Guía Práctica: ¿Cómo Tratar a una Persona con Ataques de Ira?

Cómo tratar a una persona con ataques de ira

Afrontar los ataques de ira en un ser querido puede ser una experiencia difícil y abrumadora. La ira, a diferencia de otras emociones, a menudo se manifiesta de forma explosiva, lo que puede afectar profundamente las relaciones y el bienestar de quienes rodean a la persona. Este artículo te servirá como una guía para entender qué son los ataques de ira, sus posibles causas, y, lo más importante, te dará herramientas prácticas sobre cómo tratar a una persona con ataques de ira de manera efectiva y segura. Es fundamental entender que el objetivo no es reprimir la emoción, sino aprender a gestionarla de forma saludable para todos los involucrados.

Cómo tratar a una persona con ataques de ira
Cómo tratar a una persona con ataques de ira

¿Qué es un Ataque de Ira?

Un ataque de ira es una manifestación extrema de la emoción de la ira, a menudo desproporcionada al evento que la desencadenó. No es solo un simple enojo o frustración; es una explosión emocional que puede incluir gritos, insultos, agresión física (como golpear objetos o paredes), y comportamientos impulsivos. Psicológicamente, se considera una respuesta desregulada en la que la persona pierde temporalmente el control sobre sus emociones y acciones. Esta pérdida de control puede ser alarmante y es precisamente por eso que saber cómo tratar a una persona con ataques de ira es crucial.

Posibles Desencadenantes Psicológicos

Los ataques de ira rara vez surgen de la nada. Suelen ser el resultado de una acumulación de factores que finalmente explotan. Los desencadenantes psicológicos más comunes incluyen:

  • Estrés crónico: Un nivel constante de estrés sin una válvula de escape adecuada puede llevar a la persona a un estado de irritabilidad permanente.
  • Sentimientos de impotencia o frustración: No poder controlar una situación o alcanzar una meta puede generar una ira intensa y desproporcionada.
  • Problemas de autoestima: La inseguridad o el miedo a ser juzgado pueden manifestarse como una defensa agresiva.
  • Eventos traumáticos pasados: La ira puede ser una respuesta no procesada a traumas o abusos previos.

Entender estos desencadenantes es el primer paso para saber cómo tratar a una persona con ataques de ira de manera compasiva y efectiva.

Cómo tratar a una persona con ataques de ira

¿Cómo Saber Si Tengo Ataques de Ira?

Es posible que te preguntes si tu propia ira cruza la línea de lo normal a lo problemático. Si te identificas con una o más de las siguientes señales, podría ser el momento de buscar ayuda:

  • Tus episodios de ira son frecuentes y severos.
  • La ira te hace perder el control verbal o físico.
  • Sientes arrepentimiento después de un ataque de ira.
  • La gente a tu alrededor te tiene miedo o se aleja de ti.
  • Tus ataques de ira están afectando tus relaciones personales, trabajo o estudios.

Reconocer el problema es el paso más importante. Una vez que lo has hecho, puedes empezar a trabajar en la gestión de tus emociones y aprender cómo tratar a una persona con ataques de ira, en este caso, a ti mismo.

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Pasos Prácticos para Gestionar un Ataque de Ira

Cuando la ira se siente inminente, hay acciones que puedes tomar para evitar una escalada. Estos pasos no resuelven la causa subyacente, pero son herramientas inmediatas para recuperar el control.

  1. Reconoce las señales: Aprende a identificar los primeros signos de ira en tu cuerpo: el pulso acelerado, la tensión en los hombros, el calor en la cara. Reconocer estas señales te da unos segundos cruciales para actuar.
  2. Toma distancia: Aléjate de la situación o la persona que te enojó. Ve a otra habitación, sal a caminar, o simplemente detente en seco. La distancia física crea un espacio mental para que puedas calmarte.
  3. Respira profundamente: La respiración profunda es una de las herramientas más poderosas. Inhala lentamente por la nariz, sostén el aire unos segundos y exhala lentamente por la boca. Repite varias veces para activar tu sistema nervioso parasimpático, que te ayuda a relajarte.
  4. Habla con calma (o no hables): Si debes comunicarte, hazlo con una voz baja y controlada. Si sientes que no puedes, opta por el silencio hasta que te sientas más tranquilo. Decir “Necesito un momento” es una respuesta perfectamente válida y madura.

Cómo tratar a una persona con ataques de ira

Terapias Efectivas para el Manejo de la Ira

El manejo de la ira no es una cuestión de suprimir la emoción, sino de aprender a expresarla de forma saludable. La terapia es una herramienta invaluable para este proceso. Algunas de las terapias que han demostrado ser más efectivas incluyen:

  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC ayuda a la persona a identificar los pensamientos y comportamientos que desencadenan la ira y a reemplazarlos por respuestas más adaptativas. Aprender a reestructurar los pensamientos negativos es una clave importante en cómo tratar a una persona con ataques de ira.
  • Mindfulness y meditación: Estas prácticas enseñan a la persona a estar presente y consciente de sus emociones sin juzgarlas. Esto puede ayudar a reducir la reactividad y a responder de forma más calmada.
  • Terapia de esquemas: Esta terapia se centra en identificar y cambiar los “esquemas” o patrones de pensamiento profundos que contribuyen a la ira, a menudo relacionados con experiencias de la infancia.

Estos enfoques terapéuticos no solo benefician a la persona con ataques de ira, sino que también proporcionan un marco para entender cómo tratar a una persona con ataques de ira desde una perspectiva de apoyo. Si los ataques de ira están afectando tu vida o la de tus seres queridos, considera que buscar la guía de un terapeuta no es un signo de debilidad, sino un paso valiente hacia el bienestar.

Conclusión

La ira es una emoción humana normal, pero cuando se vuelve incontrolable, se convierte en un problema que afecta a todos los involucrados. Entender los desencadenantes, saber reconocer las señales y buscar ayuda profesional son pasos cruciales para mejorar la calidad de vida tanto de la persona que sufre los ataques como de sus seres queridos. La paciencia, la empatía y la búsqueda de herramientas terapéuticas son la mejor forma de saber cómo tratar a una persona con ataques de ira.

Si eres tú quien sufre de estos ataques o si estás cerca de alguien que los padece, recuerda que no están solos y que la ayuda está disponible. El camino hacia una vida más tranquila y relaciones más saludables es posible. Cómo tratar a una persona con ataques de ira es un acto de amor y apoyo que beneficia a todos; en Mente Sana te ofrecemos una sesión gratuita con nuestros profesionales de la salud mental, solo tienes que agendar aquí.

Referencias

Alejandra H. (2021). Ataque de ira: ¿Por qué surgen y cómo controlarlos?  Hernandezpsicologos.es

Rafael S. (2023). Ataques de ira: Síntomas, causas y tratamiento. Rafaelsalaspsicologo.com

Autolesión en adultos: Comprensión clínica 

autolesión en adultos
Autolesión en adultos

La autolesión en adultos es un fenómeno complejo que implica hacerse daño físico de manera intencional, sin la intención explícita de acabar con la vida. Este comportamiento, también conocido como autolesión no suicida (ANS), suele ser un intento de manejar emociones intensas, aliviar tensión psicológica o recuperar una sensación de control. Aunque se asocia más comúnmente con la adolescencia, cada vez más estudios evidencian su presencia significativa en personas adultas.

¿Qué es la autolesión?

La autolesión se define como cualquier acto deliberado de daño corporal sin intención suicida, como cortarse, quemarse, golpearse o rascarse la piel hasta causar lesión (American Psychiatric Association, 2013). La autolesión en adultos, puede estar vinculado a:

  • Estrés crónico o eventos traumáticos.
  • Trastornos emocionales como depresión, trastorno límite de la personalidad (TLP) o ansiedad.
  • Dificultades para regular las emociones.
  • Experiencias adversas en la infancia, como abuso o negligencia.

Aunque no existe una intención directa de morir, las autolesiones aumentan el riesgo de intentos suicidas futuros.

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Factores psicológicos y emocionales

En la edad adulta, las autolesiones pueden cumplir distintas funciones psicológicas:

  • Regulación emocional: descargar emociones negativas intensas, como ira, tristeza o culpa.
  • Comunicación no verbal: expresar sufrimiento cuando las palabras no parecen suficientes.
  • Autocastigo: asociado a creencias de merecer dolor debido a sentimientos de culpa o vergüenza.
  • Recuperar control: generar una sensación momentánea de control frente al caos emocional.

Según Chapman et al. (2006), el dolor físico puede producir un alivio temporal al activar la liberación de endorfinas, lo que refuerza el comportamiento.

Trauma y autolesión en adultos

La autolesión en adultos puede comprenderse como una conducta asociada a experiencias traumáticas no resueltas, donde el dolor físico funciona como un anclaje frente a la sobrecarga emocional o a estados disociativos. Tras un trauma (especialmente en la infancia), el sistema nervioso puede quedar hipersensibilizado, dificultando la regulación emocional y generando respuestas extremas ante el estrés (van der Kolk, 2015). 

En estos casos, la autolesión busca interrumpir un malestar interno intolerable: durante episodios de disociación, el daño corporal actúa como una vía para “volver al presente”, mientras que, en momentos de intensa activación emocional, produce un alivio temporal al liberar endorfinas y reducir la tensión. 

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Autolesiones no suicidas vs riesgo suicida

Aunque el término autolesiones no suicidas (ANS) describe actos sin intención de morir, es importante no minimizar el riesgo. Pese a que su motivación principal no es la muerte, su presencia indica un alto nivel de sufrimiento psicológico y se asocia con un mayor riesgo de desarrollar conductas suicidas en el futuro, dependiendo de la frecuencia, gravedad y contexto emocional. 

