesional

Factores de riesgo para el desarrollo de TCA en adolescentes

En general se considera que ser mujer, adolescente y practicar un deporte con altas exigencias estéticas (ballet, atletismo, natación sincronizada, modelos, azafatas o gimnasia) pueden ser los perfiles de mayor riesgo para desarrollar un TCA. (AEPNYA, 2008).

Pese a que se ha catalogado a la mujer con mayor prevalencia, se debe considerar que estos trastornos también están presentes en hombres. Desde la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente (2019), aproximadamente uno de cada nueve adolescentes diagnosticados con un TCA es hombre, sin embargo, por prejuicios y expectativas sociales y culturales, esto se ha mantenido más oculto. Sin embargo, los hombres son más propensos a desarrollar vigorexia, referente al aumento muscular y masa corporal.

Los TCA, en casos extremos pueden llegar a provocar la muerte (siendo las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición).

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Síntomas de los TCA en adolescentes

Los adolescentes que padecen estos trastornos, suelen experimentar una serie de cambios corporales, como pérdida de peso excesiva, bajo índice de masa corporal, amenorrea (ausencia de menstruación), fatiga, piel seca, pérdida de cabello, debilidad muscular, desequilibrios electrolíticos y por ende problemas renales y cardiacos.  Todo esto, debido al cambio de metabolismo, puesto que como el cuerpo “conserva energía”, existe una falta de nutrientes que conducen a la sintomatología.

Obtén mayor información sobre los síntomas en el siguiente artículo: TCA: una enfermedad mental, reconoce sus síntomas

Señales de alerta físicas y emocionales de los TCA

Los TCA afectan el metabolismo debido a la restricción calórica y las purgas, lo que disminuye la tasa metabólica basal, y puede dificultar la recuperación incluso después de que el trastorno sea tratado.

La nutrición también se ve afectada, ya que se pierde la reserva de grasa y músculo que afecta a la retención de energía, lo que conduce a la pérdida de masa muscular, debilitamiento óseo y alteraciones hormonales, que interactúan con el equilibrio de neurotransmisores cerebrales, afectando incluso al rendimiento y el bienestar. (Treasure et al., 2018).

Natalia Seijo afirma también, que los TCA se relacionan con cuestiones de identidad y rechazo, por la sensación de vacío o desconexión del verdadero “Yo”, que conlleva el rechazo hacia el propio cuerpo y, en consecuencia, hacia uno mismo.

Esta desconexión puede derivar de diversos factores involucrados, entre ellos, la baja autoestima y dificultades en la aceptación personal, sosteniendo el concepto del “Yo rechazado”. Por lo tanto, la persona no sólo tiene dificultades con la comida, sino que rechaza el cuerpo como una defensa de emociones y experiencias dolorosas conectadas con el miedo, la vergüenza y la culpa (muchas veces con origen traumático). En consecuencia, la preocupación sobre el peso y la comida, se convierten en una forma de recuperar el control sobre otros aspectos de la vida.

Tratamiento integral

El tratamiento de los TCA en adolescentes o de manera general, suele involucrar un enfoque multidisciplinario (médicos, nutricionistas y psicólogos especializados en TCA).

Es importante abordar la conciencia de enfermedad por parte de la persona afectada (quien puede no ser capaz de identificar las consecuencias negativas del trastorno, la necesidad de hacer tratamiento, o los beneficios del mismo), puesto que, en estos trastornos, se abordan de manera prolongada y esto ayuda a prevenir complicaciones y a adherirse al tratamiento.  

Resulta imprescindible el papel de la familia y su apoyo, por supuesto, evitando comentarios dolorosos sobre el peso, el cuerpo o haciendo comparaciones con compañeros u otras personas.

Para la prevención, la educación temprana sobre la imagen corporal saludable, la aceptación propia, la limitación de redes sociales con contenido relacionado a las expectativas externas y normas de belleza impuestas y la promoción de una relación equilibrada con la comida, son pasos cruciales para reducir el riesgo de desarrollar TCA.

Se debe tomar en cuenta que la relación con la comida también tiene mucho que ver con los afectos, es decir el rechazo y los afectos cobran importancia al momento de entenderlos.

