Hobbies para Adultos: Desconectar para Reconectar

Hobbies para adultos

En el ajetreo de la vida adulta, con las responsabilidades laborales, familiares y sociales, a menudo olvidamos la importancia de dedicar tiempo a actividades que nos brinden placer y satisfacción personal. Sin embargo, los hobbies para adultos son mucho más que simples pasatiempos; son herramientas poderosas que pueden impactar significativamente nuestro bienestar mental y emocional.

Hobbies para adultos
Hobbies para adultos

¿Qué son los Hobbies para Adultos?

Los hobbies para adultos son actividades que elegimos realizar por puro disfrute, sin la presión de una obligación o un beneficio económico directo. Son espacios personales donde podemos explorar intereses, desarrollar nuevas habilidades y expresarnos libremente. A diferencia de las tareas cotidianas, los hobbies para adultos permiten desconectar, recargar energías y reconectar con nuestro yo interior.

¿Cómo Contribuyen los Hobbies al Bienestar Mental?

La ciencia y la psicología han demostrado en repetidas ocasiones la conexión entre la participación en hobbies y una mejor salud mental. Aquí te detallamos algunas de las formas clave en que pueden ayudarte:

  • Reducción del estrés y la ansiedad: Al enfocarnos en una actividad placentera, nuestra mente se distrae de las preocupaciones diarias, disminuyendo los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y promoviendo un estado de relajación.
  • Aumento de la autoestima y la confianza: Aprender una nueva habilidad o mejorar en un hobby nos brinda un sentido de logro y competencia, lo que fortalece nuestra autovaloración y nos anima a asumir nuevos desafíos.
  • Fomento de la creatividad y la expresión: Los hobbies ofrecen un canal para la creatividad, permitiéndonos explorar nuevas ideas y manifestar nuestra individualidad. Esto puede ser especialmente liberador en un mundo que a menudo valora la uniformidad.
  • Mejora de las conexiones sociales: Muchos hobbies para adultos, se pueden compartir con otros, creando comunidades y oportunidades para interactuar con personas que tienen intereses similares. Esto combate la soledad y fortalece los lazos sociales.
  • Estímulo cognitivo: Hobbies para adultos, como aprender un idioma, tocar un instrumento o jugar ajedrez desafían nuestro cerebro, mejorando la memoria, la concentración y las habilidades de resolución de problemas.
  • Sensación de propósito y significado: Dedicar tiempo a algo que amamos nos da un propósito más allá de nuestras obligaciones, enriqueciendo nuestra vida y brindándonos una fuente de felicidad intrínseca.

Hobbies para adultos

Tipos de Hobbies para Adultos

La variedad de hobbies para adultos es inmensa y se adapta a todo tipo de personalidades e intereses. Podemos clasificarlos de diversas maneras:

  • Hobbies creativos: Pintura, escritura, tocar un instrumento musical, fotografía, cerámica, tejer, diseñar.
  • Hobbies físicos: Senderismo, ciclismo, natación, yoga, baile, jardinería, artes marciales.
  • Hobbies intelectuales: Leer, aprender un nuevo idioma, estudiar historia, jugar ajedrez, resolver rompecabezas.
  • Hobbies sociales: Unirse a un club de lectura, participar en un equipo deportivo amateur, juegos de mesa, voluntariado.
  • Hobbies de coleccionismo: Coleccionar sellos, monedas, figuras de acción, libros antiguos.

Los Hobbies para Adultos más Recomendados y por qué

Si bien la elección del hobby ideal es muy personal, algunos se destacan por sus beneficios universales:

  • Lectura: Abre un mundo de conocimiento y fantasía, reduce el estrés y mejora la concentración.
  • Jardinería: Conecta con la naturaleza, ofrece una gratificación tangible al ver crecer las plantas y es terapéutica.
  • Aprender un instrumento musical: Estimula ambos hemisferios cerebrales, mejora la disciplina y proporciona una salida emocional.
  • Ejercicio físico (cualquier forma): Libera endorfinas, mejora el ánimo y la salud general.
  • Cocinar u hornear: Un proceso creativo y sensorial que permite experimentar y compartir con otros.
  • Escritura (diario, cuentos, poesía): Una excelente forma de procesar emociones, organizar pensamientos y desarrollar la autoexpresión.