Asimismo, este riesgo aumenta cuando las ANS se vuelven frecuentes, se combinan con consumo de sustancias o coexisten con depresión, trastorno límite de la personalidad o antecedentes de trauma. Por ello, toda autolesión debe evaluarse por un profesional de salud mental.

Tratamiento para las autolesiones en adultos

El tratamiento de las autolesiones en adultos debe abordar tanto los síntomas como las causas subyacentes.

Las terapias que han demostrado eficacia significativa, cuentan con la Terapia dialéctico-conductual (TDC), Terapias centrada en trauma, como EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), y la Terapia cognitivo-conductual (TCC). 

Estos abordajes se centran principalmente en la regulación emocional, la tolerancia al malestar, el reprocesamiento de información desadaptativa, abordaje de pensamientos disfuncionales, y estrategias de afrontamiento. Asimismo, el tratamiento farmacológico puede tratar trastornos comórbidos como depresión o ansiedad.

Por último, las técnicas de autocuidado y sustitución de conductas, como escribir, el ejercicio físico, la respiración profunda o aplicar estimulación sensorial segura (por ejemplo, sostener hielo) pueden ayudar a manejar los impulsos.

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El papel del entorno social

El apoyo familiar y social resulta fundamental en casos de autolesión en adultos. Las personas que se autolesionan suelen temer ser juzgadas o incomprendidas, lo que incrementa el aislamiento. Las autolesiones a menudo se ocultan por vergüenza o temor al estigma.

Una comunicación empática, sin minimizar el dolor emocional, puede motivar a buscar ayuda profesional.

Conclusiones

La autolesión en adultos es un fenómeno multifactorial que, aunque no tenga una intención suicida directa, refleja un profundo sufrimiento emocional y la necesidad de estrategias de afrontamiento más adaptativas. 

Comprenderla permite identificar que no se trata de un simple “hábito dañino”, sino de un mecanismo complejo que responde a experiencias pasadas, estados emocionales intensos y, muchas veces, a la dificultad de expresar el dolor de forma verbal. 

Un abordaje integral, que incluya terapia psicológica, posible apoyo farmacológico, estrategias de autocuidado y un entorno social empático, ofrece mayores posibilidades de recuperación y prevención, ayudando a las personas a desarrollar recursos internos para regular sus emociones y afrontar el malestar sin recurrir al daño físico.

Referencias

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.).

Klonsky E. D. (2009). The functions of self-injury in young adults who cut themselves: clarifying the evidence for affect-regulation. Psychiatry research166(2-3), 260–268.

Mayo Clinic. (2024). Autolesiones/cortes: Síntomas y causas. Mayo Clinic.

Van der Kolk, B. A. (2015). El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma. Eleftheria.

Cortes en los brazos: un llamado a la comprensión y la sanación

cortes en los brazos

A primera vista, las cicatrices en la piel pueden parecer simples marcas físicas. Sin embargo, para muchas personas, son el testimonio visible de una batalla interna, un reflejo de un dolor emocional que resulta difícil de expresar con palabras. Los cortes en los brazos y otras formas de autolesión son un tema delicado y a menudo incomprendido, que va mucho más allá de un intento de llamar la atención. Son un grito silencioso, una estrategia desesperada para manejar el sufrimiento, la ansiedad o el entumecimiento que se siente por dentro. Este artículo busca adentrarse en el mundo de la autolesión, explorando no solo las razones detrás de este comportamiento, sino también ofreciendo un camino hacia la comprensión, la empatía y, sobre todo, la sanación.

Cortes en los brazos

¿Qué significa hacerse cortes en los brazos?

Hacerse cortes en los brazos puede ser un signo de un profundo dolor emocional. A menudo, es una forma de lidiar con sentimientos abrumadores que la persona no sabe cómo expresar de otra manera. En este sentido, puede verse como un llamado de atención, una señal de que se necesita ayuda y comprensión.

El acto de cortarse puede tener diferentes significados para cada persona:

  • Una forma de liberar la tensión: Algunas personas sienten que el dolor físico les ayuda a distraerse del dolor emocional.
  • Un intento de sentir algo: Quienes se sienten adormecidos o desconectados de sus emociones a veces usan los cortes para “sentirse vivos”.
  • Una manera de castigarse: El acto puede ser un reflejo de sentimientos de culpa o de baja autoestima.

Es fundamental entender que esta conducta no es un intento de llamar la atención de forma manipuladora, sino un llamado a la comprensión y la sanación. Es una manifestación visible de un sufrimiento interno que la persona está intentando gestionar. La sanación implica ofrecer un espacio seguro para que la persona pueda hablar de sus emociones, sin juicios, y encontrar herramientas más saludables para afrontar el dolor.

Causas y motivos comunes para la autolesión

La autolesión es un comportamiento complejo que no tiene una única causa, sino que generalmente surge de una combinación de factores emocionales, psicológicos y sociales. No es un intento de llamar la atención, sino una forma de intentar lidiar con un dolor emocional abrumador.

  • Regulación de emociones intensas: Muchas personas se autolesionan para intentar manejar sentimientos fuertes y negativos como la ira, la tristeza profunda, la ansiedad o la desesperanza. El dolor físico puede ofrecer una distracción temporal del dolor emocional.
  • Sentir algo cuando se está vacío: A veces, las personas se sienten adormecidas, desconectadas o “vacías” por dentro. El dolor físico les ayuda a sentirse vivos y a conectar con la realidad, aunque sea de una forma negativa.
  • Sentimiento de control: En situaciones donde una persona se siente impotente o sin control sobre su vida, el acto de autolesionarse puede darle una sensación momentánea de poder sobre su propio cuerpo y dolor.
  • Comunicar el sufrimiento: Aunque no siempre se hace de forma consciente, la autolesión puede ser una manera no verbal de expresar a los demás que se está sufriendo. Es un grito de auxilio cuando no se encuentran las palabras para pedir ayuda.
  • Autocastigo: Algunas personas que se autolesionan luchan con sentimientos de culpa, vergüenza o baja autoestima. Se castigan a sí mismas por lo que perciben como errores o debilidades.
  • Un trauma: En muchos casos, la autolesión está relacionada con traumas pasados, como el abuso físico, emocional o sexual. El acto puede ser una forma de revivir o intentar obtener control sobre el dolor que se experimentó.

Cortes en los brazos

Factores de riesgo asociados

  • Problemas de salud mental: La autolesión está fuertemente asociada con trastornos como la depresión, la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad (TLP), y el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
  • Ambiente inestable o traumático: Crecer en un entorno familiar donde hubo negligencia, abuso o trauma puede aumentar significativamente el riesgo de autolesión.
  • Aislamiento social: La falta de un sistema de apoyo, ya sea de amigos o familiares, puede hacer que una persona se sienta sola y recurra a la autolesión como un mecanismo de afrontamiento.
  • Problemas con la autoestima: Una autoimagen negativa y la auto-crítica severa pueden contribuir a este comportamiento.

Es importante recordar que la autolesión no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de un dolor subyacente. Entender estas causas es el primer paso para ofrecer el apoyo y la ayuda necesarios para la recuperación.

Tratamientos para los cortes en los brazos

El tratamiento principal para la autolesión es la terapia psicológica. A través de la terapia, la persona aprende a:

Antes de que continúes leyendo, si necesitas ayuda en este camino te recomendamos leer “Terapia emocional: Tu camino hacia el bienestar emocional”.

  • Identificar las causas: Entender qué sentimientos o situaciones la llevan a autolesionarse.
  • Manejar las emociones: Desarrollar habilidades para enfrentar el dolor, la ira o la tristeza de manera saludable.
  • Encontrar alternativas: Reemplazar el acto de cortarse con otras actividades que distraen o calman.
  • Fortalecer la autoestima: Trabajar en la autoimagen y el autoconcepto para no recurrir al castigo físico.

En algunos casos, se pueden usar medicamentos para tratar problemas de salud mental subyacentes, como la depresión o la ansiedad, que contribuyen a la autolesión. El apoyo de amigos y familiares también es crucial para la recuperación.

Cortes de brazos

Conclusión

En última instancia, los cortes en los brazos no es un fin en sí mismo, sino la manifestación de una lucha interna que clama por ser escuchada. Las cicatrices en los brazos no son un signo de debilidad, sino el reflejo de un profundo dolor emocional y la necesidad urgente de comprensión y apoyo. Entender este comportamiento es el primer paso para derribar los mitos y estigmas que lo rodean, y para abrir la puerta a un diálogo honesto y empático. La sanación es posible. Con la ayuda adecuada ya sea a través de la terapia, el apoyo de seres queridos o recursos profesionales, las personas pueden aprender a gestionar sus emociones de manera saludable y encontrar alternativas para superar el dolor. Al final, el objetivo no es simplemente dejar de autolesionarse, sino construir una vida en la que no se necesite recurrir al dolor físico para sobrevivir al dolor emocional.

Si tú o alguien que conoces está lidiando con esto, recuerda que no están solos y que hay esperanza. El camino hacia la recuperación comienza con un solo paso: el de buscar ayuda. En Mente Sana están los profesionales necesarios para ayudarte. Por ello, te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, solo tú puedes dar el primer paso.

Referencia

Mayo Clinic (2024), Autolesiones/Cortes.

Adicción al móvil: nomofobia

Adicción al móvil

La adicción al móvil puede ser más común entre los adolescentes o infantes, tiene mucha conexión con los estímulos que perciben, pero también con los límites que se pueden establecer en casa. La adicción al móvil puede ser un problema para el bienestar mental, en ocasiones se puede generar por la presión social, la presión de saber todo y no sentir que no pertenecen a un grupo.

Debemos saber reconocer los síntomas, qué es la adicción al móvil y el impacto psicológico que puede llegar a tener en la vida de quien lo presenta. Solo continúa leyendo …

Adicción al móvil
Adicción al móvil

¿Qué es?

