Estilo de vida saludable: Hábitos y rutinas

Estilo de vida saludable
Estilo de vida saludable

Llevar un estilo de vida saludable permite evitar enfermedades y mejorar la calidad de vida de las personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar, físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

Por ello, la salud es un derecho humano fundamental sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.

¿Qué es un estilo de vida saludable?

Un estilo de vida saludable se refiere al conjunto de comportamientos, hábitos y decisiones cotidianas que contribuyen a mantener o mejorar el bienestar general, incluyendo el físico, mental y emocional a largo plazo.

Estos hábitos saludables, no solo previenen enfermedades crónicas, sino que también mejoran la salud mental y aumentan la longevidad.

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Factores para un estilo de vida saludable

  • Alimentación equilibrada: La dieta influye directamente en el estado de ánimo y el funcionamiento cerebral. La evidencia científica muestra que una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y grasas saludables, se asocia con menor riesgo de depresión y ansiedad.
  • Actividad física regular: Mantener una rutina de ejercicio reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y depresión. Además, el movimiento genera endorfinas que elevan el ánimo y mejoran la autoestima.
  • Higiene del sueño: Dormir entre 7 y 9 horas por noche permite al cuerpo recuperarse y al cerebro procesar emociones y memorias. La falta de sueño se asocia con irritabilidad, menor concentración y riesgo de trastornos emocionales.
  • Gestión del estrés: Técnicas como la respiración consciente, la meditación y el mindfulness reducen los niveles de cortisol, mejoran la regulación emocional y fortalecen el sistema inmune.
  • Entorno social adecuado: Tener vínculos afectivos sanos es uno de los factores más protectores para la salud mental. Apoyarse en una red social sólida, disminuye la sensación de soledad y mejora la resiliencia ante la adversidad.
  • Evitar sustancias dañinas: Reducir o eliminar el consumo de alcohol, tabaco, azúcares y otras es clave para prevenir enfermedades crónicas y proteger la salud general.
  • Orden: Mantener los ambientes ordenados y limpios, es muy favorable para aclarar la mente y las emociones. Esto permite un equilibrio interno y externo.

Buenos hábitos como clave del cambio efectivo

Los hábitos son conductas repetidas que se automatizan con el tiempo. Según Charles Duhigg, todo hábito tiene una estructura de “señal-rutina-recompensa”.

  • Señal: Desencadenante que inicia el hábito, que puede ser una emoción, una hora del día, un lugar, una persona o incluso un pensamiento. “Sentir estrés luego del trabajo”
  • Rutina: Comportamiento o acción en respuesta a la señal. Puede ser saludable (salir a caminar) o no (comer comida chatarra). “Tomar un descanso en el sofá”
  • Recompensa: Beneficio que se asocia con placer o alivio. “Sentir placer momentáneo por permitirse el descanso”.

Empezar con metas pequeñas, concretas y alcanzables, enfatizando un estilo de vida saludable con autocuidado, que genera cambios graduales más sostenibles, que transformaciones radicales.

Lee un poco más sobre: Buenos hábitos para desarrollar tu crecimiento personal

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Rutinas diarias saludables

Establecer rutinas diarias contribuye a la autorregulación emocional y al bienestar general. Algunas opciones generales son las siguientes:

  • Estiramientos suaves al despertar o antes de dormir.
  • Practicar gratitud o meditación breve en las mañanas o noches.
  • Hacer pausas activas.
  • Darse un descanso equilibrado.
  • Caminar en la naturaleza sin distracciones tecnológicas.
  • Cuidar la postura.
  • Evitar pantallas 1 hora antes de dormir.
  • Hobbies y pasatiempos.
  • Diario emocional.
  • Mindful eating.

Pequeños rituales como estos fortalecen el autocuidado y promueven un estilo de vida saludable.

Conclusión

Un estilo de vida saludable no se basa en la perfección, sino en la consistencia, consciencia y constancia. Adoptar hábitos positivos y rutinas conscientes no solo previene enfermedades físicas y mentales, sino que también potencia la vitalidad, la claridad mental y la satisfacción personal.