Hobbies para adultos

Te puede interesar: Estilo de vida saludable: Hábitos y rutinas

Curiosidades y Aspectos Relevantes

  • No tienes que ser “bueno” en ello: La esencia de un hobby es el disfrute del proceso, no la perfección del resultado. Deshazte de la presión de ser un experto.
  • La experimentación es clave: No temas probar diferentes actividades hasta encontrar lo que realmente te apasiona. El camino es parte de la diversión.
  • Un hobby puede evolucionar: Lo que empieza como un pasatiempo puede convertirse en una pasión más profunda, un nuevo círculo de amigos o incluso una oportunidad inesperada.
  • La constancia es más importante que la intensidad: Dedicarle un poco de tiempo regularmente es más beneficioso que hacerlo de forma esporádica e intensa.
  • Desconexión digital: Muchos hobbies ofrecen una valiosa oportunidad para desconectarse de las pantallas y reconectar con el mundo real.

Conclusión

Los hobbies para adultos son una inversión invaluable en nuestra salud mental y bienestar general. Nos ofrecen un santuario personal donde podemos ser nosotros mismos, crecer, aprender y encontrar alegría en medio de las demandas de la vida. No los veamos como un lujo, sino como una necesidad esencial para una vida plena y equilibrada.

Ahora, te invito a reflexionar: ¿Qué actividad te llama? ¿Qué pequeña chispa de interés has dejado apagar? ¿Qué te gustaría aprender o experimentar sin ninguna presión? Atrévete a explorar, a jugar y a redescubrir la alegría de simplemente hacer algo por el puro placer de hacerlo. Tu mente y tu espíritu te lo agradecerán.

Si te sientes perdido y aún no logras conectar con algún hobby, recuerda que en Mente Sana, tenemos un equipo de profesionales capacitados para acompañarte en tu proceso de autoconocimiento. Agenda tu sesión gratuita aquí.

Referencias

Martina C. (2025). ¿Cómo los hobbies transforman la salud mental? Infobae.com

Fanny P. (2024). Hobbies. Concepto.de

Holismo: Abrazando la Totalidad del Ser en Psicología

Holismo

En el inmenso universo de la psicología, a menudo nos encontramos con la necesidad de desglosar la experiencia humana en componentes manejables: pensamientos, emociones, comportamientos, recuerdos. Sin embargo, existe una perspectiva que nos invita a ir más allá de estas divisiones, a contemplar la totalidad interconectada de un individuo. Esta perspectiva es el holismo, una filosofía y un enfoque que, en el ámbito psicológico, nos recuerda que la persona es mucho más que la suma de sus partes.

Holismo
Holismo

Holismo en Psicología: Entendiendo la Conexión Total

El término holismo, derivado del griego “holos” que significa “todo” o “entero”, nos insta a ver al ser humano como un sistema complejo y dinámico, donde cada aspecto —mental, emocional, físico, espiritual y social— está intrínsecamente ligado a los demás. En la psicología, esto se traduce en una comprensión de que un síntoma o un desafío rara vez es un fenómeno aislado. Por ejemplo, la ansiedad no es simplemente una “falla” en el pensamiento; puede estar influenciada por factores físicos (falta de sueño, dieta), emocionales (experiencias pasadas), sociales (presiones laborales) e incluso espirituales (falta de propósito).

¿Consideras cómo un cambio en la rutina de sueño podría impactar tu estado de ánimo general?

Este tipo de interconexión es central dentro del enfoque holístico.

Desde una perspectiva holística, el psicólogo no solo busca aliviar un síntoma, sino comprender su origen y cómo se relaciona con el sistema total del individuo. Este enfoque contrasta con visiones más reduccionistas que podrían aislar un problema para tratarlo sin considerar su contexto más amplio. Al adoptar el Holismo, reconocemos la singularidad de cada persona y la complejidad de sus interacciones con el mundo.

Un Enfoque Humanizado: Más Allá de las Categorías

La esencia del holismo en la psicología radica en su carácter profundamente humanizado. No se trata de encajar a las personas en diagnósticos rígidos o categorías predefinidas. En cambio, se centra en la experiencia vivida, en la narrativa personal y en la capacidad inherente del individuo para crecer y sanar. Al considerar a la persona en su totalidad, se fomenta una relación terapéutica más empática y auténtica, donde el terapeuta no es solo un experto en síntomas, sino un facilitador en el viaje de autodescubrimiento del cliente.