La adicción al móvil también es conocida como nomofobia. Este problema se caracteriza por un uso excesivo del móvil. Este comportamiento afecta negativamente la vida diaría, las relaciones interpersonales y en ocasiones el bienestar emocional. La nomofobia se puede interpretar como un miedo irracional o ansiedad a estar sin el teléfono móvil o la desconexión de él.

La adicción al móvil ha ido incrementando en la actualidad, muchos procedimientos son mediante el móvil, pagar, estados de cuenta e incluso la interacción social. Las personas que experimentan adicción al móvil expresan sentir una necesidad compulsiva de estar constantemente conectadas.

Esto no se trata del uso del móvil cotidiano, responder unos mensajes o mirar redes sociales, se trata de un uso compulsivo y descontrolado que interfiere con todas las actividades de la vida diaria. No se trata de una adicción a una sustancia, se trata de un comportamiento.

Si sientes que no puedes vivir sin el móvil, que necesitas estar constantemente pegado a él, no dudes en buscar ayuda. La terapia te puede ayudar desde la técnica cognitivo-conductual. Contáctanos y agenda una sesión.

Te puede interesar: ¿Miedo a estar desconectado en la nueva era digital? Conoce lo que es la nomofobia

Síntomas que se pueden presentar

Como se ha mencionado, no se trata de usar el móvil para mirar redes sociales, sino de un uso compulsivo y problemático. Esta se puede manifestar con varios síntomas, los cuales pueden ser el uso excesivo, el cual es una de las principales o irritabilidad al no poder acceder.

Aquí podremos ver algunos síntomas en específicos que se pueden presentar en la adicción al móvil.

  • Uso compulsivo y excesivo: revisar el móvil constantemente, incluso cuando no existen notificaciones, y dedicarle mucho más tiempo del que quisieras.
  • Dificultad para reducir el tiempo en pantalla: intentar limitar el tiempo de pantalla sin ningún éxito y sentir frustración al hacerlo.
  • Irritabilidad: también se puede presentar ansiedad (https://newweb.mentesanapsicologia.com/ansiedad-como-curarla/ al no tener el móvil cerca. Se experimenta un malestar cuando el móvil está limitado.
  • Descuido de responsabilidades: al priorizar el uso del móvil, las actividades quedan relegadas, como el trabajo, estudio o las relaciones interpersonales. Esta situación trae consecuencias.
  • Aislamiento social: debido al descuido de responsabilidad en cuanto a las relaciones interpersonales, se suma el aislamiento social, “eligen” mantenerse con una interacción digital y no se dan cuenta de las negativas que dan a interacciones sociales cara a cara.
  • Problemas de sueño: como se sabe, las pantallas pueden afectar el ciclo del sueño, esto es debido a que mantiene el cerebro activo, se puede presentar dificultad para conciliar el sueño, insomnio o patrones de sueño irregulares.
  • Dificultad en la concentración: problemas para concentrarse en tareas importantes y mantener la atención en una actividad o instrucciones.
  • Síntomas de abstinencia: las personas que presentan adicción al móvil pueden experimentar síntomas de abstinencia como irritabilidad, inquietud, dificultad para concentrarse o alteración total en el sueño.
  • Uso del móvil en situaciones peligrosas: hacer uso mientras se conduce o en lugares donde está prohibido el uso sin importar las consecuencias.
  • Necesidad de tener el móvil encima: no pueden salir sin el cargador del móvil, ya que tienen miedo de quedarse sin batería.
  • Problemas en la salud física: presentar dolores de cabeza, visión cansada, fatiga o dolores musculares debido a la mala postura que se tiene al hacer uso de los móviles de manera prolongada.

Como se menciona en las primeras líneas, en la actualidad la tecnología está presente en el día a día, agendar una cita, un recordatorio, la alarma del día siguiente, bancos, médicos e interacción social que puede llegar a un punto en el que se vuelva dependiente de ello. La normalización del uso del móvil en todas partes también puede generar un efecto negativo. Nuevamente, se entiende que es necesario para comunicarnos, incluso capaz estás leyendo este artículo desde el móvil y capaz te preguntes: ¿Cuántas horas llevo en el móvil?

La sociedad, de manera indirecta, puede generar una presión para siempre interactuar mediante el móvil, no perderse nada o miedo o como y la gratificación instantánea que también generan las mismas redes sociales.  

Es importante recalcar que, la información que está aquí suministrada es educativa, no es un diagnóstico ni etiqueta, incluso si estás leyendo esto desde el móvil no implica que seas adicto, que puedes tener un problema con el móvil, tal vez sí o tal vez no, deben cumplirse muchos factores …

… Pero si te sientes identificado/a con los síntomas antes descritos, puedes buscar ayuda profesional; la terapia te puede ayudar con esta conducta compulsiva. Contáctanos y agenda una sesión.

Impacto en la vida

La adicción al móvil puede generar un impacto significativo en la vida de la persona, tanto en el bienestar mental, emocional y físico, como en las relaciones interpersonales y afectar áreas de vida vitales.

El impacto que puede tener en la vida son los siguientes:

Salud mental

  • Aumento de ansiedad y depresión: la adicción al móvil puede llevar a experimentar episodios ansiosos y depresivos, sobre todo cuando la persona siente que es incapaz de desconectarse.
  • Problemas de sueño: el uso excesivo puede llevar a interrumpir los patrones del sueño.
  • Baja autoestima: la comparación constante con la vida idealizada de lo que ve en redes sociales puede afectar significativamente con la confianza.
  • Aislamientos sociales: la persona puede preferir pasar tiempo en línea que interactuar con amigos y familiares.
  • Problemas de atención: la adicción al móvil puede dificultar la capacidad de concentrarse y prestar atención o atender a instrucciones.
  • Irritabilidad: la necesidad constante de usar el móvil y no poder hacerlo puede causar un comportamiento irritable y cambios drásticos en el estado de ánimo.

Salud física

  • Dolores por la postura: la postura encorvada al usar continuamente el móvil puede generar un impacto en cuello, espalda y hombros, generando una tensión muscular.
  • Fatiga visual: la exposición prolongada a la pantalla del móvil puede causar una fatiga visual, sequedad ocular o dolores de cabeza.

Relaciones interpersonales

  • Dificultad para mantener relaciones: esta situación puede disminuir la calidad de las relaciones interpersonales, por la irritabilidad y el aislamiento social.
  • Problemas de pareja: en algunos casos las parejas pueden presentar problemas, ya que siente que no se le presta atención o interés.

Rendimiento académico o laboral

  • Bajo rendimiento: debido a la poca atención o no atender instrucciones, puede existir un declive en el rendimiento académico o laboral.
  • Dificultad para cumplir con las tareas: por pasar tanto tiempo en el móvil, puede hacer que las actividades se aplacen o se olviden.

Es importante destacar que estas consecuencias o el impacto que puede generar en la persona dependerán de la intensidad de la situación, así como la duración que tiene.

Estrategias para recuperar el control

Es fundamental que una de las primeras estrategias que sean utilizadas es establecer límites de tiempo y conciencia del uso. Se entiende que muchas veces las personas no se dan cuenta de que el uso se está convirtiendo en una adicción al móvil. Estas estrategias te pueden ayudar a recuperarte.

  • Conciencia de uso: el primer paso es reconocer que la situación está siendo un problema. Para ello, puedes hacer una revisión de tu comportamiento, cada cuanto estás usando el móvil o preguntar en tu entorno. También puedes hacer uso de la estadística del móvil, donde en su configuración te puede mostrar cuánto tiempo pasas en él.
  • Establecer límites de tiempo: definir horas específicas para usar el móvil y reducir gradualmente el tiempo en pantalla.
  • Identificar desencadenantes: reconocer en qué situaciones está pasando o qué emociones impulsan a hacer uso excesivo.
  • Crear zonas libres de móviles: puede ser áreas de tu hogar, el comedor, la cocina o tu habitación.
  • Reducir las notificaciones: esto puede hacer que las interrupciones disminuyan.
  • Priorizar interacciones cara a cara: queda con amigos, haz una actividad que implique la interacción social.
  • Buscar ayuda profesional: es importante buscar ayuda profesional cuando las consecuencias están siendo graves.

Conclusiones

La adicción al móvil es un problema real, que puede tener mayor incremento en la actualidad y sobre todo en la infancia y la adolescencia. Es importante poder establecer límites tanto de manera individual como en el entorno, cuando se presenta en la infancia, por ejemplo.

La tecnología se ha vuelto parte fundamental de la vida, como he dicho antes, bancos, médicos, citas, organización, pero esto también está empezando a ser un problema, cuando no es usada de manera consciente. Ahora todo se le pregunta al ChatGPT sobre diagnósticos, lo cual también puede ser una herramienta fenomenal, cuando se usa con responsabilidad y entendiendo que también se equivoca, que no es humano y que mucha de la información suministrada por ese medio puede ser tergiversada. 

Referencias

Segal, J. (2024). Adicción a los teléfonos inteligentes y al Internet – HelpGuide.org. (n.d.). Https://Www.helpguide.org/Es.

Tatuajes y trastornos de personalidad

tatuajes y trastornos de personalidad
tatuajes y trastornos de personalidad
tatuajes y trastornos de personalidad

La práctica de tatuaje, una forma de arte corporal milenaria, ha experimentado una notable evolución en la sociedad contemporánea. Lo que alguna vez fue asociado con subculturas o estigmas, se ha transformado en una expresión de identidad cada vez más aceptada y diversificada. Sin embargo, más allá de su estética y popularidad, surge una pregunta fundamental: ¿Cómo se relaciona esta práctica con la salud mental de los individuos? Este artículo explora la compleja interacción entre los tatuajes y el bienestar psicológico, analizando tanto los beneficios y el persistente estigma social que aún enfrentan las personas tatuadas.