Invertir en la salud diaria es una forma de construir bienestar a largo plazo, fortaleciendo el autocuidado y el amor propio.

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Referencias

MedlinePlus. (2024). Vida saludable. Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

Tala, Álvaro, Vásquez, Eduardo y Plaza, Cecilia. (2020). Estilos de vida saludables: una ampliación de la mirada y su potencial en el marco de la pandemia. Revista médica de Chile , 148 (8), 1189-1194. 

Yorde Erem, Samar. (2014). Cómo lograr una vida saludable. Anales Venezolanos de Nutrición27(1), 129-142.

Hábitos saludables: como construirlos

hábitos saludables
hábitos saludables
Hábitos saludables

En la búsqueda de bienestar y una vida plena, la adopción de hábitos saludables emerge como un pilar fundamental. Estas prácticas cotidianas, que abarcan desde la alimentación y la actividad física hasta la gestión del estrés y el descanso adecuado, ejercen un impacto profundo, duradero en nuestra salud física, mental y emocional. En un mundo donde el ritmo acelerado y las demandas constantes que pueden erosionar nuestro equilibrio, cultivar conscientemente hábitos que nutren nuestro cuerpo y mente se vuelve no solo deseable, sino esencial. En este artículo hablaremos de cómo los hábitos de la vida saludable pueden ser positivos en la vida de cualquier persona, principales componentes que los conforman y las estrategias efectivas para empezar a incorporarlos.

¿Qué son los hábitos saludables?

  • Los hábitos de vida saludable son conductas repetitivas que mejoran el bienestar físico, mental y social.
  • Se integran a la rutina diaria y tienen un impacto directo en la calidad de vida.
  • Actúan como factores protectores, previniendo enfermedades y promoviendo un bienestar duradero.
  • La falta de hábitos saludables puede generar factores de riesgo que aumentan la probabilidad de enfermedades físicas y trastornos emocionales.

¿Cómo puede afectar la falta de hábitos saludables?

La falta de hábitos saludables puede generar diversos síntomas físicos, mentales y emocionales que varían entre personas.

Algunos síntomas físicos comunes incluyen:

A nivel emocional y mental

  • Bajo estado de ánimo.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Cambios de humor.

También pueden manifestar dolores y molestias físicas frecuentes y persistentes.

¿Cómo se compone los hábitos de la vida saludable?

  1. Alimentación Balanceada: Consumir una dieta rica en alimentos frescos y naturales, y mantenerse hidratado es crucial para la nutrición, el peso saludable y la prevención de enfermedades crónicas.
  2. Ejercicio regular: La actividad regular (caminar, correr, nadar, levantar pesas, y deportes) mejora la salud, reduciendo el riesgos de enfermedades, mejorando el estado de ánimo y el sueño. Se debe fomentar desde la infancia como un hábito preventivo.
  3. Descanso adecuado: Dormir 7 a 8 horas, permite la recuperación y revitalización del cuerpo, fortaleciendo el sistema inmunológico y optimizando la función cerebral.
  4. Gestión del estrés: Aprender a manejar el estrés crónico mediante técnicas de relajación (meditación, yoga, respiración profunda, actividades placenteras) es importante para la salud física y mental, promoviendo la calma y el bienestar (lee más sobre la meditación aquí)
  5. Evitar el consumo de sustancias nocivas: Limitar o evitar el alcohol, el tabaco y otras drogas, es fundamental para prevenir enfermedades crónicas  y mantener un buen estado de ánimo y calidad de vida.
  6. Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Efectos de los hábitos saludables en la salud mental

Adoptar hábitos saludables como ejercicio, buena alimentación y sueño adecuado, tiene un impacto positivo en la salud mental. Estos hábitos pueden reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo, aumentar la energía, reducir el estrés y promover una mejor calidad de vida:

Ejercicio: Reduce los síntomas de ansiedad, depresión y fatiga, mejora el sueño y la sensación de bienestar.