¿Has sentido alguna vez que en un proceso terapéutico solo se enfocaban en un aspecto de tu vida, ignorando otros que sentías importantes?

Este enfoque holístico resalta la importancia de aspectos como el bienestar físico (nutrición, ejercicio, sueño), las relaciones interpersonales, el entorno socioeconómico, los valores personales y el sentido de propósito. Al abordar estos elementos de manera integral, se abren caminos hacia una salud mental más robusta y una vida más plena. Por ejemplo, en el tratamiento de la depresión, un enfoque holístico podría incluir terapia conversacional, pero también sugerir cambios en el estilo de vida, exploraciones de la red de apoyo social y la búsqueda de actividades que brinden significado.

Holismo

¿Qué Situaciones Psicológicas Aborda el Holismo?

La naturaleza integral del Holismo le permite ser aplicado en una amplia gama de situaciones psicológicas, especialmente aquellas donde los problemas parecen multifactoriales o persistentes. No se limita a una condición específica, sino que ofrece una lente a través de la cual cualquier dificultad puede ser entendida de manera más profunda. Algunas de las situaciones donde el enfoque holístico es particularmente valioso incluyen:

Ansiedad y Estrés Crónico:

En lugar de solo manejar los síntomas de pánico o preocupación, el holismo explora cómo el estrés laboral, la falta de sueño, una dieta deficiente o problemas en las relaciones contribuyen a la ansiedad, buscando soluciones que abarquen todas estas áreas.

Depresión y Bajo Estado de Ánimo:

Más allá de la intervención farmacológica o la terapia de conversación, un enfoque holístico podría indagar en la falta de propósito, la nutrición, la actividad física, el entorno social o experiencias traumáticas pasadas que influyen en el estado depresivo.

Problemas en las Relaciones Interpersonales:

Considera cómo las dinámicas familiares, los patrones de apego desarrollados en la infancia, las creencias personales sobre el amor o el autoconcepto de cada individuo impactan la calidad de sus relaciones actuales.

Dolor Crónico y Enfermedades Psicosomáticas:

Reconoce la conexión profunda entre la mente y el cuerpo, explorando cómo el estrés emocional, los traumas no resueltos o ciertos patrones de pensamiento pueden manifestarse físicamente.

Crisis Existenciales o Falta de Propósito:

Aborda la búsqueda de significado, los valores personales y la conexión con algo más grande que uno mismo, que son esenciales para el bienestar espiritual y la dirección en la vida.

Adicciones:

No solo se enfoca en el comportamiento adictivo, sino en las causas subyacentes, como traumas, problemas de salud mental coexistentes, entorno social y la necesidad de una conexión significativa.

En esencia, el Holismo es útil en cualquier situación donde comprender la totalidad del individuo y su interacción con su entorno sea clave para fomentar una sanación y un crecimiento duraderos.

Holismo

Te puede interesar: Psicólogo terapeuta, no tienes por qué atravesar tu proceso solo.

Conclusión

El holismo en psicología no es una tendencia pasajera, sino un recordatorio fundamental de la complejidad y la interconexión de la experiencia humana. Al abrazar esta perspectiva, los profesionales de la salud mental pueden ofrecer un apoyo más completo y personalizado, que va más allá de la mera eliminación de los síntomas. Permite a las personas no solo recuperarse de las dificultades, sino también florecer, desarrollar resiliencia y construir una vida que refleje su verdadero potencial. El objetivo último de la psicología holística es el bienestar integral, reconociendo que cada parte de nuestro ser es vital para el mosaico completo de nuestra existencia.

¿Estás listo para explorar tu bienestar desde una perspectiva más completa e integrada?, en Mente Sana, te brindamos un espacio seguro para iniciar tu proceso hacia el bienestar. Agenda tu primera sesión gratuita aquí.

Referencias

Wikipedia. (2025). Holismo. Wikipedia.org

Sefhor. (2023). ¿Qué es la psicología holística y para qué sirve? Sefhor.com

Megalofobia: Miedo a los objetos grandes

Megalofobia
Megalofobia

La megalofobia es una fobia específica que se caracteriza por un miedo intenso, irracional y desproporcionado hacia objetos grandes, como rascacielos, estatuas monumentales, grandes embarcaciones, montañas o incluso animales de gran tamaño. Aunque no es ampliamente conocida, esta fobia puede interferir de manera significativa en la vida cotidiana, limitando las experiencias y generando un profundo malestar emocional.