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Conclusiones

Los trastornos de la conducta alimentaria TCA en adolescentes son una preocupación grave para la salud mundial por el inicio temprano en este rango etario, con consecuencias significativas tanto en el metabolismo y la nutrición, como la misma salud mental por el riesgo de la comorbilidad con la ansiedad y depresión.

Pese a que comúnmente estos trastornos se asocian con las mujeres, los hombres también suelen desarrollarlos, por lo que, se debe lograr mayor psicoeducación y sensibilización libre de estigmatizaciones, principalmente por expectativas y juicios sociales.

El tratamiento para los TCA en adolescentes, debe tener un enfoque integral y multidisciplinario desde el ámbito psicológico y nutricional, y muchas veces psiquiátrico, tomando en cuenta no sólo la dimensión física, sino la emocional, trabajando la reconstrucción y aceptación del “Yo” para una recuperación integral y duradera.

Por último, combatir los TCA requiere una combinación de prevención, intervención temprana y apoyo continuo de familiares y seres queridos, pero recuerda que buscar ayuda es un acto de valentía, y que con una intervención apropiada, es posible salir adelante.

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Preguntas frecuentes

  • ¿Qué tipos de TCA son más comunes en adolescentes?
    Los TCA más comunes en adolescentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.
  • ¿Qué relación existe entre la nutrición y los TCA en adolescentes?
    Los TCA provocan deficiencias nutricionales graves que afectan el desarrollo físico y mental
  • ¿Qué pueden hacer los cuidadores en casos de TCA en adolescentes?
    Los cuidadores cumplen con un papel crucial en la identificación y tratamiento de los TCA en adolescentes. Es importante fomentar un ambiente de apoyo, evitar la crítica sobre el peso y la apariencia, y buscar ayuda profesional lo antes posible.

Referencias

Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria. (2008). Trastornos alimentarios en la infancia y la adolescencia. Asociación Española de Pediatría. Recuperado de https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/trastornos_alimentarios.pdf

Okrich, N. (2023). ¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)? La Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa y el Trastorno por Atracón. TopDoctors España.

Seijo, N. (2015). Trastornos alimentarios y disociación. ESTD Newsletter, 4(1), 9-16.

Seijo, N. (2021). Alimentación, apego y trauma. Scribd. https://es.scribd.com/document/586261420/NATALIA-SEIJO-Alimentacion-apego-y-trauma

TCA: una enfermedad mental, reconoce sus síntomas

 ¿El TCA es una enfermedad?

La comida, una necesidad fisiológica, pero como puede hacer daño cuando la educación, los estigmas y la presión social no son la adecuada. Los TCA una enfermedad mental, como muchos autores la definen, marca tanto a jóvenes como adultos, genera miedo dejando a su paso síntomas crónicos que afectan la salud en general, aqui abordaremos las siguientes dudas ¿Saber del trastorno de conducta alimentaria me ayudará a prevenirla? ¿Puedo buscar ayuda profesional psicológica para los TCA una enfermedad? ¿Los TCA es una enfermedad mental?

En estas líneas encontraras información de gran interés para la prevención y tratamiento de los TCA, una enfermedad mental por destigmatizar.

TCA es una enfermedad
TCA es una enfermedad

¿Qué son los trastornos de conducta alimentaria?

Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) una enfermedad mental que constituyen una conducta alterada ante la ingesta de comida, esta alteración ocasiona problemas físicos, emocionales y mentales. Tiene un comportamiento distorsionado en relación a la alimentación, cuidado excesivo por la imagen corporal y el peso, son un comportamiento patológico frente al hábito alimenticio. Aunque también podemos evidenciar que la distorsión o alteración no es solo con la alimentación y peso, también está relacionado el autoconcepto y autoestima.

Cuando trabajamos los TCA como una enfermedad mental se utiliza la metáfora del iceberg, explicando cómo funciona la patología, dicha explicación también es dada al individuo tratante o la red de apoyo, en la siguiente imagen podrás ver la metáfora del iceberg.

Si quieres profundizar más en el tema te invito a leer Trastornos de la Conducta alimentaria TCA: Cómo identificarlos, alertas, conductas de riesgo

 ¿El TCA es una enfermedad? Reconoce sus tipos

En la psicoeducación de los TCA: una enfermedad mental, reconocer sus tipos es esencial, tanto para quienes lo presenta como para el entorno, en las siguientes líneas podrás conocer los diferentes tipos de TCA que existen.