Alimentación saludable: Contribuye a un peso corporal adecuado, lo que puede afectar positivamente la salud mental. Además de proporcionar los nutrientes necesarios para el funcionamiento cerebral.

Sueño adecuado: Mejora el estado de ánimo, concentración y la memoria.

Fortalece la autoestima: La actividad física, dieta equilibrada y un sueño adecuado aumenta la confianza en sí mismo.

Promover conexiones sociales: La actividad física como caminar o participar en deportes, puede ayudar a socializar y crear conexiones con otras personas, lo que contribuye a una mejor salud mental.

Hábitos saludables para prevenir

¿Qué puedo hacer para implementar hábitos saludables?

Aquí te dejo una guía que te puede ayudar a poner hábitos saludables en tu vida, recuerda que es un proceso progresivo, pero la clave está en su persistencia de esta actividad.

  1. Planificación de la alimentación: planificar comidas semanales equilibradas, comprar alimentos saludables y evitar alimentos procesados. Buscar asesoramiento de un nutricionista si es necesario.
  2. Práctica ejercicio regular: Encontrar actividades placenteras y adecuadas, establecer metas realistas, encontrar horarios y lugares convenientes para comenzar gradualmente.
  3. Priorizar el descanso: establecer una rutina de sueño regular, crear un ambiente proporcionado para dormir, evitar dispositivos electrónicos antes de acostarse y practicar técnicas de relajación.
  4. Gestión el estrés: identificar fuentes de estrés y buscar formas saludables de manejarlo (técnicas de relajación, establecer límites, buscar apoyo). Consulta con un psicólogo (conoce más sobre la labor de un psicólogo aquí).
  5. Creación de rutinas saludables: establecer rutinas diarias que incluyen hábitos saludables (ejercicio matutino, preparación de comidas, descansos regulares, tiempos de relajación antes de dormir) y organizar el día a día.

Adoptar hábitos saludables es crucial para el bienestar integral. Desde una alimentación equilibrada y ejercicio regular hasta un descanso adecuado y la gestión del estrés, estas prácticas diarias actúan como pilares de una vida y previene enfermedades. Incorporar estas estrategias y buscar apoyo profesional cuando se necesario, nos empodera para construir un futuro más saludable y con mayor calidad de vida.

Referencias bibliográficas

Sanitas (23/08/2023) Hábitos de vida saludable.

Fundación santa de Bogotá (sin fecha) Hábitos saludables.

Emssanar (24/09/ 2024) Hábitos y estilos de vida saludable: la clave para un bienestar integral.

Endorfinas y deporte: La alianza natural para tu bienestar mental

Endorfinas y deporte

¿Sabías que más del 30% de la población mundial experimenta síntomas de ansiedad o depresión en algún momento de su vida? (Organización Mundial de la Salud, 2017). Afortunadamente, existe una herramienta poderosa y accesible que puede marcar una diferencia significativa en nuestra salud mental: el ejercicio físico. Exploráremos cómo la conexión entre las endorfinas y deporte se convierte en un aliado fundamental para cultivar una mente sana y un cuerpo activo.

Beneficios del ejercicio físico

Los beneficios del ejercicio físico trascienden la mera apariencia corporal; impactan profundamente nuestro bienestar integral. A nivel fisiológico, la actividad regular fortalece el sistema cardiovascular, mejora la densidad ósea y contribuye al mantenimiento de un peso saludable (American Heart Association, 2018). Además de estos efectos físicos, los beneficios del ejercicio físico se extienden al ámbito psicológico. La práctica constante de actividad física se asocia con una reducción del estrés, la mejora del estado de ánimo y un aumento en los niveles de energía (Sharma et al., 2006). Incorporar el movimiento a nuestra rutina diaria es una inversión en nuestra calidad de vida.

Herramientas para ponerlo en práctica:

  • Encuentra una actividad que disfrutes: Ya sea bailar, nadar, correr o practicar yoga, la clave es elegir algo que te motive y te haga sentir bien.
  • Establece metas realistas: Comienza con sesiones cortas y aumenta gradualmente la intensidad y duración.
  • Hazlo parte de tu rutina: Intenta programar tus sesiones de ejercicio como cualquier otra cita importante.
  • Busca compañía: Entrenar con un amigo o unirte a un grupo puede aumentar tu motivación y disfrute.