Perfil psicológico de las personas tatuadas

  • El perfil psicológico de las personas tatuadas es que tienden a ser más extrovertidas, lo que implica una búsqueda activa de estímulos externos, entornos socialmente ricos y actividades concurridas. A diferencia de los introvertidos, se energizan en situaciones grupales y les incomoda la soledad prolongada, (recomiendo leer sobre el miedo a estar solo).
  • Existe una marcada inclinación a acoger nuevas experiencias y cambios con positividad. Los tatuajes como reflejo de la personalidad se manifiesta en una actitud de entusiasmo hacia lo novedoso y una aversión a la monotonía, mostrando una disposición a asumir riesgos y disfrutar de la aventura.
  • Más allá  de las razones personales o estáticas, el estudio sugiere que las personas con tatuajes personalidad significativa de sobresalir y diferenciarse del resto. Los tatuajes se perciben como un medio para construir y expresar una identidad única, contado historias y filosofías de vida a través del arte corporal.

Tatuajes y trastornos de personalidad

  • Los tatuajes, en sí mismos no son indicadores de trastornos de personalidad, pero pueden tener relaciones con ciertas tendencias o rasgos de personalidad, especialmente en el contexto de la salud mental.
  • Algunas investigaciones sugieren que las personas con tatuajes tiene un perfil psicológicos de las persona tatuadas pueden tener mayor apertura a la experiencia y una mayor motivación para destacar, aunque también se han observado una posible relación con comportamientos autolesivos.
  • Las personas con trastorno límite de las personalidad son propensas a tener tatuajes y trastornos de personalidad ya que estudios demuestran que hay una relación entre la personalidad y la salud mental.
  • Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

Rasgos de personalidad: tatuajes personalidad

  1. Estudios han  encontrado que las personas con tatuajes y trastornos de personalidad pueden mostrar una mayor apertura a la experiencia y una mayor motivación para destacar, mostrando una tendencia a buscar nuevas experiencias ya no temer a los cambios.
  2. Los tatuajes y la salud mental se unen porque en algunos casos, los tatuajes pueden ser considerados como una forma de autolesión, especialmente en persona con trastorno límite de las personalidad quienes pueden usar el dolor físico para manejar el dolor emocional.
  3. Para muchos, los tatuajes como reflejo de la personalidad son una forma de expresar su identidad, creencias, valores y pertenencia a un grupo, permitiendo definirse a sí mismo y comunicar sus experiencias.
  4. Los tatuajes pueden tener un profundo significado emocional, representando eventos importantes, luchas personales, recuerdos o deseos de superación.
  5. Los tatuajes y trastornos de personalidad van de la mano en algunos casos ya que algunas personas utilizan tatuajes como una forma de manejar el dolor emocional, encontrando en el proceso de tatuarse una manera de lidiar con la ansiedad, el trauma o la baja autoestima.

Tatuajes y trabajo

  • La principal razón por la que los tatuajes pueden afectar la empleabilidad es una cuestión de imagen personal y profesional. Algunas empresas y sectores prefieren una imagen neutral en sus empleados evitando cualquier preferencia que un tatuaje podría revelar, es muy común que los tatuajes y el trabajo puede afectar a la hora de buscar empleo.
  • La posible influencia negativas se debe a que estas personas se les puede dar un perfil psicológico a las personas tatuadas erróneo porque  la verdad es que no en todos los casos las personas tatuadas tienen problemas de salud mental.
  • Aunque la práctica del tatuaje ha sido más normalizado hoy en día, siendo vista como una expresión de creatividad y moda, aún existen profesiones o empresas más tradicionales, la mala asociación de tatuajes se debe porque se le da más peso a la imagen estética, tanto a la hora de estudiar para ingresar a un trabajo, ya que se prefiere candidatos sin tatuajes visibles o que se puedan ocultar.
  • Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, en Mente Sana estamos aquí para ti. Permítete dar el primer paso hacia una vida emocional más libre y saludable.

¿En qué profesiones no se pueden tener tatuajes?

La normas general es que no hay una prohibición absoluta, pero las políticas varían según el país, el sector y el puesto, Las restricciones suelen centrarse en la visibilidad y el contenido del tatuaje.

Tatuajes y oposiciones: Aunque los tatuajes son más aceptados, algunas carreras aun requieren que los tatuajes no sean visibles o se puedan ocultar, principalmente por la necesidad de mantener una imagen de confianza y profesionalismo ante clientes o el público, ya que cree que los tatuajes y trastornos de personalidad están relacionados:

Tatuajes y trabajo donde se pide que se oculten

  1. Medicina
  2. Finanzas
  3. Aviación
  4. policía nacional.

A pesar de las restricciones en ciertos campos, la práctica del tatuaje se ha normalizado y ahora se asocia con creatividad, innovación y expresión personal.

Tatuajes y salud mental

  1. La psicología y los estudios sugieren que la práctica de tatuarse no se considera adicción real en el mismo sentido que las adicciones a sustancias o comportamientos autodestructivos, también tatuajes y trastornos de personalidad están relacionados en algunos casos.
  2. Los psicólogos afirman que el proceso de tatuarse es, en realidad, contrario a los comportamientos adictivos. Esto se debe a que las personas que se tatúan habitualmente suelen intercalar periodos  de descanso entre sesiones.
  3. Estos periodos de pausa se deben a factores prácticos como el costo elevado de los tatuajes y el largo proceso de cicatrización.
  4. A diferencia de los adictos, que a menudo ignoran el daño que se infligen, las personas que se tatúan consideran las posibles consecuencias de tatuarse la piel. Esto siguiere un nivel de control y racionalidad que no se alinean con la impulsividad de una adicción. Además los tatuajes y trastornos de personalidad

¿Qué hay detrás de las personas con tatuajes y trastornos de personalidad?

  • La razón fundamental por la que las personas se tatúan es porque les permite expresar sus sentimientos y pensamientos, los tatuajes como reflejo de la personalidad ayudan a expresar y comunicar lo que llevamos dentro. Además los tatuajes y trastornos de personalidad pueden representar en la piel el proceso interno que esta pasando una personas a nivel psicológico.
  • La fuerza de la decisión de tatuarse en el profundo significado personal que tiene el individuo, lo que a menudo no es comprendido por quienes la practican.
  • Se requiere resiliencia física para soportar el dolor del proceso y coraje para enfrentar críticas y juicios de terceros.
  • Es esencial elegir un tatuador capacitado y experimentado que utilice materiales de calidad para asegurar un trabajo bien hecho y seguro.

Conclusión

Los tatuajes y trastornos de personalidad no cuentan con una relación casual directa. Si bien los tatuajes son una expresión de identidad para muchos, en algunos individuos con trastornos de personalidad pueden reflejar mecanismos de afrontamiento emocionales, como el manejo de la impulsividad o la búsqueda de atención. Su significado es personal y contextual, y no constituyen un criterio diagnóstico.

Referencia

Psicologia y mente (2/12/2017). Personas con tatuajes. Recuperado de:

Psiquiatria (10/04/2023) ¿qué significa los tatuajes en psicología? Recuperado de:

Euroinnova (sin fecha) ¿Qué que carraras no se puede tener tatuajes? Recuperado de:

Misántropos: Entendiendo la Aversión a la Humanidad

Misántropos

La figura del misántropo, a menudo envuelta en misterio y malentendidos, ha sido objeto de fascinación y estudio a lo largo de la historia. Lejos de ser un simple capricho, la misantropía es una actitud arraigada de aversión o desprecio general hacia la humanidad, sus instituciones y, en ocasiones, hacia uno mismo. En este artículo, exploraremos ¿qué define a los misántropos?, sus características distintivas, cómo identificar a una persona con esta inclinación, los aspectos psicológicos subyacentes y las posibles terapias para abordar esta compleja condición.

Misántropos
Misántropos

¿Qué son los Misántropos?

El término misántropo proviene del griego “misein” (odiar) y “anthropos” (hombre o humanidad). Según diversas fuentes bibliográficas en el campo de la psicología y la filosofía, los misántropos son personas que experimenta un profundo sentimiento de desconfianza, desagrado o aversión hacia la humanidad en su conjunto. Es crucial distinguirlo de la fobia social o la timidez, ya que la misantropía no se centra en el miedo a la interacción social, sino en una aversión generalizada a la naturaleza humana.

Si bien no se considera un trastorno mental diagnosticable en los manuales actuales como el DSM-5, la misantropía puede ser un síntoma o una característica de otros trastornos o una actitud profundamente arraigada que afecta significativamente la vida de quien la experimenta. Libros como “The Misanthrope” de Molière han explorado literariamente la complejidad de estos personajes, mientras que estudios psicológicos abordan sus posibles raíces.

Características de los Misántropos

Los misántropos suelen presentar una serie de características que los distinguen. Estas pueden variar en intensidad y expresión, pero a menudo incluyen:

  • Cinismo y escepticismo: Los misántropos tienden a ver el lado negativo de la naturaleza humana, cuestionando constantemente las intenciones de los demás y dudando de la bondad intrínseca de la gente.
  • Retraimiento social: Si bien no todos los misántropos son ermitaños, muchos prefieren la soledad y evitan las interacciones sociales extensas. Se sienten más cómodos en su propio espacio y en la compañía de unos pocos elegidos, si acaso.
  • Crítica constante: Expresan a menudo una visión pesimista sobre la sociedad, la política y el comportamiento humano en general. Pueden ser muy críticos con la hipocresía, la corrupción y la estupidez que perciben en el mundo.
  • Falta de empatía aparente: Aunque no siempre es una falta de capacidad para empatizar, los misántropos pueden mostrar una menor preocupación por los problemas ajenos o una tendencia a verlos como una consecuencia directa de la ineptitud humana.
  • Independencia y autosuficiencia: Valoran su autonomía y no les gusta depender de los demás. A menudo, se enorgullecen de su capacidad para valerse por sí mismos.
  • Búsqueda de la autenticidad: A veces, la misantropía surge de una profunda desilusión con la falsedad o la superficialidad que perciben en las interacciones humanas. Los misántropos pueden anhelar la autenticidad y frustrarse cuando no la encuentran.