  • Anorexia nerviosa, se caracteriza por restricción de alimentos, lo que desemboca en pérdida de peso importante, caracterizado por:
    •  Miedo intenso ante el pensamiento de ganar peso.
    • Imagen distorsionada del cuerpo. Peso bajo para la edad y sexo.
    • Preocupación constante por la comida.

Las consecuencias que conlleva la anorexia nerviosa es ausencia de menstruación, deshidratación, ritmo cardiaco irregular, mareos, desmayos y mucho más.

  • Bulimia nerviosa, es uno de los TCA’s más comunes, se caracteriza por episodios repetidos de ingesta seguido de conductas para eliminar esas calorías, se denota de la siguiente manera.
    • Pérdida de control durante los atracones.
    • Atracones seguido de conductas compensatorias (vómitos, laxantes o ejercicios).
    • Miedo a ganar peso.
  • Trastorno por atracones, en la población general esta patología es mucho más común y sobre todo en la actualidad, se come de manera excesiva con una clara sensación de pérdida de control.
    • Pérdida de control en el atracón.
    • Sensación de culpabilidad.
    • Comer a escondidas.
    • Comer sustancia en tiempos cortos.
  • Trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos, las personas afectadas comen muy poco o tratan de evitar ciertos alimentos.
    • Conduce a la pérdida de peso.
    • Se tiene como origen una experiencia negativa con los alimentos.
    • Problemas nutricionales.
  • Pica, es la menos conocida, también formaba parte o su núcleo es la ansiedad, se caracteriza por comer cosas que no son alimentos, tierra, pelo, pintura entre otros.
    • Comer sustancias sin nutrientes por lo menos durante un mes.
    • Patrón anormal de alimentación.
    • No se toma en consideración ciertas culturas.

Las personas con autismo, esquizofrenia y otros patrones no neurotípicos pueden llegar a tener conductas de pica.

  • Trastorno por rumiación, es el más actual y está siendo estudiado, en este caso se produce la regurgitación del alimento, no se induce el vómito.
    • Regurgitación repetida.
    • No se debe a una condición médica preexistente.

Otros tipos de trastornos de la conducta alimentaria

Aún quedan algunas patologías que continúan en estudio o son más atípicos, entre ellos están.

  • Trastorno por purga.
  • Síndrome del comedor nocturno.
  • Anorexia nerviosa atípica.
  • Ortorexia.

Si te sientes identificado con algún tipo anteriormente descrito puedes pedir tú primera sesión totalmente gratis, contáctanos y da ese primer paso a tú recuperación.

TCA: una enfermedad mental, reconoce sus síntomas

Existen tantos síntomas como personas que pueden padecer esta patología, los signos afectan varias áreas de vida de la persona que lo padece, entre esas están.

Cambios físicos– Cambios en el apetito, pérdida de peso o fluctuación.
– Alteraciones en el clico menstrual (amenorrea).
– Heridas o rozaduras en los nudillos, producto de provocar el vómito.
– Sensación constante de frio.
– Mareos y debilidad.
– Pérdida de cabello.
– Aparición de vello corporal (lanugo).
– Hipotensión.
Cambios comportamentales.– Dieta estricta.
– Interés elevado por consumir alimentos satanizados.
– Comer poco o jugar con la comida.
– Esconder la comida.
– Comer a solas.
– La duración de la ingesta esta alterada.
– Excusas frecuentes para no comer.
– Ingesta excesiva por líquidos.
– Ayunos prolongados.
– Acude al baño inmediatamente luego de comer.
– Se pesa constantemente.
– Ejercicio físico de manera excesiva que puede ocasionar lesiones.
Cambios cognitivos.– Preocupación por la imagen corporal y el peso.
– Miedo constante a subir de peso.
– Se obsesiona por las calorías y las cuenta.
– Pensamientos y creencias sobre lo que debería ser el cuerpo “ideal”.
– Pensamiento dicotómico.
– Tendencia al perfeccionismo.
– Dificultad para concentrarse.
Cambios emocionales.– Inestabilidad emocional, irritabilidad.
– Anhedonia.
– Abulia.
– Ansiedad.
– Aislamiento social.
– Baja autoestima.