Beneficios de hacer ejercicio

Los beneficios de hacer ejercicio son amplios y abarcan diversas áreas de nuestra vida. Desde una perspectiva cognitiva, la actividad física regular se ha relacionado con mejoras en la atención, la concentración y la función ejecutiva (Ratey & Hagerman, 2008). A nivel emocional, los beneficios de hacer ejercicio se manifiestan en una mayor resiliencia ante el estrés y una disminución de los síntomas de ansiedad y depresión. El movimiento regular puede actuar como un bálsamo para la mente, proporcionando un espacio para liberar tensiones y procesar emociones (North et al., 1990).

¿Cómo puedes hacerlo?

  • Experimenta con diferentes tipos de ejercicio: No te limites a una sola actividad; explora diversas opciones para encontrar lo que mejor se adapte a tus gustos y necesidades.
  • Utiliza la tecnología a tu favor: Aplicaciones de seguimiento de actividad física, videos de entrenamiento en línea y música motivadora pueden ser excelentes aliados.
  • Sé constante, no perfecto: Incluso pequeñas cantidades de ejercicio regular pueden marcar una diferencia significativa.
  • Escucha a tu cuerpo: Descansa cuando lo necesites y adapta la intensidad de tus entrenamientos según cómo te sientas.

Beneficios del ejercicio físico para la salud mental

Los beneficios del ejercicio físico para la salud mental son cada vez más evidentes en la investigación científica. La actividad física regular no solo alivia los síntomas de trastornos como la depresión y la ansiedad, sino que también juega un papel preventivo crucial (Guszkowska, 2004). La conexión entre mente y cuerpo se fortalece a través del movimiento, permitiéndonos desarrollar una mayor conciencia corporal y una mejor gestión de nuestras emociones. Los beneficios del ejercicio físico para la salud mental se traducen en una mayor sensación de bienestar y una mejor calidad de vida en general.

Guía para iniciar:

  • Incorpora prácticas de mindfulness al ejercicio: Presta atención a las sensaciones de tu cuerpo y a tu respiración durante la actividad física.
  • Utiliza el ejercicio como una herramienta de afrontamiento: Cuando te sientas abrumado o estresado, sal a caminar o realiza alguna actividad física que disfrutes.
  • Busca actividades en la naturaleza: El contacto con el aire libre y el entorno natural puede potenciar aún más los beneficios del ejercicio para la salud mental (Pretty et al., 2005).
  • Considera el ejercicio como parte de tu plan de tratamiento: Si estás lidiando con problemas de salud mental, habla con tu terapeuta sobre cómo el ejercicio puede complementar tu proceso.

Endorfinas y deporte

La euforia que a menudo se experimenta después de realizar ejercicio intenso no es solo una sensación pasajera; tiene una base neuroquímica sólida. Las endorfinas y deporte están intrínsecamente ligados. Las endorfinas son neurotransmisores producidos por el sistema nervioso central y la glándula pituitaria en respuesta al estrés o al malestar, incluido el ejercicio (Bloom et al., 1977). Cuando practicamos deporte, nuestro cuerpo libera estas sustancias químicas que actúan como analgésicos naturales, reduciendo la percepción del dolor y generando una sensación de bienestar y euforia, a menudo denominada “subidón del corredor”. La relación entre endorfinas y deporte es un círculo virtuoso: cuanto más nos movemos, más endorfinas liberamos, y mejor nos sentimos física y mentalmente.

Además de su efecto analgésico y euforizante, las endorfinas y deporte también se han asociado con la mejora del estado de ánimo, la reducción de la ansiedad y el fortalecimiento del sistema inmunológico (Petraglia et al., 2020). Comprender la interacción entre endorfinas y deporte nos motiva a incorporar la actividad física como una herramienta esencial para nuestro bienestar integral.