Megalofobia: qué es y cómo se manifiesta

El término megalofobia proviene del griego megas (grande) y phobos (miedo). Este trastorno se incluye dentro de las fobias específicas, en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).

Los síntomas pueden incluir taquicardia, sudoración excesiva, mareos, dificultad para respirar, sensación de irrealidad, pensamientos catastróficos y necesidad urgente de escapar al estar frente a objetos o estructuras de gran tamaño. Estas reacciones no solo se producen en presencia física del estímulo temido, sino también al ver imágenes o videos.

Da el primer paso hoy para cuidarte y abrazarte como mereces contactando con nosotros.

¿Tipos de megalofobia?

Pese a que no están formalmente clasificados en manuales diagnósticos como el DSM-5, este miedo puede estar dirigido a distintos tipos de cosas monumentales y se pueden categorizar de manera práctica según los estímulos que la desencadenan:

  1. Megalofobia estructural: Miedo a estructuras grandes como rascacielos, represas, puentes, torres o monumentos.
  2. Megalofobia natural: Miedo a elementos naturales enormes, como montañas, océanos, árboles gigantes o acantilados.
  3. Megalofobia vehicular o industrial: Miedo a objetos mecánicos o industriales muy grandes, como barcos, aviones, trenes, grúas, maquinaria pesada.
  4. Megalofobia animal: Algunas personas sienten miedo a animales de gran tamaño como elefantes, ballenas o dinosaurios (representaciones).
  5. Megalofobia escultórica o artística: Miedo a esculturas o representaciones artísticas de gran escala.
  6. Megalofobia urbana o arquitectónica: Ansiedad por espacios gigantescos, estructuras y contextos urbanos muy grandes.

Lee también: ¿Miedo a las alturas? Conoce la acrofobia, sus causas, síntomas y tratamiento

Causas de la megalofobia

La fobia a las cosas grandes puede tener orígenes diversos, atribuibles a factores genéticos, ambientales y psicológicos.

En el caso de la genética, si un miembro de la familia sufre una fobia específica o un trastorno de ansiedad, aumenta la probabilidad de desarrollar una afección similar. Asimismo, este miedo puede surgir a partir de una experiencia traumática asociada a un objeto grande, como una caída desde una estructura elevada o un accidente relacionado con un vehículo de gran tamaño, o bien por aprendizaje vicario.

De igual manera, problemas psicológicos subyacentes, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico o el trastorno de estrés postraumático (TEPT), pueden afectar de manera negativa al desarrollo de la megalofobia.

Aprende más sobre cómo cuidar tu salud mental con Mente Sana.

Perspectiva evolutiva y psicodinámica para su desarrollo

También se ha propuesto que la megalofobia puede estar relacionada con mecanismos evolutivos de supervivencia: el cerebro humano podría interpretar lo colosal como una amenaza potencial, activando así el sistema de alerta del organismo.

Asimismo, desde una perspectiva psicodinámica, algunos autores plantean que el miedo a lo grande puede simbolizar conflictos internos no resueltos, sentimientos de pequeñez o insignificancia, o dificultades con figuras de autoridad.

Tratamiento para la megalofobia

Las fobias específicas deben tratarse con terapia psicológica y en casos, realizar interconsulta con psiquiatría. El trabajo en terapia implica la identificación y reestructuración de pensamientos distorsionados, técnicas de exposición gradual al estímulo temido, y/o, desensibilización sistemática en entornos seguros.

Asimismo, se utiliza la terapia de exposición en realidad virtual (VR), la cual ha demostrado ser útil para tratar fobias visuales como la esta, puesto que permite confrontar los miedos en un entorno controlado.

Por último, en algunos casos, se puede complementar el tratamiento psicológico con medicación ansiolítica o antidepresiva bajo supervisión médica.

Puede interesarte: Como superar una fobia: Sencillas tareas para hacer en casa

Anímate a transformar tu vida y agenda tu cita gratuita.

Conclusiones

La megalofobia es una fobia específica, poco conocida, que puede generar un profundo malestar psicológico. Comprender que el miedo a las cosas grandes no es una rareza sino una fobia tratable puede ser el primer paso hacia la recuperación.

Si bien su origen puede variar, lo más importante es saber que existen terapias eficaces que permiten a las personas retomar el control sobre sus vidas y dejar de vivir limitadas por el temor a lo inmenso.