TCA: una enfermedad mental y el reconocimiento de sus causas

Los TCA son una enfermedad mental multifactorial que puede ser causada por un sinfín de situaciones, biológicas y sociales, así como psíquicas, no diferencian entre edad, peso o cultura.

Aunque estudios demuestran que esta patología se inicia en la adolescencia, algunas de las causas más estudiadas por científicos son estas:

  • Problemas de autoimagen y autoestima: las personas tienen una imagen corporal “ideal” afectada principalmente por la concepción que tienen de sí mismo.
  • Presión social: en la actualidad la comparativa con las otras personas es el día a día debido también a las redes sociales ya que promueven el cuerpo idealizado, la juventud siente que no podrá alcanzar ese objetivo.
  • Traumas o estrés: este factor presenta un mayor riesgo a padecer TCA una enfermedad mental que puede estar relacionada también con la ansiedad, depresión u otras patologías.
  • Factores biológicos y genéticos: la predisposición genética siempre jugará un papel importante en cualquier patología y esta no es la excepción. Alteraciones en la serotonina u otros neurotransmisores importantes en la regulación del estado ánimo puede afectar el comportamiento alimenticio.

TCA, una enfermedad mental: desmitificando la patología

Las redes sociales han sido un gran auge en la actualidad para la salud mental. Si bien es cierto que han ayudado a visibilizar la salud mental y sobre todo los TCA, pero también es cierto que aún existen muchos mitos detrás de esta enfermedad. Aquí conocerás muchos de ellos y desmontaremos ciertas creencias erróneas.

  • La anorexia es el trastorno más frecuente dentro de los TCA: aunque sea la más conocida no es la más frecuente.
  • La anorexia y bulimia son los únicos TCA: existen otros TCA como pudimos leer anteriormente y aunque no son tan conocidos también existen y afectan gran parte de una población.
  • Los TCA no se curan del todo: estadísticamente más de un 50% que padece un TCA logra salir en su totalidad de ello, el otro porcentaje lo hace de manera parcial o en su defecto existe una cronicidad, pero esto debido también otras patologías subyacentes.
  • Quien sufre de TCA debe estar delgado: el peso es algo ambiguo un número, que afecta de distintas maneras, pero se cree erróneamente que solo quien pesa muy por debajo de la normalidad padece esta patología.
  • Los TCA son solo de mujeres jóvenes: afecta ambos sexos, pero dado los prejuicios los hombres son se atreven a hablar de ello y no se visibiliza.
  • Los TCA una enfermedad mental son un problema de fuerza de voluntad: no es solo el verbatum de “no comeré esto” y pasa, tiene un trasfondo muy grande, como la metáfora del iceberg.
  • La ayuda psicológica no ayuda en nada, ir a terapia incluso de maneta preventiva ayuda más de lo que se cree, hablarlo y la educación alimentaria previene.

Puedes desestructurar también este pensamiento desde la terapia, si conoces a alguien que este pasando por esté proceso o incluso si eres tú, no dudes en contactarnos. Sé amable contigo.

TCA una enfermedad mental y sus consecuencias en la vida diaria

Como bien sabemos la alimentación,es una necesidad fisiológica. El cuerpo lo necesita como combustible, convertirlo en energía para el día a día, es por eso que los trastornos de la conducta alimentaria traen consecuencias perjudiciales a nivel físico para la persona; existe una alta probabilidad de que ocasionen problemas en la salud física y mental, como, por ejemplo;

  • Propenso a otra patología en salud mental.
  • Problema con sustancias.
  • Obesidad.
  • Infertilidad.
  • Prolapso.
  • Insuficiencia renal.
  • Ataques al corazón.
  • Pérdida de masa muscular.
  • Conductas autolesivas.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Daños en el sistema digestivo.

Existen otras consecuencias que podrían ocurrir cuando se presenta una cronicidad en la patología.

  • Dificultad para adaptarse a los cambios.
  • Aislamiento social.
  • Desempeño académico deficiente.
  • Inasistencia en el trabajo.
  • Declive en las relaciones interpersonales.