  1. Realiza ejercicio aeróbico de intensidad moderada a alta: Actividades como correr, nadar, andar en bicicleta o bailar son especialmente efectivas para estimular la liberación de endorfinas.
  2. Busca alcanzar un punto de “esfuerzo cómodo”: No es necesario agotarse por completo para experimentar los beneficios de las endorfinas.
  3. Sé constante: La liberación de endorfinas es más pronunciada con la actividad física regular.
  4. Combina el ejercicio con otras actividades placenteras: Escuchar música, entrenar con amigos o disfrutar de un paisaje bonito puede potenciar la sensación de bienestar.

En Mente Sana, entendemos la poderosa conexión entre el cuerpo y la mente. Te invitamos a experimentar los múltiples beneficios del ejercicio físico, los beneficios de hacer ejercicio y, especialmente, los beneficios del ejercicio físico para la salud mental. Recuerda que tu primera sesión es gratuita. ¡Inicia hoy mismo tu camino hacia un bienestar integral con nuestros profesionales!

Referencias

American Heart Association. (2018). Benefits of Physical Activity.

Bloom, F. E., Segal, D. S., Ling, N., & Guillemin, R. (1977). Endorphins: Multiple peptides with opiate activity. Life Sciences, 21(11), 1531-1557.

Guszkowska, M. (2004). Physical activity and mental health. Polish Psychological Bulletin, 35(1), 43-49.

North, T. C., McCullagh, P., & Song, Y. K. (1990). Effect of exercise on depression. Sports Medicine, 9(5), 344-347.

Organización Mundial de la Salud. (2017). Depression and Other Common Mental Disorders: Global Health Estimates. Ginebra: WHO.

Petraglia, F., Musacchio, E., Taverniti, L., Castellano, G., & Barassi, G. (2020). Exercise as a Drug for Mental Health: What Kind of Exercise, How Much, and for Whom?. Frontiers in Psychiatry, 11, 47.

Pretty, J., Peacock, J., Sellens, M., & Griffin, M. (2005). The mental and physical health outcomes of green exercise. International Journal of Environmental Health Research, 15(5), 319-337.

Ratey, J. J., & Hagerman, E. (2008). Spark: The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain. Little, Brown and Company.

Sharma, A., Madaan, V., & Petty, F. D. (2006). Exercise for mental health. Primary Care Companion to The Journal of Clinical Psychiatry, 8(2), 106.

El pilar para la salud mental: tipos de autocuidado

Tipos De Autocuidado
Tipos De Autocuidado
Tipos De Autocuidado

Los tipos de autocuidados son tan descuidados y dejados de lado por gran parte de las personas de éste mundo. Es un patrón habitual en consulta escuchar y reconocer que la gran mayoría de las personas no lo practica, cuando se trata de un pilar fundamental para el bienestar mental. Es una práctica sana, activa y beneficiosa para propiciar el cuidado orgánico del cuerpo, y uno de los recursos más increíbles para acompañar junto a la terapia psicológica cuando estás en un proceso, ya sea por tu cuenta, o en compañía.

¿Qué es el autocuidado?

No es tan complicado de describir, realmente es una práctica dónde se busca accionar en pro de cuidarse uno mismo mediante diversas actividades que permitan al cuerpo descansar, liberarse y entrenar a partes iguales. Se define como la capacidad de promover la salud propia sin el apoyo de terceros o de profesionales, es una forma de empoderamiento personal que no implica automedicación ni nada por el estilo, sino una serie de atenciones que apuntan al bienestar.

¿Por qué es importante el autocuidado?

Si bien es empoderante para aquellos que lo practican, para entender hasta cierto punto su importancia primero conozcamos a la PNI, o conocida como psiconeuroinmunología, una disciplina científica y médica que habla de la conexión del sistema nervioso, el sistema inmunológico y el sistema endocrino, y la relación de todos estos junto como los pensamientos, emociones y comportamientos al estar conectados, influyen en los procesos de salud y cómo éstos pueden afectar la salud en general. No se suele hablar de éstos dos conceptos en conjunto, pero es necesario si buscamos entender sobre el autocuidado y su importancia.