Misántropos

¿Cómo Identificar a una Persona Misántropa?

Identificar a un misántropo no siempre es sencillo, ya que sus manifestaciones pueden ser sutiles o evidentes. Algunas señales que podrían indicar la presencia de una actitud misantrópica incluyen:

  • Comentarios recurrentes de aversión a la humanidad: La persona expresa con frecuencia frases como “la gente es estúpida”, “no confío en nadie” o “estoy harto de la humanidad”.
  • Evitación activa de eventos sociales: Aunque pueden asistir a reuniones por obligación, muestran una clara incomodidad o desinterés y buscan excusas para no participar.
  • Patrones de relación limitados o inexistentes: Tienen muy pocos amigos cercanos o prefieren no tenerlos en absoluto. Sus relaciones suelen ser superficiales o transaccionales.
  • Actitud de superioridad intelectual o moral: Pueden posicionarse por encima de los demás, sintiendo que sus valores o su intelecto son superiores al promedio.
  • Ausencia de participación en actividades comunitarias: Muestran poco interés en causas sociales, voluntariado o cualquier actividad que implique colaboración con un grupo grande.
  • Reacciones negativas a las noticias o eventos globales: Suelen reaccionar con pesimismo o resignación ante las noticias que involucran a la sociedad, confirmando su visión negativa de la humanidad.

Aspectos Psicológicos de los Misántropos

La misantropía, desde una perspectiva psicológica, no es una enfermedad, sino una actitud que puede tener diversas raíces. A menudo, surge como una respuesta a experiencias negativas, desilusiones o traumas que han erosionado la confianza en la humanidad. Algunos de los aspectos psicológicos a considerar son:

  • Experiencias traumáticas: Abusos, traiciones o grandes decepciones pueden llevar a una persona a generalizar su desconfianza hacia toda la especie.
  • Frustración idealista: Algunos misántropos son idealistas que se han desilusionado al ver la brecha entre el ideal de cómo debería ser la humanidad y la realidad de su comportamiento.
  • Mecanismo de defensa: La misantropía puede funcionar como un mecanismo de defensa para protegerse de futuras heridas emocionales. Al distanciarse y despreciar a los demás, la persona reduce su vulnerabilidad.
  • Rasgos de personalidad: Ciertas personalidades, como las que tienden al perfeccionismo, el cinismo o la introversión extrema, pueden ser más propensas a desarrollar actitudes misantrópicas.
  • Influencia del entorno: Crecer en un ambiente hostil, deshonesto o donde se ha experimentado mucha injusticia puede moldear una visión negativa del mundo y de las personas.

Terapias que pueden Abordar la Misantropía

Dado que la misantropía no es un trastorno en sí misma, las terapias no se centran en “curarla”, sino en abordar las causas subyacentes y ayudar a la persona a gestionar sus sentimientos de aversión de una manera más saludable. Si la misantropía genera sufrimiento o limita significativamente la vida del individuo, algunas aproximaciones terapéuticas pueden ser útiles:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Puede ayudar a los misántropos a identificar y desafiar los patrones de pensamiento negativos y las creencias irracionales sobre la humanidad. Se enfoca en cambiar las cogniciones disfuncionales que alimentan la aversión. (Conoce más sobre la Terapia Cognitivo-Conductual)
  • Terapia psicodinámica: Explora las experiencias pasadas y las dinámicas inconscientes que pudieron haber contribuido al desarrollo de la misantropía. Ayuda a la persona a comprender el origen de su aversión.
  • Terapia de aceptación y compromiso (ACT): Esta terapia puede ayudar a los misántropos a aceptar sus sentimientos de aversión sin dejar que controlen su vida. Se enfoca en vivir de acuerdo con los propios valores, incluso en presencia de pensamientos o emociones difíciles.
  • Terapia de grupo (con precaución): En algunos casos, un grupo cuidadosamente seleccionado y dirigido por un profesional puede ser beneficioso para que los misántropos exploren sus interacciones sociales en un entorno seguro y reciban retroalimentación. Sin embargo, esto debe ser abordado con cautela debido a la aversión social inherente. (Conoce más sobre la Terapia de Grupo)
  • Fomentar la empatía y la compasión: Trabajar en el desarrollo de la empatía a través de ejercicios y reflexiones puede ayudar a suavizar la visión crítica y promover una conexión más humana. Esto no implica amar a la humanidad, sino comprenderla mejor.

Misántropos

Conclusión

La figura del misántropo nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la experiencia humana y las diversas formas en que las personas reaccionan ante el mundo que las rodea. Lejos de ser un mero capricho o una excentricidad, la misantropía es una actitud arraigada que puede tener raíces profundas en experiencias pasadas y en la forma en que una persona procesa la realidad. Comprender a los misántropos no es juzgarlos, sino buscar las causas de su aversión y, cuando esta les cause sufrimiento, ofrecerles caminos para encontrar una mayor paz y equilibrio en su relación con la humanidad.

Si te sentiste identificado/a con algo de lo que leíste anteriormente y te afecta a nivel funcional tu vida, recuerda que en Mente Sana, tenemos un equipo de profesionales que te puede guiar hacia el camino del equilibrio y el bienestar. No dudes en agendar tu primera sesión gratuita aquí.

Referencias

Arturo T. (2016). ¿Eres un misántropo? 14 rasgos y actitudes de estas personas. Psicologiaymente.com

United We Care. (2024). Misántropo: descubra los mensajes ocultos sobre la sociedad. Unitedwecare.com

Enfermedades del dinero

enfermedades del dinero
enfermedades del dinero
enfermedades del dinero

La relación entre el dinero y la salud mental es más profunda de lo que parece, y ha dado lugar a un conjunto de enfermedades mentales relacionadas con el dinero que impactan directamente en el bienestar emocional. En algunas personas, el dinero puede convertirse en un detonante de ansiedad, obsesiones o conductas patológicas que afectan gravemente su bienestar emocional, debido a que el dinero altera la motivación y el comportamiento.

Por ello, ciertas enfermedades del dinero abarcan trastornos como los de ansiedad, del ánimo y a en ocasiones, somatizaciones.

¿Qué es la enfermedad del dinero?

Algunas de las enfermedades del dinero, engloban un conjunto de manifestaciones, conocidas popularmente como las enfermedades del dinero, un término no clínico pero útil para describir varios trastornos psicológicos vinculados con la economía personal.

La enfermedad del dinero no es una categoría diagnóstica oficial según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), pero agrupa diversas condiciones psicológicas que tienen en común una relación disfuncional con el dinero. Este conjunto de enfermedades del dinero se expresa a través de diversos comportamientos y trastornos psicológicos, como los siguientes:

  • Aporofobia: Miedo o rechazo a la pobreza, que puede llevar a decisiones obsesivas para evitar “caer” económicamente.
  • Oniomanía (compra compulsiva): Impulso incontrolable por gastar, generalmente con fines emocionales más que prácticos.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo centrado en el ahorro: Acumulación extrema de dinero por miedo irracional a quedarse sin recursos.
  • Adicción al trabajo: En muchos casos está relacionada con el deseo de ganar más, lo cual se vincula a autoestima y valor personal.
  • Ludopatía: La adicción al juego afecta especialmente a personas con expectativas distorsionadas sobre el dinero fácil o rápido.
  • Síndrome del millonario: Personas con grandes riquezas que viven con ansiedad intensa por perder su patrimonio o por desconfianza constante hacia los demás.

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Dinero, autoestima y trastornos de ansiedad

El dinero no solo cumple una función práctica; también es símbolo de estatus, éxito y poder. Por eso, cuando una persona desarrolla una dependencia emocional con el dinero, es común que su autoestima se vea afectada por la situación económica. Estudios han demostrado que enfermedades mentales relacionadas con el dinero conllevan estrés financiero, el cual está directamente asociado con síntomas de depresión, ansiedad e insomnio (Sweet et al., 2013).

Según un estudio publicado en Journal of Economic Psychology, quienes presentan enfermedades del dinero relacionadas con el dinero, especialmente aquellas que vinculan la identidad al poder adquisitivo, tienden a experimentar mayores niveles de estrés, insatisfacción vital y conflictos interpersonales (Kasser & Ryan, 1993).

Lee también: Mujeres y dinero: ¿Qué mitos existen detrás del dinero y la mujer?

Raíces psicológicas de enfermedades del dinero

Varios factores pueden contribuir al desarrollo de una relación enfermiza con el dinero:

  • Estilos de apego inseguros: Personas con historias de abandono o carencia afectiva pueden desarrollar apego a los bienes materiales como forma de control o seguridad (Mikulincer & Shaver, 2007).
  • Educación financiera deficiente: La falta de gestión de recursos puede direccionar fácilmente a comportamientos impulsivos o evitativos.
  • Creencias limitantes aprendidas en la infancia: Comentarios como “el dinero es sucio”, “nunca hay suficiente”, “los ricos son malos”, pueden generar culpa, ansiedad o auto-sabotaje financiero.
  • Experiencias traumáticas de pobreza: Vivir situaciones extremas de necesidad puede dejar huellas profundas que afectan la relación con el dinero a lo largo de la vida.
  • Asociación del dinero con el valor personal: Muchas personas sienten que su autoestima depende de cuánto ganan o de lo que poseen, lo cual puede derivar en depresión si enfrentan dificultades económicas.
  • Presión social y comparación constante: Las redes sociales y la cultura del consumo alimentan la comparación, generando insatisfacción, frustración o sensación de fracaso.
  • Relación simbólica con el poder, el amor o la seguridad:
    El dinero se convierte en sustituto de necesidades emocionales no resueltas, lo que puede generar dependencia emocional hacia lo económico.