Tratamiento para los TCA, una enfermedad mental

Son adaptados a la necesidad del individuo, con la necesidad de un apoyo multidisciplinario.

  • Terapia individual, grupal y/o familiar.
  • Atención médica, hospital de día.
  • Asesoramiento nutricional.
  • Medicación.

Los TCA, previniendo la enfermedad

Como el tratamiento es un enfoque multidisciplinario, la prevención es la piedra angular en esta patología y debe ser tomada como uno de los primeros factores.

  • Educación sobre la alimentación.
  • Fomentar la autoestima y resiliencia.
  • Intervención temprana.
  • Fomentar una imagen corporal positiva, refuerzos en sus entornos.
  • Educar sobre los TCA.
  • En la infancia limitar el contenido en redes que consume.
  • Desde el hogar, no comparar, hacer comentarios sobre los cuerpos de infantes o adolescentes que están en crecimiento.

La prevención de los TCA esta enfermedad, está desde casa, pero también con un asesoramiento, si te sientes identificado con algún síntoma o información en este contenido o sabes de alguien que está pasando por una situación similar, se amable, también puedes acudir con Mente Sana quienes tiene profesionales especializados en el área.

Conclusiones

La alimentación puede tener un impacto elevado en la salud de las personas, tanto físicas como psicológicas, depresión, ansiedad e incluso obesidad, pueden ser una de las grandes consecuencias que deja esta patología. Es imperativo saber reconocer y ser una red de apoyo en esta situación, buscar ayuda profesional en el momento oportuno puede ser la clave. Se amable contigo.

Además, la Organización Mundial de la Salud menciona que el 1% de la población de adolescentes a nivel mundial padece de anorexia nerviosa, mientras que el 4,1% presenta bulimia, incluso refieren un alarmante incremento de los TCA, esta enfermedad, durante estas dos décadas.

Referencias

Sevilla, J., & Pastor, C. (2019). Tratamiento psicológico de los trastornos de alimentación : manual de autoayuda paso a paso. Ediciones Pirámide.

NIH. (n.d.). NIMH» Los trastornos de la alimentación: Un problema que va más allá de la comida. Www.nimh.nih.gov. https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/los-trastornos-de-la-alimentacion

¿Qué son los TCA? (n.d.). Associació Contra l’Anorèxia I La Bulímia. https://www.acab.org/es/los-trastornos-de-conducta-alimentaria/que-son-los-tca/

Trastornos de la Conducta alimentaria TCA: Cómo identificarlos, alertas, conductas de riesgo

Los TCA
Los TCA
Los TCA

En relación a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), en el DSM-V (American Psychiatric Association, 2014), se los define como enfermedades psicológicas complejas, multideterminadas, que afectan principalmente a adolescentes y mujeres jóvenes. Los factores pueden ser socioculturales, relacionados con la cultura de la delgadez, el ideal de belleza, la sociedad de consumo. 

¿Cuántas veces en tu día evalúas cuerpos, imágenes, ideales y moda dentro de tus redes sociales recayendo en la comparativa con vos mismo? 

A su vez, hay factores individuales relacionados con los rasgos de personalidad de los sujetos, tales como, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, perfeccionismo o incluso también insatisfacción corporal.

Sabemos que los trastornos de la conducta alimentaria llevan a conductas de riesgo que pueden afectar sin dudas la vida de las personas. En el siguiente artículo, te brindaremos información necesaria para identificar dichas conductas y encontrar el camino de la estabilidad. Sigue leyendo y descubre cómo afrontarlo de la mejor manera posible.

¿Qué son los TCA?

Los TCAs son síndromes multicausales caracterizados especialmente por una preocupación excesiva por el peso y la figura prácticas reiterativas de control de peso y, en ocasiones se visibiliza también una distorsión de la imagen corporal.

Podemos encontrar en su clasificación: Anorexia nerviosa, Bulimia Nerviosa, Trastorno por atracón. No obstante, no son los únicos.