Referencias

Bueno-Sánchez, Liliana, Díaz-Africano, Nathaly, Restrepo-García, Daniela, Solano-Gualdrón, Andrea, & Gantiva, Carlos. (2019). Realidad Virtual como Tratamiento para la Fobia Específica a las Arañas: Una Revisión Sistemática. Psychologia. Avances de la Disciplina13(1), 101-109.

Mayo, J. (2015). Megalofobia: Miedo a las cosas grandes. Callaloo 38 (1), 75. 

Medicover Hospitals. (s.f.). Megalofobia: causas, síntomas y tratamiento.

Cómo superar el miedo: pequeños pasos que te ayudan

Cómo superar el miedo

Alguna vez te has preguntado: ¿Cómo superar el miedo? Vivir sin la angustia constante de que algo sucederá, que se puede entender también como ansiedad. Para aprender a cómo superar el miedo primero se debe entender que, el miedo es una emoción natural.

Aunque puede convertirse en una emoción limitante, te puede afectar en la vida, pero ¿Cómo superar el miedo? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué es el miedo?

En este artículo aprenderás estrategias para cómo superar el miedo y más.

Cómo superar el miedo
Cómo superar el miedo

¿Qué es el miedo?

Se entiende como una de las emociones primarias en los seres humanos y el reino animal. Se trata de una respuesta natural e instintiva que puede surgir ante la percepción del peligro, bien sea real o imaginario.

En su grado más intenso, se puede manifestar como terror que está directamente vinculado a la ansiedad o fobia.

En el aspecto social y lo que siempre se ha conocido es que el miedo es una emoción negativa, cuando realmente no es así. Cumple una función fundamental en la supervivencia. Ayuda al organismo a huir, defenderse o mantenerse en estado de alerta.

Cuando el miedo es excesivo, puede convertirse en un obstáculo para la vida. Cómo superar el miedo si se le da una connotación negativa, si al sentirlo lo primero que genera es rechazo.

Los miedos más comunes son: el miedo a la muerte y a lo desconocido. También el miedo al rechazo, el fracaso y la soledad. El miedo se puede manifestar de distintas maneras.

Te puede interesar: ¿Qué es un trauma? Definición, tipos e impacto 

Síntomas del miedo

Aprender a reconocer los síntomas te puede ayudar en cómo superar el miedo. Los síntomas del miedo pueden manifestarse de distintas formas.

Además de los síntomas que se describirán a continuación, el miedo también puede manifestarse como una sensación de peligro inminente.

Síntomas físicos

  • Respiración acelerada o hiperventilación.
  • Aumento del ritmo cardiaco.
  • Sudoración.
  • Temblores.
  • Sensación de debilidad.
  • Molestias o dolores musculares.
  • Mareos o sensación de debilidad.
  • Hormigueo.
  • Dificultad para respirar o sensación de ahogo.

Síntomas psicológicos

  • Sensación de peligro inminente o pánico.
  • Sensación de nerviosismo.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Pensamientos intrusivos.
  • Evitación de situaciones estresantes o ansiosas.
  • Despersonalización.
  • Desrealización.
  • Cambios en el estado de ánimo.

Se ha mencionado que el miedo es una respuesta normal, su objetivo es protegerse de amenazas reales o imaginarias.

El miedo tiene también como síntoma la rumiación, el constante sobre pensar acerca de las situaciones. Genera un malestar emocional, en la calidad de vida y en el bienestar emocional.

Tipos de miedo

Aunque el miedo es una emoción natural, no todos sienten miedo ante los mismos estímulos. El miedo se puede clasificar en varios tipos.

Poder conocer los tipos de miedo te ayuda a cómo superar el miedo. Aquí encontrarás algunos tipos.

Tipos de miedo según su origen

  • Miedo irracional o aprendido: este miedo se desarrolla a partir de las experiencias de vida y estímulos, que pueden ser desorbitantes o no estar relacionados con un peligro real.
  • Miedo real o adaptativo: se genera en respuesta a situaciones amenazantes o peligrosas y su objetivo es proteger.