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Tratamientos

El tratamiento para enfermedades mentales relacionadas con el dinero depende del diagnóstico específico, sin embargo, generalmente incluye una intervención psicológica

  • Psicoterapia cognitivo-conductual (TCC): eficaz para tratar compras compulsivas, ansiedad financiera y distorsiones cognitivas relacionadas con el valor del dinero (Black, 2007).
  • Educación financiera con enfoque emocional: programas que integran habilidades financieras y manejo emocional han mostrado buenos resultados para reducir el estrés económico.
  • Terapia familiar o de pareja: útil en casos donde la enfermedad del dinero afecta las relaciones afectivas o el sistema familiar.
  • Mindfulness y regulación emocional: técnicas de atención plena ayudan a reducir la impulsividad y la ansiedad asociada con decisiones económicas.

Conclusión

La relación entre el dinero y la salud mental es compleja y profundamente influenciada por factores psicológicos, sociales y culturales. Las enfermedades del dinero reflejan cómo una gestión emocional inadecuada, creencias disfuncionales o experiencias traumáticas pueden traducirse en trastornos que afectan gravemente la calidad de vida.

Identificar estos patrones es el primer paso hacia el cambio. A través de un acompañamiento psicológico adecuado y una educación financiera con enfoque emocional, es posible transformar la relación con el dinero no en fuente de sufrimiento, sino en una herramienta de bienestar.

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Referencias

BBVA. (2024, 8 de agosto). Salud mental: ¿hasta qué punto afecta el dinero a nuestro bienestar emocional? BBVA.

Bones Rocha, K., Pérez, C., Rodríguez Sanz, M., Borrell Thió, C., & Obiols Llandrich, J. (2010). Prevalencia de problemas de salud mental y su asociación con variables socioeconómicas, de trabajo y salud: resultados de la Encuesta Nacional de Salud de España. Psicothema, 22(3), 389–395.

Kasser, T., & Ryan, R. M. (1993). Un lado oscuro del sueño americano: se correlaciona con el éxito financiero como una aspiración central en la vida. Revista de personalidad y psicología social65(2), 410–422.

Martínez Valera, P. E., & Ayala Mendívil, R. E. (2022). Asociación de la pobreza y los trastornos depresivos en adultos de un centro de salud mental comunitario del Callao [Tesis de maestría, Universidad Ricardo Palma]. Revista Cuidado y Salud Pública.

Sweet, E., Nandi, A., Adam, E. K., & McDade, T. W. (2013). The high price of debt: Household financial debt and its impact on mental and physical health. Social Science & Medicine, 91, 94–100.

Satiriasis: Una Mirada a la Hipersexualidad Masculina

Satiriasis

Si bien es cierto la palabra “satiriasis” no es común de mencionar en las conversaciones del día a día, sin embargo, es importante entender lo que ella implica; imagina que el deseo sexual de una persona (siendo algo natural y sano) se encuentra a un nivel descontrolado, en el que saciarlo se vuelve casi imposible y, aunque, en ocasiones se suele confundir con “disfrutar” la sexualidad, o con etiquetas estereotipadas de que es normal que los hombres “siempre piensen en sexo”, cuando el deseo sexual se convierte en un patrón de comportamiento persistente e intenso en el que los impulsos, fantasías y comportamientos dominan la vida de un hombre, hablamos de satiriasis.

Satiriasis
Satiriasis

¿Qué significa Satiriasis?

La palabra “satiriasis” proviene del griego antiguo y está relacionada con la figura mitológica del sátiro; en la mitología griega, los sátiros eran criaturas masculinas asociadas con la lujuria, la desenfrenada búsqueda de los placeres carnales y la naturaleza salvaje y festiva. Ahora bien, la satiriasis también es conocida desde el ámbito psicológico como un trastorno de la conducta sexual, específicamente en hombres, caracterizada por un deseo sexual excesivo e incontrolable, que va más allá de un alto apetito sexual.

Los hombres que padecen satiriasis suelen mantener relaciones frecuentes con múltiples parejas, ya sean hombres o mujeres, así como practicar la masturbación varias veces al día, sin encontrar el placer o la satisfacción que busca. Actualmente, el término “satiriasis” se ha sustituido por expresiones más precisas como, conducta sexual compulsiva, hipersexualidad o adicción al sexo; estás denominaciones se enfocan en el impacto negativo que este trastorno tiene sobre la vida personal, emocional, social y laboral de quien lo padece.

“No se trata de una elección, sino de un trastorno que afecta la vida de la persona

¿Cómo se Manifiesta la Satiriasis?

Para comprender las manifestaciones de la satiriasis, es fundamental diferenciarla de un deseo sexual alto. Mientras la libido alta es parte de una sexualidad sana, la satiriasis se caracteriza por la compulsión y la pérdida de control; aunque sus síntomas o manifestaciones pueden cambiar dependiendo de la persona, las más comunes, incluyen:

Satiriasis

  • Necesidad compulsiva de actividad sexual: Siendo este un deseo que no se puede controlar fácilmente, es una urgencia constante, casi como una adicción que la persona siente que debe satisfacer, incluso si no quiere.
  • Pensamientos y fantasías sexuales intrusivas: Esta manifestación no siempre está presente, no obstante, consiste en mantener la mente ocupada con temas sexuales, lo que dificulta la atención y concentración en otras actividades.
  • Búsqueda constante de encuentros sexuales: Los que pueden ser múltiples (parejas swinger), relaciones ocasionales, uso excesivo de pornografía, o involucrarse en comportamientos de riesgo físico, emocionales e incluso legales.
  • Fracaso repetido en controlar o reducir los comportamientos sexuales: A pesar de querer detenerse o saber que sus comportamientos son perjudiciales, la persona no se puede detener, hay una sensación de impotencia ante el impulso.
  • Impacto negativo en su vida: Problemas en el trabajo o estudios, dificultades económicas (relacionadas con las prácticas de riesgo a las que se exponen), deterioro de las relaciones personales, aislamiento social o problemas de salud física y mental.
  • Sentimiento de culpa o vergüenza: A menudo, después de un episodio de comportamiento sexual compulsivo, la persona puede experimentar angustia emocional. Cabe destacar, que estos sentimientos no son suficientes para romper el ciclo, y la compulsión puede surgir como una forma de escapar o sublimar esa angustia.

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Factores Desencadenantes:

Hay que entender que la satiriasis no es una cuestión de “falta de moral” o “vicio”; sino una condición compleja que puede tener diversas causas interrelacionadas. No hay una única razón, en muchas ocasiones suele ser una interacción entre varios factores:

1. Factores biológicos:

Aunque no existen suficientes estudios científicos al respecto, se plantea que los desequilibrios químicos en el cerebro, especialmente en los neurotransmisores asociados con el placer y la recompensa, como la dopamina, podrían estar involucrados. También están bajo investigación ciertas condiciones médicas o el uso de algunos medicamentos.

2. Factores psicológicos:

La satiriasis a menudo coexiste con otras condiciones de salud mental. Traumas pasados, como el abuso sexual infantil, pueden ser un factor desencadenante importante, ya que el comportamiento sexual compulsivo puede convertirse en un mecanismo de afrontamiento disfuncional. La baja autoestima, la ansiedad crónica, la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o las dificultades para manejar el estrés y gestionar las emociones intensas pueden contribuir; para muchos la actividad sexual se convierte en una forma de escapar, adormecer el dolor emocional o sentir una validación momentánea.

3. Factores sociales y ambientales:

Aquí tiene relevancia la exposición temprana o excesiva a la pornografía, especialmente a contenidos extremos, que puede distorsionar la percepción de la sexualidad y contribuir a la desensibilización. Un entorno que fomente las actividades sexuales de riesgo, o la falta de modelos de relaciones saludables, también puede influir.

¿Qué hacer? La Importancia de la Ayuda Profesional

Satiriasis
Satiriasis

Si tú o alguien que conoces está experimentando estos síntomas, es crucial buscar ayuda profesional. La satiriasis no se resuelve por sí sola; de hecho, puede empeorar con el tiempo, llevando a un ciclo de culpa, vergüenza, aislamiento y más comportamientos compulsivos. Romper este ciclo requiere valentía y el apoyo adecuado.

El tratamiento suele ser integral y puede incluir:

  • Terapia psicológica individual: Especialmente la terapia cognitivo-conductual (TCC), que ayuda a identificar los desencadenantes del comportamiento, modificar los patrones de pensamiento disfuncionales que lo perpetúan y desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y constructivas. La terapia psicodinámica también puede ser útil para explorar causas subyacentes, como traumas no resueltos o dinámicas familiares.
  • Terapia de pareja o familiar: Si el comportamiento ha afectado las relaciones significativas, este tipo de terapia puede ayudar a reconstruir la confianza, mejorar la comunicación y establecer límites saludables.
  • Grupos de apoyo: Como Sexólicos Anónimos (SA), donde las personas comparten experiencias, se identifican con otros que atraviesan luchas similares y se apoyan mutuamente en el camino hacia la recuperación. Estos grupos ofrecen un espacio seguro y confidencial.
  • Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar antidepresivos (especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, ISRS) o estabilizadores del ánimo para ayudar a manejar la ansiedad, la depresión, la impulsividad o los trastornos obsesivos-compulsivos que a menudo coexisten con la hipersexualidad.