Suele creerse con frecuencia que los mismos surgen a raíz de un “capricho o llamado de atención”, pero la realidad es que los TCA requieren de un conjunto de factores para su desarrollo y mantenimiento:

Factores predisponentes: disponen un terreno fértil en el cual el TCA tiene mayor probabilidad de desarrollo. Pueden ser individuales (rasgos de personalidad), familiares (preocupación excesiva por una alimentación saludable, criticismo), socioculturales (estándares de belleza) o biológicos (genética).

Factores desencadenantes: gatillan el TCA. Por lo general se caracterizan por ser momentos vividos de modo estresante (pérdida de un familiar, cambios de colegio, recibir críticas con respecto al cuerpo) y acompañarse por una dieta restrictiva.

Los pacientes con Trastornos de la Conducta Alimentaria constituyen la población con mayor índices de conductas de riesgo, suicidio y mortalidad. 

Su detección y temprano abordaje interdisciplinario, así como el apoyo social y familiar son puntos importantes a considerar para un buen pronóstico. Si te identificas con alguno de estos factores, es importante que sepas que en Mente Sana contamos con profesionales especializados para acompañarte en tu rehabilitación.

¿Cómo funcionan los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria se desarrollan en forma de circuito, debido a la presencia de un patrón repetido de diversas conductas que -por sus efectos- se retroalimentan unas a otras, produciendo que el trastorno perdure en el tiempo. 

Podemos encontrar 3 etapas principales dentro de este circuito:

  • RESTRICCIÓN: Conductas dietantes. La misma puede llevarse a cabo mediante la supresión de ciertos grupos de alimentos o la selección de otros. Muchas veces, esta primera etapa del circuito es acompañada y sostenida por la presencia de pensamientos de índole obsesivos respecto al peso y la figura. 
  • ATRACÓN/EXCESOS: La restricción se vuelve insostenible para la persona y ocasiona una segunda etapa, caracterizada por ingerir una cantidad de alimentos desproporcionada con relación al tiempo en el cual dicha ingesta ocurre. Estos atracones y excesos suelen desencadenar emociones tales como la culpa o la vergüenza, produciendo que la persona recurra a una siguiente etapa.
  • CONDUCTAS COMPENSATORIAS: será el modo de aliviar ese malestar emocional que el atracón desencadenó. Pueden ser conductas desde la compensación propiamente dicha hasta una nueva restricción o retorno a la alimentación considerada “saludable”. 

Una vez que el circuito se activa, se produce lo que podemos llamar un efecto dominó, por ello, durante el tratamiento psicoterapéutico una de las cuestiones a abordar es la identificación de las situaciones que lo desencadenan y la búsqueda de conductas alternativas. 

Es de suma importancia poder intervenir en el circuito para frenarlo y eso debe realizarse con ayuda profesional de distintas especialidades, trabajando de forma interdisciplinaria para permitir el abordaje integral de la problemática. 

Conductas de riesgo en la alimentación: Señales de alerta que no debes ignorar

  • Realizar ayunos intermitentes o ayunos “detox”. 
  • Eliminar grupos de alimentos. 
  • Comer únicamente alimentos “sanos”
  • Tener días especificados de comidas “permitidas”
  • Compensar la ingesta de una comida porque se considera calórica o “excesiva” evitando otra.

En Mente Sana contamos con terapeutas que cuentan con amplia experiencia en el abordaje de tratamientos donde estas conductas desarrollan un TCA, ¡no estás solo! 🫂

Podemos ayudarte y acompañarte, siendo un eslabón en tu red de contención y apoyo

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Conclusión

A pesar de las diferencias que se presentan entre los diferentes trastornos de la conducta alimentaria, las similitudes que se han encontrado entre ellos son la influencia que la sociedad y la cultura ejercen sobre los ideales de belleza, predisponiendo a la preocupación por el peso y la imagen corporal; la presencia de una dinámica familiar disfuncional o de una figura parental demasiado preocupada por la imagen corporal, o bien de algún familiar que ha padecido de un trastorno de la conducta alimentaria o de la personalidad. 

Sumado a ello, también comparten las comorbilidades psicológicas asociadas: los cuadros depresivos o de ansiedad, y las conductas impulsivas como factores que perpetúan los comportamientos compensatorios inadecuados y, en algunos casos, el consumo excesivo de alcohol y estupefacientes.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Preguntas Frecuentes