Tipos de miedo según el objeto

  • Miedo a la muerte: también conocido como tanatofobia, es de los miedos más profundos y afecta a una gran cantidad de personas. Se refiere al miedo a la propia muerte o de seres queridos.
  • Miedo al fracaso: es el temor a no cumplir las expectativas lo que genera la evitación de plantearse nuevos desafíos.
  • Miedo al rechazo: tienen un miedo a no ser aceptados o valorados por los demás, afectando la vida social y el bienestar emocional.
  • Miedo a situaciones sociales: está relacionado con el rechazo, se presenta un temor a ser juzgados o avergonzados en entornos sociales, se puede manifestar como fobia social.
  • Fobias específicas: es un miedo irracional y desproporcionado a objetos o situaciones en concreto, como animales, alturas, espacios y personas. Las fobias que se pueden presentar son:
    • Aerofobia: miedo a volar.
    • Acrofobia: miedo a las alturas.
    • Claustrofobia: miedo a los espacios cerrados.
    • Aracnofobia: miedo a las arañas.
    • Brontofobia: miedo a los truenos y tormentas.
    • Agorafobia: miedo a los lugares públicos y espacios abiertos.
    • Hematofobia: miedo a la sangre.

En varias líneas se menciona que, el miedo es natural, pero existe una gran diferencia con el temor. Es un miedo más profundo y persistente. Aunque el miedo te puede paralizar, el temor puede afectar toda tu vida.

Cómo paraliza el miedo

El miedo puede paralizar y limitar la vida de una persona. Sobre todo, en situaciones que no son reales, afecta cuando se empieza a evitar ciertas situaciones sociales, toma de decisiones o incluso salir de casa.

El miedo puede afectar de la siguiente forma:

  1. Paralizar las acciones: puede afectar para sentirse incapaces de actuar, impidiendo alcanzar los objetivos o toma de decisiones.
  2. Evitar situaciones: la evitación es constante, limitando las experiencias y posibilidades. Es una constante evitación del malestar.
  3. Genera ansiedad y estrés: el miedo puede desencadenar respuestas fisiológicas y emocionales. Afecta el bienestar mental y emocional.
  4. Distorsiona la percepción de la realidad: el miedo puede hacer que las situaciones se vean de manera negativa, lo que genera pensamientos catastróficos.

El miedo, aunque forma parte de un mecanismo de defensa y es una emoción natural, puede afectar la calidad de vida de la persona. Puede generar dificultad en las relaciones interpersonales, depresión o aislamiento social.

Puedes acudir a terapia psicológica si sientes que el miedo te está paralizando. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.

Cómo superar el miedo: estrategias

Aunque es natural, cuando el miedo se vuelve irracional, puede afectar la vida y limitarla. Aquí encontrarás pequeñas estrategias que te pueden ayudar a cómo superar el miedo o gestionarlo.

  1. Identifica tus miedos: conocerlos te ayuda también a gestionarlos, así sabrás cómo abordarlos.
  2. Acepta la emoción: todos experimentan el miedo, es normal. Aceptar que es una emoción natural te ayudará a transitarla más rápido.
  3. Confronta tus miedos: aunque puede resultar aterrador al inicio, es esencial para trabajarlo. Evidentemente, miedos que no coloquen tu vida en peligro, como enfrentar un león, por ejemplo.
  4. Práctica la relajación: ya que se experimentan síntomas físicos, practicar la relajación progresiva o respiración diafragmática te puede ayudar a regularte emocionalmente.
  5. Practica el método socrático: desafía tus pensamientos, busca la evidencia y la utilidad del pensamiento negativo o catastrófico del miedo.
  6. Apóyate en tus redes de acompañamiento.
  7. Busca ayuda profesional si es necesario: cuando es necesario, la ayuda profesional es requerida cuando empieza a afectar toda la calidad de vida.

Aprender a cómo superar el miedo puede ser un proceso gradual, pero no imposible. Requiere de esfuerzo y compromiso propio.

Conclusiones

Recuerda que el miedo es una emoción natural y que todos, incluso animales, lo han experimentado. Con práctica, apoyo social y profesional, puedes gestionar el miedo.

Debe ser aceptada y respetado. Confrontar el miedo es necesario para poder combatirlo.

Referencias

Francisco De Vitoria, U. (n.d.). María Martín-Vivar.

Universitaria, F., Lorenz, K., Becerra-García, C., Milena, A., Madalena, Cristina, A., Estanislau, Rodríguez-Rico, C., Leonardo, J., Dias, Bassi, H., Chagas-Bloes, A., Diogo, A., & Morato, S. (n.d.). Revista Latinoamericana de Psicología.

El miedo, una alarma mental para proteger la integridad. (2022, March 8). UNAM Global.