Conclusión

La satiriasis es un patrón de comportamiento sexual persistente y compulsivo, que a largo plazo afecta la vida personal, emocional, social, laboral y/o académica de un hombre; esta se puede derivar de factores biológicos, psicológicos o sociales. Entender la satiriasis es el primer paso para abordarla. Al igual que con cualquier otra condición que afecta el bienestar, la empatía, la educación y el apoyo son esenciales para la recuperación. No es un signo de debilidad, sino una señal clara de que se necesita ayuda y comprensión. La recuperación es posible, y con el tratamiento adecuado, las personas pueden recuperar el control de sus vidas y construir relaciones más sanas y significativas.

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Referencias

tuasaude.com/es/satiriasis

Hipersexualidad: ¿Qué es y cómo se manifiesta?

hipersexualidad
Hipersexualidad

La hipersexualidad, es un término que puede entenderse como deseo sexual excesivo, conducta sexual compulsiva, trastorno de conducta sexual o adicción al sexo. Es una condición caracterizada por la presencia de pensamientos, impulsos y comportamientos sexuales recurrentes e intensos que resultan difíciles de controlar y generan malestar significativo o deterioro en áreas importantes de la vida del individuo (Kafka, 2010).

Aunque no está oficialmente incluida como diagnóstico independiente en el DSM-5, se reconoce en la literatura clínica y científica como una problemática relevante.

¿Qué es la hipersexualidad?

El concepto de hipersexualidad tiene un significado predominantemente clínico y se entiende como una alteración psicológica y conductual. En este punto, los estímulos de motivación sexual se buscan de formas inapropiadas y a menudo se experimentan de una manera que no es completamente satisfactoria.

En términos anteriores, también nombran la hipersexualidad como ninfomanía (hipersexualidad femenina) y satiriasis (hipersexualidad masculina), debido a los mitos griegos de ninfas y sátiros. (Perrotta, 2023).

Actualmente, la hipersexualidad se clasifica como “Trastorno de conducta sexual compulsiva” para la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-11, mientras que para el y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR) se considera una adicción conductual que puede caracterizar la conducta patológica del sujeto e incluso ser un rasgo disfuncional en otros trastornos. 

¿Qué significa ser hipersexual?

La hipersexualidad no se refiere simplemente a tener un deseo sexual elevado, sino a una dificultad para regular ese deseo, lo que lleva a una conducta sexual persistente que interfiere con la vida cotidiana. Las personas hipersexuales pueden pasar largas horas consumiendo pornografía, teniendo múltiples parejas sexuales, masturbándose de forma compulsiva o involucrándose en conductas sexuales riesgosas, todo ello sin experimentar satisfacción duradera.

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Hipersexualidad y regulación emocional

Las emociones y el comportamiento sexual llegan a relacionarse, debido a que la hipersexualidad puede llegar a funcionar como una “estrategia de regulación”, para hacer frente o evitar emociones no deseadas. De esta forma, la persona hipersexual se maneja en un bucle en el que el sexo se convierte en el único modo de manejar el malestar que le genera su propio comportamiento compulsivo (fenómeno conocido como “el ciclo de la adicción”) (García et al., 2020).

La hipersexualidad se diferencia del apetito sexual alto por el impacto que tiene sobre el funcionamiento personal, laboral, afectivo y social. En muchos casos, la conducta sexual se convierte en una forma de gestionar emociones negativas como la ansiedad, el estrés o la soledad.

Criterios diagnósticos

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su manual CIE-11, sí reconoce oficialmente la hipersexualidad como un trastorno, con los siguientes criterios:

  1. Falta persistente de control sobre los impulsos o impulsos sexuales, que se manifiesta por:
    • Participación repetida en comportamientos sexuales como prioridad.
    • Múltiples intentos fallidos por reducir o controlar la conducta sexual.
    • Continuación del comportamiento sexual a pesar de consecuencias negativas (como relaciones dañadas, dificultades laborales, problemas legales o de salud mental).
    • Persistencia del comportamiento sexual incluso cuando ya no produce placer o satisfacción.
  2. Duración de al menos 6 meses (de fantasías, impulsos y conductas sexuales, en respuesta a estados de ánimo disfóricos, eventos estresantes o conductas sexuales sin tomar en cuenta el riesgo de daño físico o emocional propio o ajeno).
  3. Malestar clínicamente significativo o deterioro en el funcionamiento personal, social, ocupacional u otras áreas importantes.
  4. Los síntomas no pueden atribuirse al resultado directo de condiciones médicas (p. ej., tumores cerebrales o demencia) o ingesta de sustancias. 

Hipersexualidad masculina y femenina

Aunque la hipersexualidad puede presentarse en cualquier género, estudios han mostrado una mayor prevalencia en varones. La hipersexualidad masculina suele asociarse con el uso excesivo de pornografía y conductas sexuales extramaritales o impulsivas (Kafka, 2010). En cambio, en las mujeres, puede manifestarse más como una búsqueda afectiva a través del sexo o comportamientos de riesgo emocional, lo que a menudo hace que pase más desapercibida y sea menos reportada por los profesionales de salud (Ferree, 2001).

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Hipersexualidad y TDAH

Una asociación importante en la investigación reciente es la relación entre hipersexualidad y TDAH. Según estudios, las personas con TDAH presentan mayor impulsividad, búsqueda de sensaciones y dificultad para regular sus emociones, factores que pueden predisponer al desarrollo de comportamientos sexuales compulsivos (Doroldi et al., 2024).

Un estudio realizado por Wéry et al. (2016) encontró que los síntomas de TDAH están positivamente relacionados con el uso problemático de la pornografía y la hipersexualidad. Esta relación sugiere que el tratamiento del TDAH, especialmente el trabajo sobre la autorregulación emocional y conductual, puede tener un impacto positivo en la reducción de conductas sexuales desadaptativas.

Hipersexualidad y trauma

Estudios encontraron la relación entre la hipersexualidad y el trauma, describiendo una posible vía etiológica que involucra principalmente depresión, vergüenza y culpa.

Personas con conductas hipersexuales han sufrido traumas en la infancia, particularmente abuso sexual, violencia emocional o negligencia afectiva (Kafka, 2010).

A nivel neurobiológico, el trauma crónico altera estructuras cerebrales como el sistema límbico, el circuito dopaminérgico de recompensa y la corteza prefrontal, lo cual afecta la capacidad de regular impulsos, tomar decisiones y establecer límites. En muchos casos, la hipersexualidad se configura como una estrategia de afrontamiento disfuncional frente al dolor psíquico, por lo que el sexo se convierte en un mecanismo para evitar emociones intensas, calmar la ansiedad o recuperar una sensación de control.

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Tratamiento y abordaje terapéutico

El tratamiento de la hipersexualidad conlleva intervenciones psicológicas, farmacológicas y, en algunos casos, psiquiátricas.

La intervención terapéutica debe incluir una comprensión profunda de las motivaciones del paciente, abordando una revisión de trauma, regulación emocional, regulación de impulsos e identificación de pensamientos disfuncionales relacionados con el sexo y el desarrollo de estrategias de afrontamiento saludables. Asimismo, se deben considerar aspectos emocionales, relacionales y culturales que influyen en la vivencia de la sexualidad.

Terapias como la cognitivo conductual, o enfoques integradores como EMDR o la terapia sensoriomotriz, así como el uso de medicamentos, son eficaces al tratar este trastorno. Y de igual manera, la educación sexual, la psicoterapia grupal, y el trabajo con la pareja pueden ser herramientas importantes para recuperar el equilibrio.

Conclusión

La hipersexualidad es una condición compleja que va más allá del deseo sexual alto. Implica una pérdida de control que puede generar sufrimiento personal y deterioro en las relaciones y otros ámbitos personales.

Reconocer sus manifestaciones, comprender sus causas y ofrecer un abordaje terapéutico adecuado son pasos fundamentales para aliviar el malestar y favorecer una relación más sana y consciente con la sexualidad.

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Referencias

Doroldi, D., Jannini, T. B., Tafà, M., Del Casale, A., & Ciocca, G. (2024). TDAH y conductas hipersexuales: el papel de la impulsividad, los sentimientos depresivos, los síntomas hipomaníacos y los pródromos psicóticos. Informes de la Revista de Trastornos Afectivos.

Fontanesi, L., Marchetti, D., Limoncin, E., Rossi, R., Nimbi, F. M., Mollaioli, D., Sansone, A., Colonnello, E., Simonelli, C., Di Lorenzo, G., Jannini, E. A., & Ciocca, G. (2021). Hypersexuality and Trauma: a mediation and moderation model from psychopathology to problematic sexual behavior. Journal of affective disorders281, 631–637.

García-Barba, Marta; Ballester-Arnal, Rafael; Gil-Llario, Mª Dolores; Castro-Calvo, Jesús; Nebot-Garcia, Juan Enrique. (2020) EL PAPEL DE LOS PROBLEMAS EMOCIONALES EN LA HIPERSEXUALIDAD. International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 1, núm. 1.

Hertz, P. G., Turner, D., Barra, S., Biedermann, L., Retz-Junginger, P., Schöttle, D., & Retz, W. (2022). Sexuality in Adults With ADHD: Results of an Online Survey. Frontiers in psychiatry13, 868278.

Kafka, M. P. (2010). Hypersexual disorder: A proposed diagnosis for DSM-V. Archives of Sexual, 377–400.

Organización Mundial de la Salud. (2019). ICD-11: 6C72 – Compulsive Sexual Behaviour Disorder.

Perrotta G. (2023). The Concept of “Hypersexuality” in the Boundary between Physiological and Pathological Sexuality. International journal of environmental research and public health20(10), 5844.

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Tipos de aborto según las semanas

El impacto psicológico que pueden tener los tipos de aborto según las semanas es significativo. Esta decisión directa o indirecta puede cambiar la estructura de una persona y el contexto social en el que ocurra.

Existen distintos tipos de abortos según las semanas, los motivos por los que ocurren de manera voluntaria o involuntaria son personales, así como tomar la decisión cuando es voluntario es totalmente autónomo. Cuando existe un aborto espontáneo, existe a nivel social más empatía, pero cuando es una decisión, en muchos casos se tiende a juzgar por el estigma que existe a su alrededor.