La PNI habla de que hay una gran interacción del sistema inmunológico y nervioso junto a los procesos psicológicos y nuestro comportamiento, de forma sencilla: la manera en la que tomamos las cosas, en como actuamos, pensamos y lidiamos con ello puede llevarnos a sobrellevar mejor o peor ciertas circunstancias, hasta el punto de tener un impacto significativo en la salud mental y física.

Del mismo modo, el cuerpo responde ante el estrés y las enfermedades, y para la PNI las emociones “negativas” pueden alterar el funcionamiento del sistema inmunológico, por ello su relación con los tipos de autocuidado.

¿Te ha pasado sentirte muy mal emocionalmente, y al día siguiente despertar enfermo? ¿Estrés o nerviosismo, y de pronto sentirlo en tu cuerpo con retorcijones o tensión muscular? Hace que el cuerpo sea vulnerable. Aunque es una disciplina más enfocada al manejo de enfermedades autoinmunes y la forma de sobrellevarlo mentalmente para un mejor pronóstico, es claro que la salud mental está íntimamente vinculada al bienestar personal y a reducir los efectos negativos de la vida diaria: el estrés, la angustia, la tensión, las emociones negativas…

Tipos de autocuidado

El autocuidado puede presentarse de diversas formas, así que podríamos categorizar según el enfoque que se le busque dar, ya sea físico, emocional, etc.:

  • Autocuidado físico

Es uno de los tipos de autocuidado basados en tener un cuerpo sano de forma física, claramente. Esto se refiere a mantener una rutina equilibrada de ejercicio y buena alimentación, así como la correcta implementación de técnicas de relajación para manejar el estrés, una buena rutina de sueño y descanso suficiente.

  • Autocuidado emocional

Hay que admitir que a veces las emociones consiguen desbordarnos, embotan la cabeza y la mente, la sumen en un estado de confusión, y en este caso, este como uno de los tipos de autocuidado consiste en aprender a gestionar esas emociones, identificándose, comprendiendose y viviéndolas para su correcto manejo. Escribir, hablar con un amigo, meditar y hacer introspección…

  • Autocuidado intelectual

A muchas personas les gusta cuidarse alimentando su mente, aprendiendo cosas nuevas sin la responsabilidad de un estudio real que hable de una nota o que le agoten, dentro de los enfoques de estos tipos de autocuidado uno primordial es estimular la mente, desafiarla dentro de lo sano para mantenerla siempre activa.

  • Autocuidado social

Primero ¿sientes que compartir con grupos de personas te recarga la batería social o te la gasta? Dependiendo de la respuesta, es lo que probablemente necesites para tu autocuidado social. Se basa en las relaciones sociales, en rodearse de personas que no te resten, sino que te sumen, aunque sea una pequeña parte de ellos. Reunirse con amigos, familia, y disfrutar de su compañía. Somos seres psicosociales, al fin y al cabo.

  • Autocuidado espiritual 

La fé mueve montañas, y dependiendo de las creencias de cada persona, estas pueden significar una gran forma de autocuidado que le brinde bienestar. No es único de la religión, sino más bien de su forma de vivir sus creencias, su estilo de vida.

Práctica los distintos tipos de autocuidado desde casa

  • Crea una rutina

Créeme, va a serte de mucha ayuda. Aporta seguridad, te ayuda a gestionar el tiempo de mejor manera y por lo tanto a estresarte menos, empieza por rutinas pequeñas: una al despertar y una para dormir, donde te des el tiempo suficiente para trabajar en ti y despejar la mente.

  • Practica el ejercicio de forma regular

No necesitas seguir una rutina estricta de cuarenta mil horas todos los días. Un par de veces a la semana, durante una hora es suficiente; incluso, solo salir a dar un paseo puede ser una idea increíble para practicar esta idea de los tipos de autocuidado, la idea es mantenernos activos y ejercitados, no en sedentarismo.