En este artículo exploraremos cuáles son los tipos de aborto según las semanas, el impacto psicológico que genera y estrategias de afrontamiento.

Tipos de aborto según las semanas
Tipos de aborto según las semanas

¿Qué es la interrupción voluntaria del embarazo?

Se entiende por una aplicación de un procedimiento clínico para finalizar el embarazo a solicitud de la mujer o en algunos casos del tutor legal, siempre sea el caso sobre agresión sexual o incesto. La interrupción voluntaria del embarazo es totalmente distinta al aborto espontáneo.

Esta es una decisión compleja y personal, influenciada por múltiples factores: riesgo de salud para el feto, alteraciones en el desarrollo y riesgo de salud para la madre. De igual forma, factores económicos, relaciones disfuncionales, abuso sexual o no sentirse preparada.

La etapa del embarazo puede influir en la experiencia emocional, los métodos disponibles de interrupción del embarazo, lo que a su vez genera el impacto psicológico.

Por otro lado, el aborto es la interrupción y finalización del embarazo de una forma natural o voluntaria.

Si estás pasando por un proceso de embarazo reservado o has tenido una pérdida, puedes acudir a terapia psicológica. En terapia puedes abordar el proceso de duelo, requerirlo y gestión emocional. Contáctanos y agenda hoy mismo una sesión.

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Es importante recalcar que, los servicios públicos de salud aplicarán las medidas necesarias para garantizar el derecho a la prestación sanitaria de la interrupción voluntaria del embarazo. Siempre dependerá de las leyes que se rigen en tu país o región. Esta intervención será bajo supervisión médica.

Tipos de aborto según las semanas y su impacto

Como se ha mencionado, cuando existe un aborto que sea de forma espontánea o inducida, puede generar un impacto psicológico según las semanas que se tengan.

Aborto temprano (hasta aproximadamente 12-14 semanas de gestación): las características comunes que se pueden encontrar en este tipo de pérdida son las siguientes:

  • Menor visibilidad del embarazo: en ocasiones el embarazo no es tan evidente físicamente, lo que puede facilitar la confidencialidad en el entorno, pero en ocasiones esto también lleva a tener una experiencia más solitaria cuando no se comparte.

  • Decisión rápida: generalmente, la decisión de la interrupción se toma en un periodo de tiempo más corto, lo que puede ocasionar tanto en la persona como en el contexto de apoyo, ansiedad por la urgencia o alivio por la pronta resolución.

  • Proceso menos invasivo: los métodos que se suelen usar en esta semana de gestación son menos complejos, por ejemplo, pastillas o aspiración manual, lo que puede influir en la percepción de un trauma físico o estrés.

  • Emociones presentes: el alivio es de las primeras emociones que se pueden llegar a experimentar, así como la ansiedad por la decisión, pero también potencial de culpa, tristeza o una ambivalencia.

  • Menor desarrollo fetal: en los tipos de aborto según las semanas, cuando el desarrollo es menor en esta etapa, la decisión puede ser percibida como menos “pesada” en términos de pérdida; sin embargo, esta siempre es una percepción individual.

Como se ha ido mencionando, los motivos por los que ocurre la interrupción del embarazo son intrínseco, aunque puedan existir factores de salud que influyan en esta toma de decisiones. Es importante recalcar que los tipos de aborto según las semanas pueden generar consecuencias directas con la persona que lo experimenta y su pareja.

Aborto tardío (después de las 12-14 semanas): aquí se toma en consideración el límite legal en Europa o la viabilidad fetal según sean los contextos que se estén viviendo. Aquí están algunas de las características o el impacto que podría generar.

  • Embarazo más “real”: cuando ya han transcurrido más semanas, existe más tiempo para crear un vínculo o el embarazo ya es físicamente visible, lo que puede intensificar los sentimientos de pérdida y procesos de duelo.

  • Decisión más compleja: en ocasiones los abortos tardíos están asociados a diagnósticos médicos como, anomalías fetales, riesgo para la salud materna o circunstancias que se agravaron con el tiempo. Esta situación añade un peso de complejidad emocional.

  • Proceso médico más complejo: los métodos quirúrgicos o de inducción al parto pueden ser estresantes, los pueden percibir como invasivos o físicamente exigentes.

  • Mayor estigma social: en algunos contextos sociales, los abortos tardíos suelen enfrentar un mayor escrutinio o juicio social, lo que puede intensificar en la persona el aislamiento, la vergüenza, la ansiedad o la culpa.

Si estás pasando por un proceso de duelo o tuviste una pérdida hace poco tiempo, no dudes en consultar con ayuda profesional. Tener un espacio para la gestión emocional, así como vivir el proceso de duelo, es vital. Contáctanos y agenda una sesión hoy mismo, aquí te escucharemos.

La recuperación emocional que pueden llevar los tipos de aborto según las semanas, en ocasiones puede llevar mucho más tiempo que la recuperación física. Tus emociones pueden ir desde el enojo, la culpa y la desesperación, e incluso las emociones de tu pareja pueden ser totalmente distintas a las tuyas y eso no implica que algunas de las dos no sean válidas.

Aborto espontáneo vs aborto inducido

Es crucial no solo saber los tipos de aborto según las semanas y el impacto que genera, sino diferenciar estas experiencias y cómo puede afectar psicológicamente en la persona.

Aquí encontrarás pequeñas características para diferenciar y cómo impacta en la vida.

El aborto espontáneo: es una pérdida gestacional; se caracteriza por una naturaleza involuntaria, es decir, la pérdida no es una elección, lo que puede generar sentimientos de impotencia, frustración o culpa y en muchas ocasiones existe la interrogante de “¿Qué hice mal?”. Esta se caracteriza por:

  • Duelo: el impacto que genera la pérdida de un embarazo deseado o esperado es significativa, puede llevar a ansiedad, depresión y un proceso de duelo incluso complicado. En ocasiones algunas mujeres pueden presentar despersonalización.

  • Falta de control: la persona no tiene ningún control sobre el proceso, lo que puede ser emocionalmente desestabilizador y agobiante.

Un aborto espontáneo puede ser una pérdida desgarradora que quizás las personas que estén en el entorno no comprendan. Es posible que no se olviden las esperanzas y los planes que se tenían con el embarazo, pero con paciencia, tiempo e incluso apoyo psicológico podría llegar la aceptación y luego el alivio.

Aborto inducido: también lo conocemos como interrupción voluntaria del embarazo, su naturaleza es compleja y es una decisión, pero a menudo es tomada bajo circunstancias difíciles y sí, puede generar alivio, pero también genera tristeza, culpa y remordimiento. Este se caracteriza por:

  • Estigma: el estigma social, a pesar de en algunos países ser legal, puede amplificar los sentimientos como la vergüenza, el secreto, la ansiedad y el aislamiento.

  • Necesidad de procesamiento: es importante tomar en consideración la necesidad de procesar la decisión, así como sus implicaciones a nivel social.

Según estudios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ratifica que alrededor del 45% de los abortos inducidos se realizan en condiciones inseguras a nivel mundial.

Factores que modulan el impacto psicológico

Como se ha mencionado, los tipos de aborto según las semanas tienen un impacto psicológico, pero también se debe tomar en consideración que sin importar las semanas que se han transcurrido la interrupción voluntaria del embarazo como el aborto espontáneo tienen factores que modulan como impactara en la vida de la persona y su contexto.

Tales factores son:

  • Apoyo social: es imperativo en estas situaciones tener una red de apoyo, bien sea pareja, familiares, amigos o profesionales en bienestar mental y físico.
  • Bienestar mental preexistente: personas con antecedentes en ansiedad, depresión o trauma pueden tener una respuesta emocional más intensa.
  • Causas de la interrupción: como se ha descrito, las razones subyacentes pueden influir en la experiencia, salud materna, fetal o violencia, entre otros.
  • Autopercepción: aquí es importante tomar en consideración el sistema de creencia personal y cultural en el que socializa, sobre el embarazo y el aborto. Este sistema de creencias puede influir de manera relevante.

Estrategias de afrontamiento

Es importante poder tener estrategias de afrontamiento que te ayuden a sobrellevar este proceso, desde pequeños pasos hasta ayuda profesional.

  • Validación emocional: cada emoción que se siente en este proceso es lícita.
  • Duelo: reconocer la pérdida de un embarazo, sea espontáneo o inducido, es vital; en ocasiones puede requerir de un proceso de duelo.
  • Autocuidado: promover prácticas de bienestar, bien sea físico o emocional. Actividades como ejercicio, alimentación, sueño o hobbies.
  • Búsqueda de apoyo profesional.
  • Practicar mindfulness.

Aunque puedan ser pequeños pasos, son válidos y te ayudarán a transitar por esta situación. Sé amable contigo y sé amable con quien esté transitando está perdida.

Conclusiones

La interrupción voluntaria del embarazo sigue siendo objeto de escrutinio público, incluso aunque el aborto espontáneo sea “más común” no hace que sea un proceso fácil o aceptado. Los tipos de aborto según las semanas generan un impacto psicológico y es importante darle atención, espacio y respeto a ello.

El estigma que existe alrededor de esto debe disminuir, las personas que deciden continuar con el embarazo por las razones que sean como terminar con él por las mismas razones no deben ser juzgadas tan duramente, ambas personas transitan por emociones y tiene un impacto psicológico que muchas veces no se ve a simple vista.

Aunque se lea repetitivo, la amabilidad, la empatía y el respeto son clave en estas situaciones.

Referencias

 Colaboradores de Wikipedia (2020, May 14). Aborto. Wikipedia.

 Organización Mundial de la Salud. (2021, November 25). Aborto. Www.who.int.