Lo más recomendable, claramente, es poder hacer ejercicio de forma regular, pero repito: no tienes que hacerte una rutina estricta. Con que pongas a mover tu cuerpo un par de horas a la semana, es fantástico.

Recuerda que el ejercicio libera serotonina y dopamina, dos hormonas muy importantes cuando se habla de la motivación y la felicidad. Además, le viene bien a la salud de cualquiera involucrar una rutina sana entre los tipos de autocuidado.

  • Meditación y ejercicios de respiración

Esta no es una opción para todo el mundo, vamos a admitirlo. No todos se sienten cómodos meditando o ejercitando la respiración, sin embargo, lo recomendamos como un excelente ejercicio de autocuidado, ya que ayuda a disminuir el estrés y a potenciar tu capacidad introspectiva.

  • Dedícate, mínimo, 1 hora para ti al día

Sí, estás muy ocupado. No tienes tiempo para absolutamente nada… pero, aun así, mínimo una hora necesitas robarte de tu propio tiempo. Tu eres importante, y tu salud mucho más, tomarte un día de tu día para dedicártelo a ti es uno de los principales pilares en el autocuidado para hacer algo que te apetezca o de plano, no hacer nada.

Es tu tiempo. Tu hora de descanso. Siempre recomiendo que este momento sea uno dónde, con toda la palabra: te consientas. Si te gusta el cuidado facial, dedícalo a hacerte el tuyo diario; si te gusta cuidarte el cabello, dedícatelo.

  • Del mismo modo, consiéntete

¿Te hace feliz ver tus uñas listas con una bonita manicura? No pasa nada si te lo regalas de vez en cuando. ¿Te hará feliz hacerte con el nuevo lanzamiento de videojuego? Adelante. No tiene nada de malo consentirse con ciertas cosas cuando está dentro de nuestras capacidades.

  • Realiza actividades que sean de tu placer

Jugar videojuegos, dibujar, leer, ver alguna película… tú eliges, es tu forma de desconectar así que tienes tantas opciones adelante, ya que no es solo para descansar, sino también para relajarte y recargarte.

  • Pon límites

Quizás pueda parecer que esto no tiene sentido aquí, pero los límites son una base importante de uno de los tipos de autocuidado: el autocuidado social. Establecer límites personales es respetarse a uno mismo, y te ahorra muchos malos ratos.

El autocuidado es una base primordial para una buena salud mental, nos ayuda a mejorar la motivación, aumentando nuestras capacidades de atención, consiguiendo calma y relajación, y permite además explorar el concepto de la auto aceptación al comenzar a priorizar nuestras necesidades. Hay que escuchar a nuestro cuerpo cuando necesita descansar, para prevenir el agotamiento emocional y físico.

Así que, si necesitas más ayuda en esto, en Mente Sana psicología estamos para apoyarte. Agenda tu primera cita completamente gratuita ya mismo y creemos juntos una rutina digna de tu autocuidado.

Referencias bibliográficas

Palencia, Esperanza Marbella, & Sinchi Sinchi, Hugo Fernando. (2024). Autocuidado personal para la salud y bienestar; una mirada multidisciplinaria para abordar la situación de violencia en los adolescentes afrodescendientes. Prohominum. Revista de Ciencias Sociales y Humanas6(1), 22-29. Epub 01 de noviembre de 2024.

Muñoz Seco, Elena, Camarelles Guillem, Francisco, & Campo Giménez, María del. (2024). Fomento del autocuidado. Revista Clínica de Medicina de Familia17(2), 132-139. Epub 08 de julio de 2024

Galdames-Cruz, Susan, Jamet-Rivera, Paulina, Bonilla-Espinoza, Alexander, Quintero-Carvajal, Francisca, & Rojas-Muñoz, Valerie. (2019). CREENCIAS SOBRE SALUD Y PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO EN ADULTOS JÓVENES: ESTUDIO BIOGRÁFICO DE ESTILOS DE VIDA. Hacia la Promoción de la Salud24(1), 28-43.